El "Bebe" Raúl Sendic

El “Bebe” Sendic

Marco A. Sandoval

CELA-FFyL-UNAM

Licenciatura en Sociología, UAM-X

marcoasm@suresynortes.com

Resumen:

“El Bebe” hombre uruguayo que en su funeral fue acompañado por una multitud hacia el cementerio del barrio la Teja en Montevideo. Tras su muerte en Francia, sus restos fueron repatriados y depositados en el camposanto mencionado. Raúl Sendic Antonaccio era el nombre de este hombre, multifacético, sencillo, claro en sus intenciones, padre, hermano, marido; procurador, político, guerrillero, líder y amigo para muchos. En estás breves líneas proponemos un acercamiento panorámico de la vida de Sendic.

Palabras Clave: Raúl Sendic, el “Bebe”, “Rufo”, Biografía, Historia de vida

De Chamangá a Montevideo

Raúl Sendic vio la luz el 16 de marzo de 1925 en el Departamento de Flores, Uruguay. El cuarto hijo de seis que tuvo el matrimonio de Victoriano Sendic (“blanquillo y peón” , como lo describía el abuelo de Raúl) y Amalia Antonaccio. De ascendencia vasca por el padre e italiano por la madre. Los primeros años de Raúl en Chamangá se difuminan entre juegos, varias tareas hogareñas y las lecturas de Alba, la hermana mayor que logra que los hermanos Alberto, Raúl y Mario aprendan a leer antes de acudir a la escuela de pago. La temprana partida del hogar de los hermanos Armando y Victoriano, que estaban destinados a secundar al padre en el trabajo, hicieron que Raúl cubriera parte esas tareas.

Las lecturas le ampliaron el horizonte y le permitieron vislumbrar el universo más allá de Chamangá. Poco antes del estallido la segunda guerra mundial Sendic entra al Liceo en del Dpto. de Trinidad y conoce al profesor de historia Attilio Grezzi “a quien el cura párroco de aquella comunidad sindica como el anticristo en las procesiones de Corpus Cristi. Por las mañanas al Liceo y por las tardes en la biblioteca del profesor Grezzi las reuniones adquieren otro tono -facismo, nazismo- comienzan a circular en su cabeza mientras los libros que le llegan desde Montevideo gracias a su hermano Alberto, le presentan a un señor Trotsky. El verano de 1943, marca la despedida de Raúl a Montevideo para continuar sus estudios.

En la capital, se instala en casa de su hermana Alba, esporádicamente asistirá a clases nocturnas de Abogacía. Dejó de lado una declarada vocación por la Medicina ya que según él, la abogacía era la única carrera que se puede hacer sin asistir a clase, al tiempo que empieza a trabajar en un estudio jurídico -arduo entrenamiento para el trabajo social-. Es en el Centro de estudiantes de Derecho que conoce gente declarada socialista. Se convierte en procurador . La noche de del 8 de mayo de 1945, mientras un mundo de gente festejaba la derrota nazi en 18 de Julio , frente a El Día un policía a caballo cae al piso. La primera noche que Raúl pasará en algún calabazo policial.

La militancia.

En 1946, el padre solicitó a su señora Amalia y a Marito instalarse en Montevideo. Un año después Marito sufrió un ataque de apendicitis, que se transformó en peritonitis por una mala atención. Dos meses sobrevivió con ayuda de aparatos hasta que el hermano menor solicitó a Raúl desconectarlos. “Yo quede muy mal porque éramos muy compañeros, y nunca pensé que se podía querer tanto a un hermano.”

Tras la crisis del Partido Socialista, entre la visón de José D’Elia y Emilio Frugoni (fundador), el PS se quedó sin estructura juvenil. Es en aquella coyuntura que Raúl comienza su militancia por los “centros”. La Casa del Pueblo, sede central del partido, donde siempre se necesitaban voluntarios para “algo”, se convirtió en lugar de descubrimiento (conocimiento y personajes). Por aquella época es que se concretaron algunas de las más importantes nacionalizaciones: ferrocarriles, tranvías, agua corriente, entre otras. “En 1951, cuando se introdujo el tema de la definición de clase y se defendió la interpretación antiimperialista de la Tercera Fuerza, Sendic ya era una figura de Relieve en el Partido. “La juventud lo adoraba””.

En aquellos años sus profundas lecturas de Rosa Luxemburgo daban pista de posturas acerca de la estructura leninista de partido y de los riesgos implícitos en la supresión de libertades. Sendic se convirtió en un gran critico al interior del partido, al punto de debatir en las paginas de El Sol, incluso en un periódico mimeografiado que “aparecía misteriosamente en las mesas de La Casa del Pueblo”.

Creando sindicatos.

Para las elecciones de 1962 resultó victorioso el Partido Blanco para su segunda gestión, Raúl Sendic se había instalado en el interior, justo de donde provenía. Llegó a Paysandú, para realizar una tarea concreta encomendada por el Comité Ejecutivo del PS. “La célula trotskista que operaba en Paysandú fue desarticulada rápidamente. Pero, aun cuando integraba la dirección del partido, Raúl tomó la opción de trabajar en el litoral como procurador, asesorando a los sindicatos y defendiendo trabajadores ante los tribunales.” La salida de Raúl rumbo al interior cambiará significativamente su vida. El Uruguay del norte era un muy distinto al montevideano.

En Paysandú, cada vez que los trabajadores rurales reclamaban sus derechos, el Ejército y la Policía se ponían a las órdenes de los grandes propietarios. Esto era una constante también para los arrozales del este, los tambos del sur, los latifundios en el litoral o las plantaciones en el norte. En 1957 tras la creación del sindicato de trabajadores de las arroceras, estalló la huelga. “Raúl Sendic en calidad de periodista de El Sol […] y otro corresponsal, Mauricio Rosencof, que escribía en el diario del Partido Comunista El Popular, recorrían los arrozales” Rosencof sería desde aquellos años un colega de Sendic, cuando los arroceros decidieron hacer una marcha hacia Montevideo, en la que ambos acompañaron al gremio del arroz. “Mauricio y Sendic habían trabajado entre los arroceros sin medir esfuerzos. Cuando la organización creció, llegaron trabajadores de todas partes del departamento y dos jóvenes montevideanos quisieron entrar en contacto con los arroceros […] A esa altura de su trabajo ya, eran perseguidos por un jeep del ejercito con cuatro soldados armados a guerra”.

La labor sindical de Raúl Sendic comenzó en 1957 a lado de los arroceros, así como entre los asalariados rurales del norte del país, a quienes brindó

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