Como Considerar Lo Poco Que Nos Une

Cómo desperdiciar lo poco que nos une

En México la relación entre nación y Estado nunca ha sido muy buena y el neoliberalismo la ha debilitado aún más. Una gran parte de los mexicanos apuntan a que no se sienten orgullosos de su nación y su estado.

El origen del nacionalismo mexicano se asigna al final del periodo colonial, pero su desarrollo efectivo se da a partir de mediados del siglo XIX y como reacción defensiva ante las consecuencias de nuestra vecindad con Estados Unidos.

No hay una definición del concepto de nacionalismo sino varias. Eric Hobsbawn, , optó por la desarrollada por Ernest Gellner, quien le interpreta como la demanda -exigencia- de alcanzar la coincidencia entre el Estado y la nación, entendida esta última como una estructura social unida por una cultura un sistema de ideas y formas de conducta común.

El problema del nacionalismo mexicano es, que muy pocas veces se ha visto satisfecha esa demanda de unión entre nación y Estado. La última vez en que se dio esa coincidencia, fue hace 75 años, durante el cardenismo. La expropiación y nacionalización de la industria petrolera.

En 2012 el retorno del PRI a la Presidencia y el "Pacto por México" abren de nuevo la discusión sobre qué hacer con la industria petrolera. El nuevo gobierno asegura que no se propone modificar la naturaleza básica de esa actividad, pues el petróleo seguirá siendo de la nación.

Hoy, la clase dirigente mexicana podría proponerse volver a hacer de Pemex una gran empresa mexicana, manejada por mexicanos para surtir necesidades reales mexicanas y ejemplo de las capacidades y voluntad mexicanas. Devolver al petróleo su carácter de base material, objetiva y productiva, de ese sentido de nacionalismo que hoy simplemente no tiene ancla y cuya energía se disipa porque no hay coincidencia entre el insatisfactorio Estado.

El Estado mexicano moderno

Después de 1910, los mexicanos lucharon unos contra otros y cuestionaron todo lo que los unía como país. En 1917, los líderes de los principales grupos contendientes llegaron a un acuerdo, que trataba de incluir las demandas de los principales grupos participantes en la lucha armada. El resultado fueron dos decenios de febril reconstrucción nacional en todos los ámbitos de la sociedad: la producción, las relaciones entre las clases sociales, el lugar de los diferentes grupos indígenas en el nuevo país, el Estado, la ideología, el arte y la cultura, la educación y la familia.

Paralelo al renacimiento cultural y artístico es el creativo esfuerzo por reconstruir o reinventar el Estado mexicano, que se había formado bajo la dictadura de Porfirio Díaz. Un Estado cuyo aparato y andamiaje filosófico habían sido parcialmente demolidos en 1917. Un Estado nuevo, que unificara a la nación, que protegiera su soberanía sobre los recursos naturales,

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