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Cardoso y Faletto resumen


Enviado por   •  29 de Octubre de 2018  •  Resúmenes  •  3.198 Palabras (13 Páginas)  •  190 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Luego de la 2GM, parecía que A.Latina estaba lista para completar el proceso de industrialización y lograr un desarrollo autosustentado. Se habían beneficiado de la defensa del mercado interno provocada por la guerra y habían acumulado divisas. Parecían estar producción de bienes de capital. En 1955, la redistribución de la renta se empezó a considerar necesaria para garantizar el desarrollo. Estos factores hacían creer en un crecimiento automático dirigido por los estímulos del mercado.

Se pasaba así de concebir la industrialización como recurso complementario a la exportación de productos primarios, a la convicción de que inauguraría el desarrollo autosustentado. El sentido fundamental estaría dado por el mercado interno y no el externo.

Para los 50s estaban dados los supuestos para este paso:

1. un mercado interno suficiente para el consumo de productos industriales

2.una base industrial de industria liviana de consumo y de bienes relacionados con la exportación.

3. abundante fuente de divisas por exportación de bienes primarios

4. fuertes estímulos para el crecimiento económico gracias al fortalecimiento del sector externo.

5. una tasa satisfactoria de formación interna de capitales.

Toda política debía concentrarse en la absorción de la tecnología capaz de promover la diversificación y el aumento productivo, y la definición de políticas de inversión que a través del Estado creasen la infraestructura necesaria. Se creía que el desarrollo dependía de las decisiones de política económica. El fortalecimiento del Estado parecía el instrumento necesario para lograrlo. El supuesto es un tipo de desarrollo eminentemente nacional.

Después de 1929, comenzaron a fortalecerse los instrumentos de acción del poder público.

Desde fines de los 50s se desvanece la perspectiva optimista: no se puede explicar por qué, con tantas condiciones favorables, no se alcanza el desarrollo.

Los esquemas interpretativos basados en factores puramente económicos no alcanzan para explicar el fenómeno. Parte del fracaso, se debe al deterioro de los términos de intercambio sufrido luego del boom de Corea, que desaceleró el ritmo de crecimiento. El sistema económico se reorganizó en algunos países, pero no así el sistema social ni el político: algunos de los grupos del sistema tradicional no perdieron el control del sistema de poder. Si bien las diferencias en la estructura social condicionan el crecimiento económico, tampoco se puede hacer un análisis puramente sociológico. Falta un análisis integrado para responder acerca de la posibilidad de desarrollo en la región.

VI. LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL MERCADO: EL NUEVO CARÁCTER DE LA DEPENDENCIA

El principal problema que se plantea consiste en explicar el doble movimiento: uno, la crisis del sistema de dominación anterior (populismo) y el intento de reorganización y, dos, intento de reorganización del sistema social y político a partir de la transformación de la relación economía interna/centros hegemónicos mundiales. Se reorganiza la estructura misma del sistema productivo y el carácter del Estado y la sociedad civil para dar paso al capitalismo industrial tal y como puede desarrollarse: en la periferia del mercado mundial pero integrado a él.

1. Los límites estructurales del proceso de industrialización nacional

La alianza desarrollista pudo formular políticas económicas que permitieron ampliar la base interna de las economías: permitieron la acumulación que favoreció las inversiones internas en tales condiciones que el Estado pudo actuar como árbitro: las presiones se encauzaron hacia el objetivo del desarrollo. El funcionamiento del sistema estuvo condicionado a una coyuntura propicia: los precios de exportación permitieron remunerar a sectores exportadores y financiar la ampliación de los sectores urbano-industriales. Esta coyuntura tuvo efectos diferentes en cada país en función del acuerdo político específico.

En Argentina, la nueva coyuntura del mercado planteó una dramática alternativa: contención de salarios y gastos públicos o rehacer la economía agroexportadora para seguir financiando al sector industrial. Luego de la caída de Perón, la oposición antipopulista se propuso ese objetivo. La presión de sectores populares funcionó como barrera y la intervención militar se hizo frecuente. Por consiguiente, no se intensificó el desarrollo ni se logró estabilidad política.

En Brasil, el esquema varguista consistía en instalación de industrias básicas, luego estimuladas por el sector público, que transformaran la estructura productiva urbana. El costo de esa industrialización tuvo un precio político: los sectores exportadores nunca dejaron de protestar. En 1954, cuando comienza a cambiar la coyuntura, la alianza varguista alcanza un límite: se unieron sectores agrarios a la oposición de clase media e incrementó la presión de grupos financieros internos e internacionales. Luego, bajo Kubitschek, se restablece la alianza populista desarrollista pero con otro rumbo: capitalización mediante recursos externos. Se pudo dar desarrollo pese a la inestabilidad política.

En México, donde los grupos sociales presionan desde dentro del Estado, igual proceso de apertura del sistema productivo interno hacia el capital extranjero pudo darse sin crisis político-militar. El papel del Estado ya estaba definido como inversor y regulador y además se establecieron canales de participación del movimiento obrero-popular a través de la modernización sindical. Así se evitó el enfrentamiento con la burguesía nacional y se impidió conflicto popular. Pudo darse desarrollo y estabilidad. El precio fue el fortalecimiento de una nueva oligarquía, que logró maniobrar al Estado en beneficio propio y de los capitales extranjeros asociados.

Se propone una interpretación que considera la existencia de límites precisos para un desarrollo industrial controlado nacionalmente, dentro de los cuales juegan las distintas fuerzas sociales. Los acuerdos entre ellas no obedecen a una mecánica determinista. Pero en la medida en que el sistema de relaciones sociales se expresa por un sistema de poder, instaura históricamente un conjunto de posibilidades estructurales.

Estructuralmente, la industrialización en A. Latina implica ingentes necesidades de acumulación, pero a la vez produce como resultado una fuerte diferenciación social. El modelo de desarrollo hacia adentro se asentó sobre las posibilidades circunstanciales de una relación favorable en los términos de intercambio y en la limitada participación de la población en los beneficios. La ventaja momentánea permitió la vigencia de la alianza desarrollista. Cuando aumenta la presión por mayor incorporación, se produce una ruptura en la alianza por la hegemonía política: el sector agrario se manifiesta contra el Estado populista.

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