Ética.
manuelaLATesis5 de Junio de 2013
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1. En la actualidad la crisis es, generalmente, moral porque la mayoría de las personas que realizan algún acto que es indebido, para nuestra sociedad, con conscientes de ello, pero de toda manera lo siguen haciendo, por ejemplo alguien que roba o alguien que miente. Sin embargo, en los sectores de mayor vulnerabilidad o riesgo social en los cuales los niños crecen observando actos indebidos y que no reciben acompañamiento de otras instituciones, poseen una formación ética distinta a la aceptada socialmente, por lo tanto podríamos decir que existe una crisis ética; por ejemplo un niño que crece en una familia en la que sus padres roban, sus hermanos se drogan. No sólo en estos sectores se observa la pérdida progresiva de la ética, sino también en otros ámbitos, por ejemplo en casos en que la institución familia no acompaña o no transmite, a través de acciones, la ética y los valores a sus hijos.
Consideramos que si la familia no transmite la moral y los valores, y las instituciones, como la escuela, no intervienen, guían u orientan, los actos indebidos serían más comunes y generales por lo que la sociedad, en un futuro, viviría una crisis ética.
2. Los aportes que debe realizar la educación son para reafirmar y complementar la formación moral y ética que traen los alumnos desde sus hogares y familia. En el caso de los más pequeños creemos que es fundamental la constitución de la moral a través de actos y ejemplos concretos en la convivencia con los pares para lograr la interiorización de la ética. Durante la secundaria, la ética es abordada mediante la formación ciudadana, de manera más abstracta.
3. Creemos que el ordenamiento de a conducta es diferente según las gestiones y niveles por la que está transitando el sujeto. En general, en las instituciones educativas de gestión privada, el ordenamiento de la conducta se rige por la heteronomía ya que se espera que el alumno salga con determinado perfil, que mantenga determinadas tradiciones institucionales y que respete cuestiones o aspectos singulares de la misma, por ejemplo exigencias en cuanto a la presencia personal o cuestiones actitudinales por ejemplo mantener determinado vocabulario, no fumar en los alrededores de la institución, etc. En la actualidad, la prioridad de la escuela pública es cumplir con los derechos del alumno, y a pesar de que haya leyes o acuerdos institucionales, la autonomía del alumno es mayor; o a pesar de que ambas gestiones tengan las mismas leyes que lo regulen, al momento del incumplimiento, las sanciones son diferentes. Para concluir pensamos que en el nivel de formación superior o universitaria hay más autonomía ya que el alumno puede elegir en cuestiones como la modalidad del cursado de cierta materia, el presenciar una clase o no, irse de la clase cuando lo desea, dejar de ir, etc.
4. Kaplan & Sadock's (1998), definen la moral como la conformidad con las reglas, derechos y los deberes. Según estos psiquiatras, el comportamiento moral emerge cuando dos principios aceptados socialmente entran en conflicto. Frente al dilema, el individuo aprende a emitir juicios tomando como base en un sentido individual de la conciencia. El individuo tiene la obligación moral la conformidad, esto es someterse a las normas establecidas socialmente, naturalmente, siempre y cuando estas procuren el bienestar de los seres humanos. Los psicólogos del desarrollo humano nos han dejado un importante legado en torno al desarrollo moral en el individuo.
El psicólogo Suizo, Jean Piaget, ha desarrollado el concepto de moralidad en dos etapas principales llamadas heterónoma y autónoma. Según Piaget, la moralidad se va desarrollando gradualmente juntamente al desarrollo cognoscitivo del niño. La etapa heterónoma (llamada también, moralidad de represión) se caracteriza por juicios simples y rígidos en el cual los niños tienden a ser egocéntricos y no logran identificar una alternativa neutral.
Ellos creen que las reglas son inalterables y que el comportamiento o es bueno o es malo. La segunda etapa, la autónoma, se manifiesta en la madurez cognitiva del niño. A medida que el niño madura tiende a ser menos egocéntrico al interactuar con otros niños y con los adultos. Su percepción rígida y absoluta de la moral cambia y piensan que las reglas han sido creadas por individuos y que se pueden cambiar.
Indica Piaget, que en la clasificación de etapas por edad, en la pre-escolar, los niños se limitan a obedecer las normas que le establecen sus padres. Mientras que en la etapa de los años intermedios los niños aceptan las reglas, pero se muestran incapaces de aceptar las excepciones. Finalmente, en la etapa de la adolescencia, logran reorganizar las reglas en función de lo que es bueno para la sociedad en su conjunto.
