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Foro - Rezago Del CaribeColombiano


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2013  •  6.290 Palabras (26 Páginas)  •  342 Visitas

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VISIONES Y DEFINICIONES DEL CARIBE

Palabras Claves: Caribe, mestizaje, definiciones del Caribe, visiones del Caribe, colonización, plantación, dominación, resistencia.

Los términos están cargados de historia, de ideologías y discursos, de imaginarios. Para hablar del Caribe hay que definirlo, y debemos exigir y exigirnos una definición de cada Caribe del que hablamos. El Caribe es tan antiguo como América y desde aquí se haya definido América –el Caribe es contemporáneo (Gatzambide-Geigel, 1996).

Existen muchas posibilidades de delimitar el Caribe y de definirlo desde adentro o desde afuera. Esto se debe, entre otras razones, a su localización en un área de intersección entre unidades macrorregionales en el sentido de continente cultural, lo que implica una participación y presencia de aquella tanto en el ámbito cultural, político, económico como en la historia territorial.

Una de sus características más destacada fue siempre la pluralidad contradictoria y los contrastes en sus dominadores y dominantes. (Sandner, 1983)

A continuación señalamos algunos investigadores del Caribe, que lo han definido desde diversas, y hasta divergentes visiones, lo que enriquece su estudio y abre la posibilidad de construir nuestra propia definición a fin de abordarlo como objeto y sujeto de estudio.

 Quince Duncan “El Gran Caribe: Naturaleza y Cultura como conceptos dinámicos” Traducción Libre del Documento Paz en los Océanos. Documentos Técnicos No. 41, 1997.

Duncan nos dice “...El Gran Caribe es más que un mar. Desde el punto de vista cultural, el Gran Caribe es un área que se extiende desde New Orleáns en el norte hasta las Guyanas al sur del continente, incluyendo, de paso, a Veracruz, la Costa Atlántica de Centroamérica y la parte septentrional de Sudamérica, las Islas del Caribe y abarcando la totalidad de Belice y la mayor parte del istmo de Panamá. Se puede describir el Gran Caribe como una zona con una vasta diversidad cultural, pero al mismo tiempo, los tradicionales lazos con las potencias coloniales de los siglos XVI y XVIII por una parte, y la presencia decisiva de la cultura africana, por otra, le han dado al Gran Caribe ciertas características que lo distinguen como un ente cultural con una identidad única”

 Alberto Abello Vives. Investigador y Exdirector del Observatorio del Caribe colombiano. “El Caribe objeto de estudio”

El economista Abello Vives en su texto “Caribe visto por Benítez Rojo” asegura que “el Caribe no existe. No existe una única representación sobre esta porción del globo terráqueo que pueda ser compartida por quienes abordan su conocimiento. Son muchas las visiones que existen sobre el Caribe: desde adentro de la misma región y desde afuera de ella. El Caribe como concepto, se ha ido construyendo históricamente. Como región, su concepto se encuentra en construcción”.

Continua presentándonos distintas visiones, entre ellas se encuentran aquellas que lo consideran como una sección de América Latina. Para otros, se homologa a las Antillas, Mayores y Menores. Desde la Commonwealh, las referencias con las islas angloparlantes o West Indies. Para quienes escudriñan la matriz africana, las exenciones culturales del Caribe trepan por Norteamérica y descienden por Sudamérica. Para Estados Unidos, la Cuenca del Caribe, cuando diseña su estrategia geopolítica particular. Los organismos internacionales y las agencias multilaterales como La CEPAL, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional, cada una presenta al mundo su “propio” Caribe.

Un primer criterio al que se accede para dar respuesta a la pregunta qué es el Caribe es, por obvias razones, la geografía. Se piensa inmediatamente en la ubicación del Caribe como mar, como accidente geográfico, y se marca su área en el Trópico de Cáncer.

La utilización de una visión estática de la geografía constriñe a llamar Caribe al conjunto de territorios, insulares y continentales, cuyas costas bañadas por el mar Caribe, y excluye a otros territorios que ancestralmente han estado vinculados a las dinámicas sociales, económicas y políticas de esta área del planeta, como son el caso de El Salvador, Bahamas, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, en los que durante el poblamiento precolombino, el Descubrimiento, la Conquista y la Colonización de sus territorios fueron ensartados, como cuentas de un mismo collar con el resto de los territorios del Caribe. La historia de estos territorios no pueden desligarse del Caribe, así sus playas no sean bañadas por el mismo nombre o se encuentren por fuera de ese mar semicerrado.

Así, se es del Caribe sin estar en él. Como esa ciudad caribe de Panamá en el Pacífico o Veracruz en la costa del Golfo de México, conectada al Caribe en la ruta de los galeones y por la ruta del danzón y el bolero.

