HISTORIA GENERAL DEL REINO DE CHILE, FLANDES INDIANO 2

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INTRODUCCIÓN

En el presente informe escrito se pretende llevar a cabo un análisis del texto “Historia General del Reino de Chile: Flandes Indiano Tomo II”, perteneciente a una crónica escrita por Diego de Rosales en 1674, abordando los procesos bélicos y las estrategias en torno a la guerra, en el marco de la Guerra de Arauco entre mediados y fines del siglo XVI e inicios del siglo XVII.

Diego de Rosales es un ilustre historiador y misionero jesuita, nacido en Madrid, alrededor de 1601. Se debe comprender que, Diego de Rosales pertenecía a la “Compañía de Jesús” y siendo ordenado sacerdote posteriormente. Además, aproximadamente en 1629 fue enviado a Chile para que ejerciera su ministerio en la misión de Arauco que, en ese entonces era una frontera temida, perteneciente a los araucanos. Finalmente, después de llevar a cabo esta misión, ocupa un cargo superior dentro de la Iglesia en la Viceprovincia, siendo trasladado a Santiago, desempeñando exitosamente su labor. Además, esta crónica fue escrita por Diego de Rosales, dedicado al Rey de España Carlos II en 1674, aproximadamente tres años antes de su muerte que, si bien no hay mayor certeza de su vejez y muerte que según algunas versiones se estima que fue alrededor de 1677.

“Historia General del Reino de Chile: Flandes Indiano II” fue publicado por primera vez por Benjamín Vicuña Mackenna en tres tomos, entre los años 1877 y 1878, pasando aproximadamente dos siglos para que los escritos de Diego de Rosales llegaran a la luz pública. Una de las razones de la publicación de este texto, fue la presencia de la imprenta, que permitió ser publicado, sin embargo, hubo una serie de inconvenientes y sucesos adversos que no permitieron que fuese publicado antes, siendo uno de los grandes misterios por descubrir que, ni Vicuña Mackenna y Mario Góngora pudieron desentrañar.

La estructura de esta crónica escrita por Diego de Rosales y publicada por Benjamín Vicuña Mackenna se hace a partir de la distribución en libros, en este caso el libro IV: Desde la muerte de Pedro de Valdivia hasta el gobierno de Alonso de Sotomayor, 1554-1591 (58 capítulos), el libro V: Ruina de las siete ciudades, 1592-1612 (48 capítulos) y finalmente, el libro VI: La guerra defensiva, 1611-1625 (33 capítulos).

Diego de Rosales criticaba a Alonso de Ovalle por el texto “Histórica relación del Reyno de Chile” escrito en 1646, diciendo que no tenía noticias suficientes para describir una realidad chilena desde España y que solo era un compendio de lo que él había escrito.

De este texto escrito por Diego de Rosales se debe destacar el enfoque que este texto entrega, versus lo que planteaban los cronistas puramente militares, como Alonso de Góngora Marmolejo o Pedro Mariño de Lobera, que no alcanzaron a plasmar lo que atestiguaban hasta no más allá de 1575 aproximadamente, ya que es una fuente autorizada para describir la realidad chilena de aquella época y lo hace de forma más completa y con mayor información en sus manos, caracterizando al Reino de Chile como Flandes Indiano.

SÍNTESIS DE HISTORIA GENERAL DEL REINO DE CHILE: FLANDES INDIANO, TOMO II.

En el libro IV del texto se presentan los cambios llevados a cabo en el Reino de Chile después de la muerte de Pedro de Valdivia, en este caso alguno de esos cambios se presenta a partir de un avance pausado hacia el sur de Chile, afianzando su control en sectores próximos al litoral y reconociendo algunos sectores hacia el interior del rio Rahue, fundándose la Villa Osorno en 1558, la isla de Chiloé y posteriormente Castro en 1567. En 1580 se funda Chillan, con el propósito de hacer un nexo comunicacional entre Santiago y Concepción, estableciendo mayor conexión entre estas dos grandes ciudades, tal como expone Diego de Rosales.

“Levanto Rollo y fundó la ciudad, poniendo cabildo y alcaldes, que fueron el capitán Joseph de Castro y Diego de Baraona, vecinos y cercanos a la ciudad, haciendo salir de la Concepción algunos vecinos de ella porque tenían sus indios mas cercanos a esta ciudad, que fueron el capitán Diego de Aranda, Hernando Cabeza y Hernando Vallexo y otros vecinos, personas nobles todos, mandándoles que saliessen a sustentar la ciudad, y a los indios de aquel partido que no acudiessen más a la Concepción sino a Chillan”. (Historia General de el Reyno de Chile: Flandes Indiano. Tomo II, P.210.)

