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Actividad 2. Un llamado a las Cruzadas. Texto del papa Urbano II.

Joseph WilsonTarea5 de Agosto de 2016

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Actividad 2. Un llamado a las Cruzadas. Texto del papa Urbano II

JOSE ANGEL MASCAREÑO GAITAN

Arno Dorian- 1095- Paris

Noviembre- Una oportunidad unica se me presentó una tarde mientras  fundía  metal en un taller en el que trabajaba, escuchaba que la gente se reunía, me di cuenta que era por  Pedro, el ermitaño, un predicador que venía regularmente a hablarnos del Señor; esta vez, nos avisó que el Papa Urbano II convocaba al pueblo para que lucháramos contra los infieles a fin de conseguir tierra santa. Él nos prometía que si lo seguìamos, tendríamos el perdon de nuestros pecados y obtendriamos salvación de las garras del infierno. A gran voz le decía al pueblo que le escuchaba: “La tierra que vosotros ocupáis, es insuficiente para tanta población; apenas provee de alimentos a los que en ella viven”. Vayamos juntos a luchar por nuestro bien”.

Fue entonces que tomé la decisión de salír de París en Diciembre del año encurso rumbo a Vesalay, bajo las ordenes de Roberto Guiscardo, de alli bajaríamos hasta Lyon, donde recibiriamos indicaciones de las autoridades correspondientes.

Arno Dorian- 1096- Lyon

Martius- Quedamos en Lyon, nos reunimos con Raimundo de Tolouse, quien dirige parte del batallon hacia Zara, “nosotros reuniremos gente y atravesaremos toda Italia”,  o eso es lo que pude escuchar,  “partiremos a Génova al amanecer”. Por ahora somos un puñado de personas del pueblo de donde soy, pero se nos unieron algunos en el camino y recibimos unas cuantas armas, que realmente eran instrumentos de trabajo convertidos en instrumentos de riña. Al principio lo tomé como una aventura juvenil sin imaginar las carecncias y fatalidades que enfrentaríamos consiguindo ánimo en las victorias.

Arno Dorian- 1096- Bari

Februarius- Finalizamos nuestro recorrido por Italia, pasamos por lugares maravillosos, Pisa,Roma y Nápoles, pudimos predicar de nuestro viaje a esos pueblos y ciudades, se nos unió muchisima gente, la mayoria trabajosres, campesinos y algunos herreros que compartian un par de dagas con nosotros, despues de aquí, cruzaremos el mar e iremos a la gran ciudad de Constantinopla, alli nos reuniremos con los demas batallones, en una ciudad vecina, el ejercito Bohemundi I se juntaban todos con el firme propósito de defender la cruz y Fe Católica.

Arno Dorian- 1097- Constantinopla

Maius- Nos reunimos con Raimundo de Tolouse y Bohemundi I, juntos hemos reunido un inmenso ejercito de fieles, en la metrópoli nos equiparon con armas y escudos de madera, a la gente mas joven, como yo, nos entregaron una simple cota de malla y una lanza, nos dirigimos todos en conjunto rumbo a Nicea. Entre las principales carencias que enfrentamos eran los medios de transporte, que en la mayoría de las veces lo obteníamos del imperio bizantino, pero aún resultaba insuficiente y lo teníamos que devolver, Al poco tiempo, todos los que nos convertíamos en peregrinos nos identificaron con una cruz roja de tela cosida en nuestra tunica, llevabàmos espadas, armaduras y algunos otros instrumentos de guerra. Muchos de los otros peregrinos que se nos unían en tal campaña se vieron en la necesidad de vender sus propiedades para contribuir con los gastos del viaje que emprenderían.

Arno Dorian- 1097- Edesa

Ianuarius- Nuestra primera batalla contra los turcos y la hemos podido librar, desgraciadamente una parte del ejercito pereció, la mayoría ancianos y enfermos, ademas de algunos chavales que no resisitieron la brutalidad de los lugareños, nos falta un larguisimo camino a Tierra Santa, gracias al señor y a las oraciones de nuestro santo padre, hemos sobrevivido, partiremos hacia Antioquia, otra victoria nos levantaría el ánimo.

Arno Dorian- 1098- Trípoli

Quintilis- Una tercera parte de nuestro ejército fue reducido debido a la cruenta batalla en Antioquia, que por gracia de Dios, pudimos ganar, pero con el costo de que muchos comenzaron a enfermarse debido a sus heridas, una parte de las armas quedaron quebradas, por suerte los turcos tenían buenas armas que nosotros tomabamos, fuí herído en batalla, ya no tengo el dedo anular, me lo amputé accidentalemente mientras escondía una daga en mi antebrazo, y al momento de apuñalar al enemigo, mi dedo quedo de por medio, siendo víctima de mi descuido, he decidido vendarlo y lavarlo con la poca agua que me dan, no quiero morir de una infección o algo parecido.

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