¿Pertenece o no el Golfo de México al Caribe? ¿Es ese otro accidente geográfico diferenciado del mar semi-cerrado? Si lo fuese, ¿la aplicación del sólo criterio geográfico acaso no traería confusión sobre las resistentes vínculos de la economía y la cultura de Veracruz –en la costa mexicana- con el resto del Caribe a lo largo de la historia? Pero, incluir a Veracruz, si se aplicasen otros criterios distintos al geográfico, invitaría entones a la consideración de Nueva Orleáns –y por tanto de Estados Unidos- como otras piezas integrantes del rompecabezas del Caribe. ¿Acaso Florida? Y la costa sobre el Golfo de México no asegurarían entonces la pertenencia de Estados unidos al mapa del Caribe?

Aplicar simplemente criterios geográficos en la búsqueda de los límites del Caribe produce una visión imprecisa de la región. Es evidente aquí que se requiere para su examen de otros cristales para lograr una mejor resolución del Caribe, por lo que se recurre al lente de la cultura como segundo criterio a la mano.

Después de las anteriores reflexiones, continúa Abello afirmando que si bien el Caribe supera los límites geográficos estrechos del Mar caribe, tampoco es ilimitado. El Caribe es una geografía y unas culturas derivadas de un proceso que arranca en las profundidades de la historia pero que brota con el Descubrimiento de América y que requiere, precisamente, de otras percepciones como la historia y la política para que éstas contribuyan a explicarlo. ¿Cómo hacer estudios como éste amparados en una definición del Caribe? ¿Cómo promover igualmente la integración política o comercial bajo esta perspectiva? Una definición del Caribe para tales fines pasa entonces por una toma de decisión, por la política, Ya en 1975, Leslie Manigat escribía “dígame cuál es su definición del Caribe y le diré cuál es su posición política”

Adentrarse en la historia nos conduce a nuevos mapas coloreados con las líneas de los procesos que se han dado. Las carencias de la geografía, pues es necesario recalcar que el Caribe no es un punto en el mapa, las llena la historia. La geografía hay que verla en la historia y la historia tiene sentido en la medida que no se puede separar del espacio. El Caribe es un “monumental molino histórico” que hilvana sus territorios desde los tiempos precolombinos, donde se realiza posteriormente el encuentro de culturas (nativas, africanas, europeas y asiáticas) que lo convierte en una región única, no repetida en parte alguna del planeta, y que se incorpora a la economía mundial desde el momento mismo que le expedición de Colón suelta amarras en busca de las Indias.

. Para entender el Caribe, y sus componentes es necesario recurrir, además de la geografía y la política, a la cultura, la geohistoria y la economía

No existe una única representación del Caribe. El Caribe está entonces in constructo y hay que asumirlo como tal, más allá de convertirlo en un problema de investigación. El Caribe resulta difícil de codificar, pues en ese ejercicio de ser construido como concepto no cesa de reconstituirse.

 Gabriel García Márquez. Escritor colombiano. “Algo más sobre literatura y realidad” El Espectador, Bogotá, 1 de julio de 1981

El Nóbel de Literatura nos expresa que “….el Caribe en rigor se extiende (por el norte) hasta el sur de los Estados Unidos, y por el sur, hasta Brasil. No se piense que es un delirio expansionista. No: es que el Caribe no es sólo su área geográfica, como por supuesto lo creen los geógrafos, sino un área cultural muy homogénea...”

En el artículo el Premio Nóbel afirma “en el Caribe, a los elementos originales de las creencias primarias y concepciones mágicas anteriores al Descubrimiento, se sumó la profusa variedad de culturas que confluyeron en los años siguientes en un sincretismo mágico cuyo interés artístico y cuya propia fecundidad con inagotables. La contribución africana fue forzada e indignante, pero afortunada”

 Antonio Benítez-Rojo, cubano “La Isla que se repite”

Benítez Rojo, en el texto “La isla que se repite” considera que el Caribe es un meta-archipiélago cultural, que carece de límites y de centro. Este archipiélago está integrado por un conjunto de islas y cada isla es la copia de una que se repite entre la desembocadura del Missisippi y la desembocadura del Amazonas. El archipiélago Caribe, dentro de su turbulencia historiográfica y su ruido etnológico y lingüístico, dentro de su generalizada inestabilidad de vértigo y huracán, pueden percibirse los contornos de una isla que se “repite a si misma”, desplegándose y bifurcándose hasta alcanzar todos los mares y tierras del globo, a la vez que dibuja mapas multidisciplinares de insospechados diseños.

En su obra “Significación del ritmo en la estética caribeña”, Benítez Rojo escribe “Si partimos de un criterio geográfico, el Caribe estaría comprendido por las Antillas Mayores y Menores, y por los territorios que bordean el Mar Caribe, quedando entonces excluidos aquellos que miran para el Golfo de México: así como las Bahamas, Barbados, Guayana, Cayenne y Surinam, naciones que generalmente son consideradas caribeñas. Por otra parte, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, que tomamos como naciones centroamericanas, quedarían incluidas como caribeñas, mientras que El Salvador no lo sería. Tampoco sería la Ciudad de Panamá, que da al Pacífico, aunque sí lo sería Colón, junto al lado caribeño del Canal. Si en vez de seguir el criterio geográfico seguimos uno socioeconómico, estudiar el Caribe en los términos de la Plantación América, es decir, las partes del continente americano donde se desarrolló una economía de plantación esclavista. No obstante, si uno fuera a seguir estrictamente este criterio, el Caribe incluiría, además de las Antillas, una gran parte de los Estados Unidos y el Brasil, así como las regiones costeras del norte de América del Sur y la franja occidental del antiguo Virreinato del Perú, la cual mira hacia el Pacífico.

