Cultura Salvadoreña

Fue a finales del siglo XIX cuando por primera vez en El Salvador se evidencia un interés en temas culturales. A inicios del siglo XX, el tema de la identidad, el aprecio por el tema indígena y de la caracterización de lo que era ser salvadoreño se comienza a  vislumbrar en el horizonte cultural local; a la vez se comienza a reflexionar sobre la problemática social y se llega con estos temas a su punto más alto a mediados de siglo con el nacimiento de los colectivos artísticos cuyos trabajos denunciaban la injusticia social de aquellos años. 
A finales del siglo XX y con el término de la guerra a principios de los años ‘90, el arte salvadoreño comenzará  a resurgir con una producción fresca y con temática diferente a la de las últimas décadas. Este período coincide con la creación del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA). Con un interés institucional limitado y con una nueva generación de artistas fortaleciéndose en todas las áreas del arte, la cultura salvadoreña del siglo XXI está marcada por tres elementos que la determinan en todos sus ámbitos: la migración, la violencia y la búsqueda constante de la identidad.
La literatura y el teatro, tradicionalmente apoyados por las instancias gubernamentales, se encuentran con un buen nivel de desarrollo y las nuevas generaciones sobresalen en calidad y cantidad. Abundan las convocatorias de Juegos Florales, concursos para noveles escritores, y en el caso del teatro, El Salvador cuenta con al menos cuatro festivales anuales entre profesionales y amateurs.
La danza tradicionalmente débil por la falta de cohesión entre sus asociaciones y compañías, ha contado también con el apoyo de CONCULTURA. En los últimos años se fortaleció el trabajo y la calidad de la Escuela Nacional de Danza y se conformó por primera vez en la historia de El Salvador, la Compañía Nacional de Danza.
En el área musical, El Salvador cuenta con una Orquesta Sinfónica Nacional, una Orquesta Sinfónica Juvenil de iniciativa privada y una Asociación de Ópera.  Desafortunadamente, no se cuenta con un conservatorio en el que formar a los jóvenes artistas, existiendo una notable carencia en la formación artística. 
Las artes plásticas son las que han evolucionado de manera más obvia. Dejando atrás el tema de la guerra civil, ante la nueva problemática social y la creación de la sociedad global, las nuevas generaciones se encuentran experimentando diversas técnicas, temas y teorías.  En los últimos años, la creación de videoarte, performance, arte objeto, instalaciones e intervenciones comenzó  a surgir en una sociedad que no podía mantenerse aislada de las tendencias contemporáneas de creación.
No obstante, aún es necesario fortalecer las políticas culturales públicas e incrementar el compromiso de la empresa privada salvadoreña con el desarrollo cultural del país. Tambièn existen carencias en instrumentos y criterios para regular, normar y gestionar el patrimonio y su conservación.

Objetivos

-Impulsar las potencialidades de la acción cultural como cooperación al desarrollo, lucha contra la pobreza y exclusión social, para que puedan ser usadas por las comunidades como herramienta para el bienestar social, el aumento de la renta, la dignidad social y también para la defensa de identidades colectivas ante las amenazas homogeneizadoras.

-Fomento de la cooperación cultural como vehículo de intercambio y reconocimiento mutuo entre El Salvador y España, insertando acciones bidireccionales que permitan una mayor comprensión del otro y de las relaciones culturales entre las sociedades civiles, usándolas como herramientas de aproximación y respeto.

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