FORMAS TRADICIONALES Y EMERGENTES DE DENOMINACIÓN Y LIBERACIÓN.
eliezer20867 de Marzo de 2012
6.991 Palabras (28 Páginas)2.015 Visitas
FORMAS TRADICIONALES Y EMERGENTES DE DENOMINACIÓN Y LIBERACIÓN.
Los venezolanos a partir de 1958 empezaron a vivir un periodo de democracia hasta nuestros días, en donde este sistema de gobierno durante 41 años se mantuvo estático, es decir, en una democracia representativa, donde los gobernantes eran elegidos por la voluntad del pueblo, en donde se creía y se estaba convencido que solo elegir a un gobernante era democracia, y el pueblo la ejercía plenamente. Ahora bien surge una interrogante: ¿Cómo un pueblo ejerce plenamente la democracia en un país?
Para dar respuesta a esta interrogante, es necesario mencionar que Venezuela se encontraba enmarcada dentro de una democracia representativa, la cual el pueblo solo elegía a sus gobernantes, pero hasta allí, es decir, no se involucraba en la solución de sus problemas y por velar que aquellos gobernantes que ellos elegían cumplieran sus funciones transparentemente y así el estado poder desarrollarse plenamente. Sin embargo, no todo es negativo, ya que a partir de 1999 Venezuela da un giro de 360° grados, gracias a la llegada del presidente Hugo Rafael Chávez Frías, el cual fue elegido por la vía democrática trayendo este consigo principios bien establecidos y nuevas estructuras para la consolidación de una nueva democracia en el país; cambiándose así de un sistema democrático estático, representativo y excluyente, a una democracia participativa cuyo fundamentación no solo legal, sino también ideológica se encuentra enmarcada en nuestra carta magna como lo es la constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Ahora bien, para llegar a consolidarse en el país una democracia participativa, entiéndase esta como el sistema de gobierno en el que los ciudadanos son sujetos activos y protagonistas de su propio destino, lo que garantiza que la acción de los Poderes Públicos esté a su servicio. Es igualmente una nueva forma de relación entre el Estado y los ciudadanos, en la que la democracia de los partidos es sustituida por la participación protagónica de la ciudadanía, pero se dice muy fácil que en una democracia participativa el pueblo es el protagonista de su destino, pero la dificultad se encuentra en saber ‘¿Qué es lo que sustenta en un país una democracia participativa?
Para que pueda existir una democracia participativa, el pueblo debe ser artífice de su propio desarrollo y participar en la construcción de su propio destino. En Venezuela lo que sustenta la democracia participativa surge por el interés del presidente de la república por darle el valor necesario al poder popular mediante organización sociales, las cuales se denominarían Consejos Comunales, este sueño se hace realidad gracias a la promulgación de una ley por medio de la asamblea nacional denominada Los Consejos Comunales, lo que hace ver que esa necesidad de lograr que el pueblo se interese por sus problemas no se quedo en solo palabras sino que se llevo a cabo, por medio de la ley en donde está establece que los consejos comunales son “instancias de participación, articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas que permiten al pueblo organizado ejercer directamente las gestión de políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social.”
Gracias a la promulgación de la ley de los consejos comunales, se garantiza que los venezolanos viven bajo una democracia participativa, ya que desde el primer momento que se mencionaron estos como una nueva forma en Venezuela de organización social, desde la más pequeña comunidad empezó a organizarse con un solo fin ser escuchados y tomados en cuenta, y su vez ser participes de la construcción del nuevo proceso revolucionario que se viven en el país, es de gran importancia destacar que en la democracia participativa vivida en Venezuela no existe exclusión de clases sociales, pues uno de los principios de este tipo de gobierno es la igualdad y equidad en la sociedad, es por ello que los consejos comunales en Venezuela se pueden considerar como una nueva organización social en donde el pueblo es protagonista de su destino y puede ejercer plenamente todos y cada uno de los derechos en su país; donde el mantenimiento de los mismo va a depender única y exclusivamente en las manos de pueblo, para lograr que en Venezuela se desarrolle plenamente una revolución social en pro para el beneficio del pueblo venezolano.