 Sergio Ramírez, escritor nicaragüense “El Caribe somos todos”

El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, al lamentar la muerte de Jorge Amado, para algunos el escritor caribe de Bahía, Brasil, anotaba “....siempre diré que el Caribe, más que un concepto geográfico, es un concepto cultural. Un concepto de una enorme variedad y un enorme poder....Las fronteras del Caribe son móviles, están donde está el mestizaje creativo que se multiplica tanto en las islas como en tierra firme”

 Oscar Collazos, escritor colombiano. Un Intruso del Pacífico. IV Seminario Internacional de Estudios del Caribe, 1999.

“...El Caribe se prolonga hasta el Ecuador y, exactamente, hasta la ciudad portuaria de Guayaquil...el Caribe entra por el Canal de Panamá, corre por toda la franja del Pacífico hacia el sur, salta por Buenaventura por lo villorrios del Cauca y de Nariño, llega al norte de Ecuador a las costas de Esmeralda y acaba por crear una estación provisoria y casi final en Guayaquil”

 Francisco Avella, docente e investigador Universidad Nacional, sede San Andrés. “El Caribe: bases para una geohistoria”

Sustenta Francisco Avella que desde el método geográfico tradicional, consistente en establecer de antemano un marco territorial y político estable, para un país, un conjunto de regiones o de países, el Caribe sería un conjunto que conforma hoy un bloque de 36 países. A nivel internacional, el Caribe parece más una colcha de retazos, que una región políticamente integrada. En cierta manera la fragmentación geográfica, expresa también una fragmentación política que los mecanismos de integración no han podido superar a partir de las diferentes organizaciones internacionales con objetivos e intereses divergentes (CARICOM, Asociación Estados del Caribe, Grupo de Contadora, Grupo de los Tres, etc.)

Considera que el Caribe fue:

1- Una tierra abierta a la colonización y a las invasiones,

2- con la consecuente destrucción de las población autóctona,

3- un lugar de esclavitud para implantar por la fuerza, personas (ni siquiera, familias, poblados ni tribus como en la colonización europea), que venían del Africa,

4- un escenario de las guerras entre las potencias europeas imperiales por su dominio. Hoy con el fin de la guerra fría y el triunfo económico del área del Pacífico, es

5- un área más en proceso de marginalización, que de apertura al mundo en pleno proceso de globalización.

El Caribe solo es conocido por irrigar música, el son, el mambo, el calypso, el souk, la socca, el reggae y la salsa. También por algunos textos filosóficos menores escritos en forma de poesía (Walcott, de Trinidad), o de novela (García Márquez, Campentier) o simplemente de canciones (El negrito del Batey). Como lo muestra Hurbon, (1988) para el caso de Haití, el Caribe es visto como el reino de la barbarie, la brujería, los “zombis”, los caníbales, los dictadores y las “banana republics”. Y si no fuera por las publicaciones, las películas “soft” y los catálogos de promoción turística que hoy muestran el Caribe de la carta postal, el mar, la playa y el cocotero, cuando no el de las tres Ss “Sea, Sand and Sun” (Dollfus, 1997), o como actualmente el de las cuatro S´s, end Sex.

¿Qué es el Caribe? La respuesta puede ser muy simple: una imagen especular de Europa, que rechaza los molde o el espejo con que se le quiere mirar, por lo cual es incomprensible al pensamiento europeo, o como lo señala Lara (1998), se vuelve un “... un personaje indefinible, pues no se puede entender con las normas habituales”

En el texto “Bases geohistóricas del Caribe colombiano” plantea que “El Caribe es un personaje complejo que escapa a nuestras medidas y a nuestras categorías, que no se puede definir con nuestras normas habituales (Oruno Lara, 1998)

El Caribe, su descubrimiento, o, mejor, su encuentro fue una equivocación. Colón buscaba las Indias Orientales y encontró lo que hoy llamamos las Indias Occidentales.

“Mar de los Caribes”, mar semicerrado que está situado entre el arco de las Antillas y el continente americano, el núcleo que estructura lo que hoy se llama “el Gran Caribe”, el cual abarca no sólo la cuenca de dicho nombre, sino su entorno exterior.

Durante la colonización posterior al descubrimiento, el Caribe pasó a ser uno de los factores fundamentales en el proceso de acumulación en Europa.

