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EL ABOGADO EN LA HISTORIA


Enviado por   •  2 de Octubre de 2012  •  1.632 Palabras (7 Páginas)  •  600 Visitas

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EL ABOGADO EN LA HISTORIA*

El hombre moderno está acostumbrado a ver en todo proceso

judicial la presencia de un defensor llamado abogado. Sin

embargo, la institución de la defensa ha sufrido una evolución

interesante en la historia.

Se pueden dar muchos ejemplos. Así, al remontarnos hasta

Egipto, descubrimos que en el sistema legal de esta antiquísima

cultura no existió la defensa con abogado. Durante el proceso, las

partes se dirigían por escrito al tribunal, explicando su caso, el que

luego de hacer el estudio pertinente, emitía la sentencia. El hecho

que no existiera un defensor en el sistema legal se debió a la idea

que tenían los egipcios respecto a los juicios orales, en donde un

intermediario podía asumir la defensa; y es que la jurisprudencia

de la época, encontrada en un antiguo papiro, decía que la

presencia de un orador hábil podría influir sobre las decisiones de

los jueces y hacerles perder objetividad. La última instancia

consistía en apelar al Faraón, quien no representaba a la justicia,

sino que era la “justicia”.

En Babilonia también existió la administración de justicia, tanto

en el período sumerio como en el acadio, y desde luego existieron

tribunales pero como en Egipto, tampoco hubo ese intermediario

que los romanos, muchos siglos después, llamaron Advocatus.

Las partes recurrían a los jueces y luego apelaban al rey o

emperador, según las épocas históricas. El rey, que era el brazo de

la justicia, tenía la última palabra. Igualmente, entre los hebreos,

* Publicado en la página Editorial de Diario Nuevo Norte (26 y 27-03-99 Ed. 1342 y 1343)

el sistema legal tampoco se distinguió de los anteriores.

Recordemos el juicio ante Salomón, en donde no hay defensor.

Cristo tampoco lo tuvo porque fue juzgado según las leyes judías,

pero si hubiese sido juzgado por las leyes romanas, el Estado le

hubiera asignado un abogado para su defensa.

En los canales judiciales de la China y la India tampoco figura

un ejercicio similar al de abogado. Empero, había notarios e

intermediarios que actuaban como fiscales. Muchos tratadistas

del sistema judicial chino sostienen que este pueblo estaba bien

informado sobre las leyes escritas y normas consuetudinarias que

les permitía plantear su defensa en función de este conocimiento.

Además, periódicamente las autoridades judiciales chinas

publicaban las decisiones de los tribunales con las leyes que había

aplicado para cada caso, lo que permitía una mejor información.

En la India, tanto en el período budista como en el

brahmánico, tampoco existió la figura del defensor.

Friné, bella mujer ateniense, fue acusada de inmoralidad y tuvo

que presentarse ante el tribunal o jurado popular. En el juicio, su

defensor no tenía argumentos lo suficientemente convincentes

para demostrar la inocencia de Friné. Ante la evidencia de que

tendría que perder el juicio se le ocurrió una idea que, aunque al

principio fue descabellada, finalmente fue calificada de genial.

Desnudando a Friné la envolvió en una gigantesca manta roja y

mientras planteaba la defensa empezó a girar la manta como si

fuera un ovillo y apareció en su magnífica belleza la acusada. Tal

era la admiración que sentían los griegos por la belleza física que

absolvieron en el acto a la acusada. Dice la leyenda que el

abogado pronunció la siguiente frase: “¿Creen ustedes posible

que debería condenarse a semejante belleza?”, a lo que el jurado

ateniense en pleno manifestó un rotundo ¡No! Este relato es

suficiente para afirmar que en Grecia existió una institución

similar a la que hoy conocemos como abogacía. A los abogados

se les llamó “oradores-escritores”.

Al principio, durante los orígenes de la Ciudad-Estado

ateniense, los ciudadanos defendían sus propias causas y el

“orador-escritor” era la persona que le preparaba el discurso para

su defensa.... Pero en la medida que los litigios aumentaban, esta

profesión de orador-escritor comenzó a adquirir prestigio y

quienes ejercían comenzaron a oficiar como defensores. Lysias

(440-360 a.c.) fue el abogado más notable entre los atenienses.

Fue en Roma donde se desarrolló plenamente y, por primera

vez, de manera sistemática y socialmente organizada, la profesión

de abogado, palabra que viene del vocablo latino advocatus, que

significa llamado, porque entre los romanos se llamaba así a

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