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CATARUZZA, Alejandro. Historia De La Argentina. 1916-1955, Buenos Aires, Editorial Siglo XXI, 2009. Cap II.


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2014  •  1.367 Palabras (6 Páginas)  •  499 Visitas

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Gobiernos radicales.

Entre 196 y 1930 se sucedieron tres gobiernos radicales. La etapa culminó con el golpe militar del 6 de septiembre de 1930 que derrocó a Yrigoyen e impuso a Uriburu como presidente.

Yrigoyen presidencia

El 12 de octubre de 1916 asume Yrigoyen. Se trató de un periodo de voto bajo la ley Sáenz peña, en la cual la UCR resulto imbatible electoralmente. En 1922 a Yrigoyen lo sucede Márcelo T. Alvear, seis años más tarde, Yrigoyen vuelve a la presidencia. El golpe militar del 30 tenía apoyo de sectores de las fuerzas armadas, gran parte de la oposiion, la prensa e importantes franjas de la opninón pública. Con ese episodio termina la etapa democrática más larga de la Argentina del siglo XX.

El mundo político argentino estaba severamente fragmentado. En la elección de 1916 el radicalismo estaba dividido en las provincias. Durante la primera presidencia de Yrigoyen las disidencias radicales no se articularon en movimiento de alcance nacional no respondieron a razones idénticas o a perfiles ideológicos claros. En 1922 dos agrupaciones radicales se presentaron, la UCR (con Alvear) y la UCR Principista, (Laurencena).

La disputa central, importancia de las imágenes.

Durante estos años la disputa política tuvo su núcleo en el conflicto entre el radicalismo y los beneficiarios del antiguo orden. En tal lucha tuvieron un papel importante las imágenes que construyeron los contendientes, de sí mismos y del adversario.

Desde fines del siglo XIX Irigoyen había ganado un prestigio importante. No pronunciaba grandes discursos, era proclive a la charla individual e íntima, críptico en sus escritos, construyó una imagen sobria y austera, alejado de cualquier ostentación, lo que lo hizo objeto de devoción por parte de amplios grupos populares Para él la UCR era más que un partido político, ya que estos eran agrupaciones efímeras, que perseguían intereses sectoriales, parciales y mezquinos. En cambio el radicalismo era concebido como la expresión de la nación. La certeza de construir la causa de la nación frente al régimen, era una pieza central de la identidad radical.

Dentro de la dirigencia radical, existían hombres de procedencias sociales muy similares a las del régimen conservador. Sin embargo, dentro de sus filas también habían hombres de otros orígenes, quienes accedieron luego de 1916 a los elencos de gobierno. Entre los adversarios conservadores se extendió la imagen de la UCR como la del “gobierno de los incapaces”. La ruptura del protocolo en las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo por parte de Yrigoyen fue uno de los aspectos criticados por la oposición.

Del llano al gobierno

El radicalismo enfrentaba el paso de partido de oposición a partido de gobierno, impulsado por distintas circunstancias: debía someterse regularmente a elecciones y debía asumir responsabilidades de gestión. El comienzo fue complicado, el Congreso y muchas provincias estaban en manos opositoras. Yrigoyen buscó desactivar las bases de esta oposición. En el caso de las provincias apeló a intervenciones, con el argumento de que sus gobiernos habían llegado a esa posición por efecto de la manipulación de las elecciones. En cuanto al Congreso, las sucesivas elecciones consolidaron a la bancada radical, aunque la cámara de senadores continuó siendo mayormente opositora.

Entre los varios frentes que debió asumir el gobierno se encontraba la política exterior, ya que la GM1 seguía su curso. Yrigoyen decidió mantener la neutralidad que ya había sido adoptada, mientras que la prensa y la oposición se había inclinado por el bando de Francia, Inglaterra, Italia, Rusia y Estados Unidos. Este último presionó para que Argentina cambiara de posición y cortara relaciones con los enemigos. La guerra impactó en la economía local, al comienzo se produjo una baja general en el comercio internacional y tanto las exportaciones como las importaciones disminuyeron. Luego la exportación de productos agropecuarios repunta, mientras las importaciones continuaban deprimidas, Así la balanza comercial resulto favorable, aunque la baja de las importaciones resintió el desempeño de la administración, que se sostenía con los impuestos aduaneros a los productos. El cuadro se completaba con una baja importante en los salarios reales. Terminada la guerra en 1918 se produjo vierta recuperación parcial de la actividad económica internaciones, que se frenaría

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