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Derecho Norteamericano

sonerjimenez30 de Abril de 2015

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Introducción

El Derecho Norteamericano se manifiesta como un magnifico campo de estudio de las objeciones de conciencia: por la peculiar estructura jurídica constitucional, por la multiplicidad de casos y supuestos presentados ante las cámaras legislativas y los tribunales y por los mecanismos adoptados para dotar a dichos supuestos de solución. En la memoria de doctorado, se analiza el marco jurídico donde se sitúa el tratamiento de las objeciones de conciencia, para después investigar cada una de ellas. Es decir, la objeción de conciencia a la lucha armada, la objeción fiscal, las objeciones de conciencia laborales (sabataria cases, cuotas sindicales, vestuario), objeciones a las normas administrativas (números identificativos de la seguridad social, aseguración obligatoria, normas de seguridad vial e identificación), objeciones a los tratamientos médicos, al aborto, empleo de drogas en rituales religiosos y objeciones al juramento y al jurado. Se concluye la imposibilidad de fijar una forma rígida de tratamiento jurídico para esta multiplicidad de supuestos y, por último, se analizan aquellos elementos o categorías que pueden adoptarse en sistema ajenos a la tradición jurídica angloamericana para el tratamiento del fenómeno, Entre otros puntos que trabaremos a continuación esta la conquista, la cual fue protagonizada por inmigrantes Británicos, además la evolución colonial, elementos formativos como la son la Constitución.

Derecho Norteamericano

Definición

Estados Unidos fue antiguamente una colonia inglesa, que por ser un territorio con gran influencia de la potencia europea (Reino Unido) para esa época, “heredó” el sistema aplicado en esa región; que se caracteriza por basarse más en la jurisprudencia que en las leyes, es decir, en el análisis de las sentencias judiciales dictadas por el mismo tribunal o alguno superior.

Mencionado sistema es conocido como “Common Law” es decir, derecho común ya que, su principal fuente eran las costumbres o los usos y tradiciones practicados cotidianamente por los diferentes pueblos británicos; por tanto, este derecho era flexible en cuanto a la creación de sus normas y de allí, proviene su relación con el derecho anglosajón, el cual está íntimamente relacionado con el derecho norteamericano, debido a que el mismo era el utilizado por la Inglaterra medieval para la época en que se colonizó a Norteamérica.

Desde entonces, el derecho norteamericano constituye el sistema de normas o leyes jurídicas, sociales y políticas, en un sentido amplio y ambiguo, basado en cumplir con los deberes, derechos y garantías que pertenecen a los ciudadanos estadounidenses.

Actualmente la ley suprema del país es la Constitución de los Estados Unidos, y bajo el principio de supremacía constitucional, las leyes aprobadas por el Congreso y los tratados en que Estados Unidos de América sea parte, suponen el siguiente escalón de la jerarquía de fuentes del Derecho. Éstos forman la base para las leyes federales bajo la constitución federal en los Estados Unidos, estableciendo los límites de la legislación federal y de las leyes en los cincuenta estados y otros territorios del país.

Fuentes

El derecho norteamericano radica en una jerarquía de fuentes fundamentales que son en gran parte raíz de su origen, así:

• Constitución: La carta magna de los Estados Unidos es considerada la fuente más importante y por ende, subordina a las demás normas. Además, se posiciona como la ley suprema de ese país.

• Leyes: Son aquellos preceptos aprobados por el congreso de los Estados Unidos, cuya función debe respetar el principio de supremacía constitucional.

• Reglamentos: Comprende el conjunto ordenado de normas para realizar la ejecución de una ley. De acuerdo al sistema jurídico estadounidense, ningún reglamento puede contradecir lo establecido en la constitución de los Estados Unidos.

• Common Law: Conforma las sentencias judiciales que son el conjunto de leyes que componen la jurisprudencia, de allí que el derecho anglosajón se conozca como un sistema jurisprudencial. Además, por su particular carácter “vinculante”, son normas obligatorias para todos los jueces y magistrados.

La Conquista

Se utiliza la palabra conquistar y por lo tanto conquista (del latín cosquitare = ganar) para designar a todo aquello que obtiene la posesión de algo, en virtud de esfuerzo y dedicación, por ejemplo cuando se hace mención a que se ha conquistado el poder de un territorio, es decir, el término hace referencia al acto de dominación que un pueblo o comunidad ejerce sobre otro más indefenso o incapaz de mantener su soberanía en un territorio específico.