El Caribe fue también campo de experimentación de la economía de plantación impuesta por los imperios inglés, francés y holandés, y los procesos asociados a su explotación: reemplazo y destrucción de la mano de obra indígena, en su gran mayoría cambiada por la esclava, traslado masivo de poblaciones del África y mestizaje asociado a la colonización.

Después de la gran importancia que tuvo en el siglo XIX con la perspectiva de apertura del Canal de Panamá, el Caribe se convirtió en el centro geopolítico en donde los Estados Unidos implantaron su hegemonía a partir de la Segunda Guerra Mundial a través del sistema de bases estratégicas (mísiles en Cuba).

En los años 70, frente al ímpetu del Área Pacífica (triunfo industrial de Japón y de los nuevos “dragones industriales”) el Caribe cede su importancia estratégica, y pasa a ser un área secundaria en el juego geopolítico y comercial internacional.

Con la caída del Muro de Berlín y los demás procesos de distensión, el Caribe se convierte en el Mediterráneo de los americanos o más comúnmente, en el patrio trasero de los Estados Unidos.

 Antonio Gatzambide-Geigel. Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Universidad de Puerto Rico, Río Piedras. “La invención del Caribe en el siglo XX”

El autor al abordar el panorama histórico que acompaña a la palabra Caribe, se plantea dos preguntas esenciales ¿desde cuándo se llamó Caribe a ese mar delimitado por las Antillas, Centroamérica y parte de la costa norte de América del sur? y ¿cuándo pasó el Caribe del mar a la geografía imprecisa de las masas de tierras que lo rodean? Comparada con tres denominaciones: Caribe insular, Caribe geopolítico y cuenca del Caribe, la expresión Caribe cultural posee la amplitud suficiente para abarcar a Afro-América Central.

A continuación nos presenta en primera instancia un panorama histórico de la palabra “Caribe”.

“La primera traducción de la palabra caribe a un idioma europeo se remonta a 1492. En el diario de su primer viaje a América, el genovés Cristóbal Colón tomó nota de unos “caribes” o “caníbales”, siempre al este de los arahuacos antillanos que le daban las noticias. En el transcurso de ése y del segundo viaje al año siguiente, Colón identificó a los “caribes” como habitantes antropófagos de lo que hoy llamamos Antillas Menores y otras partes de ese “Nuevo Mundo”.

Hoy vemos que, comenzando por el propio Colón, los europeos bautizaron con el nombre de “caribes” a los aborígenes que resistieron la conquista de sus tierras ancestrales en las Antillas. Luego les sumaron otros amerindios a quienes querían “rescatar para la evangelización, léase esclavizar en sus minas, pesquerías de perlas y siembras”. La reacción española ante la resistencia de los ayayanos (Habitantes de la isla Ay-Ay, conocida ahora como Santa Cruz), resume el primer destino histórico de la palabra caribe: nativo rebelde o esclavizado.

Para los hispanoamericanos el Caribe es ese mar de conquista y pillaje, luego de piratas, corsarios y contrabandistas y, finalmente de escenario secundario de sus guerras de independencia.

El Caribe, en tanto denominación de una región geográfica, es un invento del siglo XX. Esta invención arranca precisamente de la transición en nuestra región de la hegemonía europea a la estadounidense.

Gaztambide-Géigel explica las tres principales tendencias en que se han agrupado las definiciones del Caribe como región geográfica y un poco de su historia, centrando el estudio en el manejo del término en el siglo XX y en la base geopolítica de las tendencias. Éstas son:

a) El Caribe insular o “etnohistórico”

Sinónimo de las Antillas o de las West Indies, por lo que suele incluir a las Guyanas y a Belice, y pude llegar hasta las Bahamas y Bermuda. Esta acepción es la más utilizada en la historiografía y otros estudios sobre la región porque es la única que coincide con los usos más antiguos, y con las identidades internacionales internas de la región. Además pone el énfasis en la experiencia de la plantación azucarera esclavista. El Caribe antillano viene de las luchas independentistas en lo que quedó de Antillas españolas: Cuba y Puerto Rico luchando por la abolición de la esclavitud; República Dominicana, por su liberación de Haití, y luego todos frente a España.

b) El Caribe geopolítico

Se refiere al Caribe insular, América Central y Panamá, sobre todo después de 1945; hasta entonces, eran las repúblicas antillanas y América Central, incluyendo a Panamá. Ésta es la más utilizada en la historiografía y otros estudios sobre las relaciones con los Estados Unidos. Esta tendencia es la única engendrada exclusivamente en los Estados Unidos y es tan antigua como el imperialismo intervensionista.

c) La cuenca del Caribe o Caribe “tercermundista”

A los Caribes anteriores, éste añade a Venezuela y por lo menos parte de Colombia y de México. Ésta es la tendencia más reciente. Se popularizó con la contraofensiva estadounidense cuyo garrote se blandió contra Cuba desde 1979 y cuya zanahoria bautizó como “Iniciativa de la Cuenca del Caribe” el presidente Ronald Reagen en 1983. Se trataba realmente de un Caribe geopolítico que excluía a países como Cuba y Nicaragua.

