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Diversidad Cultural


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2014  •  4.121 Palabras (17 Páginas)  •  279 Visitas

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Temas. 1 Diversidad cultural en MEXICO:

Etnia, lenguas, religión y MINORIAS culturales.

México es un país de diferentes etnias y religiones. Es un país con siglos de tradición y de historia donde el mestizaje es una de sus características principales. De la fusión de los indígenas mesoamericanos y de los españoles nació este gran país.

México es un país de diferentes etnias y religiones. Es un país con siglos de tradición y de historia donde el mestizaje es una de sus características principales. De la fusión de los indígenas mesoamericanos y de los españoles nació este gran país.

Además de los indígenas mesoamericanos y de los españoles, en México debemos destacar también los africanos o los asiáticos que llegaron en la época de la Nao de China.

México y su política interior, hasta la revolución, fueron de la mano con una política racista, tras la revolución, se entendió que en la diversidad está la riqueza y el mestizaje comenzó a ser respetado.

Así las cosas, se podría decir que a día de hoy, México es un país formado por indígenas en un 30%, por mestizos en un 55% y un 15% restante que mantiene la ascendencia europea. La religión

predominante en México es la católica.

Las principales etnias (que nosotros llamamos grupos indigenas) son:

Nahua, Maya, Zapoteco, Mixteco, Otomí, Tototnaca, Tzotzil, Tzeltatl, Mazahua, Mazateco, Huasteco, Chol, Purépecha , Chinanteco, Mixe, Tlapenaco, Tarahumara, Mayo, Zoque, Popoluca, Chatino, Amizgo, Tojolabal, Huichol.

1-Lenguas.

Las lenguas de México son aquellos idiomas empleados por los habitantes del país. La gran cantidad de lenguas que se hablan en el territorio mexicano hacen del país uno de los que poseen mayor diversidad lingüística en el mundo. Además del idioma español, cuyos hablantes en sus variedades locales constituyen la mayoría lingüística, se hablan en México sesenta y siete lenguas y agrupaciones lingüísticas indígenas. Por la Ley de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas que se promulgó en 2001, las lenguas indígenas y el español han sido declaradas lenguas nacionales por su carácter histórico, por lo que cuentan con la misma validez en todo el territorio mexicano.[1]

La relación entre el español y las lenguas indígenas ha pasado por diversos momentos desde que los europeos llegaron a América. En el caso mexicano, numerosas lenguas indígenas se beneficiaron de la labor intelectual de los primeros misioneros evangelizadores que mostraron un celo particular por aprender los idiomas nativos y cristianizar

a los americanos en sus propias lenguas. Estos y otros intelectuales en los años posteriores a la Conquista produjeron las primeras gramáticas y vocabularios de las lenguas náhuatl, maya, otomí, mixteca y purépecha, entre otras, y adaptaron el alfabeto latino para escribirlas. En contraste con este interés, numerosas lenguas se perdieron antes de que pudieran ser estudiadas sistemáticamente, pues sus hablantes fueron asimilados culturalmente o exterminados físicamente. Por eso, en muchos casos quedan pocos o ningún testimonio de su existencia, apenas menciones de su existencia en algunos escritos y pequeños vocabularios. Se calcula que hacia el siglo XVI, en México se hablaban más de cien lenguas.

A partir de la independencia de México, se planteó la necesidad de castellanizar a todos los pueblos indígenas, pues se veía en la diversidad lingüística una dificultad para integrarlos a la sociedad nacional. Hasta el siglo XX, la única lengua de enseñanza y de gobierno era el español; los primeros intentos de alfabetización en lenguas indígenas tenían por objeto que los educandos adquirieran la escritura para después continuar el proceso educativo exclusivamente en español.

La población hablante de lenguas indígenas en México no es conocida con precisión. El censo del Inegi señala que se trata de alrededor de seis millones de personas, pero el dato corresponde sólo a los mayores de cinco años. La población étnica indígena fue calculada por la CDI en 12,7 millones de personas en 1995, lo que equivalía al 13,1% de la población

nacional en ese año (1995).[2] A su vez, la CDI sostenía que en 1995, los hablantes de lenguas indígenas en el país sumaban alrededor de siete millones. La mayor parte de esa población se concentra en la región.

Uno de los grandes problemas que presenta el establecimiento de relaciones genéticas entre las lenguas de México es la falta de documentos escritos antiguos que permitan conocer la evolución de las familias lingüísticas. En muchos casos, la información disponible consiste en unas cuantas palabras registradas antes de la desaparición de un idioma. Tal es el caso, por ejemplo, del idioma coca, cuyos últimos vestigios lo constituyen algunas palabras de las que se sospecha pertenecen más bien a alguna variedad del náhuatl hablado en Jalisco. Swadesh calculaba que el número de idiomas hablados en el territorio mexicano llegaba a los ciento cuarenta. Actualmente sólo sobreviven sesenta y cinco.

1-Religion y minorías culturales.

México no tiene una religión oficial, según la Constitución de 1917, que también ha impuesto limitaciones a la iglesia que han puesto en evidencia la intromisión del estado en temas eclesiásticos. El gobierno prevé contribuciones financieras a la iglesia, y la iglesia participa en la educación pública. Sin embargo, Navidad es una fiesta nacional y todos los años durante la Semana Santa y la Navidad en México todas las escuelas, públicas y privadas, envian a sus estudiantes a un periodo vacacional.

En 1992, México levantó casi todas las restricciones a las religiones, incluida la concesión de

estatus legal de todos los grupos religiosos, concediendo derechos de propiedad limitados, y el levantamiento de las restricciones sobre el número de sacerdotes en el país.[1] Hasta hace poco, los sacerdotes no tenían derecho a votar, y hasta ahora no pueden ser elegidos para cargos públicos.

En ciertas regiones, la profesión de un credo diferente del católico es vista como una amenaza para la unidad comunitaria. Se argumenta que la religión católica forma parte de la identidad étnica, y que los protestantes no están dispuestos a participar de los usos y costumbres tradicionales (el tequio o trabajo

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