El Azul En La Historia

- INTRODUCCIÓN

Nuestro condicionamiento y desarrollo cultural nos llevan a hacer asociaciones por instinto según los colores que observamos, lo cual nos da una idea de cómo reaccionar ante un objeto que es de tal o cual tono. Los colores tiene ciertas connotaciones, y nuestra reacción ante ellas depende del esquema cultural, las modas, la edad, las preferencias personales...

Sin embargo, el análisis que aquí se ha realizado sobre el color tiene una base artística, además de cultural y colorista. La elección del azul para la realización de este trabajo es porque lo considero un color neutro, y porque artísticamente creo que siempre ha sido un color relegado a un segundo plano.

Marcado por los altos precios y la dificultad de la obtención de pigmentos puros, se usaba para ocasiones especiales (sobre todo el ultramar), y no llegó a ser imprescindible hasta el Renacimiento, gracias a los grandiosos maestros: Leonardo, Miguel Ángel y Rafael, quienes hicieron suyo, cada uno, un tono azul que harían propios de sus pinturas.

“Los artistas pueden pintar el cielo rojo porque saben que es azul. Los que no son artistas deben pintar las cosas de la manera en que son o la gente pensaría que son tontos”. Jules Pfeifer, crítico de arte.

No son lo mismo los colores que vemos en nuestro día a día que los colores que usan los artistas para expresar sus composiciones. El color del arte, depende de los extremos que lo definen, sus contornos y sus dimensiones, la iluminación por la que es rodeado y de la manera en que el receptor la contempla. El juego del color radica en la fuerza de la imaginación, en los materiales elegidos para la composición y en la técnica que haya usado el artista para llevar a cabo la obra de arte.

- DEFINICIÓN DEL COLOR – DESCRIPCIÓN DEL PIGMENTO.

“Dícese del color del espectro situado entre el verde y el violeta, del color del cielo o del mar profundo; también de cosas más pálidas y/u oscuras, etc. como el humo, las colinas lejanas, la luz de la luna, un moratón…” Diccionario Oxford.

El azul es una de las seis sensaciones cromáticas básicas de la visión humana normal. Junto con el rojo y el amarillo forma los colores primarios, de los que se derivan el resto de colores, mezclando en mayor o menor proporción estos tres colores.

Forma parte de los colores primarios aditivos, es decir, que se obtienen de la emisión de luz (rojo, azul y verde, sistema RGB), estos tres colores combinados producen blanco. Y el tono cian del azul forma parte de los llamados sustractivos que son los que se usan para la impresión en cuatricromía (Cian, magenta, amarillo y negro, sistema CYMK), y producen negro.

Aunque hay muchos modos de denominar a este color, en castellano la palabra azul proviene del árabe vulgar. Su etimología viene del vocablo de lazurd, variante de lazawárd, propiamente dicho lapislázuli, voz que proviene del persa. Sin embargo, la palabra cian, usada para designar el tono más o menos turquesa del azul, es originaria del griego /Ciano/ o kuanos, ya que al tono realmente azul lo designaban de modo genérico como negro u oscuro.

- CÓMO OBTENER EL PIGMENTO AZUL ULTRAMAR.

“Tome un trozo de lapislázuli y muélalo finamente hasta obtener un piedra porfídica. Seguidamente, prepare una masa o pasta con los siguientes ingredientes: para una libra de lapislázuli, 6 onzas de brea griega, dos de masilla, una de aceite de espliego o de linaza y media onza de trementina; llévelo todo a ebullición en una cazuela hasta que esté prácticamente fundido. Posteriormente, fíltrelo y deshaga el producto en agua fría. Remueva y mezcle bien con el lapislázuli en polvo y deje reposar durante aproximadamente una semana. Cuanto más tiempo repose, tanto mejor, ya que el azul será más fino. Seguidamente, amase la pasta con las manos, rociando ligeramente con agua caliente; el azul aparecerá con el agua. El primer, el segundo y el tercer aclarado deberían realizarse por separado. Cuando se vea que el azul se deposita en el fondo del recipiente, vierta el agua y recoja el azul”. Libri Colorum (Siglo XV) compilado por Jean Lebegue. (Cita completa sacada del 1º libro de la bibliografía).

- SIMBOLOGÍA DEL AZUL.

Los colores poseen gran cantidad de significados procedentes de las connotaciones culturales y sociales. Por ello, personas de países diferentes no responden del mismo modo ante un mismo color, igual que no le dan el mismo sentido que nosotros, por ejemplo.

En la cultura occidental, el azul se asocia a los misterios y al poder de la naturaleza, ya que es el color más natural (está en el cielo y el mar, el aire y el agua), es decir, el que más presente está en ella. Implica constancia, vitalidad y fuente de vida y pureza por su asociación al agua. Produce en las personas un efecto calmante y relajante.

