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Antecedentes De Pearl Harbor


Enviado por   •  20 de Octubre de 2014  •  2.226 Palabras (9 Páginas)  •  482 Visitas

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El engaño del ataque sorpresa a Pearl Harbour

por Demofilo el Jue Dic 02, 2010 9:53 pm

Los documentos confidenciales publicados en 1995 en Estados Unidos demostraron que el ataque japonés a Pearl Habour no fue ninguna sorpresa para nadie, y menos para el gobierno de Roosvelt. El persistente fraude histórico y las películas de Hollywood han inculcado en todo el mundo una patraña que encubre un grave crimen por parte del gobierno estadounidense contra su propia población. Cuando Estados Unidos honra a los 2.400 muertos caídos en aquel ataque, derrama lágrimas de cocodrilo.

El espionaje estadounidense estaba al corriente de los planes militares de Japón por adelantado, pero no los pusieron en conocimiento de los mandos militares de Hawai, el almirante Husband E. Kimmel y el teniente general Walter Short. Tras el ataque, ambos oficiales fueron relevados de sus cargos, inculpados por fracasar en la defensa de Pearl Harbour contra del ataque, y degradados de su rango. La manipulación ha sido de tal calibre y tan prolongada que en 2000 Clinton pidió al Congreso que los comandantes fueran restituidos en sus rangos.

El ataque por sorpresa era una táctica conocida de los imperialistas nipones. En la noche del 8 de febrero de 1904, la flota japonesa también lanzó un ataque sorpresa en Port Arthur contra Rusia y bloqueó a la marina rusa, iniciando así otra guerra. Los militares estadounidenses conocían de sobra esa experiencia porque la estudiaban en las academias y habían realizado numerosas maniobras navales para prevenirla. Los planes de la Marina estadounidense siempre asumieron que, en caso de guerra, Japon atacaría a su flota en donde estuviera atracada.

En 1932 durante las maniobras Grand Joint del ejército y de la marina de guerra de Estados Unidos, el almirante Yarnell simuló un ataque con 152 aviones media hora antes de amanecer, sorpendiendo a los defensores de Pearl Habour. También era Domingo. En su informe determinó que la mejor manera de atacar Pearl Habour era un domingo por la mañana con aviones despegando desde los portaviones.

En 1938 el almirante Ernst dirigió un ataque aéreo desde el portaviones USS Saratoga contra Pearl Habour en otro ejercicio bélico de entrenamiento.

Por consiguiente, el mito del ataque por sorpresa a Pearl Habour no se sostiene. Pero el fraude a la historia va mucho más allá: Estados Unidos provocó el ataque de Japón para asumir su conocido papel de víctima; es un gobierno pacifista, no quiere la guerra pero las agresiones le obligan a tomar medidas drásticas.

El reparto del mundo

En el Extremo Oriente los imperialistas se habían repartido las áreas de influencia tras la Primera Guerra Mundial. Las fuerzas hegemónicas en la región eran Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, además de otros beneficiarios menores, como Holanda. En el continente americano Estados Unidos había impuesto la estrategia conocida como "doctrina Monroe", consistente en no permitir injerencia ni competencia alguna, considerando que América entera era su terreno privativo. Pero en Asia eran partidarios del saqueo conjunto de China por varias potencias imperialistas (la política de "puertas abiertas").

Tras su victoria militar sobre Rusia en la guerra de 1905, Japón era una potencia emergente en Extremo Oriente y aunque en el reparto del mundo les correspondió algunos pequeños enclaves arrancados a Alemania por el Tratado de Versalles, sus derechos eran mínimos. Al igual que los imperialistas europeos, Japón pretendía tener su propia área de influencia en una región que formaba parte de su entorno natural. Tratando de imponer su propia doctrina Monroe, en la versión de Asia para los asiáticos, Japón invadió el norte de China en 1937 para crear un enclave colonial de dominación exclusiva.

El enfrentamiento con Estados Unidos se hizo insostenible. Además, los imperialistas japoneses estaban introduciéndose en zonas que Estados Unidos consideraba vitales, como las fuentes de caucho y estaño del sudeste asiático. Estados Unidos no estaba dispuesto a renunciar a su creciente influencia en Asia y comenzó a apoyar a las fuerzas nacionalistas de Chiang Kai Tschek que resisitían a los japonses en Manchuria.

La escalada bélica

El 26 de julio de 1939 Estados Unidos anuló su tratado comercial con Japón, imponiendo un embargo unilateral de materias primas, como petroleo, chatarra y otras de primera necesidad. El embargo supuso un fuerte golpe para el esfuerzo bélico del Imperio nipón. El bloqueo económico es una medida hostil, la puerta abierta hacia la guerra.

Se desató el rearme. El año anterior Estados Unidos había aprobado la Ley de Expansión naval que convertía al país en una potencia marítima. Japón respondió anulando el tratado naval de 1922 que le impedía construir buques de más de 35.000 toneladas y el 27 de septiembre firmó el acuerdo tripartito con Alemania e Italia. Para a los japoneses la flota estadounidense era la única amenaza.

A petición del ministro de la guerra Stimson, el 7 de octubre de 1939 Arthur McCollum, miembro de la ONI (Oficina de Inteligencia Naval), redactó un informe secreto que contenía ocho medidas para inducir a Japón a atacar a Estados Unidos, poniendo en acción las previsiones de asistencia recíprocas del Pacto Tripartito e introduciendo a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. El memorando ha permanecido confidencial durante más de medio siglo.

Roosvelt puso en marcha las ocho medidas propuestas por McCollum en su informe. La primera de ellas consistía en situar a la flota en Hawai como cebo dentro del radio de alcance de los portaviones nipones. El 8 de octubre de 1939 Roosevelt llamó al Comandante en Jefe de la flota de Estados Unidos, el almirante James O. Richardson, para informarle del proyecto de poner a las fuerzas militares de Pearl Harbour como cebo. Tras una discusión, el almirante se opuso pero Roosevelt ordenó a la flota avanzar desde la costa oeste de Estados Unidos hasta Hawai. Richardson fue destituido de su cargo.

El equipo de espionaje militar en Hawai fue trasladado al continente americano, dejando a las islas a merced de la información suministrada desde el continente. El jefe de la inteligencia naval, el capitan Kirk, fue reemplazado por insistir en advertir a los mandos en Hawai de los planes japoneses de ataque.

En lugar de Richardson Roosevelt puso a un oscuro oficial naval, el contralmirante Husband E. Kimmel, al frente de la flota en Hawai. Kimmel fue promovido a almirante, tomnado el mando el 1 de febrero

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