La designación de “tercermundista” responde a lo que hayan asumido algunas élites, sobre todo de las “potencias regionales”, México, Colombia y Venezuela, desde la Segunda Guerra Mundial. Es decir, las élites dominantes de esos países quieren acercarse a Caribe por sus propias aspiraciones geopolíticas; incorporan además de la geopolítica de la hegemonía, la geopolítica de la resistencia latinoamericana.

Y finalmente añade el Caribe cultural o Afro-América Central. ¿Qué tienen de común todas las formaciones sociales bañadas por el mar Caribe y las demás incluidas por virtud de la historia, la geopolítica o la conveniencia metodológica de algunos investigadores? Se puede considerar el Caribe como las partes de Afro-América o de la América de las plantaciones, que incluye el sur de los Estados Unidos, el Caribe insular, Brasil y todos aquello lugares donde prevaleció la plantación* como organización socio-económica predominante. Esta sería, entonces, la única definición estrictamente intelectual del Caribe. Lo que tienen en común todos estos Caribes tan diversos y contradictorios, debemos centrarnos en la plantación*.

* Plantación: propiedad dedicada al cultivo de productos tropicales para la exportación con mano de obra esclava, compuesta mayormente por esclavos africanos o descendientes de ellos, y a partir del siglo XIX, después de la abolición de la esclavitud, incluyera también peones criollos, mulatos y mestizos y asiáticos importados. La plantación caribeña contemporánea, incluye tanto las centrales azucareras y sus contornos como los latifundios bananeros, las maquilas y las grandes cadenas hoteleras.

La identidad etnocultural mestiza, pero marcadamente afroamericana, fraguada en esas plantaciones puede ser la base de un consenso metodológico, pues coincidiría con experiencias y proyectos de la región. El Caribe-cultural, por lo tanto, es todo lo que queda entre el sur de los Estados Unidos y el norte de Brasil: un Afro-América Central.

 Socorro Ramírez, Politóloga e internacionalista del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Colombia. “El Gran Caribe: ¿estrategias aisladas, opuestas o convergentes?

Nos plantea la internacionalista Ramírez que desde mediados de los años noventa se ha comenzado a denominar Gran Caribe a la amplia cuenca geográfica que va desde México hasta la Guyana Francesa y que comprende las islas. Todo el istmo centroamericano y los países continentales de Sudamérica que tienen costa sobre este mar. Esta denominación, que no incluye las costas estadounidenses, permite distinguir la región tanto del Caribe insular como de la denominada Cuenca del Caribe, que, en la versión estadounidense, tenía un claro sesgo ideológico.

La idea de conformar un Gran Caribe surge en el contexto histórico creado por los vacíos e imperativos que marcan la actual situación de la región y sus perspectivas. Negativamente, nace del doble vacío dejado por la transformación del antiguo colonialismo y por la desaparición del significado geopolítico que, a lo largo de la Guerra Fría, le dieron especial importancia al Caribe insular y a Centroamérica respectivamente. De manera positiva, obedece dos imperativos que determinan las posibilidades actuales y futuras de las islas, el istmo y también de los países costeros: los procesos de globalización en curso y la presencia hegemónica de los Estados Unidos.

 Gerhard Sandner. “Estructuración espacio-política-geográfica y geopolítica en la región Caribe, 1983”

“La Región Caribe es América Latina, Angloamérica, Europa y África a la vez, pero nada de esto en forma directa o inmediata, sino porque con diferencias históricas o regionales considerables en cuanto al cuño del contexto respectivo. Es difícil delimitar al Caribe. Detrás de las diferentes delimitaciones y definiciones que actualmente se usan, aparecen perspectivas e intereses muy diferentes. Estas tentativas se pueden clasificar en tres grupos:

1. Importancia de la plantación colonial y capitalista, la denominación externa de tipo colonial con sus mutaciones y sus cambios históricos o elementos de cultura material y espiritual en las sociedades fundamentalmente pluralistas.

2. “Commonwealt Caribbean”, es decir las antiguas colonias británicas.

3. Concepto de una gradación de áreas definidas según la identidad de orientación o “envoltura caribe”. Leslie Manigat distingue:

- Una subregión central definida por “Clear Caribbean Identity”: las islas, Belice y las tres Guyanas;

- Una región más amplia de “Common Caribbean Appartenance”, que incluye América Central, Colombia y Venezuela;

- “Specific Caribbean Involvement”, México, los Estados Unidos, Brasil, Francia, Inglaterra, Holanda y

- en forma más extensa con “General Caribbean Interest”, incluyendo Japón y algunos países africanos”.

 Andrés Serbin, investigador. “Percepciones mutuas y relaciones actuales”, 1990.