Por un lado, los azules oscuros están considerados como tonos conservadores y uniformes (de ahí que muchos trajes de trabajo sean azul oscuro). Y por otro, los pálidos inspiran juventud y serenidad, mientras que los tonos verdosos se vinculan a la espiritualidad y el misticismo.

Las personas a las que les sienta bien este color, demuestra deseos de paz, silencio e, incluso, soledad. Si se usa en exceso puede demostrar ensimismamiento e inhibición, posiblemente derivados de la falta de confianza en uno mismo. Es un color que no muestra amenaza, y su uso está relacionado con la lealtad y la honestidad, otra de las razones por las que se usa en uniformes.

Se habla del efecto terapéutico de la luz azul. En ocasiones, se usa esa luz irradiada en tratamientos de fiebres y presión alta, sobre todo en casos de insolación, ya que enfría el cuerpo. Pero no sólo eso, también disminuye las tensiones y los síntomas que derivan en stress. Además, tiene efectos positivos en las infecciones de garganta, tos y ronquidos.

Pero, por el contrario, también connota sentimientos negativos, como los de vacío y frío. No es recomendable para personas depresivas o en estado de depresión ya que provoca sentimientos de melancolía y tristeza. En el fondo, es un color que puede inspirar distancia e infinito. Si fuese posible descubrir el porqué de la atracción que se tiene por este color, se llegase a averiguar cómo puede implicar nada y algo al mismo tiempo.

En el simbolismo medieval, el azul es color del conocimiento espiritual, en oposición al rojo que implica materia, cuerpo... Es el color del cielo y en el arte cristiano era el color de la Virgen María, alegoría de pureza. En el arte budista, es el color del espacio vacío. Y siempre ha sido utilizado para el fondo de las imágenes de Buda. En Egipto, la piedra lapislázuli era sagrada y se usaba para los ojos de la máscara del faraón. Por el contrario, en la antigüedad clásica era el color del mal, del infierno y del propio demonio.

El color azul cuanto más profundo es, más sugiere el efecto de intenso e interior. Llama al ser humano para el infinito, despertándose en él todo lo que es puro y espiritual. A lo largo del tiempo, la concepción que se tiene del color azul ha evolucionado de variadas maneras hasta llegar a ocupar un notorio papel en todos los ámbitos humanos, pero sobre todo en el arte.

- HISTORIA DE LOS AZULES

• Azul egipcio. Existen pruebas de que hacia el 4000 a.C. fabricaban colores. El más famoso, posiblemente, sea el azul egipcio.

Frit. También conocido entre los romanos como azul de Alejandría o egipcio, era un color sintetizado con silicatos de cobre y óxido de calcio. Se cocían con arena para hacer cerámica y después los molían. Así producían el polvo con el pigmento azul.

Azurita. Muy típico en las pinturas murales del antiguo Egipcio. Se obtenía de la azurita, de la que se sacaba un azul oscuro con resquicios de verde. Fue también usado por los griegos y llegó a usarse en sustitución del azul ultramar, ya que era muy caro, en el Renacimiento. El color fue conocido como azurro della magna o azul de la montaña. En la actualidad, se conoce como cyan.

• Glasto. Se ha usado en Europa del Norte desde los antiguos bretones, hacia el siglo I a.C. Sus guerreros solían pintarse la cara de azul para asustar al enemigo. Dicho color lo obtenían de las hojas de un arbusto, Isastis Tintori, similar al índigo.

• Azules orientales. En la Edad Media florecerían las rutas comerciales entre oriente y occidente, por lo que de oriente se exportaría diferentes colores, entre los más importantes están:

Ultramar. Es el más característico de la pintura del Renacimiento. Al principio, el lapislázuli fue usado como pigmento gracias a un proceso simple de molido pero, por muy pura que fuera la mezcla, seguía conteniendo impurezas. A pesar de ello, era un color muy apreciado y costoso, por lo que su uso estaba más o menos controlado tanto por los maestros pintores, como por los mecenas. Era habitual pintar el manto de la Virgen de este color, manera simbolista señalar la pureza de la virgen y, a la vez, remarcar su importancia debido al coste que dicho color tenía.

Índigo. Procede de la India. El pigmento proviene de la fermentación de las hojas de Indigosfera tinctorum, una planta, de la cual salía un azul púrpura oscuro. Este azul fue usado, en ocasiones, por los artistas del Renacimiento como capa inferior de la azurita y darle así más profundidad.

• Esmalte. Es uno de los principales azules que poseía el cobalto como ingrediente principal. Fue utilizado ampliamente desde el siglo XVII aunque sería sustituido por la azurita.

• Azules artificiales. Los experimentos químicos, unidos a los avances en el campo de la tecnología industrial, a lo largo del siglo XIX,

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