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PENSAMIENTO INDIGENA

angelitax44 de Junio de 2013

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PENSAMIENTO INDÍGENA

El pensamiento indígena como tal siempre tiene diferentes variantes ya que a lo largo del tiempo ocurrieron una serie de cambios en donde los pensamiento en indígena cambio en lo que ellos creían, practicaban en si sus costumbres fueron arrancadas sin permiso y sin razón alguna, es por ello que nosotros como comunicadores socialices o mejor dicho como triunfadores debemos revivir y mantener en la actualidad este tema tan importante ya que no solo hace parte de nuestra identidad aunque hoy en día somos multiétnico, nos olvidamos de nuestras costumbres y hemos adoptados otras.

La cuestión indígena es uno de los temas más discutidos por varias generaciones de intelectuales, y las reflexiones sobre ella nos acompañan tanto como la misma existencia de América. Sin embargo, es necesario señalar que la fundación de las repúblicas americanas en el siglo XVIII, y sobre todo en el XIX, trajeron nuevos planteamientos, porque en ellas aparecen de diferente manera temas de la identidad y la nación, lo cual

Significó, entre otras cosas, enfrentarse ante problemas de inclusión y exclusión de poblaciones presentes en estos territorios. Efectivamente, las discusiones sobre lo indígena aparecen intermitentemente en la historia de nuestros países, donde voces de distintos sectores de la sociedad manifestaban sus puntos de vista, expresando precisamente un carácter inacabado e inherente a los Estados-nación modernos. Nuestra América representa entonces una de las mejores expresiones de lo indígena, pues en ella existen poblaciones que se debaten entre lo nativo y lo exógeno. En este sentido, si hoy pretendemos comprender el surgimiento y desarrollo de las ciencias sociales, es pertinente retomar también este debate y comprenderlo desde ángulos nuevos y quizás más heterodoxos, tal como se inicio su discusión a fines del siglo XIX.

En este contexto, las ciencias sociales latinoamericanas que emergieron principalmente en la primera mitad del siglo XX fueron envolviéndose en estas discusiones, como no podía esperarse menos. No había pues una “división del trabajo” tan estricta entre las disciplinas, y las diferentes opiniones podían partir desde filósofos, poetas, abogados e historiadores. En este sentido, si pretendemos mantener las ciencias sociales dentro de los carriles de las humanidades, tendrían que retomarse algunos elementos de esta discusión. Particularmente, las discusiones ocurridas a fines del siglo XIX y comienzos del XX estuvieron teñidas de política, literatura y filosofía. No obstante, estos modos de reflexión fueron perdiéndose cuando las especialidades nos disciplinaron y se dividieron los compartimentos hasta presentarnos un mapa que a fines del siglo XX nos ofrece super-especializaciones que a veces no permiten entender lo que sucede hoy.

Para iniciar nuestra presentación es necesario marcar algunas distinciones que nos ayuden a comprender este panorama, señalando que estos pensamientos sobre los indios han tenido una peripecia muy singular, trazando su itinerario de manera cambiante. Así, en el siglo XIX los pensadores sobre lo indígena asumieron la autodefinición de indianismo, pero luego a inicios del XX fueron más conocidos como indigenistas, y a fines de ese siglo se vuelve a usar nuevamente el enunciado indianismo, pero esta vez asumido como discurso de los mismos indios. La larga historia de reflexión indigenista es lo suficientemente conocida como para presentarla más ampliamente. No obstante, el nuevo indianismo desarrollado a partir de la década del sesenta requiere una breve explicación: se trata pues del movimiento indígena liderado por los mismos indígenas que se han expresado ampliamente en Bolivia, Ecuador y México principalmente.

A este pensamiento que dirige tales acciones, hoy conocido como indianismo, debemos diferenciarlo del antiguo indianismo desarrollado por intelectuales blancos a fines del siglo XIX –y que continuó de alguna manera hasta después de la segunda década del siglo XX. Si el indianismo primigenio y el indigenismo del siglo XX fueron reflexiones desarrolladas por los blancos, el indianismo contemporáneo pretende representar el pensamiento de los indios, de sus intelectuales y herederos de los primeros habitantes de este continente. Con estas diferencias señaladas, tal vez deberíamos preguntarnos ahora: ¿qué podría ofrecernos de nuevo un debate del siglo pasado? ¿Existen diferencias radicales entre pensar como indigenista y como indianista? Veamos entonces cómo puede contestarse a estos interrogantes.

