ANÁLISIS CRÍTICO DE LA POSTMODERNIDAD Y MODERNIDAD, CÓMO PRÁCTICA SOCIAL DE LA EDUCACIÓN
carmencontrerasEnsayo13 de Junio de 2017
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA[pic 1][pic 2]
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
NÚCLEO ACADÉMICO MÉRIDA
ANÁLISIS CRÍTICO DE LA POSTMODERNIDAD Y MODERNIDAD, CÓMO PRÁCTICA SOCIAL DE LA EDUCACIÓN
AUTOR: Carlos Prato
TUTORA: Alix Quintero
Mérida, Mayo 2017
Hablar del impacto en la práctica social de la educación, generado por la postmodernidad y modernidad nos obliga a reflexionar sobre cuanto ignoramos acerca de una práctica en la cual nos encontramos inmersos en nuestro día a día, por estar sumergidos en otras situaciones no logramos visualizar y discriminar los profundos cambios y las transformaciones continuas y fundamentales que han ocurrido en las últimas décadas. Es necesario salirnos del quehacer cotidiano, poner distancia intelectual y reflexiva para ver con mayor claridad las dudas y contradicciones, de las continuas transformaciones en su escenario.
Esta mirada reflexiva y crítica nos ayudará a reconocer y superar lo inadecuado, a reencontrar los elementos exitosos que, siendo de otras épocas, mantienen vigente su aplicabilidad y utilidad, a mirar los errores con deseos de aprender de ellos y resolver lo necesario para poder avanzar. La educación por esencia es una práctica social, que debe trascender en el espacio educativo, supone un proceso de construcción comunitaria y contextualizada. Por lo tanto se busca la formación de un ser integro socialmente capaz de trabajar en pro de la comunidad a la cual pertenece, sin olvidar de donde proviene y cuál es la historia que lo antecede.
Si tomamos otra definición de lo que se entiende por Educación Social podemos fijarnos en el enunciado que realiza Garrido Mª., esta autora nos habla de que “la tarea fundamental de la Educación Social consiste en la inserción del individuo en un medio social” (2009:36) lo que lleva implícito la formación de las personas para la convivencia, teniendo en cuenta las relaciones con los demás, las relaciones sociales y la capacidad para insertarse en el medio, y esto se podría resumir como la construcción de la conciencia social por parte de los educadores sociales. De esta manera, la Educación social llegará a entenderse como un derecho de la ciudadanía y ésta comenzará a creer en ella. Sin embargo, mientras esto no se produzca el proceso de asentamiento de la Educación social, o lo que es lo mismo, su profesionalización, es difícil que culmine. Y es que el desarrollo y reconocimiento social de las profesiones sociales y educativas se encuentra íntimamente ligado a la tradición y el bagaje cultural y económico donde se desarrollen y por lo tanto es un aspecto a tener en cuenta.
En este mismo orden de ideas, es importante resaltar como influye la modernidad en todos los modos posibles, de la práctica social de la educación, esta muestra un desinterés por la supervivencia humana. El poder y los bienes materiales acumulados siempre por minorías, estos mismos grupos luchando por la dominación de la naturaleza y los seres humanos. En esta carrera de las sociedades desarrolladas, la competitividad y el mercado están por encima de los seres humanos, ofreciendo la falsa promesa de desarrollo continuado para todos los países mientras solo buscan su beneficio económico, dejando a otros países en pobreza profunda que se extiende progresivamente. En cuanto al manejo de la naturaleza, esta se convirtió en materia prima explotable del proceso industrial, los desastres ecológicos y la gran contaminación de aire, aguas y tierras son grandes amenazas para la humanidad que están más vigentes que nunca en el siglo XXI.
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