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DERECHO PENAL “Tratado de los delitos y de las penas”


Enviado por   •  16 de Abril de 2017  •  Ensayos  •  2.422 Palabras (10 Páginas)  •  289 Visitas

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E.L.D

DERECHO PENAL

“Tratado de los delitos y de las penas”

Cesare Becaria

Lic. Jose Luis Nassar Daw

Rodrigo Anciola Suárez

N.L.3

14/12/2016

El origen de las penas radica en la vulneración al pacto social, dando surgimiento a los motivos sensibles, entendiéndose como penas. Estos motivos sensibles son aquellas razones que por su importancia social acordada en un pacto donde nos sujetamos a una protección, al ser vulnerada por los intereses particulares de un individuo, lo hace merecedor a una pena.

El derecho de castigar proviene de la pequeña parte que cada integrante de la sociedad quiere ceder al pacato social, ya que uno siempre en su individualidad buscará ceder lo menor posible al pacto social, a la autoridad. La autoridad únicamente puede imponer una pena cuando es absolutamente indispensable, si no será tiránico.

De lo anterior se tiene como consecuencia que únicamente la ley puede establecer las penas, y que está penado, y esta es realizada por los legisladores que son la representación de la sociedad. Por lo tanto ningún magistrado podrá aumentar o disminuir penas a su arbitrio si no está establecido por ley. Otra consecuencia es que se deben realizar reyes generales aplicables a toda la sociedad, además de que el quien juzgue debe de ser alguien distinto al legislador, ya que lo único que lograría sería dividir a la sociedad.

Otra consecuencia es que los jueces no van a interpretar las leyes otorgadas por los antiguos como testamentos obligatorios, si no que tiene que hacer un perfecto silogismo si la conducta que se le presenta se adecúa con lo que la sociedad actual aclama. Si la ley penal se interpretara dejaría al arbitrio de los jueces lo que merece un castigo o no, además de que las leyes atienden a una sociedad en un momento determinado. Lo anterior causaría una inseguridad jurídica, por el contrario la sociedad al no haber interpretación estaría completamente enterada de la ley penal.

Las leyes a lo largo de la historia han procurado ser dictadas como irrevocables. Tal vez como un medio de coerción social en donde se transmite que lo establecido es perpetuo, o porque en ese momento en especifico se tiene la creencia de que se ha logrado regular todo lo existente, Sin dejar espacio a que haya una nueva legislación. Pero lo anterior es erróneo, ya que las leyes deben de adecuarse a las necesidades sociales del momento, que estas van cambiando en el tiempo. Lo esencial es ¿cual es la manera de modificar las leyes?

Así como es un gran problema la interpretación también lo es la obscuridad de las leyes. Para que una autoridad pueda proclamarse como tal, debe de hacer públicas las leyes que regirán a la sociedad que se dirigen, ya que si existe obscuridad de lo que se está regulado, esto dará pie tanto al incumplimiento como a injusticias en la aplicación de las penas. Gracias a la imprenta este problema se ha logrado corregir de forma considerable. Es lo que hace perpetuo a un ordenamiento. Hoy en día la base del Derecho penal es el principio de legalidad.

Es importante que no se cometan delitos, pero también que los que se cometan sean menos frecuentes, y sobre todo que ciertos delitos que vulneren bienes jurídicos tutelados más importantes sean cometidos aún menos frecuentes, esto justifica que exista una proporción entre los delitos y las penas. No se puede regular geométricamente el actuar humano, de ser así se podría hacer un catalogo exacto de las penas a imponer. Cuando se afecta un interés social primordial, deberá imponerse una pena que haga reconsiderar dos veces al quien quiera cometer el delito.

La forma de medir esta proporcionalidad es la vulneración realizada a la sociedad y no el nivel de intencionalidad por parte del sujeto activo. También erróneamente se llegó a pensar que esta relación se debía de medir con base a la dignidad de la persona ofendida. Cayéndose esta teoría por su propio peso. Por otra parte se pensó que la gravedad de los pecados se relacionaba con la gravedad de los delitos. Lo anterior no es cierto ya que una cosa son las relaciones entre hombres y otra son las relaciones entre hombre y Dios.

Realizar una división exacta de todos los delitos sería una labor ardua pero sobre todo imprecisa, ya que estos son mutables dependiendo de la sociedad y el tiempo en el que se encuentre, pero se puede realizar una diferenciación de principios esenciales los cuales son vulnerados. Algunos delitos atentan directamente a la sociedad, considerándose los que generan un mayor daño y se conocen como de lesa Majestad. Un segundo nivel son aquellos que ofenden en lo particular a alguno o algunos ciudadanos en su persona, sus bienes o en su honor. Y por último se encuentran las acciones contrarias a lo que cada uno está obligado a hacer o no hacer, debiendo ser la máxima en todas las naciones que los ciudadanos pueden realizar todo lo que no le esté expresamente prohibido. Estos son los que alteran la paz pública.

Los duelos surgen por una necesidad de protección al honor, ante una falta de protección a las leyes. Esto se da más en la nobleza, en donde  la opinión del otro es mucho más importante cuando se es poderoso. Aquel recurre a los duelos, es a defender la opinión de los demás, que las leyes no defienden. Demostrando que le teme a las leyes pero no a los hombres.

El fin  de la imposición de las penas no es castigar al delincuente por acciones ya cometidas las cuales no pueden regresar a su estado anterior. Si no el fin es prevenir que el sujeto no vuelva a cometer la conducta y que sirva como ejemplo para la sociedad y evitar que esta cometa dichas conductas. Buscándose la proporción en las penas donde atente en mayor medida el ánimo de cometer la conducta delictiva y en menor medida la menos dolorosa al cuerpo del reo.

En cuanto a los testigos hay que ver su intención en decir la verdad, pero no es algo seguro intervienen las amistades con los inculpados o el odio, es una afirmación subjetiva, además los testigos repiten los hechos en su versión, no se les debería de conceder tal credibilidad.


Las pruebas son indispensable algunas se consideran perfectas otras no, el juez que lleva el juicio debe ser escogido por suerte para que no se mezcle ningún interés particular, y sólo debe asegurar un hecho.


Las acusaciones secretas son desgraciadamente necesarias debido a las lagunas de la constitución, son más conformes a un gobierno republicano y deben de existir los magistrados incorruptos que lleven a la paz.

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