Edad Media
usstronks19 de Noviembre de 2013
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INTRODUCCION.
Este texto habla acerca de dos épocas importantes de Europa las cuales son la época Medieval y la época del Renacimiento, que abarcan del siglo V al XVI y del siglo XV al XVI .
Este ensayo tiene como objetivo ayudar e informar al lector los detalles y características que tenían estas épocas comparando entre sí para poder notar las diferencias .
En este texto se abarcan aspectos importantes como : Fecha en que abarca el periodo , religión, gobierno, grado académico de la población, costumbres, a que se dedicaban, inventos, economía, etc.
Entre la Europa de los siglos VIII al XIV y la que surge a partir del siglo XV hay notables diferencias que nos permiten distinguir estas dos etapas históricas: la Edad Media y el Renacimiento.
Una de estas diferencias es el modo de pensar. Durante la mayor parte de la Edad Media la cultura se desarrolló casi en exclusiva en los monasterios y se guiaba por la tradición y la autoridad de la Iglesia; mientras que con el Renacimiento se afianza el pensamiento humanista que implica el triunfo de la razón y del individuo; se discute y se argumenta desde el estudio y la reflexión personal.
Por otro lado, durante la Edad Media apenas existe un Estado central, pues el poder de los reyes estaba muy limitado por el de los señores feudales. Con el Renacimiento, sin embargo, se crean los primeros estados modernos. En ellos, los reyes se encargan en exclusiva de la creación y mantenimiento de los ejércitos, la administración de la justicia o la recaudación de impuestos.
Finalmente, en la Edad Media la actividad comercial y económica es muy reducida. Sin embargo, a partir del siglo XV, con el descubrimiento de nuevas rutas comerciales( América, Oceanía, Asia), se amplían extraordinariamente los horizontes de Europa y se multiplica la actividad económica.
La Edad Media comenzó a partir de la caída del Imperio romano de Occidente, y culmina en el siglo XV, a partir del Renacimiento. Presuntamente, este término lo utilizó por vez primera el historiador Flavio Biondo de Forli, en su obra Historiarum ab inclinatione romanorun imperli decades (Décadas de historia desde la decadencia del Imperio Romano), escrita treinta años antes de su publicación, en 1438. El término implicó en su origen una parálisis del progreso, considerando a la Edad Media como un período de estancamiento cultural, ubicada cronológicamente entre la gloriosa Antigüedad Clásica, y el Renacimiento. De todos modos, en la actualidad, investigaciones consideran a este período como uno de los más importantes dentro de la evolución de Europa.
El Renacimiento, en cambio, directamente se caracteriza por tener un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. El Renacimiento comenzó en Italia, y se difundió por toda Europa durante los siglos XV y XVI. En esta etapa de la historia, la sociedad feudal de la Edad Media, caracterizada por una economía esencialmente agrícola y una vida cultural e intelectual domeñada por la Iglesia, se transformó en una sociedad gradualmente dominada por instituciones políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la cual se desarrolló en la educación, en las artes, y en la música.
El término Renacimiento fue utilizado por vez primera en 1855, por el historiador francés Jules Michelet, en el que se refería al “descubrimiento del mundo y del hombre”, en el siglo XVI. Jakob Burckhardt, historiador suizo, amplió este concepto en su obra La Civilización del Renacimiento Italiano(1860), en la que delimitó el Renacimiento al situarlo en el periodo comprendido entre el respectivo desarrollo artístico de os pintores Giotto y Miguel Ángel, y definió a esta época como el nacimiento de la humanidad y de la conciencia moderna tras un largo periodo de decadencia.
La más reciente investigación ha puesto fin al concepto de la Edad Media como una época obscura e inactiva y ha mostrado cómo el siglo previo al Renacimiento estuvo repleto de logros. Gracias a la scriptoria(aulas dedicadas al estudio) de los monasterios medievales se conservaron obras de autores latinos como Virgilio, Ovidio, Cicerón y Séneca. El sistema legal de la Europa moderna tuvo su origen en el desarrollo del Derecho civil y del Derecho canónico durante los siglos XII y XIII, y los pensadores renacentistas continuaron la tradición medieval de los estudios de gramática y retórica. En el campo de la teología, durante el Renacimiento se continuaron las tradiciones medievales del escolasticismo y las establecidas por las obras de santo Tomás de Aquino, Juan Escoto y Guillermo de Ockham. El platonismo y el aristotelismo fueron cruciales para el pensamiento filosófico renacentista. Los avances en las disciplinas matemáticas (y también en astronomía) estaban en deuda con los precedentes medievales. Las escuelas Salerno y Montpellier fueron destacados centros de educación en la medicina durante la Edad Media.