Posteriormente, siguiendo los principios establecidos por Piaget, Laurence Kohlberg (1984) llevó a cabo una serie de experimentos con varios grupos de niños. Esos experimentos fueron la base a la teoría de Kohlberg de que las personas para emitir juicios morales pasan primeramente por una serie de etapas en la evolución de su sentido de justicia y el tipo de razonamiento que utilizan. En su teoría, Kohlberg identificó tres niveles en el desarrollo de la conciencia moral. El primer nivel, la Moral preconvencional es aquella donde los intereses del individuo se plantean en función de la recompensa o el castigo. El segundo nivel, en la Moral convencional, el individuo se ha tornado proactivo procurando satisfacer el interés de los demás.
Según Kohlberg, es en este nivel donde los niños tratan de ganarse la aprobación y procuran mantener las buenas relaciones con los demás (moral del buen chico). En el tercer nivel, de la Moral Postconvencional, los individuos han desarrollado principios morales sumamente amplios, más abarcadores, mas allá de los principios y valores de la sociedad. En las diferentes etapas de este nivel el individuo acepta y se ajusta de manera voluntaria a las normas teniendo un concepto de principios éticos, pero realiza excepciones a las reglas o normas dependiendo del contexto de las circunstancias. Finalmente, el individuo obedece a una moralidad de principios y conciencia individual más amplia, una ética de conciencia universal.
Una importante crítica a la teoría de Kohlberg desde la perspectiva del movimiento feminista la realizó la psicóloga Carol Guilligan (1982,1988). La Dra. Guilligan sostiene que las múltiples experiencias de socialización que experimentan los niños y las niñas hacen imperativo la diferenciación en el comportamiento moral por razón del género.
Para Guilligan, los hombres perciben la moral en función de principios generales de justicia y equidad, mientras que las mujeres la perciben en función de responsabilidad hacia los individuos lo cual les motiva a realizar sacrificios para ayudar algún individuo en el contexto de una relación peculiar. Para las mujeres, la compasión hacia los demás es un factor de vital importancia su comportamiento moral.
En comparación con los hombres, el juicio moral tiende a basarse en conceptualizaciones abstractas, mientras que la moralidad en las mujeres se orienta más a la relación y el bienestar individual. Para Guilligan, el desarrollo moral de las mujeres ocurre en tres etapas. En la primera, la orientación de la mujer está basada en su supervivencia, en lo que es mejor para ella. En la segunda etapa, la mujer sacrifica sus propios deseos por el bienestar de los demás, una forma de auto sacrificio. Finalmente, en la tercera etapa su desarrollo moral se expresa como moralidad de la no-violencia donde entiende que cualquier daño a la vida del individuo, incluyéndola a ella misma, es inmoral. Más recientemente, el catedrático de Educación y director del Centro de Adolescentes de la Universidad de Stanford, William Damon (1999), plantea que el desarrollo moral no se limita al desarrollo cognoscitivo, sino que envuelve factores psicosociales y afectivos teniendo su base en la experiencia e influencia social en el niño. Damon enfatiza que el desarrollo moral de los niños implica el desarrollo de las capacidades emocionales y sociales del niño donde estos puedan diferenciar la conducta buena de la mala y desarrollaren correctos hábitos de conducta. Necesitan desarrollar interés, consideración y un sentido de responsabilidad por el bienestar y los derechos de los demás, expresándolo en acciones de afecto, atención, compasión y amabilidad para con los demás. El diálogo no termina, existen trabajos avanzados sobre el desarrollo psicológico y del aprendizaje íntimamente relacionados al tema, entre ellos, la “Zona de Desarrollo Próximo” de Vigotsky quien plantea que el aprendizaje no es uno lineal, sino dinámico y colaborativo. Es un proceso social, cultural e histórico. Exhorto a los que deseen profundizar más en el tema a examinar el valioso trabajo de Vigotsky.
Las teorías psicológicas del desarrollo moral procuran explicar el fenómeno moral en la vida y experiencia humana. Nos ayudan a comprender el por qué de nuestra respuesta conductual frente a las diversas situaciones que demandan elegir entre lo correcto e incorrecto, entre lo bueno y lo malo. Nos ofrecen una explicación de cómo se desarrolla el “ethos”, el carácter moral, que a su vez sirve de motivación vital para el comportamiento humano. Es importante señalar la importancia de examinar las explicaciones teóricas dentro del contexto histórico y cultural en el que surgieron. Ello nos brinda una comprensión más amplia y nos ayuda a su vez a entender que los cambios en el tiempo y en el espacio abren oportunidades para nuevos senderos de explicación y comprensión tanto del individuo como de su comportamiento moral.
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