El Caribe anglófono aparece como un conjunto de Estados predominantemente insulares (con excepción de Guyana y de Belice) de reducido tamaño territorial y restringida población. Por su parte, los Estados latinoamericanos, tanto insulares como continentales, presentan magnitudes territoriales y demográficas más significativas. Ambos Caribes se diferencian en la existencia de características culturales, sociales, políticas y económicas distintivas:

1. Diferencias lingüísticas y tradiciones culturales e intelectuales distintivas. En América Latina ha persistido, junto con la lengua española, la tradición hispana ligada a la Iglesia Católica. En cambio, en el Caribe de habla inglesa ha persistido una vinculación cultural e intelectual con Gran Bretaña, y más recientemente, con Estados Unidos, que remite a la tradición y a los estilos cognitivos anglosajones.

2. Sistema de estratificación sociorracial e identidades etnorraciales diferenciadas por matrices coloniales distintas. En América Latina un sistema de estratificación social básicamente asociado a la existencia de clases y niveles sociales, y a ideologías nacionales que predominantemente revalidan el carácter mestizo de sus poblaciones a partir de la mayor o menor mezcla de indígena, europeos de distinto origen y africanos. En el Caribe anglófono, se ha ido decantando un sistema de estratificación sociorracial que enfatiza en el origen étnico y los rasgos raciales de su población en el marco de ideologías nacionales que subrayan una identidad afro-caribeña, no obstante la existencia de otros grupos étnicos como chinos, javaneses y europeos.

3. Sistemas y culturas políticas diferenciadas y consolidadas en períodos históricos distintos. Los Estados latinoamericanos presentan economías relativamente diversificadas y de un potencial endógeno de crecimiento más significativo. Las economías anglófonas, desarrolladas a partir de la economía de plantación, se presentan como poco diversificadas, particularmente abiertas y vulnerables frente a factores económicos externos.

 Jean Stubbs. University of North London. “Reflexiones acerca del Gran Caribe. Identidades múltiples en el mundo del Atlántico”

“El Gran Caribe podría ser definido según su organización, pero también por su geografía, geopolítica, historia, cultura, idioma e identidad. El término caribe, según se aplica a la región, fue un invento de los Estados Unidos en su expansión hacia el sur a finales del siglo XIX, pero materializado en la Iniciativa de la Cuenca del Caribe de los años 80. (Gatzambide-Geigel, 2000). La perspectiva de “cuenca” ha sido apropiada por el tercer mundo y el Caribe. De esta manera, la noción de Caribe ha sido y sigue siendo, redefinida y reinterpretada dependiendo de fuerzas externas e internas. Esto es lo que sucede ahora con la creciente importancia de las diásporas del Caribe, a tal punto que el Caribe es visto como una transnacional, más allá de su relación colonial y postcolonial”

 Ester Lozano de Rey. “Colombia es Caribe”

La autora nos dice que definir el Caribe, o cuenca del Caribe, o Gran Caribe en el contexto de la geopolítica, ha sido una tarea que a través de los tiempos ha pretendido enmarcar la diversidad de esa región bajo los numerosos aspectos de su esencia como naciones. Nos referimos unas veces al Caribe anglófono, al Caribe francófono, al Caribe hispano, etc.

Varias definiciones han sido planteadas. Van desde la de Estados Unidos, basada en criterios estratégicos, la cual es formulada a partir del estado de Florida, con el conjunto del Caribe insular, los países centroamericanos y las tres Guayanas, pasando por la denominación de West Indies, la cual restringe a la región a los Estados y territorios insulares, con base en la configuración histórica común basada en los procesos de colonización, hasta las siglas en el presente, cuando buscando su integración, los países de la región hacen presencia en su política multilateral en los principales foros de concertación hemisféricos, agrupados como la Comunidad del Caribe – CARICOM- y la Asociación de Estados del Caribe –AEC- entre otras.

La heterogeneidad de la región es evidente. Involucra 38 territorios insulares y países continentales de gran diversidad idiomática: español, francés, inglés, holandés, patois, cróele, papiamento; con más de seis religiones: católica, musulmana, hinduista, protestante, episcopal, vudú, entre otras; múltiples etnias: negros, mestizos, blancos, hindúes, etc.; a más de que en tamaño territorial, número de pobladores e ingreso per cápita, también existen enormes desigualdades. Por ejemplo, mientras el territorio de México cubre 1.958.201 Km2 y el de Colombia 1.141.748 Km2, el de Bermudas apenas alcanza 54 Km2. Contrastan también los 98.831.000 habitantes de México con los apenas 9000 de Anguila.

 Andrés Bansart, profesor Universidad Simón Bolívar, Caracas. “¿Identidad o identidades culturales en el Caribe?

La región se va definiendo con respecto a otras regiones de las Américas o del mundo. ¿Cómo definir este Caribe? ¿Cómo archipiélago mediterráneo en las Américas? ¿Cómo el archipiélago con las costas étnicamente parecidas a las de Colombia o Venezuela? o ¿cómo el “Gran Caribe”, la gran cuenca de este mar mediterráneo? Mejor no responder a estas preguntas para dejar a cada caribeño, a cada ser individual o colectivo, contestarlas (o ir respondiendo) desde sus YO y sus OTROS, desde sus ayer y sus ahoras, también desde sus proyectos de desarrollo.

