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JUSTO SIERRA


Enviado por   •  4 de Mayo de 2015  •  1.524 Palabras (7 Páginas)  •  248 Visitas

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Justo Sierra

En 1900 cuando Sierra sale de viaje a la Europa latina, había reunido la colaboración de diversos autores para formar los tres volúmenes de México, su evolución social que acabaron de publicarse en 1902. La obra cerraba el ciclo de las visiones integrales de la historia nacional, es por eso que se le considera como el primer historiador del siglo XX mexicano, pues recogió la historia nacional del siglo XIX, resolviendo problemas polémicos de temas abordados en el pasado y reduciéndolos a dimensiones razonables en esa versión benévola de la Evolución política del pueblo mexicano que concluía con la crítica al régimen porfirista. En su obra se conjugan las tradiciones historiográficas del siglo XIX, el gran siglo de la historia política y científica, y se manifiestan en dos expresiones distintas una corresponde al oficio magisterial, al autor de libros de texto para las escuelas primaria y preparatoria; otra, la más rica y más conocida, corresponde al ensayista, al orador y al autor de síntesis de mayor alcance guiado por el afán de interpretar la realidad nacional

Justo Sierra, nace en Campeche el 26 de Enero de 1848, su padre Justo Sierra O’Reilly, su madre, Concepción Méndez de Echazarreta. La madre ponía especial atención en la educación religiosa, de la historia sagrada, las vidas ejemplares y los relatos. Estudió francés, y años 13 años luego de morir su padre, se mudó a la ciudad de México con su tío Luis Méndez de Echazarreta quien los inscribió en el Liceo Franco-Mexicano dirigido por Narciso Gilbault, donde Sierra afirmó su familiaridad con el francés. Y aunque también estudió en el colegio de San Ildefonso, no le sirvió de mucho ya que su educación en su mayoría era autodidacta. Fue impulsado para publicar poesías, comentarios y ensayos periodísticos, por hombres de letras como Manuel Payno, Guillermo Prieto, Joaquìn Alcalde, Enrrique Olavarrìa y Ferrari y sobre todo con Ignacio Manuel Altamirano. Tambièn lo animaron en su carrera política. En 1869 se postuló para diputado de Yucatàn, pero no consiguió e puesto, sino hasta 1871, como suplente por el distrito de Chicontepec, Veracruz, posteriormente fue nombrado secretario interino de la tercera sala de la suprema corte de justicia. También manifestó su interés por la educación y la enseñanza de la historia. En 1874, con motivo de un homenaje Gabino Barreda, discípulo de Augusto Comte, introductor del positivismo y fundador de la Escuela Nacional Preparatoria, señaló Sierra su inclinación hacia el método pero no hacia la filosofía positivista, pues se oponía a visiones deterministas; lo hacía apoyándose en científicos y pensadores eminentes y concluía señalando la necesidad de una clase de historia de la filosofía. Advirtió que la ley de los 3 estadios de Comte no podía aplicarse a nuestro país, pues carecíamos de una visión de nuestra propia historia y por otra parte, la enseñanza de la sociología resultaba imposible ya que esta necesitaba del análisis y en la nación existía un atraso científico. Además de que debía hacerse obligatorio el estudio de la historia en la escuela preparatoria. Finalmente en 1877 es nombrado profesor de historia y cronología en la escuela nacional preparatoria como sucesor de Ignacio Manuel Altamirano.

La idea del progreso exigía el entendimiento de la sociedad como un objeto de la naturaleza, explicable según los principios de las ciencias naturales; eran interpretaciones “científicas” que moderaban los excesos de un racionalismo abstracto o “metafísico” y se les dio el nombre de “positivismo porque se hablaba en “lo positivo”, en la realidad observada y puntualizada mediante el rigor del método científico, y no en supuestos imperceptibles por los sentidos.

Sierra se había manifestado contra el positivismo comtiano como filosofía de la historia, en lo cual coincidía con las generaciones de liberales anteriores que oponían al positivismo. En el diario La libertad Sierra publicó artículos en los que enunciaba un programa político “Transmutar la libertad en orden” paso indispensable para el progreso del país. Era necesario reformar la constitución de 1857, pues el individualismo extremo, la beligerancia del poder legislativo y otros problemas hacían imposible la implementación del orden.

Hubo una polémica entre José María Vigil y Justo Sierra, en la que se fue delineando el programa evolucionista y se reveló con toda claridad en el ámbito de la enseñanza de la historia. Sierra asumía a la historia como una de las “ciencias sociológicas en vías de formación”, al historiador correspondía averiguar la exactitud de los hechos, para llegar a la verdad y a generalizaciones superiores o filosofía de la ciencia.

Historia General, 1891: historia de la antigüedad,

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