DESARROLLO DE LAS IDEAS POLITICAS EN LA EDAD MEDIA

• FORMACION DEL PENSAMIENTO POLÍTICO MEDIEVAL

Como resultado de la confusión europea ocasionada por las invasiones, la cultura se refugió en los claustros. En ellos se conservó el pensamiento de la antigüedad, que se fue mezclando con los principios de Cristianismo, y después de varios siglos de escaso progreso se verificó un renacimiento filosófico de gran trascendencia para el avance de la Ciencia Política.

En esta época se pudieron distinguir 2 periodos:

El primero se inicia con la restauración del Imperio por Carlomagno (768-814), en especial a partir de su coronación por el Papa en el año 800 d.C. y que inicio la presencia del Sacro Imperio romano germánico como pretendida comunidad política universal y se caracteriza por la mezcla de las cuestiones teológicas con las políticas, con el objeto de proporcionar argumentos de defensa a esa restauración del poder imperial. Al fallecer Carlomagno, se divide el Imperio Carolingio y aparece el Sacro Imperio Romano germánico que luchó con el Pontificado, durante la "querella de las investiduras". La dignidad imperial se adquiriría por elección.

Posteriormente fueron apareciendo controversias entre el poder espiritual y el temporal que culminaron con la querella de las investiduras, cuya base fue si el Emperador tenía o no potestad para conferir la dignidad eclesiástica a las jerarquías religiosas. Ese Derecho le fue negado por el Pontífice y se suscitó el problema de determinar cuál de las dos potestades era suprema, la espiritual o la temporal. La argumentación se empleaba para defender las respectivas posiciones, se basaba en consideraciones teológicas, derivadas de la Sagrada Escritura y en principios del Derecho Natural, derivados de las concepciones hebreas, griegas, romanas, germánicas y del cristianismo primitivo.

El segundo periodo se inició al difundirse en Europa las obras de Aristóteles, a mediados del S.XII. En un principio las ideas de Aristóteles eran consideradas heterodoxas. Posteriormente se rectificó esa posición y se hizo notar la concordancia de gran parte del pensamiento del Estagirita con los principios del cristianismo. La trascendencia de esas elaboraciones fue de extraordinaria importancia para el desarrollo de la Filosofía y de las Ciencias, pues en adelante las construcciones de los pensadores tendrían por base la solida argumentación lógica y metafísica del filósofo griego.

En relación con la querella de las investiduras hubo un caudal enorme de doctrina política que se expresó, como era natural, en dos direcciones:

a) En favor de la supremacía de la potestad política del emperador y los reyes.

b) En favor de la supremacía de la potestad del Papa.

Pero la doctrina filosófico-política de mayor altura a este respecto, la que podemos considerar como definitiva la encontramos en el análisis de este problema y de todos los fundamentales de la Ciencia política al nivel que había llegado hasta entonces, por Santo Tomas de Aquino.

Para explicar el pensamiento que se dio durante la edad media, podemos retomar las ideas de tres personajes:

• San Ambrosio de Milán (Tréveris, 340 - Milán, 4 de abril de 397)

• San Agustín de Hipona (Tagaste, 13 de noviembre de 354 – HippoRegius (también llamada Hipona), 28 de agosto de 430)

• San Gregorio Magno (540 en Roma – 12 de marzo de 604)

Como bien es sabido, la edad media fue caracterizada por la fuerza que tomo la iglesia cristiana, podemos decir que la iglesia cristiana tuvo influencia en todos los órdenes de la vida de la edad medieval, y ningún sector de la sociedad se mantuvo ajeno a dichas influencias.

Con esto lo que se pretende decir es que la política y el pensamiento político tuvieron mucha influencia religiosa durante esta etapa histórica.

Sin más rodeos sintetizaremos el pensamiento de cada autor y veremos sus importantes aportaciones.

Primero tenemos a San Ambrosio, sostuvo una valiente defensa de la autonomía de la iglesia en asuntos espirituales, hasta ahí vamos bien, podríamos pensar que está hablando de la secularización de la iglesia, pero es todo lo contrario lo que busca es separar el poder eclesiástico del emperador, para después someterlo con el mismo poder religioso.

También lo hizo con el propósito de que no hubiera intromisiones por parte de las autoridades civiles, es decir darle total libertad a la iglesia de hacer lo que quisiera sin regulaciones de ningún tipo.

San Ambrosia decía que así la iglesia pasaría a tener poder sobre todos los cristianos, incluyendo al emperador ya que también este era cristiano e hijo de dios y por lo tanto no podía estar encima de la iglesia, pero también mencionaba que la iglesia es la que custodia la moral y, por tanto, la que declara públicamente lo que pertenece al derecho natural y, por ende, obliga a todo tipo de gentes, sean cristianas o no.

Según el, los obispos deben ser los jueces de los emperadores cristianos y no viceversa, así estos tendrían que ajustar su comportamiento con los leyes divinas.

En conclusión se puede decir que San Ambrosio coloco el poder de la iglesia por encima del poder de los gobernantes, y por lo tanto del Estado.

Seguimos ahora con San Agustín de Hipona, que es considerado el padre de la iglesia y el del pensamiento medieval.

Escribió un libro llamado “La ciudad de Dios “que entre muchos temas nos habla de los reinos humanos y de la existencia de la ciudad de Dios y divide a los hombres en dos: los hombres que viven según los hombres y los hombres que viven según Dios, más o menos nos esta introduciendo el termino de sociedad civil.

Pero también nos menciona otro aspecto importante en que la sociedad se separó bajo dos gobiernos, cada uno con sus respectivas instituciones, el temporal (político y jurídico) y el religioso, repitiendo más o menos la idea de San Ambrosio.

También otros aspecto que suplementa lo dicho por San Ambrosio es de los emperadores, pero San Agustín menciona que lo que hay que desear son los “buenos” emperadores, los emperadores “dichosos” que ponen la ciudad terrestre al servicio de la ciudad celeste y ayudan a la realización de los fines escatológicos de la humanidad.

Con esto podríamos decir que la iglesia buscaba emperadores religiosos que apoyaran incondicionalmente a la religión,

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