De acuerdo a la historia y a raíz de una determinada conquista importante en el siglo XV, surge la colonización europea de América con la cual, llegaron colonos del Imperio Británico a Estados Unidos. Desde entonces, el proceso de colonización se extendió hasta 1776, que se logró la independencia de Norteamérica.

Este proceso de conquista significó la integración del mundo ya que América para ese entonces, aún se encontraba en un procedimiento de evolución, es decir, todavía estaba al servicio de Europa y de sus intereses económicos, políticos y militares.

Evolución Colonial

A raíz de la colonización surgen las trece colonias, que son una serie de pueblos fundados por los inmigrantes ingleses entre los siglos XVII y XVIII en la costa atlántica norte. Muchos de los colonos eran gente perseguida por motivos religiosos. El puritanismo de Nueva Inglaterra afectó profundamente la vida económica, política y social de las colonias. La injerencia en la administración colonial por parte de los colonos fue dominante al punto que quedaba en manos de los colonos la elección del gobernador de la legislatura y la distribución de las tierras.

Uno de estos grupos formado por puritanos, partió de Inglaterra en 1620 y fundó entonces la que sería la segunda colonia, conocida hasta hoy como Massachusetts. Luego surgieron las colonias del sureste (Virginia, Carolina y Georgia), donde la población estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios y esclavos, de los cuales se originó un sistema organizado de esclavitud.

También se sumaron a este grupo, las colonias centrales de la costa atlántica (New York y New Jersey).

La pretensión de mantener esa unidad política-religiosa fue un factor de importancia en la colonización, ya que muchos colonos que se opusieron a la política o a la religión de la oligarquía de Massachusetts fueron expulsados y se vieron obligados a fundar nuevas colonias (Connecticut, New Haven, Rhode Island).

Todas las colonias compartían la tradición del gobierno representativo. El monarca inglés nombraba a muchos de los gobernadores coloniales, pero todos ellos debían gobernar conjuntamente con una asamblea elegida. El voto estaba restringido a los terratenientes varones blancos, pero la mayoría de los hombres blancos tenían propiedades suficientes para votar. Inglaterra no podía ejercer un control directo sobre sus colonias norteamericanas. Londres estaba demasiado lejos, y los colonos tenían un espíritu muy independiente.

Con el paso del tiempo, las colonias británicas de América del Norte fueron ocupadas también por muchos grupos de origen no británico. Agricultores alemanes se establecieron en Pensilvania y los suecos fundaron la colonia de Delaware.

Desde 1660 el comercio cobró una importancia cada vez mayor en las trece colonias. Y a fines del siglo XVII, La organización del espacio colonial del sur y norte de la costa atlántica se tradujo en lo económico en una clara diferenciación productiva entre ambas. Durante este tiempo, la tierra era abundante y la mano de obra escasa, y todo hombre libre tenía la oportunidad de alcanzar, si no la prosperidad, al menos la independencia económica.

El Tratado de París, firmado en 1763, dio a la Gran Bretaña derechos sobre Canadá y toda América del Norte al este del río Misisipi, y la victoria de Inglaterra condujo directamente a un conflicto con sus colonias norteamericanas; para evitar que pelearan con los nativos de la región, una proclama real negó a los colonos el derecho de establecerse al oeste de los Montes Apalaches. Ante ello, la Ley de Alojamiento obligó a las colonias a alojar y alimentar a los soldados británicos; y con la aprobación de la Ley de Estampillas, debían adherirse estampillas fiscales especiales a todos los periódicos, folletos, documentos legales y licencias.

Como consecuencia, los colonos temían que los nuevos impuestos dificultaran el comercio, y desconfiaban del "gobierno poderoso". Y para 1765, representantes de nueve colonias se reunieron como "Congreso sobre la Ley de Estampillas" y protestaron contra el nuevo impuesto. Luego que los comerciantes se negaran a vender productos británicos, el parlamento británico se vio forzado a revocar la Ley de Estampillas; sin embargo, decretó impuestos al té y a otros productos y envió funcionarios aduaneros a Boston a cobrar esos aranceles. Pero de nuevo los colonos optaron por desobedecer, y enviaron soldados británicos a Boston.

Las tensiones se aliviaron cuando Lord North, el nuevo Primer ministro británico, eliminó todos los nuevos impuestos salvo el del té. En 1773, un grupo de colonos respondió

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