Una sola respuesta podría plantearse como un acto de fe: frente al pensamiento que se quiere único, frente a una potencia económica que quisiera ser una gran holding planetario, frente a una fuerza político-militar que decidiría imponerse al resto del planeta el Caribe rico de sus identidades múltiples seguirá siendo una respuesta cimarrona y una esperanza de diversidades, imaginaciones y reflorecimientos.

 Norman Girvan. “Reinterpretar el Caribe” University of the West Indies. Revitsa Mexicana del Carine No. 7, 2000

En el artículo Girvan analiza la manera en que la noción de Caribe ha sido y está siendo redefinida y reinterpretada, en función del interés por ofrecer respuestas a las influencias externas y a los procesos internos. Una posición apropiada es sostener que no hay una definición “precisa” o consumada; la definición del Caribe podría fundamentarse en el idioma y la identidad, en la geografía, en la historia y la cultura, en la geopolítica, en la geoeconomía o incluso en la pertenencia a un organismo regional. El Caribe del mañana no será exclusivamente una concepción anglófona o hispánica; y no estará atado exclusivamente a un espacio geográfico o a una definición. Será una comunidad que comparta intereses y estrategias económicas, sociales y políticas, con la inclusión de diferentes idiomas y expresiones culturales.

¿Qué se entiende por Caribe? La respuesta con frecuencia tiene que ver con la perspectiva que se adopte y el contexto en que se presente. En la región, los anglófonos acostumbran hablar y pensar acerca del Caribe refiriéndose a las islas de habla inglesa o a los estados miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM). Algunas veces la frase “the wider Caribbean” es empleada para aludir, en realidad, a “los otros”. En la bibliografía hispánica, El Caribe suele aludir a las islas donde se habla español solamente, o a Las Antillas ¾toda la cadena de islas. No hace mucho se comenzó a distinguir entre El Caribe insular ¾las islas¾ y El Gran Caribe (Greater Caribbean) o la cuenca completa. Entre los académicos, “el Caribe” es una categoría socio-histórica que nombra a una zona cultural caracterizada por el legado esclavista y el sistema de plantación. Comprende las islas y partes contiguas de tierra continental y puede extenderse hasta incluir la diáspora caribeña allende al mar. Como anota un académico, existen en realidad muchos Caribes (Gaztambide-Geigel, 1996, 84).

Tal diversidad se refleja en la composición de las organizaciones regionales. CARICOM nació como un grupo de estados anglófonos principalmente, aunque recientemente incluyó a Surinam y procura incorporar a Haití. CARIFORUM está conformado por las entidades caribeñas firmantes de la Convención de Lomé, e incluye a CARICOM, Haití y la República Dominicana. La Asociación de Estados del Caribe (AEC) reúne a estados de toda la cuenca. La mayoría de los territorios coloniales en el Caribe no pertenecen a CARICOM, CARIFORUM o a la AEC; sin embargo, muchos son miembros del Comité de Cooperación y Desarrollo Caribeño (CCDC) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). La CCDC excluye a gran parte de los Estados de la cuenca; la membresía se corresponde rígidamente con la pertenencia al Caribe insular.

En resumen, la definición del Caribe podría fundamentarse en el idioma y la identidad, en la geografía, en la historia y la cultura, en la geopolítica, en la geoeconomía o incluso en la pertenencia a un organismo regional. El término en sí mismo tiene una peculiar historia. Se originó en la intención de los soldados españoles por descalificar a los aborígenes que se resistían a la conquista. Los caribes fueron acusados de caníbales y, por tanto, indignos de compasión. Gaztambide-Geigel (1996, 76, 83) ha mostrado que el nombre de Caribe comenzó a ser usado para denominar a la región al final del siglo XIX, en el contexto de la expansión estadounidense hacia la frontera sur. Expresiones posteriores de tal denominación fueron la Comisión Anglo-Americana del Caribe (organizada en 1942, y conocida después como Comisión del Caribe) y la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, impulsada por el presidente Ronald Reagan en la década de 1980. De modo que tanto el nombre como su aplicación posterior a una zona geográfica fueron invenciones de los poderes imperiales.

Lo que resulta significativo son las redefiniciones subsecuentes del concepto Caribe, elaboradas por académicos de la región como expresiones de resistencia intelectual y política. Esto fue particularmente notable en el caso del New World Group, que surgió en el Caribe anglófono durante la década de 1960. Guiada por las ideas del antropólogo estadounidense Charles Wagley y forjada en los primeros trabajos de los nacionalistas radicales C. L. R. James (1938) [1] y Eric Williams (1944, 1970), [2] el grupo presentó una visión del Caribe como parte integrante de la “plantación americana”. Las similitudes en cuanto a historia y cultura fueron destacadas para contrarrestar las diferencias en lenguaje o influencia colonial. En palabras de Best:

