ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Estapas De La Vida De Simon Rodriguez

wiliman6 de Agosto de 2014

3.946 Palabras (16 Páginas)439 Visitas

Página 1 de 16

1. Vida en Caracas (1771-1796)

Ateniéndonos a los datos que nos deja en sus obras, su lugar de nacimiento es múltiple: Caracas, en América en general, en Filadelfia o en San Lucas de Barrameda (España). Si, además, hacemos caso al testimonio de Flora Tristán, hija de una amiga suya en París, no es nativo de Hispanoamérica, aunque no dice específicamente de dónde es. Sólo afirma que llegó a Venezuela al terminar su juventud, justo en el momento preciso para encargarse de la educación del niño travieso e indisciplinado, Bolívar, con lo que los testimonios de un viaje alrededor del mundo durante su pubertad pueden ser más que una suposición de su salida de Caracas, un testimonio de su primera llegada.

Más enigmático que su nacimiento situado, sin certeza alguna, en 1771 es su origen familiar, expósito según su acta de matrimonio, con lo que cualquier intento por descubrir su fecha de nacimiento, su verdadero origen y el nombre de sus padres choca contra lo desconocido. El ser expósito le da a su vida un toque enigmático que se acentúa cuando en su obra “Crítica de las provisiones del gobierno” deja caer la frase “lo oí decir siempre a mi señor padre y tenía su merced razón”. Si se trataba o no de su verdadero padre es otra cosa ya que es la única vez que lo menciona a lo largo de toda su obra. Con relación a su madre, el silencio es total.

En 1791 es nombrado Maestro de Escuela de Primeras Letras por el Cabildo caraqueño con la recomendación del maestro Pelgrón Este nombramiento quiere decir que era blanco porque si sólo los blancos podían estudiar con mayor razón tendrían que serlo para enseñar. Renuncia a este cargo, sin conocerse las razones, en octubre de 1795, pocos meses antes de abandonar para siempre Venezuela. Mientras es Maestro, escribe su primera obra educativa “Reflexiones sobre el Estado Actual de la Escuela”, en donde propone la creación de un sistema escolar coherente, sujeto a una Reglamentación que sustrajera la Escuela de la influencia subjetiva y a menudo caprichosa, de los padres de los alumnos, sugiriendo la ampliación del número de Escuelas de acuerdo con el de las parroquias de Caracas, el mejoramiento de las aulas, mobiliario de la escuela hecho según el tamaño de los niños que tenían que usarlo, libros a ser utilizados y en donde propone que se introduzcan en la enseñanza los últimos libros educativos publicados en España en sustitución de los libros de santos como se acostumbraba en esa época. Propone, con el nombre de Pasantes, el esbozo de una primera formación sistemática de los futuros maestros, diseña una especie de cooperativa escolar donde los alumnos puedan encontrar cada día sus útiles escolares sin tener necesidad de llevarlos todos los días a sus casas y vendiéndolos en la misma escuela a precio de costo, se señalan reuniones periódicas y obligatorios para los Maestros a fin de discutir los problemas que se les presentan en sus respectivas escuelas y propone que se lleve un control sistemático del progreso de sus alumnos en estrecha colaboración con sus padres. Sin abolir completamente el castigo corporal, propone que el abuso del mismo por parte de los maestros, puede ser causa de expulsión de los mismos. Y, cosa extraordinaria, afirma que los niños tienen que hacer sus tareas en la escuela porque así como los obreros no llevan sus trabajos a sus casas, tampoco deben de hacerlo los niños. La escuela está para aprender. La casa para descansar.

Siguiendo la costumbre de la época, sólo asistirían a esta nueva escuela los niños blancos. Insinúa que sería conveniente crear escuelas paralelas para los niños pardos pero separados de la de los blancos y para beneficio de los blancos, porque así los pardos podrían trabajar mejor al tener mejores conocimientos.

Trata de dar dignidad a la profesión de Maestro y para ello, además de proponer una buena formación intelectual, cree que es necesario un sustancioso aumento de sueldo, ya que su labor es tan o más importante que la de los otros empleados del gobierno quienes con la misma categoría ganan mucho más que ellos. Su Proyecto que se inspira en parte en las reformas realizadas en la Corte de Madrid es recibido sin ningún entusiasmo y jamás será puesto en práctica. Siendo Maestro, contrae en 1792 matrimonio con María de los Santos Ronco.

Poco antes de su renuncia, en agosto de 1795, se ve indirectamente mezclado en el pleito de las familias Francia-Palacios a causa de la tutela del niño Simón, huérfano de padre y madre. Bolívar, se había escapado de la casa de su legítimo tutor, don Carlos Palacios, a casa de su hermana María Antonia Bolívar, quien a la muerte de la madre del niño, había hecho, en la práctica, las veces de madre. Herido en su orgullo, don Carlos castiga a Simón a vivir interno en la casa de Simón Rodríguez hasta octubre de ese mismo año. Rodríguez, que ya tenía a su cuidado cinco niños, no se lleva bien con Simón quien se escapa de su casa y pide ir al Seminario antes que permanecer con Rodríguez, trata de no ir a clase y se convierte en un dolor de cabeza para su maestro.