MODELO ECONÓMICO INDIGENISTA ANTES DE 1492

Entre los modelos económicos podremos nombrar muchos ya que eso siempre dependía del lugar y la cultura del mismo ya que no solo en Venezuela existían indígenas también en el resto de sur América existían y aun existen, para aquellos tiempos primero fue el intercambio como su palabra lo dice yo te doy lo que tu necesitas y viceversa, después fue avanzando y apareció el trueque que era para comercializar con indígenas de otras comunidades que no fueran del territorio aunque siempre persistió el intercambio

Las economías indígenas están compuestas por una economía tradicional con un segmento de economía de mercado, que puede ser de mayor o menor magnitud, dependiendo del caso que se trate. Por lo general, el segmento de economía de mercado comporta adaptaciones interculturales como mercancías que se producen con técnicas u organizaciones de trabajo tradicionales para venderlas al mercado o cuyas rentas se aplican a reciprocidades o complementariedades tradicionales.

Una manera de explicar que es una economía tradicional es la de calificarla como aquella forma de economía que se compone de prácticas ancestrales de adaptación a un medio determinado, en las cuales no interviene el dinero. Las economías tradicionales indígenas contienen los siguientes elementos: i) en la producción, dichas prácticas ancestrales determinan un paisaje especifico, en virtud de formas particulares de apropiación del territorio, conocidas como uso cultural del territorio de cada pueblo indígena; trabajadas con técnicas tradicionales; ii) en la producido ancestralmente y de la asignación de la fuerza de trabajo), operan mecanismos diferentes a la intermediación del dinero, conocidos como reciprocidad y redistribución; iii) en el consumo, se caracterizan por poseer formas de igualación; iv) por regla general, la organización social determina en mayor o menor grado la asignación del trabajo, el usufructo de recursos y la distribución y v) la tierra es un ser vivo que pertenece así misma, lo que conlleva que los tratamientos legales nacionales del tema de la propiedad se consideren una distorsión por parte de los indígenas.

Las poblaciones indígenas entre predominaban en el ambiente caracterizados por un tipo de formación vegetal denominada “Morichal” vivían básicamente de la caza y la pesca, pero adicionalmente a las actividades mantenían un incipiente intercambio comercial con sus vecinos mas cercanos. Esas relaciones comerciales fueron aumentando y el intercambio se caracterizó por la compra de tela para elaborar su vestimenta tradicional de la época, sal, hachas, machetes, etc., con el tiempo esas relaciones comerciales fueron afianzándose y a partir de ese momento los indígenas a ver otros modelos de intercambio

SISTEMA POLÍTICO IMPLEMENTADO PARA LA ÉPOCA

El sistema político para la época fue el implementado por España mediante la opresión de todo el grupo de los indígenas el abuso del poder y como resaltar parte de la ignorancia de nuestros indígenas al ser seducidos por cosas nunca antes vistas es por ello que el sistema político como tal nunca fue decido por los indígenas después de la colonización, aunque antes de la colonización siempre existió un jefe o cacique que era el que decidía e impartía las leyes, juicios y costumbres que regiría a su tribu.

España hacia el siglo XV era una de las potencias de mayor proyección del mundo. Su afán de expansionismo territorial, político, económico y religioso fueron quizás los objetivos que indujeron al gobierno de España a intentar una aventura que luego se convirtió en una productiva empresa: la conquista del Nuevo Mundo. Paralelamente a ese interés expansionista surgió la gran expectativa para la Corona Española, en cuanto a las riquezas que se hallarían en las Indias Occidentales que permitieran financiar en buena parte los costos de la conquista y sentar las bases económicas para la posterior colonización. España se convertiría así, en el país de mayor territorio y con el régimen colonialista más próspero de la época. El proceso colonizador en América no fue fácil, hubo que implementar de manera inmediata una política poblacional que pudiera armonizar la ubicación y distribución del contingente de ciudadanos europeos recién llegados, con los habitantes de las comunidades del Nuevo Mundo.

El problema poblacional se vislumbra complejo y la integración se hace difícil ante la resistencia de los indígenas para compartir con extraños su espacio virgen, natural, sus costumbres ancestrales y religiosas. Los colonizadores tenían órdenes expresas, contenidas en los decretos emanados de la Corona Española, que a los pobladores de las Indias se les respetase su propiedad, costumbres, leyes, etc., siempre y cuando éstas no fueren en contra de los intereses del gobierno metropolitano. Sin embargo las órdenes no fueron siempre cumplidas a cabalidad y se comenzó a implementar la aplicación desde la metrópoli un cuerpo jurídico especial, con un contenido de normas qué pusiera bajo control

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