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Tradiciones religiosas


Enviado por   •  22 de Mayo de 2013  •  Ensayos  •  1.557 Palabras (7 Páginas)  •  480 Visitas

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Estas tradiciones religiosas se diferencian entre sí, principalmente por el hecho de que la primera sigue esperando a un Mesías. El cielo o el infierno. Son los dos conceptos que resumirían mejor a la concepción cristiana de la muerte. Una vez que morimos, en función de cómo hemos vivido, recibiremos nuestra recompensa o castigo, es decir, el cielo o el infierno, respectivamente. La religión cristiana establece otra, “vida” después de la muerte.

Este destino no es alcanzable por todo nuestro ser, y será el alma que tendrá la buena o la mala suerte, de alcanzar esta supuesta segunda oportunidad para vivir, el alma pasará al juicio final, en el que se decidirá su destino dependiendo de la vida que ha llevado en su existencia corpórea sobre la tierra.

Debe haber una existencia terrenal, para que el alma y el cuerpo, vehículo del alma, pueda realizar ciertas acciones donde se establezca la muerte de la persona, es decir la expulsión del alma de su cuerpo, y que a la vez de tiempo a ser juzgada, de esto dependerá nuestra existencia después de la muerte y después de haber sido juzgados.

Así pues durante la Alta Edad Media, la muerte era un hecho totalmente natural, cristianizado, asumido por los hombres. Como la concepción de san Agustín sobre la naturaleza humana, existían dos clases de muertes, la corporal, que no era más que la descomposición de la carne, y la espiritual, ocasionada por el pecado o la más temible e importante ya que conducía a la condenación eterna. Así es que morir suponía para los justos el paso a una vida mucho mejor, a la verdadera patria para el creyente, que consistía en entender la muerte como algo natural y desdramatizado, por otra, en la que aparece como algo terrible y amenazante. Conllevando a una actitud cada vez más común de miedo hacia la muerte, y más concretamente, hacia las ideas de pecado, de juicio y de infierno.

Por lo que desde mi punto de vista clarifico el debate o discusión sobre el carácter semiótico afirmando que la muerte en la tradición judeocristiana es miedo, queconfundepor lo que losjudíospreferían vivir cumpliendo sus normas para así tener una muerte que no les traiga el castigo, tanto era su afán que solo lograron equivocar el camino. Sin embargo tanta preocupación trae este tema, que uno comienza a perder el valioso tiempo hasta que llega la vejes y la muerte permitiéndonos ser niños y la nueva oportunidad de vivir en un estado superior siendo eternos.

Así pues durante la Alta Edad Media, la muerte era un hecho totalmente natural, cristianizado, asumido por los hombres. Como la concepción de san Agustín sobre la naturaleza humana, existían dos clases de muertes, la corporal, que no era más que la descomposición de la carne, y la espiritual, ocasionada por el pecado o la más temible e importante ya que conducía a la condenación eterna. Así es que morir suponía para los justos el paso a una vida mucho mejor, a la verdadera patria para el creyente, que consistía en entender la muerte como algo natural y desdramatizado, por otra, en la que aparece como algo terrible y amenazante. Conllevando a una actitud cada vez más común de miedo hacia la muerte, y más concretamente, hacia las ideas de pecado, de juicio y de infierno.

Por lo que desde mi punto de vista clarifico el debate o discusión sobre el carácter semiótico afirmando que la muerte en la tradición judeocristiana es miedo, queconfundepor lo que losjudíospreferían vivir cumpliendo sus normas para así tener una muerte que no les traiga el castigo, tanto era su afán que solo lograron equivocar el camino. Sin embargo tanta preocupación trae este tema, que uno comienza a perder el valioso tiempo hasta que llega la vejes y la muerte permitiéndonos ser niños y la nueva oportunidad de vivir en un estado superior siendo eternos.

Así pues durante la Alta Edad Media, la muerte era un hecho totalmente natural, cristianizado, asumido por los hombres. Como la concepción de san Agustín sobre la naturaleza humana, existían dos clases de muertes, la corporal, que no era más que la descomposición de la carne, y la espiritual, ocasionada por el pecado o la más temible e importante ya que conducía a la condenación eterna. Así es que morir suponía para los justos el paso a una vida mucho mejor, a la verdadera patria para el creyente, que consistía en entender la muerte como algo natural y desdramatizado, por otra, en la que aparece como algo terrible y amenazante. Conllevando a una actitud cada vez más común de miedo hacia la muerte, y más concretamente, hacia las ideas de pecado, de juicio y de infierno.

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