Es esta breve y penosa estadía en casa del Maestro lo que permitió a Manzini, su primer biógrafo, construir la leyenda sobre la educación roussoniana de Bolívar, sacando al Emilio de Rousseau de su verdadero contexto e inventando, contra el testimonio de la historia, románticos paseos por los valles de Aragua o por el río Guaire, un tutelaje que habría durado varios años y haciendo de Bolívar el Emilio Encarnado.

Pocos días después de que Bolívar abandonara su casa, renuncia definitivamente a su cargo y abandonando todo, incluso a su mujer con la que no tuvo hijos, y a la que jamás la volverá a ver, deja Caracas para siempre. Casi todos sus biógrafos achacan esta salida intempestiva a sus actividades revolucionarias, sin que señalen en qué revolución actuó, porque todos sus biógrafos tienen versiones diferentes. Lo más probable es que saliera a fines de 1795 o en los primeros meses de 1796, que no participara en revolución política alguna y que se haya ido de Caracas porque quiere gozar de una libertad que acaba de perder al enterarse de su origen “sacrílego” y descubrir que su verdadero padre era un sacerdote, probablemente su “tío”, hecho que cerraría a él y a sus hijos todas las puertas de la sociedad colonial, aunque apareciera como expósito. Por eso al abandonar Caracas, cambia hasta de nombre.

2. Vida en Europa (1796-1823)

De Caracas, pasando por Kingston, llega a Baltimore donde vive casi cuatro años y de allí, por Cádiz, atravesando toda España, llega a Bayona (Francia) a fines del siglo XVIII.

En Bayona, con la colaboración del abate mexicano, Meier, y con muchos problemas con el abate, traduce el Atala de Chateaubriand, dedicado a la juventud de Bayona y en 1803, aparece registrado en París en el libro de extranjeros, como natural de Filadelfia y de treinta y tres años de edad. Según este testimonio habría nacido en 1770.

Sale del anonimato del que se rodea al salir de Caracas a raíz del encuentro con Bolívar, ya viudo, en París, que va a esa ciudad a olvidar sus penas. Estamos ya en 1803. Si hacemos caso a Flora Tristán, el maestro se preocupó muy poco de su discípulo en un principio. Viajan luego juntos por Europa, están presentes en la coronación de Napoleón y más tarde, en Roma, en el Monte Aventino, se afirma que juró Bolívar libertar a América del yugo español.

Al regresar Bolívar a Venezuela, Rodríguez vuelve a perderse y sólo volveremos a tener noticias suyas en 1823 al llegar a Bogotá pero no a Caracas a la que expresamente dice que no quiere regresar.

3. Vida en América (1823-1854)

Ha regresado a América, dice, “no porque nací en ella”, sino porque los americanos están realizando una obra que es buena y quiere colaborar con ella. Le avergonzaría que se creyese que regresa porque es americano o porque en Europa no sabe ganarse la vida. No. Lo hace sencillamente en su calidad de hombre, para ayudar a la transformación del nuevo continente aunque para ello no se necesita haber nacido en él, sino tener la voluntad de cambiarlo. Su fin es terminar, por medio de la educación, la obra de la independencia comenzada por Bolívar por las armas. Y es este el período más rico de su vida.

En América se dedica a enseñar, o, mejor, a formar repúblicas enseñando, porque Rodríguez más que un maestro es un político democrático, republicano, a quien la misma política le hace ser educador. Esta unión política educativa, va a guiarle en su peregrinar por Colombia, Bolivia, Chile y Perú.

Al llegar a Bogotá, abre su primera escuela nueva. Tiene problemas enseguida porque Santander no le entiende, pero sigue adelante con su proyecto hasta que Bolívar le llama a su encuentro. Abandona momentáneamente, eso cree Simón, este proyecto con la idea de regresar nuevamente, y con la protección de Bolívar empieza su experiencia en Chuquisaca (Bolivia, ahora Sucre) en enero de 1828. Es interesante leer lo que nos dice Simón de su encuentro con Bolívar en 1825 y vale la pena reseñarlo “llegué acompañado del General Salón a una casa de campo cerca de Lima, llamada la Magdalena, donde Bolívar estaba. Era la hora de comer; me presentó a sus convidados y, en presencia de ellos, me hizo jurar que sólo la muerte nos separaría”.

En Chuquisaca empieza su labor educativa. Al igual que antes en Caracas, quiere edificios apropiados, buenos patios de recreo, pupitres acordes con la edad de los niños, libros y todo lo necesarios para el buen funcionamiento de la escuela. Entre sus exigencias está también el pago decente a sus maestros. La educación que imparte es la misma para los indios y los blancos,

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (23 Kb)
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com