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ENSAYO EL TURISTA PARA SI COMO EXPRESION DE LA LIBERTAD DEL FENÓMENO DEL TURISMO.


Enviado por   •  5 de Junio de 2018  •  Resúmenes  •  4.988 Palabras (20 Páginas)  •  277 Visitas

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INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL[pic 1][pic 2]

ESCUELA SUPERIOR DE TURISMO

FUNDAMENTOS PARA EL ANALISIS DE LA TEORIA DEL TURISMO

NOMBRE DEL ALUMNO:.

TEMA:

5. EL TURISTA PARA SI COMO EXPRESION DE LA LIBERTAD DEL FENÓMENO DEL TURISMO.

5.1. LA EXPRESION FORMAL DEL FENÓMENO DEL TURISMO.

5.2. EL TURISTA EN SÍ Y PARA SÍ COMO SUJETO DE ESTUDIO.

5.3. LA PRÁCTICA DE LA LIBERTAD EN EL TURISMO.

5.4. TURISMO Y HUMANISMO.

CONCLUSIONES.

NO. BOLETA:

GRUPO: 1TV2

FECHA: 12/06/2017

MTRO. RAÚL ROJAS GARDUÑO

 CONTROL #5, 3DO. PERIODO.

5. EL TURISTA PARA SI COMO EXPRESION DE LA LIBERTAD DEL FENÓMENO DEL TURISMO.

La correspondencia entre la esencia del fenómeno del turismo y la existencia del turista (turista para sí), solo puede confirmarse por medio de la práctica. Solo a través de esta, de la práctica, se puede vincular la esencia con la forma. La práctica turística le permite a una persona ser, distinguirse de otra, confirmarse como única y distinta, libre, autónoma, capaz de decidir por sí y ante sí con conciencia plena de la importancia que para su sobrevivencia física y emotiva tiene la existencia de la naturaleza cuya expresión más acabada es el propio ser humano.

El turismo, como parte de la esencia humana, se encuentra totalmente vinculado con la libertad humana no solo establecida como un fin en sí misma sino como practica constante, situación que, como se ha venido destacando, el fenómeno del turismo está en condiciones de procurar.

5.1. LA EXPRESION FORMAL DEL FENÓMENO DEL TURISMO.

En efecto, según se ha referido, la cualidad determina inevitablemente la forma de cualquier fenómeno de la naturaleza (de la cual el turismo forma parte). Se define como forma “al modo de manifestación exterior del contenido, la determinación relativamente establece del nexo de los elementos del contenido y de su interacción, el tipo y la estructura del contenido”.

La forma en que la cualidad (el ocio, como primera necesidad del turismo) constitutiva del turismo tiende a manifestarse, se encuentra determinada básicamente por la manera en la que no de los dos principales aspecto que la constituyen (a la cualidad) se impone al otro.

La imposición del ocio mercantil al humanista o, al revés, el dominio del ocio mercantilizado por el humanista no es una dimensión del análisis abstracta sino una actividad real, concreta, efectuada por una persona en tanto turista, situación que determina la forma. Así pues, el aspecto que constituye la cualidad enunciada con el nombre, “el carácter mercantil del ocio en el turismo” determina la forma: “prolongación y expansión de la alineación en el ámbito geográfico temporalmente visitado por una persona que, por ese motivo, adquiere el carácter de turista en sí”, en tanto el segundo aspecto que constituye la cualidad enunciada con el nombre de: “el carácter humanista del ocio en el turismo” determina la forma; “prolongación y/o expansión del ocio humanista en el ámbito geográfico temporalmente visitado por una persona que, por ese motivo, adquiere el carácter de turista para sí”, forma esta última que sin duda se encuentra directamente vinculada con la categoría ontológica de la libertad.

El fenómeno del turismo necesariamente expresa diversas manifestaciones relacionadas con la libertad o con la enajenación, como consecuencia de que la práctica de la persona la obliga a “trascender el ser, salir del set”, deludirse con la naturaleza (en la que el ser humano es su expresión más acabada) como condición necesaria para que la persona llegue al conocimiento de su cualidad.

5.2. EL TURISTA EN SÍ Y PARA SÍ COMO SUJETO DE ESTUDIO.

En la práctica turística del ocio la persona expresa un doble cambio: el primer refiere al desplazamiento físico del sujeto hacia lugares cuyas coordenadas se encuentran constituidas no solo por determinados aspectos geográficos sino también socioculturales, expresiones en ocasiones diametralmente opuestas a las existentes en los lugares en los que el turista tiene su residencia permanente. El segundo cambio refiere a la transformación humanista cualitativa vivida por la persona, situación que le permite avanzar en el conocimiento de si (de su esencia) y del lugar que esta persona ocupa en el mundo. Ambos cambios se encuentra inevitablemente ligados al turismo den su expresión formal: como ciencia social y del espíritu o como Modelo Industria Turística.

En el turismo, entendido como ciencia social y humana o del espíritu, ninguno de tales cambios (el cambio cualitativo de la persona y su traslado o cambio cuantitativo en el tiempo y en el espacio geográfico con  fines recreativos) podrá realizarse al margen del otro.

Los distintos estudios inscritos en el Modelo Industria Turística solo en contadas ocasiones han caracterizado el cambio humanista cualitativo y cuantitativo del turista, haciendo particular hincapié en el cambio cuantitativo por el generado, debido a que tal situación permite la elaboración de pronósticos orientados a incrementar la rentabilidad de las actividades realizadas por dicha persona, la cual es considerada únicamente como sujeto/objeto económico.

La situación anteriormente señalada no es un problema menor en tanto que, según se ha visto arriba, la forma, como expresión cuantitativa de ocio en el turismo, no es más que el resultado de una determinada practica del ocio realizada por personas que carecen del juicio crítico de sí mismas y del turismo (situación que origina un turista en sí, lo que le hace una presa fácil del Modelo Industria Turística), o bien por personas con plena conciencia de si mismas y de la actividad, situación que les lleva a adquirir el carácter de turistas para si, en tanto el turismo “también es al vía para descubrir los contrastes morales, éticos y estéticos” asumidos por todas las personas den cualquier parte del mundo.

El proceso que lleva a una persona a adquirir el carácter de turista en sí o de turista para sí atraviesa los tres ciclos del desplazamiento que como necesidad constituye el fenómeno del turismo: 1. Tiempo utilizando en el desplazamiento hacia un destino turístico, 2. Tiempo utilizado en el espacio geográfico visitado, y 3.Tiempo utilizado en el desplazamiento hacia el lugar de origen del turista.

La magnitud de cada uno de los segmentos que constituyen la gráfica no solo expresa el tiempo que el turista utiliza en la relación de las actividades allí referidas, sino también la importancia que para la confirmación del carácter del viajero (turista en sí o turista para sí) tiene cada una de ellas, destacando entre estos segmentos el numero 2:”tiempo utilizado por el turista en el espacio geográfico visitado”, en tanto es en este segmento del ciclo cuando la persona está en condiciones de entrar en contacto real con la comunidad huésped.

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