Es cierto que [el Caribe] incluye las Antillas ¾Mayores y Menores¾ y las Guyanas... Pero muchas veces el Caribe también incluye el litoral que rodea nuestro mar..., lo que estamos tratando de abarcar en nuestro esquema es el fundamento cultural, social, político y económico de la “plantación de azúcar”, variante del pensamiento colonial (Best, 1971, 7). [3]

Para Best esta definición resultó básica en el intento de fijar un vínculo entre la reflexión intelectual y la libertad caribeña. Existe un paralelismo entre la posición asumida por el antropólogo haitiano Jean Casimir (1991, 75-77) y el historiador puertorriqueño Gaztambide-Geigel (1996, 90-92). Este último considera al Caribe como parte de Afro-América Central, y señala que tal nombre procede de una concepción etnohistórica de la región.

La visión regional del Caribe no se limita a la perspectiva etnohistórica. Como muestra de resistencia, la noción de “cuenca”, del poder imperial, ha sido invertida por algunos. La visión con que Gaztambide-Geigel caracteriza al tercermundismo tiene antecedentes, al menos, desde la década de 1940 y ha sido revitalizada por las élites de México, Colombia y Venezuela, mediante el llamado Grupo de los Tres (G3). Más tarde esa visión se consolida con el nacimiento de la AEC y del Foro de la Sociedad Civil de El Gran Caribe, una organización no gubernamental. Sin embargo, se entiende que esas organizaciones tienen como objetivo enfatizar la cooperación y fomentar intereses comunes; cualquier expresión antihegemónica, en caso de presentarse, no se plantea de manera explícita.

Por lo tanto, la noción de Caribe ha sido -y está siendo- continuamente redefinida y reinterpretada, en función del interés por ofrecer respuestas a las influencias externas y a los procesos internos. Una posición apropiada es sostener que no hay una definición “precisa” o consumada; el contenido depende más bien del contexto, pero ello debe especificarse con claridad cuando se emplee con propósitos descriptivos o analíticos (ver por ejemplo la Tabla 1). Desde el punto de vista conceptual resulta útil distinguir dos variantes: el Caribe insular (una categoría sociohistórica más que geográfica, que incluye las islas, las tres Guyanas y Belice) y el Gran Caribe (la cuenca). Desde el punto de vista de los organismos regionales, es necesario distinguir el Caribe de CARICOM, el de CARIFORUM y el de AEC. En el nivel cultural, la creciente importancia de la diáspora del Caribe insular hacia Norteamérica y Europa ha sido reconocida, así que el Caribe no es sólo multilingüe, también es trasnacional.

Tabla 1. Los Caribes

Nombre Cobertura Principios Organismos

La Cuenca del Caribe

(Estados Unidos) Continente e islas Geopolítico/ hegemónico ICC

El Gran Caribe 1

(Greater Caribbean) Continente e islas Geoeconómico/ cooperación AEC

El Gran Caribe 2

(Greater Caribbean) Continente e islas Geosocial/ anti-hegemónico, nacionalista CRIES, Foro Civil

Plantación Caribeña o “Afro-América Central” Islas, las tres Guyanas y “el Caribe” / comunidades negras en tierra continental Etnohistórico / anti-hegemónico AECA

Insular o Isla caribeña Islas, las tres Guyanas y Belice Etnohistórico CCDC, AE, CCD

Caribe de CARICOM Estados anglófonos, Surinam, Montserrat Cooperación económica, fuertes lazos culturales y lingüísticos CARICOM

Caribe de GPACP CARICOM, República Dominicana, Haití Neocolonial / negociación, en transición CARIFORUM

SIGLAS:

AE Asociación de Economistas del Caribe.

GPACP Grupo de países africanos, caribeños y del Pacífico signatarios de la Convención de Lomé con la Unión Europea (UE).

CARICOM Comunidad del Caribe. Sus miembros son 13 Estados anglófonos, Surinam y Montserrat, un territorio dependiente de Inglaterra. Haití ha sido admitido en principio, pero el trámite aún no ha concluido.

CARIFORUM Miembros caribeños del GPACP. Los miembros son el CARICOM, la República Dominicana y Haití.

AEC Asociación de Estados del Caribe. Todos los miembros son Estados de El Gran Caribe, más tres territorios franceses ultramarinos (no ratificados como miembros asociados).

ICC Iniciativa de la Cuenca del Caribe

CCDC Comité Caribeño de Desarrollo y Cooperación de la CEPAL (Comisión Económica para América y el Caribe). Todos los Estados miembros pertenecen al Caribe insular únicamente más los territorios ultramarinos de Holanda y Estados Unidos, así como tres territorios dependientes de Inglaterra

Foro Civil Foro de la Sociedad Civil de El Gran Caribe.

CCD Centro Caribeño de Desarrollo, un conglomerado de organizaciones no gubernamentales del Caribe insular.

CRIES Coordinación Regional de Investigación Económica y Social, una red de centros de investigación ligados a organizaciones no gubernamentales.

AECA Asociación de Estudios del Caribe

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