El Renacimiento italiano fue sobre todo un fenómeno urbano, un producto de las ciudades que florecieron en el centro y norte de Italia, como Florencia, Ferrara, Milán y Venecia, cuya riqueza financió los logros culturales renacentistas. Estas mismas ciudades no eran producto del Renacimiento, sino del periodo de gran expansión demográfica de los siglos XII y XIII. Los comerciantes medievales italianos desarrollaron técnicas mercantiles y financieras como la contabilidad o las letras de cambio. La creación de la deuda pública (concepto desconocido en épocas pasadas) permitió a esas ciudades financiar su expansión territorial mediante la conquista militar. Sus mercaderes controlaron el comercio y las finanzas europeas; esta fluida sociedad mercantil constataba claramente con la sociedad rural de la Europa medieval. Era una sociedad menos jerárquica y más preocupada por sus objetivos seculares.
Por supuesto, la edad media no acabó de forma repentina. No obstante, sería falso considerar la historia como una perpetua continuidad y, por tanto, al renacimiento como una mera continuación de la edad media. Una de las más significativas rupturas renacentistas con la tradición medieval se encuentra en el campo de la historia.La historia se convirtió en una rama de la literatura más que de la teología; los historiadores renacentistas rechazaron la división medieval cristiana de la historia, que se iniciaba con la Creación, seguida por la encarnación de Jesús, para terminar con el posterior Juicio Final. La visión renacentista de la historia también constaba de tres partes: comenzaba con la antigüedad, continuaba con la edad media y se completaba con la edad de oro, o renacimiento, que acababa de iniciarse. Mientras que los eruditos medievales contemplaban con recelo el mundo pagano griego y romano creyendo que vivían en la última etapa histórica, previa al Juicio Final, sus colegas renacentistas exaltaban el mundo clásico, condenaban el Medievo como una etapa ignorante y bárbara y proclamaban su propia era como la época de la luz y de regreso al clasicismo. Esta visión era expresada por muchos pensadores renacentistas que recibieron el nombre de humanistas.
La idea renacentista del humanismo supuso otra ruptura cultural con la tradición medieval. El gran interés por la antigüedad tuvo su expresión en la febril y fructífera búsqueda de manuscritos clásicos; se redescubrieron los Diálogos de Platón, los textos históricos de Heródoto y Tucídides, las obras de los dramaturgos y poetas griegos, así como de los Padres de la Iglesia, que se publicaron críticamente por primera vez. El estudio de la lengua griega se desarrolló en los siglos XV y XVI gracias a la emigración de eruditos bizantinos que, tras la caída de Constantinopla en manos del Imperio otomano en 1453, la enseñaron en Florencia, Ferrara y Milán. El estudio de la literatura antigua, de la historia y de la filosofía moral, aunque a veces degeneró en una imitación de los clásicos, tenía por objetivo crear seres humanos libres y civilizados, personas de gusto y juicio, ciudadanos, en definitiva, más que sacerdotes y monjes.
La perfección del cuerpo humano mediante el entrenamiento físico, ideal que raramente se conoció en la edad media, se convirtió en uno de los objetivos de la educación renacentista. Los estudios humanísticos, junto a los grandes logros artísticos de la época, fueron fomentados y apoyados económicamente por grandes familias.
La recuperación y estudio de los clásicos originó la aparición de nuevas disciplinas —filología clásica, arqueología, numismática y epigrafía— y afectó críticamente al desarrollo de las ya existentes. En el campo de las bellas artes la ruptura decisiva con la tradición medieval tuvo lugar en Florencia en torno a 1420, cuando el arte renacentista alcanzó el concepto científico de perspectiva lineal que hizo posible representar el espacio tridimensional de forma convincente en una superficie plana.
Donatello, considerado fundador de la escultura moderna, esculpió una estatua de David, primer desnudo a tamaño natural desde la antigüedad. Desde mediados del siglo XV, las formas y temas clásicos volvieron a ser utilizados: los motivos mitológicos tomados de las fuentes literarias adornaron palacios, paredes, mobiliarios y vajillas; Pisanello retomó la antigua costumbre de acuñar medallas para conmemorar a eminentes figuras.
También se hicieron progresos en medicina y anatomía, especialmente tras la traducción, en los siglos XV y XVI, de numerosos trabajos de Hipócrates y Galeno; también fueron traducidos en el siglo XVI algunos de los más avanzados tratados griegos sobre
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