COMENTARIO DE TEXTO CONSTITUCIÓN 1931

COMENTARIO CONSTITUCIÓN DE 1931

Nos encontramos ante un texto sumamente importante como es la Constitución Española de 1931, vigente durante el periodo de la II República. Se trata por tanto de un texto de naturaleza jurídica ya que tiene un carácter legal al suponer la máxima norma del Estado durante su vigencia.

La Carta Magna es aprobada por las Cortes el 9 de diciembre de 1931 en Madrid tras ser redactada por una comisión de 21 diputados de las Cortes Constituyentes de diversos partidos presididos por el socialista Luis Jiménez de Azúa y fue firmada por el Presidente de la República Alcalá-Zamora.

El texto fue redactado tras la proclamación de la II República que sucedió a la victoria republicana en las elecciones municipales y la huida de Alfonso XIII la noche del 14 de abril de 1931. El gobierno provisional convocó elecciones a las Cortes Constituyentes que redactaron y aprobaron esta Constitución.

La Constitución tiene además un destino claramente público y un carácter oficial así como un ámbito nacional.

La constitución proclama España como una República democrática de trabajadores de toda clase y establecía un país democrático donde la soberanía era popular, es decir, residía en el pueblo del que emanaban los poderes. Además establece que la constitución de la república como Estado integral permite la existencia y autonomía de municipios y Regiones, a las que se les permitía la configuración de gobiernos autonómicos excluyendo totalmente la posibilidad de federalismo. Además se establecían cortes unicamerales cuyos representantes son elegidos por sufragio universal, dando derecho a voto por primera vez a las mujeres.

La constitución establecía también un estado laico, separando totalmente el Estado de la Iglesia, aprobando derechos como el matrimonio civil o el divorcio y apartando de la educación a las órdenes religiosas.

Además la constitución destaca por la amplísima declaración de derechos individuales y sociales.

Hay también ciertos conceptos incluidos en el texto constitucional que conviene analizar por su importancia en éste.

La constitución hace referencia en su primer artículo a una República democrática, concepto que recoge los dos principios fundamentales de la constitución. Una forma de gobierno donde no existe la monarquía y por lo tanto todo el poder reside en el pueblo mediante el sufragio y la elección de los diputados que los representarán en las cortes. Así como democrática ya que la propia constitución establece un estado democrático basado en los principios del parlamentarismo propio de las constituciones liberales del siglo anterior.

En el undécimo artículo se hace referencia a la región autonómica, que la propia constitución define como la unión pactada entre una o varias provincias limítrofes para formar un núcleo político-administrativo. La constitución reconoce este derecho mediante el proceso de proyecto-referéndum-aprobación en las cortes. Además la posibilidad de crear gobiernos autonómicos dentro de un estado integral excluyó la posibilidad de federalismo acabando con la división entre estado federal o centralizado, creando un estado descentralizado pero integral.

Por último en el artículo 52 se establece el sufragio universal como forma de elección de los diputados. Por primera vez, se incluyó a las mujeres otorgándolas el derecho a voto.

Es importante entender el contexto histórico que da lugar a la convocatoria de las cortes constituyentes y la aprobación de esta constitución.

Tras la caída de la dictadura de Primo de Rivera el rey Alfonso XIII buscó la vuelta al constitucionalismo pero sus implicaciones directas con la dictadura provocaron un enorme auge del republicanismo que se hizo latente en las elecciones municipales de 1931 en las que, a pesar de la victoria monárquica, el republicanismo triunfó en las capitales de provincia y grandes ciudades donde el caciquismo era prácticamente inexistente por lo que los resultados eran más limpios. Esto provocó la abdicación y huida del rey y la proclamación de la II República.

Tras ello se formó un gobierno provisional con representantes de los principales partidos con la exclusión de la derecha monárquica, el nacionalismo vasco y el obrerismo radical, que tenía como objetivos acometer ciertas reformas tales como la mejora laboral del campesinado, la reforma educativa o los estatutos de autonomía de Euskadi y Catalunya y la convocatoria de elecciones a las  cortes constituyentes.

Dichas elecciones celebradas con mayor limpieza que todas las sucedidas durante la monarquía depararon la victoria del PSOE, seguido por el Partido Radical. La Cámara presento una amplia mayoría de izquierdas ante una derecha desunida que quedó en minoría.

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