LA DESAPARICIÓN DE LOS ANASAZI

LA DESAPARICIÓN DE LOS ANASAZI

El objetivo antropológico es analizar y comprender los diferentes modos de vida y de pensamiento concebidos por la Humanidad a lo largo de su historia. Este ensayo revelará como el desarrollo de los pueblos pasa por estadios culturales precursores a otros más avanzados de una forma paulatina y así hasta su propio ocaso. Conoceremos el tránsito de una antigua civilización de cazadores-recolectores del sudoeste americano que surgió aproximadamente hacia el año 100 a.c. llegando a ser un pueblo poderoso y floreciente. Hablamos de los Anasazi.

Es importante señalar, que uno de los que estudiaron sociedades de este tipo fue el antropólogo evolucionista Lewis H. Morgan, el cual, en su obra “La Sociedad Primitiva” distingue tres estadios de evolución de la humanidad: salvajismo, barbarie y civilización. ¿En cuál de estos estadios clasificaría Morgan a los Anasazi? En el estadio inferior de la barbarie, ya que para él, la práctica de la alfarería fijaría una línea de demarcación entre salvajismo y barbarie.

Por otro lado, Claude Meillassoux, antropólogo francés, hizo una clasificación de los cazadores-recolectores, en la cual, la sociedad Anasazi correspondería a la que él denominó sociedades en las que la agricultura es la base de la subsistencia, en donde el tiempo, como duración, expectación o repetición cíclica, tiene una importancia fundamental.

Esperamos que lo expuesto aquí les sirva para conocer más de este pueblo de cazadores–recolectores en su largo itinerario hacia una vida sedentaria fuera de los límites salvajes de los primeros períodos.

Inicialmente, los Anasazi fueron un pueblo nómada de cazadores y recolectores pero en torno al año 600 d.c dejaron su trashumancia para convertirse en agricultores al mejorar sus condiciones alimenticias y propiciando su asentamiento en una zona muy característica. Los antiguos moradores del Cañón del Chaco comenzaron a construir en este territorio casas excavadas bajo tierra, las sugerentes “kivas”, y alrededor del año 700 d.c este pueblo conocido ya como Anasazi adoptó finalmente la albañilería con recubrimiento de adobe.

Crecieron hasta convertirse en una de las culturas más conocidas de la zona aunque es posible que ellos mismos no tuvieran conciencia de su propia unidad social, ya que no estaban unificados políticamente, no tenían una lengua única, ni tampoco una etnia homogénea.

Pueblo Bonito La región llamada "Las Cuatro esquinas", conocida así por la confluencia de cuatro estados americanos, es para los indígenas la tierra de los Anasazi o los “antiguos”.

“Las Cuatro Esquinas”

Este lugar conformado de grandes desiertos y montañas escarpadas, a simple vista podría parecer un panorama desolador, entonces ¿Por qué se establecieron allí los Anasazi?

Los arqueólogos han encontrado la respuesta a este misterio en las vigas de madera de sus construcciones. Antaño, el uso de la madera para construir nos hace pensar que en estas tierras abundaban los bosques donde ahora solo hay arena y roca. En cierto sentido todo lo que necesitaban para vivir se encontraba relativamente cerca: la piedra provenía de las cercanas paredes de los riscos de Mesa Verde o del Cañón del Chaco y la madera, aunque no había árboles en las inmediaciones, estudios dendrocronológicos demostraron su origen en bosques ubicados en un radio de 80 km de distancia. Entonces ¿qué llevó al pueblo Anasazi a aclimatarse en una zona tan árida sin medios útiles de transporte como el caballo o la rueda?.

Pues bien, los anillos de los árboles mostraron siglos de sequía, cuando los Anasazi eran nómadas, y un largo período de lluvias aproximadamente hacia el año 900 d.c, casualmente el momento en que los Anasazi decidieron girar a una forma más sedentaria de supervivencia. Dependientes de la caza y la recolección pasaron a ser capaces de cultivar en gran escala. El desierto sudoccidental debió convertirse en un vergel, y la lluvia se convirtió en el único sostén de la vida de los Anasazi.

Después de dos siglos y medio de lluvias sostenidas, los anillos de los árboles demostraron que la gran antigua sequía volvió a adueñarse de la región. Un buen día, la lluvia desapareció para no regresar hasta el día de hoy. La ceremonia Hopi de la lluvia proviene probablemente de los intentos Anasazi de aplacar la furia de los Kachinas, estirpe de dioses dadores de vida que a sus ojos, ignorantes de la realidad más evidente, cambiaron de repente y por razones misteriosas para ser los autores de su propia desdicha. Desgraciadamente no consiguieron calmar la furia de los dioses, la lluvia se había ido para siempre, y los obligó a abandonar el Cañón del Chaco que había sido su hogar durante siglos.

Los actuales indios Hopi se declaran descendientes de los antiguos Anasazi. La danza de la serpiente o ceremonia de la lluvia sigue llevándose a cabo con absoluta seriedad, siempre como una plegaria hacia los dioses y a la Naturaleza para que provean de abundantes lluvias para el germinar de sus cultivos.

El Cañón del Chaco.

Trascurrido un tiempo, aproximadamente de 800 años, esta civilización empezó

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