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Barco


Enviado por   •  8 de Julio de 2015  •  4.252 Palabras (18 Páginas)  •  156 Visitas

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Un barco es cualquier construcción cóncava y fusiforme, de madera, metal, fibra de vidrio u otro material, incluso de hormigón, como el SS Faith, que por su forma es capaz de flotar en el agua y que se utiliza para navegar como medio de transporte. Es, por consiguiente, un término genérico con el que se puede referir tanto a una ligera canoa como a un portaaviones.

También se puede considerar como barco a todo cuerpo flotante de forma simétrica respecto de un plano longitudinal vertical, llamado plano de crujía, provisto de medios de propulsión y gobierno, que reúne las siguientes condiciones:

Flotabilidad

Solidez o resistencia

Estanqueidad

Capacidad de carga

Estabilidad

Gobernabilidad

Movilidad

Índice

1 Historia

1.1 Edad de la vela

1.2 Vida a bordo de un navío

1.3 Edad del vapor

1.3.1 Los grandes cruceros

1.3.2 Buques de guerra

1.3.3 Vida a bordo en tiempos modernos

1.4 Edad nuclear

1.5 Un tipo especial de buque: el submarino

2 Clasificación

2.1 Barcos comerciales oceánicos de carga muy grande

2.2 Barcos comerciales oceánicos de carga media o de apoyo

2.3 Barcos comerciales oceánicos de usos varios

2.4 Nombres de barcos según su tipo

3 Tecnología a bordo

4 Imágenes

5 Enlaces externos

Historia

Un drakkar vikingo.

Réplica de la nao Santa María de Colón.

El Gloire, primer buque acorazado.

Fragata acorazada Numancia.

Barco de vela en Puerto Ayora en la isla de Isla Santa Cruz (Galápagos) en las islas Galápagos.

Acorazado británico HMS Dreadnought.

Correíllo La Palma, buque de vapor del año 1912, conservado en Santa Cruz de Tenerife.

Portacontenedores.

Submarino nuclear.

NS Savannah, primera nave mercante a propulsión nuclear.

Una de las pocas fotografías de los dos barcos hermanos (el Titanic es el de la derecha).

El hombre ha utilizado las barcas desde hace miles de años. Se tienen registro de hace más de 10 000 años en que el hombre utilizaba un tronco debidamente tallado como medio de transporte en el agua.

El mar siempre ha causado fascinación en el ser humano desde el comienzo de los tiempos. En la costa sur central del Perú en la provincia de Pisco, en el distrito de Paracas hacia el 10 000 a. C.; los primeros hombres se volvieron sedentarios a causa del abundante alimento existente en sus playas. Aún el progreso hacia la agricultura y la ganadería estaba en marcha en sus similares de la Cordillera de los Andes. Como en este caso, en muchos otros litorales se dieron las condiciones para que los hombres en viviendas precarias se volvieran sedentarios, debido a la abundancia de recursos que el mar depositaba en sus playas.

Primero la recolección de mariscos y moluscos, luego la pesca y finalmente se aventuró a adentrarse en ese mar que generosamente le proveía de alimento. La tecnología fue progresando y el hombre construyó elementos para flotar en el agua; probablemente usó troncos de árboles u otros materiales abundantes en su entorno que tenían flotabilidad. Para impulsarse y no quedar a la deriva, echó mano del remo hasta que descubrió que la fuerza eólica podía impulsarlo con menor esfuerzo y mayor efectividad; luego, descubrió la manera de llevar la embarcación hacia donde quería e inventó el timón. Es a partir de aquí cuando, el hombre a través del tiempo fue introduciendo mejoras a sus naves, dándoles cada vez mejor impulsión y gobierno, hasta llegar a las modernas naves que surcan hoy día los océanos del mundo.

Pero a la par del gobierno y la deriva, el hombre fue encontrándole nuevos usos a las naves que ya tenía a la mano; las usó para recreación, pesca, medio de transporte y para la guerra y fue especializando el invento, con nuevas técnicas, mayores velocidades, mejor maniobrabilidad, y claro, con armamento cada vez más mortífero. La embarcación que hoy conocemos como buque o barco, descubrió nuevas tierras. Durante muchos siglos fue el único medio de comunicación entre los continentes e hizo famosos a muchos personajes en tiempo de paz y de guerra.

El empleo de los remos condicionó la vida a bordo hasta el siglo XVII; uno de los peores castigos que podía recibir una persona era ser condenado a servir en una galera, «para que la vida le sea un suplicio y la muerte un alivio», como sentenció un juez romano en el siglo XVI.[cita requerida]

No todos los marineros que estaban en los remos eran condenados. También había hombres libres que se embarcaban por necesidad; eran llamados «de buena gana». Su única diferencia con los condenados consistía en que podían llevar bigote y cabello, que los condenados no tenían, pues eran rasurados y pelados al rape. Además, durante el día, los hombres libres que no estaban remando podían pasear y hablar libremente, pero al caer la noche eran encadenados igual que los condenados.[cita requerida]

La disciplina era muy estricta para todos, la comida escasa y mala. El aspecto higiénico resulta inconcebible y difícil de imaginar. Los hombres de mar, oficiales y marineros, no se lavaban, ya que todos solo llevaban la ropa que tenían puesta, sin embargo los galeotes estaban obligados a mantenerse limpios, debían a primera hora del día asomarse por sobre la borda, de acuerdo a lo que les permitía el largo de la cadena, para despiojarse y limpiar los harapos que llevaban. Debían

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