Concepto de sujeto social
En un momento marcado por grandes transformaciones, en un mundo donde lo característico es la emergencia de nuevas realidades que demandan su interpretación, resulta indispensable la recuperación de la tradición sociológica por paradójico que esto parezca. La explicación de las nuevas realidades supone no sólo la elaboración de nuevas respuestas a viejas preguntas sino también la creación de nuevas interrogantes, para construir una interpretación qud explique los cambios y el sentido que tienen. Dicho de otra manera, el construir una nueva relación con el mundo que intentamos explicar. Dos son los aspectos de esa tradición que interesa destacar aquí, a saber: 1) su continuo interés por desentrañar los problemas que implica el amplio entramado de relaciones que se tejen entre el individuo y la sociedad, y 2) la creciente preocupación de la teoría sociológica por la búsqueda de la significación de la acción e interacción individuales así como por el reconocimiento de la importancia del individuo en el contínuum social.
Del énfasis puesto en cada uno de estos aspectos derivan muchos de los supuestos analíticos más generales que cada autor hace acerca de la vida social. La disputa entre las diversas corrientes del pensamiento sociológico se encuentra precisamente en estos supuestos analíticos generales. El hincapié en lo social y lo individual nos indica cuan relativas e importantes pueden ser las actitudes y comportamientos entendidos, o como apriorísticamente socializados, esto es, como algo suplementario y adicional añadido al individuo, o, como su contraparte, es decir, como señales y respuestas individuales. Esta distinción conduce a posturas enfrentadas respecto del sentido de la acción y la determinación de los actores sociales, así como a la definición de su papel activo o inactivo en la construcción del mundo social.
Por un lado, nos encontramos con la opinión según la cual la acción tanto individual como social se encuentran determinadas por los hechos sociales objetivos. Por su modo de existir, la conducta y acción de los actores individuales se convierte en puro reflejo de las estructuras más generales de la sociedad. En el campo contrario domina la visión del actor como un agente en donde destaca la conciencia humana (razón y cultura). Para quienes adhirieron a esta visión los actores y la acción individuales representaron una especie de síntesis a priori.
Como se ve ambas posturas, aunque contrarias, participan de unos supuestos fundamentalmente comunes, En ambos casos, el sujeto de la acción se presenta como un dato dado, esto es, como un actor, aunque en uno de ellos, se le considere determinado por el exterior, y en el otro, como un artífice relativamente autónomo de una actitud social desarrollada a partir de su propia pauta personal de conducta y sensibilidad.
En esta confrontación de teorías sobre la acción y los actores sociales, la una colectivista y la otra individualista, se refleja una de las propiedades esenciales de la racionalización cartesiana. Se supone como algo obvio, la existencia de un punto de partida universal. Se continua trabajando con un aparato conceptual que impone marcadas líneas de separación entre los niveles de integración físicos, sociales e individuales.
La participación social ha venido creciendo de manera importante en la última década, y se expresa en la práctica concreta de una diversa gama de actores sociales, que desde sus propias concepciones, necesidades y demandas, propuestas y vías de acción, ponen en juego su capacidad de interlocución, negociación y presión para el logro de sus objetivos.
De hecho, los movimientos populares más tradicionales - obreros, campesinos, urbanos- han transitado a nuevos planteamientos y formas de organización, representación y participación, asumiendo los retos que les plantea el modelo económico y la realidad política y social actual. A su vez, la sociedad viene haciendo conciencia más clara de la necesidad de su involucramiento más comprometido con su ámbito público más cercano (barrio, colonia, delegación, municipio) así como con procesos más abarcantes de la vida pública que afectan en lo concreto sus intereses particulares (elecciones, deuda externa, TLC, programas sociales).
Los principales actores que vislumbramos por su práctica más sólida de participación de la sociedad.
Movimientos populares y sociedad civil.
Actualmente, ubicamos en el tejido social, la presencia y permanencia de numerosos sectores populares y progresistas que vienen luchando y construyéndose desde hace tres décadas, así como la emergencia de redes y articulaciones de la sociedad civil, convirtiéndose en puntos de referencia y orientación en aspectos claves de la vida del país: vida digna, derechos humanos, transición a la democracia, desarrollo incluyente, elecciones, paz y justicia, ética política. En éstos visualizamos, a su vez, tres grandes campos de articulación.
1-Movimientos populares que buscan el reconocimiento y respeto a su identidad, cultura, género y derechos.
El desarrollo de las luchas sociales durante
...