Violencia

La guerra entre géneros es más que solo una lucha por la igualdad si no que constantemente se vuelve más una lucha por el poder, legitimada por los valores simbólicos que legitima esta lucha que está situada entre la libertad y el amor, los cuales parecen no saber distinguir, y la crisis de la cultura, que trajo la crisis de la masculinidad, la visión social de la mujer ha cambiado, se ha conseguido una “igualdad” por lo menos simbólica. Los roles de hombres y mujeres, ya no son los que eran; las mujeres jóvenes disfrutamos de una igualdad que nuestras abuelas o madres no tuvieron; igualdad en la educación, en el mundo laboral (¡aparentemente!), familiar, etc.

Libertad, igualdad y amor Se presenta el amor como el nuevo fundamentalismo moderno, como el substituto de la religión, pero por otro lado las dinámicas de individualización e igualdad nos hacen preguntarnos, que posibilidades tienen dos personas libres e iguales de mantener una unión amorosa. Sobre la situación de hombres y mujeres es en nuestra época que empezamos a tener una igualdad efectiva entre hombre y mujer. Pero las relaciones desiguales entre géneros no se enmarcan solo en el amor, en el matrimonio o en la familia sino que también en la formación, movilidad, en el ámbito laboral... Estas relaciones desiguales han cambiado en los últimos años, se han producido cambios pero más bien en la conciencia y sobre el papel, aunque las tendencias se mantengan. Las mujeres jóvenes basan sus expectativas en la igualdad prometida y luego encuentran lógicas contradictorias en el mercado laboral y el comportamiento del hombre. El hombre adquiere una retórica de la igualdad, sin que esta se traduzca a actos. Estas contradicciones son el principio de la liberación de las adjudicaciones de género, las mujeres se han avanzado a la situación y esto pronostica largos conflictos.

Matrimonio y sexualidad En todos los países industrializados hay un gran número de divorcios, que en consecuencia hacen crecer la diversidad de formas de maternidad/paternidad. También se ha dado un aumento de relaciones no matrimoniales, aunque las separaciones de estos no se pueden cuantificar como los divorcios.

El sentido de la libertad es el amor. Libertad y amor deben andar siempre juntos, pues se nutren mutuamente. Libertas es respetar, entender y aceptar el espacio individual de los demás es muy importante en cualquier relación. Ciertas personas la usan sólo para exigir muchos derechos, pero pocas veces para dar, entregarse y expresar vida y amor.

Amar quiere decir, querer que el otro sea y sea plenamente, amar es libertad. Cuando alguien da amor, pero no libertad, hace que ese amor se vaya perdiendo. El no tener libertad es morir un poco. Cuando se logra un equilibrio entre libertad y amor, el amor es más limpio y decente. El quitarle la libertad a otro, coarta el pensamiento, la independencia como persona y arrebata la felicidad. Es un acto egoísta y eso reprime las posibilidades más bellas y grandes. Con libertad se ve la vida sin miedo y se puede amar sinceramente

Donde no hay amor de Dios, se produce un vacío de individual y responsable ejercicio de la propia libertad. Dios es Aquel que obra en el mundo y quiere que su obra triunfe.

En una relación responsable se subentiende que el compañero(a) es una persona libre, que tiene derechos y voluntades propias. Es importante que la persona se sienta aceptada y amada para que consiga expresar sus sentimientos y deseos. Libertad y amor deben andar siempre juntos, pues se nutren mutuamente. Cuando alguien da amor, pero no ofrece libertad, hace que ese amor, finalmente, vaya perdiéndose.

Sentimientos de apego e inseguridad, limitan la capacidad de amar, haciendo que la pareja se vuelva esclavo de sus propios miedos. La persona que no tiene espacio suficiente para realizar las cosas que le gustan, además no ofrece al compañero(a), oportunidades para crecer y ser libre. Para él la libertad no es otra cosa .que el conocimiento de la necesidad. «La necesidad sólo es ciega en cuanto no se la comprende.» La libertad no reside, pues, en una soñada independencia de las leyes naturales, sino en el conocimiento de estas leyes y la posibilidad que llevan de hacerla actuar de acuerdo

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