Mujeres En Colombia Siglo Xx

PARTICIPACION POLITICA DE LA MUJER EN COLOMBIA

RESUMEN

Las mujeres se constituyen en sujetos de participación política en la lucha por los derechos de ciudadanía, por la subsistencia, por la democracia y contra la discriminación de género, articuladas a las coyunturas de la modernización y crisis del desarrollo.

Las mujeres hacen parte del país, pero apenas aparecen ocasionalmente en libros históricos; por supuesto, figuran las heroínas de la independencia, pero luego desaparecen por completo. Esta distorsión es la que se tratará en este texto, porque la presencia femenina es notable, pero al hablar de la vida política o económica, resulta inevitable dejar en segundo lugar a la mujer, pues ha sido la sociedad colombiana en su historia misma, la ha marginado. Sin embargo, las mujeres no se han resignado a eso, y han luchado por la igualdad, el reconocimiento de sus derechos sociales, políticos y civiles.

INTRODUCCIÓN

Este ensayo tiene como propósito reconocer y destacar los cambios políticos que a lo largo de la historia se han dado en Colombia, teniendo en cuenta la intervención del género femenino en la vida política del país. Para esto, es necesario comprender en primer lugar concepciones sobre lo que determina a nivel personal y social el rol de la mujer a raíz de la cultura, los valores políticos y la categorización sexual; en seguida se aclarará a que se refiere la frase escogida para el titulo de esta obra, “Participación política”, y su relación con la democracia. Consecuentemente casos y realidades que en el siglo XX han influido para este tipo de participación política referida principalmente a los movimientos de mujeres. Se tratara más concretamente de la participación de la mujer en la vida política durante los siglos XIX y mediados del XX.

El trabajo está basado en tesis similares a las que nos plantea Lola G. Luna en su libro “Historia, género y política”. Luna centra su trabajo en tres temas: la renovación de la historia política, los movimientos de mujeres en Latinoamérica y el género, y cómo estos grandes temas se relacionan en el contexto latinoamericano en general y en el caso colombiano en particular.

Partiendo del orden social establecido en el país, se analizará: ¿Qué rol debe cumplir cada género en la sociedad? ¿Qué nos guía a valorar de esta manera? ¿Será la cultura política y los valores políticos parte de la razón del cómo juzgamos como sociedad las diferencias de género?

ROL DEL HOMBRE Y LA MUJER EN LA SOCIEDAD

El rol que cumplen el hombre y la mujer ha estado determinado, a través del tiempo, por la forma en que la sociedad construye su cultura y valores políticos. La cultura política, es un conjunto de características guiadas por los valores políticos, que conducen a un grupo de personas a actuar y a expresarse de cierta forma para darle significado a las situaciones políticas dentro de un contexto social, siendo la cultura política un factor determinante en el juicio positivo o negativo de algún objeto político, situación o realidad.

En general la cultura y los valores conducen a expresar esas actitudes, a exteriorizarlas en conjunto y tener una percepción de la vida única. Ejemplo de ello, es el imaginario colectivo que las mujeres son las dedicadas al cuidado del hogar exclusivamente, siendo los hombres los encargados de las labores externas y el mantenimiento del hogar. Frente a esta situación, es más probable que la valoración, como ciudadano colombiano, frente a la normalidad del caso sea positiva, pues el estilo y concepción frente a la vida es producto de la cultura, de esa forma categorizan a partir del genero los roles de cada uno.

La categorización sexual, tiene importantes implicaciones para el sistema de valores individual y para el mantenimiento del sistema de valores dominante. Existe un sistema normativo diferenciado, en función de la pertenencia a una u otra categoría, que se utiliza como mecanismo de guía sobre lo que se debe hacer, o no; dependiendo que sea hombre o mujer, eso influye en los juicios que se hacen sobre otras personas e incluso en los juicios sobre uno mismo.

Es entonces cuando las diferencias entre hombres y mujeres, tanto en el ámbito familiar como en el laboral adquieren significado; las posibilidades de ingresar y progresar en una organización van a depender, en gran medida, de procesos de categorización social que determinan las predicciones respecto al rendimiento diferencial de hombres y mujeres, incluso aspectos tan personales como las actitudes de las mujeres hacia el trabajo o el conflicto experimentado al compaginar roles distintos, están influidos también por los procesos de categorización social.

Se ha categorizado entonces a la mujer en relación a su ubicación laboral como ama de hogar, pero la solución a este esquema simplista de las capacidades femeninas va más allá del hecho que la mujer trabaje fuera de casa, es cómo las mujeres perciben su situación propia, como una posibilidad o como una limitación, y, fundamentalmente, cómo lo vive el resto de la familia. Esta es claramente la distinción que se hace sobre que el rol de cada cual lo implica o determina la sociedad. Ésta a su vez lo hace en un contexto más organizado, un sistema de gobierno político determina de igual forma el rol de la mujer en este tipo de campo laboral. La desigualdad de género va ligada a diferencias de todo tipo, como lo explica Iglesia-Caruncho:

“Las desigualdades de género se sustentan en un sistema de valores estructurales e históricos que consideran a las mujeres inferiores a los hombres. Esos valores sostienen la desigualdad en los salarios, en el acceso al trabajo, a la educación, a los derechos reproductivos, al derecho de propiedad, de herencia o a otros recursos económicos o de poder. Sobre estas desigualdades y desventajas se asientan la violencia, la discriminación y la exclusión y se perpetúan las múltiples formas de pobreza que padecen las mujeres”.

En este orden de ideas, lo que guía a los seres humanos, es un sistema de valores que implican cierta cultura política vinculada a la categorización sexual que se tiene en sociedad, implican estos juicios predeterminados a aceptar o rechazar la diferencia de roles en la sociedad.

En pleno siglo XXI, independientemente del tipo de cultura y valores que guíen a un conjunto de seres humanos a categorizar el rol de cada sexo, tanto hombres como mujeres cumplen papeles distintos en dimensiones familiares como sociales; y como uno de los recursos más importantes de una sociedad es la política, es necesario comprender la participación en dicha política como un instrumento de garantía

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