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Contexto De España Siglo Xx


Enviado por   •  12 de Junio de 2013  •  2.493 Palabras (10 Páginas)  •  574 Visitas

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Contexto histórico

La historia de España del siglo XX comienza tras la ignominiosa derrota militar de 1898 a manos de los Estados Unidos que lleva a la pérdida de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas.

El desenlace de la guerra era difícilmente aceptable para la mentalidad política de la Restauración, que quería conservar el sueño del pasado imperial español. La crisis que sigue a la derrota inicia un conflicto que durará gran parte del siglo XX, entre los que pretendían recuperar la ideología imperial del pasado y los que veían la necesidad de construir una conciencia nacional desde la perspectiva moderna y liberal de las demás naciones europeas. Esta tensión se traducirá en contrastantes formas de gobierno: la monarquía de Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera, la república, la Guerra Civil, la larga dictadura franquista y finalmente la monarquía actual de Juan Carlos I, que se sustenta sobre un sistema democrático parlamentario.

Los cambios políticos de la España del siglo XX se corresponden con transformaciones dramáticas en todas las demás esferas de la vida pública. En lo social y económico, España se caracteriza por el crecimiento tanto demográfico como de nivel adquisitivo. Las ciudades, principalmente Barcelona y Madrid, se convierten en grandes urbes a las que se dirige la masiva emigración campesina en busca del sector industrial. Son precisamente estas clases proletarias las que impulsan la modernización del país, frente a las clases dominantes y la población rural. En lo cultural, los sucesivos cambios políticos y sociales propician una gran diversidad de estéticas. El gran número de escritores, artistas e intelectuales surgidos en los primeros 35 años del siglo XX ha hecho que esta época se denomine la Edad de Plata de la cultura española.

Los escritores e intelectuales españoles de este período sintieron con especial intensidad la influencia de la cultura europea y se esforzaron por incorporar sus avances más recientes. El filósofo José Ortega y Gasset estudió en Alemania e intentó interpretar la realidad española usando como lente sus lecturas filosóficas vitalistas. Fue el fundador de la Revista de Occidente, una de las publicaciones intelectuales más importantes de la Europa de entonces. Ramón Pérez de Ayala fue atraído por el espíritu liberal inglés y lo expresó en sus ensayos y novelas intelectuales, que le hicieron gozar de un considerable prestigio en Europa. El ensayista y crítico de arte catalán Eugeni d'Ors escribió en tres idiomas, catalán, español y francés, y fue uno de los renovadores de la crítica del arte barroco en Europa. Casi todos estos autores escribían habitualmente para periódicos y promovían la producción cultural. A través de su obra, España comenzó a participar plenamente en la efervescencia finisecular de la modernidad europea.

En esta renovación estética modernizadora hay que señalar el destacado papel que jugó el modernisme catalán de finales de siglo XIX y principios del XX—la manifestación catalana de un estilo común que tuvo diversos nombres según el país (art nouveau en Francia, por ejemplo). Las obras arquitectónicas y plásticas de Antoni Gaudí son quizás la más acabada expresión de este estilo que se inspiró en las formas naturales y que se caracterizó por la estilización, la sensualidad y el exotismo. A comienzos del siglo XX Gaudí levantó tres obras sorprendentes en la capital catalana: el Parque Güell, la Casa Batlló (1904-1906), y la Casa Milá (también conocida como La Pedrera, 1906-1912). En 1883 se le encargó la continuación de la obras del templo de la Sagrada Familia, obra que dejó inconclusa.

El reinado de Alfonso XIII

El reinado de Alfonso XIII comienza en 1902, cuando el rey cumple la mayoría de edad, poniendo fin a la regencia de su madre María Cristina. Durante los casi 30 años que dura su reinado, su acción política se caracteriza por la intervención activa en los asuntos del país, y por la afirmación de su persona como jefe supremo del ejército. Estas dos tendencias influirán en su apoyo a la dictadura del general Primo de Rivera (1923-1930), cuyo fracaso terminará desplazando también a la institución monárquica.

La derrota de la guerra de Cuba había desacreditado el modelo político de la Restauración, y evidenciado el caos político, económico y social de España. Sin embargo, las reformas institucionales se posponen indefinidamente y España se embarca en una nueva empresa expansionista con la toma de Marruecos en 1908. El control de Marruecos no reportaba a España ningún beneficio concreto, y a cambio, suponía una importante pérdida de soldados y fondos. La crisis económica y el desencanto con la guerra marroquí impulsan los levantamientos populares de 1909 y 1917, principalmente en Barcelona. Finalmente, las tropas españolas sufren un desastre militar en Annual (1921) y tienen que replegarse a Ceuta y Melilla. Estas ciudades norafricanas siguen siendo colonias españolas hoy en día.

La neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial no evita que al finalizar los años entre 1910 y 1920 el país se encuentre en plena crisis. La guerra colonial, la creciente organización de la izquierda en partidos y sindicatos revolucionarios como la anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT), y la depresión económica que afecta a toda Europa conducen a España a una crisis de gobierno que termina con el golpe de estado del general Primo de Rivera en 1923, apoyado por el rey Alfonso. Primo de Rivera impone un gobierno totalitario que desplaza las libertades políticas y las demandas proletarias en favor de la recuperación económica. Estabiliza el país, alcanzando acuerdos con grupos y clases tan distintos como los socialistas de la Unión General de Trabajadores (UGT), los militares tradicionalistas y la institución monárquica. Una ruptura posterior con los socialistas perjudica a Primo y propicia la convocatoria de elecciones libres en 1931, que ganan los republicanos.

La Segunda República

Tras las elecciones de 1931, el liberal Niceto Alcalá Zamora es nombrado presidente, Alfonso XIII abandona España, y se proclama la Segunda República. Las Cortes Constituyentes redactan el borrador de una nueva Constitución republicana, donde se detallan las libertades propias de un estado democrático moderno. Pero la estabilidad política durará poco. En 1933 el partido de centro-derecha obtiene la mayoría en las Cortes y como respuesta, se producen revoluciones proletarias en Cataluña y Asturias. Finalmente, en 1936, la coalición de izquierdas gana de nuevo las elecciones y Manuel Azaña se convierte en Presidente de la

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