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El orden Mundial


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2015  •  Trabajos  •  1.895 Palabras (8 Páginas)  •  70 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Al término del enfrentamiento Este-Oeste, se esperaba el surgimiento de un nuevo orden internacional capaz de producir un equilibrio mediante el cual; la cooperación, el respeto y sobre todo la paz, permitirían un desarrollo continuo, terminados los conflictos ideológicos, la Guerra Fría había quedado definitivamente atrás y la oferta globalizadora abrió las tan esperanzadas expectativas de un mundo cansado de guerras.

El fenómeno denominado globalización se exhibía a sí mismo como una etapa que daría por finalizada la historia, los cambios que iban a sobrevenir en el nuevo ciclo reducirían las abismales diferencias entre las naciones pobres o en desarrollo y las naciones ricas e industrializadas.

Durante un tiempo, parte del mundo permaneció cautivado y cautivo de esta oferta que, numerosos intelectuales del llamado tercer mundo, iba a terminar para siempre con la pobreza, la ignorancia, las injusticias y las inequidades, con las consecuentes rebeliones y conflictos abiertos a lo largo del siglo XX.

Otro de los ideales que se tenían con el fin de la Guerra Fría era el desarme nuclear, por el que habían luchado los pacifistas del mundo durante tantos años, que los fondos destinados a gastos militares se canalizaran hacia el desarrollo y la defensa, también se demandaba libertad para que cada país pudiera elaborar su propio proyecto de crecimiento a partir de sus reales circunstancias y no de las necesidades que tenían los países ricos.

Sin Guerra Fría, la teoría de la seguridad nacional, que durante los años 70 había sido representada por la siembra de las dictaduras militares en América Latina, pasaría a ser un mal recuerdo, además de que la globalización agilizaría la dinámica de los organismos defensores de los derechos humanos, ya que una política de respeto alcanzaría entidad global.

Todas esas expectativas pronto fueron formando al ritmo de la inestabilidad, que creció hasta producir severas crisis económicas, que se sumaban a las nuevas y distintas guerras, invasiones e intervenciones de todo tipo, el nuevo desarrollo económico internacional brilló por su ausencia, mientras los foros que integraban los demás países quedaban fuera de los próximos avances democratizadores.

La desaparición del campo socialista no contuvo la crisis de valores de Occidente, aparecieron como consecuencia del modelo impuesto, los nacionalismos en el marco de desintegraciones jamás imaginadas.

La Guerra en el Golfo Pérsico, a principios de los 90 y luego el drama de los Balcanes, evidenciaron la tormenta tan inmensa que sobrevendría. La consolidación de su hegemonía militar, resulto que se describiera como el único país capaz de ser un juzgador decisivo en cualquier conflicto en el que decida intervenir en cualquier parte del mundo.

De esta situación, surge un sistema unipolar desde el punto de vista militar, que es multipolar en otras dimensiones del poder nacional.

Hace más de dos decenios que los Estados Unidos tenían algo parecido a un poder irresistible en la economía internacional, los países de la comunidad europea, los estados africanos y caribeños que tienen vínculos monetarios y comerciales, forman el bloque más grande y claramente definido; en segundo lugar se encuentra el área de libre comercio de los Estados Unidos y Canadá, a la que probablemente se sumara pronto México, posiblemente podrían ingresar Chile y otros estados latinoamericanos; en tercer lugar tenemos a Japón, el cual está forjando relaciones de creciente independencia con los miembros de la Asociación de Naciones de Sudeste Asiático, a la que podrían sumarse otras economías de Asia y del Océano Pacífico.

Resulta bastante claro que mientras duró la Guerra Fría, los espacios convencionalmente libres de amenaza de guerra caliente eran directamente ocupados por las dos grandes potencias y especialmente Europa de forma que los conflictos armados siempre se verificaron en la periferia.

Problemas raciales, religiosos, de nuevos nacionalismos, han convertido a Europa, en territorio de conflictos armados, evidenciando una significativa modificación de las prioridades que guiaron la construcción de convenciones entre las potencias.

El anticomunismo, como cuestión de política interna estadounidense, ha perdido validez como justificación de la intervención militar.

La ruptura del equilibrio de la Guerra Fría y la ausencia de un orden que no había sido plenamente sustituido enmarcan la sensación de vacío de fin de siglo, una etapa de transición que no terminaba de definir sus tendencias.

El final de la Guerra Fría influyó directamente sobre los países de América Latina; Cuba por ejemplo, una isla pequeña situada a 90 millas de la potencia hegemónica mundial que la declaró su enemiga eterna, perdió su contrapeso soviético.

Lo que resulta asombroso y difícil de comprender es que fue ese país, el que siguiera mostrando en contradicción con el resto de las naciones de la región, un crecimiento verdadero y una situación social bajo control, con una diversidad de programas como por ejemplo de salud y educación inamovibles que colocan a Cuba, en niveles comparables a los de los países del llamado primer mundo.

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Las modificaciones que se desprenden de la conclusión de la Guerra Fría comienzan a resultar adversas, ya que contrariamente a lo ocurrido en los años setenta y sobre todo en los años ochenta , los gobiernos no podrán esgrimir las amenazas soviéticas y cubanas, hipotéticas o reales, para obtener el apoyo militar y económico de los Estados Unidos, mostrando una peculiar negligencia que puede no ser tan benigna, toda vez que los procesos de crecimiento económico restan fuertemente relacionados con incrementar la participación en el uso de liquidez internacional.

Para lo que comprende el resto de América Central el efecto fue otro, el aparente fin de la rivalidad bipolar pareció poner término a los conflictos ideológicos, pero los fundamentalistas de los diseños de la política exterior estadounidense, se empeñaron en caracterizarlos como ideológicos, se trataba ni más ni menos que de rebeliones contra los sabios coloniales, contra las dictaduras entronizadas y sostenidas por los Estados Unidos, contra la miseria que abarcaba a las mayorías centroamericanas.

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