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Resumen 1830 1940


Enviado por   •  5 de Mayo de 2014  •  3.571 Palabras (15 Páginas)  •  275 Visitas

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RESUMEN PERÍODO 1880 – 1930

Luego de finalizadas las guerras civiles, se plantea en el país la construcción de una unidad (política, social, étnica, económica). El RÉGIMEN OLIGÁRQUICO que desde 1880 se instala en el poder, deberá alcanzarla enfrentando tres problemas claves: la in-tegridad territorial, la identidad nacional y la organización de un régimen político. Territorialmente, deben definirse los límites internacionales e interprovinciales, incorpo-rar al interior como un interés común y “limpiar” al país de vándalos y violentos (elimi-nación de indígenas – Campaña al Desierto – y caudillos). Se hace necesario que el po-der político adquiera el monopolio de la violencia para subordinar al resto de los sectores e imponer el orden.

En cuanto a la identidad nacional, se federaliza a Buenos Aires. Surge el problema de la INMIGRACIÓN. CRISOL DE RAZAS O PLURALISMO CULTURAL?? Esta cues-tión tiene implicancias demográficas, políticas, económicas y sociales. En un principio la inmigración es vista como un fenómeno positivo que ayudará a la construcción de la identidad nacional; se fomenta la llegada de hombres cultos, trabajadores que permitan el desarrollo del país. En cuanto el proceso alcanza cifras grandilocuentes, la posición de la élite argentina cambiará por completo. Se adopta el modelo integracionista de “crisol de razas” según el cual para la constitución de la nación es necesaria la disolución de las identidades previas, originarias. Se ve a los inmigrantes como un foco que atenta contra el proceso de “argentinización”; se asimila todo aquello funcional al orden [en construcción], se rechaza todo aquello contrario a él.

Esta visión es claramente opuesta al modelo pluralista, que concibe a la sociedad como un mosaico heterogéneo, resultado de la articulación de los diversos grupos que la in-tegran; se valora y respeta la diferencia como aporte enriquecedor a la unidad social.

La organización del régimen político remite a la consolidación del gobierno nacional por sobre los grupos civiles de gran poder y los gobiernos provinciales. Así, se desarrollará una política laica para limitar a la Iglesia (las funciones antes eclesiásticas quedan en manos gubernamentales: nacimientos, defunciones, casamientos, educación – creación del Registro Civil – Ley 1420).

La relación entre el poder ejecutivo central y los gobiernos provinciales será compleja. Aquí se plantea la CUESTIÓN REGIONAL. Económicamente, Argentina estaba regida por un exitoso modelo agroexportador; modelo que ponía en el centro de la escena (y la riqueza) al litoral pampeano y excluía al interior. Cómo lograr, entonces, que las eco-nomías regionales se inserten en este esquema?? A nivel provincial reinaban las oligar-quías: clases propietarias con monopolio del poder político (se diferencian de la burgue-sía, ésta sólo tiene poder económico). El gobierno, en apariencia constitucional, estaba dominado por una escasa diferenciación entre las esferas públicas y privadas: fraude y violencia electoral, participación política restringida a las clases propietarias, sucesión de autoridades regulada; las oligarquías mantienen un eficaz sistema de relaciones per-sonales que las unen con representantes del Congreso y miembros de la élite nacional.

La dialéctica de la relación Poder Ejecutivo – oligarquías provinciales está dada por el hecho de que sobre ellas debía imponerse para asegurar el orden, pero de ellas dependía para establecer su legitimidad. A su vez, las oligarquías provinciales necesitaban del apoyo central para imponerse sobre grupos opositores y la población en general; como respuesta daban orden interno y votos.

Así, el modelo agropecuario que consolida a Buenos Aires como centro financiero y comercial es visto por las élites locales como una amenaza a su poder. Se insertan en el modelo especializándose en bienes no producidos por la región pampeana; abasteciendo el mercado interno y con altas medidas proteccionistas que permiten la defensa de los intereses sectoriales. Los casos de Tucumán y Mendoza se presentan como paradigmáti-cos; su éxito radicó en el papel jugado por las burguesías provinciales. Este papel es la conjunción de tres elementos interrelacionados: la inserción de las burguesías del azúcar y el vino en las oligarquías provinciales, la receptividad del gobierno a las demandas de estas oligarquías (que eran su base de poder), la vinculación entre los intereses de las burguesías y los grupos extrarregionales.

En Tucumán el cultivo de caña de azúcar (que ya existía) es estimulado a partir de la introducción del ferrocarril y la modernización industrial. Se acentúa la concentración y la dependencia de los sectores extranjeros que invierten en el área. En Mendoza también es el ferrocarril el que posibilita el desarrollo de la actividad, la innovación industrial fue menos importante; a diferencia del otro caso, aquí se da una descentralización de la producción (más bodegas pequeñas) y una participación externa más limitada.

En ambos, vale analizar cuatro aspectos relevantes. Primero, la construcción ferroviaria que contribuye a consolidar la dominación oligárquica. Segundo, la política tarifaria, es decir, la tarifa aduanera que es la principal medida proteccionista; permite la expansión de las producciones regionales y representa un importante ingreso para el gobierno na-cional (vale decir que los países exportadores europeos no se oponen a este régimen tarifario proteccionista ni al desarrollo de las industrias locales porque aún tienen bene-ficios y porque ello significa un mercado nuevo donde colocar sus exportaciones de maquinaria). Tercero, la regulación de mercado, sobre todo del mercado de vinos para permitir su progreso; internamente crece la demanda de este producto y crece, por ende, la importación del mismo, con lo cual crecen los ingresos del gobierno nacional gracias a dicho gravamen; se controla la competencia desleal y se sanciona una ley de vinos (1904). Por último, el control de la producción: el gobierno provincial tiende a la con-centración, limitación y monopolización de la producción; se generan algunos conflictos al interior de las provincias productoras y con las provincias consumidoras por la defensa de precios (altos) y las tarifas que imponen a los productos aquellas zonas que deben importarlos.

Para Balán, la visión clásica que establece una coincidencia absoluta entre poder político y económico (ambos residentes en Buenos Aires) queda descartada para dar lugar a una nueva que indica la existencia de diferencias entre el origen del poder político y los recursos económicos.

En esta misma línea, Jorge Sábato desarrolla un análisis de la clase dominante argentina la cual

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