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Ética Profesional


Enviado por   •  1 de Mayo de 2013  •  1.611 Palabras (7 Páginas)  •  485 Visitas

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INTRODUCCION

El reto que plantea la enseñanza de una ética profesional en la universidad es ofrecer una verdadera ética reflexiva y crítica sobre el saber y el quehacer profesional, una ética que intente orientas las conductas profesionales pero entroncando con el pensamiento ético actual e intentando establecer un diálogo interdisciplinar con los saberes especializados en los que se basa el ejercicio de cada profesión.

Esta propuesta no acaba de encajar con la forma de estar concebida y estructurada la vida universitaria actual. Son poco, pero todavía hay algunos que prefieren concebir la universidad como lugar en el que se cultiva el saber por el saber, prescindiendo del uso que de ese saber puedan hacer después los profesionales. Ya saben que la realidad no responde a este ideal, pero al menos no desean renunciar al ideal. La universidad, dirán, no está para enseñar ética, sino para investigar y transmitir conocimientos científicos. Enseñar ética, enseñar a ser honrado, a ser “bueno” es algo para lo que la universidad no está capacitada ni legitimada.

Prevalecen hoy en la universidad tendencias menos cientificistas y más pragmáticas que no ponen reparos en ampliar los objetivos de la enseñanza universitaria de forma que entre ellos figure también la capacitación práctica para el ejercicio profesional. En todas las titulaciones se han introducido las prácticas. Todo esto lleva o apunta a un horizonte práctico, a veces exclusivamente pragmático.

En el plano individual ocurre otro tanto; para ser buena persona no basta con ser buen padre, buena madre o buen hijo; buen vecino, buen amigo o buen ciudadano; hace falta además ser un buen trabajador y cuando el trabajo que se realiza está profesionalizado ser requiere además ser un buen profesional (competente) y un profesional bueno (ético). No termina de ser persona ética aquella que en todo fuese intachable menos a la hora de desempeñar sus responsabilidades profesionales en la medida en que las tenga.

La mayoría de los profesionales suelen ser hoy trabajadores por cuenta ajena; desempeñan sus tareas en empresas, instituciones y organismos en los que se les asigna lo que tiene que hacer. Son técnicos que prestan sus servicios integrándose en el marco de una distribución de funciones que les viene dada y de la que no se pueden salir sin poner en peligro la continuidad en su puesto de trabajo.

En nuestro mundo la profesionalidad suele justificarse más por lo que tiene de especialización cognoscitiva o activa que por lo dado a un gremio o colectivo profesional. Hoy el profesional se legitima como experto, como alguien que sane lo que otros no saben, alguien capaz de hacer lo que otros no son capaces de hacer, siendo así que necesitan que alguien lo haga por ellos y para ellos. Pero la competencia profesional no basta. El profesional, para serlo del todo, necesita asumir los compromisos que comparte con sus colegas de profesión, los compromisos de tratar de proporcionar competentemente y responsablemente las prestaciones y servicios específicos con arreglo a los baremos de excelencia que en cada contexto se espera de cada tipo de servicio profesional.

El profesional ejerce su oficio en relación con quieren acuden a él, necesita de su confianza: de la confianza en su buen hacer personal y tambien del colectivo o gremio al que pertenece. Hay cosas que cabe esperar de cualquier de un buen profesional y que sin embargo no precede esperar de cualquier buena persona que no tiene condición de profesional.

Los profesionales no lo son sólo por ser expertos capacitados, sino también por estar comprometidos en la prestación de determinados servicios específicos. La ética del profesional individual y del colectivo profesional es la mayor o más fiable fuente de reconocimiento y estima social de las personas en general y de los profesionales en particular. Con el monopolio de un determinado servicio profesional y la autorregulación ética del colectivo que lo detenta culmina el proceso de profesionalización. Las profesiones necesitan no sólo de institucionalización, sino también de legitimaciones y las legitimaciones de una u otra forma harán referencia a los fines del vivir humano. La ética es algo así como el “control de calidad” o la “denominación de origen” aplicadas ahora no a un determinado producto, sino a los servicios profesionales.

Hoy la ética, cualquier ética. Tiene que ser interdisciplinaria, no sólo porque esté abierta al diálogo con cualquier otra disciplina, sino porque necesita integrar conocimientos específicos que ella no cultiva, pero que no puede ignorar, y a la vez está en condiciones de cuestionar lo que los diferentes saberes, ciencias y técnicas hacer o dejan de hacer, contribuyen o dejan de contribuir a la realización de una vida humana plena, vivida en justicia y libertad. Sino esto vale para toda ética, es todavía más patente para la ética de aquellas profesiones que aplican conocimientos científicos.

ETICA PROFESIONAL

El modelo de la profesionalidad con el que trabaja la visión sociológica idealizada lo resumen en los siguientes rasgos:

1. Ocupación técnica a plena dedicación dentro del esquema de división del trabajo de una sociedad moderna o en trance de serlo.

2. Idea de servicio a la sociedad general y al “problema humano”

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