El Sujeto Sarmientino

El Sujeto Pedagógico Sarmientino:

En Latinoamérica, con el surgimiento del Estado liberal Clásico, no había unidad política por la carencia de constituciones y el desarrollo del caudillismo que fragmentaba el poder e impedían la unidad. El modelo agro exportador estaba en un estancamiento producto del corte comercial con España y el corte de ingreso de dinero por las exportaciones se necesitaba ferrocarriles y mano de obra especializada para reactivar la economía, lo que da paso a las oleadas migratorias. Así se empieza a gestar una sociedad compleja, lo que lleva a buscar la unidad y homogenización de una población para poder insertar la economía local en el plano internacional.

Sarmiento mostró siempre una gran admiración por la idiosincrasia norteamericana y una concepción de que la población indígena y mestiza “era culturalmente irrecuperable” y llegó a lamentarse que la conquista no hubiera exterminado a los aborígenes. Rechazó también las raíces y cultura hispánica y adjudicó el atraso de los pueblos latinoamericanos a la combinación entre la sangre y cultura españolas e indígena.

En 1847, Sarmiento viaja a Estados Unidos enviado por el presidente Montt de Chile y queda admirado de la forma en que se articulaba la educación y como la comunidad era sujeto activo del sistema. Pero su exacerbado rechazo a “lo hispánico” y estrechez de visión, hicieron que aprobara “lo anglosajón” por el solo hecho de serlo. Es por ello que en 1870 fundó la Escuela Normal de Paraná, destinada a la formación docente, la cual fue provista con profesores y maestras norteamericanas para llevar adelante la teoría del buen salvaje.

En la Escuela llega a su dimensión paradigmática el proyecto sarmientino, es decir, “la posibilidad de la generación de los proscriptos de acceder a un poder que pretende fundar, enteramente una República.” Procuró crear un sistema de educación básica y escuelas de artes y oficios; quiso una educación racional, científica y laica para divulgar la civilización.

“En Europa y Estaos Unidos, los sujetos sociales modernos habían concebido el sujeto pedagógico moderno y fundado el sistema escolar. Sarmiento invertía el esquema: “el sujeto pedagógico” generaría aquellos sujetos sociales.

Todo esto se sintetizó en la máxima “educar al soberano”; entendido este último como el pueblo. Aunque, al igual que Alberdi, se idealizó un “sujeto pedagógico irreal”, tomado del modelo norteamericano, que poco tenía que ver con el argentino. Concibió un “sujeto pedagógico” que era una proyección de la cultura francesa, de la laboriosidad inglesa y de la eficiencia norteamericana; borró al sujeto real, e hizo una abstracción irreal de su propuesta educativa, la cual debía haber sido democrática y vinculada con la realidad nacional. De aquí, que Sarmiento aspiraba a reemplazar, literalmente, a la población criolla, por población proveniente del mundo sajón. Así se fomentó la inmigración, en especial la germánica y sajona; pero los inmigrantes no fueron los nórdicos cultos y laboriosos que Sarmiento imaginó, sino que fueron la resaca de la sociedad europea. Pero a diferencia de Alberdi, que proponía la importación

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