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CÓRDOBA: HUELLAS COLONIALES


Enviado por   •  4 de Febrero de 2022  •  Exámen  •  1.623 Palabras (7 Páginas)  •  63 Visitas

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CÓRDOBA: HUELLAS COLONIALES

FUNDACION

El Virrey del Perú, Francisco de Toledo, ordeno al Gobernador de Tucumán, Jerónimo Luis de Cabrera, fundar una ciudad en el Valle de Salta, que fortaleciera los caminos y así garantizar el tránsito seguro de bienes y personas desde el Rio de la Plata hasta el Potosí. Sin embargo, Cabrera, desobedeciendo esta orden, decidió ir más al sur y fundar la ciudad de Córdoba, que primeramente se llamó Córdoba de la Nueva Andalucía, el 6 de julio de 1573. Esto ocurre en las últimas décadas del Siglo XVI.

Los conquistadores fueron fundando otras ciudades, formando una cadena o cordón de ciudades que conectaban la Gobernación de Tucumán con el Potosí y el Océano Atlántico.

Geográficamente formaba parte del espacio regional de la Gobernación del Tucumán, integrada al espacio económico y administrativo del Virreinato del Perú y a partir de la segunda mitad del Siglo XVIII, al Virreinato del Rio de la Plata. Esta gobernación estaba compuesta por las regiones de Jujuy, Salta, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán y Córdoba. Su cabecera va a ser Santiago del Estero.

ASPECTOS ECONOMICOS

Desde fines del Siglo XVI Córdoba estuvo ubicada estratégicamente, conectando el comercio entre el centro minero de Potosí, Cuyo, Chile y el Litoral. Exportaba productos derivados de la ganadería hacia distintos mercados. También desarrollaba la producción agrícola destinada al autoconsumo y al abastecimiento del mercado urbano.

Para entender la organización del sistema colonial en Córdoba, se necesita comprender que la Corona delego en personas particulares, la inversión económica y los gastos para llevar adelante la conquista, a cambio de otorgarles como premio, los recursos del nuevo territorio que conquistaran en nombre del Rey.

La inexistencia de riquezas previamente acumuladas por las sociedades indígenas y la escasez de minas de oro y plata en la región del Tucumán, hizo que el principal premio fuera la tierra para poner en producción y la mano de obra indígena para garantizar el trabajo sobre dicha tierra.

La merced de tierra fue la forma bajo la cual, la Corona les otorgo a los conquistadores la mano de obra indígena.

Encomienda se llamaba el contrato que se realizaba entre  el Rey, los conquistadores y las comunidades aborígenes. El encomendero tenía la obligación de evangelizar y proteger a los indígenas que estaban bajo su encomienda. Pero debido al poco control de las autoridades, estas obligaciones no eran cumplidas. El trabajo realizado por los indígenas, les permitió a los encomenderos, producir mercancías insertándose en redes mercantiles.

El español venía a Indias para valer más y para valer mas no había que trabajar con las manos, quienes trabajaban con las manos eran las poblaciones originarias…entonces, mientras más recursos de brazos de poblaciones originarias hubiera, más seguridad hay de acceso a una mejor vida en la percepción de la época…” Josefina Piana. Historiadora.

La mano de obra indígena se extingue con rapidez, por este motivo, el Cabildo de Córdoba empieza a reclamar, a principios del Siglo XVII, la autorización del ingreso de esclavos negros de Angola. Estos esclavos no solamente realizaban los trabajos camperos, de peonaje sino también eran herreros, constructores, etc. Se encargaban de todos los oficios necesarios para que funcionara la ciudad.

Una de las características del dominio español americano fue la explotación, amparada legalmente por la Corona, de mano de obra esclava. Más allá del uso y abuso que hicieran las personas particulares en el ámbito de las ciudades, entre las instituciones que participaron del comercio esclavista, está la Iglesia Católica. Las órdenes religiosas, en particular la de los Jesuitas, acumularon una gran cantidad de esclavos, que recibieron en donación o fueron comprados como mano de obra para sus estancias y colegios. También poseían mano de obra aborigen.

ASPECTOS POLITICOS

En el Siglo XVIII, España pierde su condición de potencia dominante y el dominio sobre sus colonias es débil. La Dinastía de los Borbones, en sucesión de la Casa de Austria, propone redefinir y reorganizar los vínculos con las colonias americanas con el fin de recuperar el control político e incrementar los ingresos para la Corona. En el caso de América del Sur los cambios significaron la fragmentación del Virreinato del Perú en tres partes, siendo una de ellas el Virreinato del Rio de la Plata.

Interiormente, la idea de límite, existe desde el Siglo XVI. Por entonces los pueblos originarios aun ocupaban sus propias tierras, pero su presencia era vista como una amenaza para los españoles que empezaban a poblar la región. Por lo tanto durante los Siglos XVIII y XIX, se empezaron a trazar una serie de fronteras para demarcar la soberanía estatal ante los indígenas. La misma estaba constituida por un conjunto de fuertes y fortines dispuestos sobre un extenso territorio que comenzaba en el noreste de la Provincia de Buenos Aires y finalizaba en el sur de la Provincia de Mendoza, atravesando simultáneamente los campos de Santa Fe, Córdoba y San Luis.

Esta línea militar tenía como propósito resguardar a la población cristiana que avanzaba sobre las tierras indígenas, así como las principales rutas de comunicación entre las diferentes regiones que eran fundamentales para facilitar el comercio.

Los llamados “Fortines”, eran por lo general, construcciones raramente de barro, sino de madera y paja. Los fortineros eran en realidad, los presos, los marginados, que eran castigados con el hambre, con la miseria, con la muerte. La frontera era utilizada como una especie de castigo, era utilizado como un mecanismo de control social. En vez de mandarlos a las cárceles los mandaban a la frontera. Los soldados eran los encargados de hacer frente al ataque de los indios.

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