Estas fundaciones de ciudades se llevaron a cabo principalmente para mantener asegurado el avance de la Hueste Indiana por el sur de Chile. Además, la Hueste a medida que avanzan, construyen fortalezas en el sur del Biobío, como mecanismo de defensa ante la arremetida de los indígenas hacia la Hueste y la posibilidad de establecerse en esas zonas. Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para la Hueste, ya que las primeras ciudades fundadas en el sur del Biobío pasaron a ser fortalezas, siendo mal abastecidas, terminando invadidas y sitiadas por los indígenas.

“Quando la tierra de Valdivia y Osorno estaba de paz, se hizieron tres fuertes para que los indios se mantuviessen en ella en los puestos de Renigue, Mangue y Liben, y por cabo de todos ellos estaba el Capitán Martin de Santander, con que los indios estaban sujetos y sacaban oro para sus amos, que este era el fin con que los españoles sugetaban a los indios (…) viéndose el Capitán Martin de Santander retirado y en cabo de parte, que sus soldados eran pocos y los indios muchos, y temiendo que no le avían de socorrer los nuestros y que avía de perecer de hambre o a manos de los indios” (Historia General de el Reyno de Chile: Flandes Indiano. Tomo II, P.211).

Este testimonio de Diego de Rosales da cuenta de la inestabilidad de las fortalezas en el sur del Biobío, ya que se plantea que la Hueste estaba en constante incertidumbre y en estado de alerta para evitar las Malocas por parte del indígena, siendo estos intentos de establecerse en estas zonas inútiles y teniendo como consecuencia el alzamiento constante del indígena y la posterior rebelión indígena en 1598, teniendo como punto de inicio la guerra de Curalaba.

En el libro V de esta crónica se plantea el proceso de insurrección indígena llevado a cabo inicialmente en 1598, desencadenando la ruina de las siete ciudades.

En primer lugar, la Batalla de Curalaba fue el punto de inicio de la insurrección indígena, en esta batalla, llevada a cabo en 1598, tiene como consecuencia la muerte del Gobernador Martin García Oñez de Loyola y todo su ejercito pertrecho a manos de alrededor de trescientos hombres, encabezados por el Toqui Pelantaru, Guaiquimilla y Anganamón, generando una emboscada en esta zona. La estrategia utilizada por parte del indígena hacia Oñez de Loyola, Diego de Rosales lo describe de la siguiente manera:

“En este tiempo avian salido Anganamon y Pelantaro con cuatrocientos indios de a caballo de Purén, donde dexaron junta mucha infantería para que dándole aviso saliesse al camino a pelear con el Gobernador si hubiesse nueva de su venida. Fueron caminando hazia la Imperial por el camino de la montaña, encubriéndose y dexando los llanos porque no les cogiesen rastro, llevando siempre a la vista el camino real por si vian españoles y si no hallaban rastro de ellos ir en busca de unas bacas” (Historia General de el Reyno de Chile: Flandes Indiano, Tomo II, P. 300).

Los años venideros a la muerte del Gobernador Martín García Oñez de Loyola, ocurrieron una serie de acontecimientos, como la destrucción de diversas ciudades y poblados entre el río Biobío y el canal del Chacao. La primera de ellas fue la ciudad de Santa Cruz de Coya, en el año 1599, siendo abandonada en primera instancia poco después de la Batalla de Curalaba y destruida por Pelantaro en febrero. Posteriormente fue la ciudad Santa María la Blanca de Valdivia (Valdivia) en noviembre del mismo año, seguido de San Andrés de los Infantes (Angol), La Imperial (Nueva Imperial), Santa María Magdalena de Villa Rica (Villarrica), San Mateo de Osorno (Osorno) y San Felipe de Arauco (Arauco) en 1604.

La destrucción de las siete ciudades representa aproximadamente la mitad de todas las ciudades que existían en ese entonces en el Reino de Chile, ya que estaba distribuido, teniendo como punto de referencia el río Biobío, 5 ciudades al norte del río Biobío y 8 ciudades al sur del rio Biobío. Además, en el caso de los españoles, tuvieron que replantear su táctica en torno a la Guerra de Arauco y establecer nuevos mecanismos, para dar continuidad con el proceso de conquista en el Reino de Chile.

La guerra de Arauco con la llegada de Alonso de Ribera fue el punto de inicio para la conformación de una nueva estrategia para afrontar la Guerra de Arauco. El Real Situado fue una estrategia que, en primera instancia Alonso de Ribera fue designado por el Consejo Real de Indias, estableciendo que Alonso de Ribera cumple con los requisitos para encabezar el futuro de la conquista en el Reino de Chile.

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