El patrimonio cultural del camino Real de Тierra Аdentro

EL PATRIMONIO CULTURAL DEL CAMINO REAL DE TIERRA ADENTRO

Introducción:

El camino Real de Tierra Adentro fue durante el virreinato y has buena parte del siglo XIX, la vía de comunicación más importante en el territorio de la Nueva España, pues en el ser podía recorrer desde el centro de la ciudad de México hasta la Santa Fe en Nuevo México (lo que hoy es parte de Estados Unidos). Este camino también es considerado como: “el camino de la plata (por ser el principal producto que se transportaba por este camino) o el camino de Santa Fe” (Hernández Osorio; 2011).

Se utilizaba principalmente para el transporte de la plata extraída de “las minas de Zacatecas, Guanajuato y San Luis Potosí” (Sánchez Castro), así como el mercurio importado de Europa. El incremento de la explotación de las minas de plata y el consecuente enriquecimiento de la población, contribuyó a que los inicialmente poblados mineros. Con él, surgen también el primer encuentro entre los hombres siempre a caballo, mineros, religiosos, hosteleros, carreteros, soldados españoles, entre otros, que funcionaron como vínculo vital de transporte con los principales centros mineros en auge que se situaban por la geografía mexicana.

Aunque es una ruta que fue motivada y consolidada por la industria minera, también sirvió como fomentadora de la creación de vínculos sociales, culturales y religiosos, en particular entre las culturas. Gracias a la cual las comunidades indígenas mantuvieron sus tradiciones, consiguiendo una mejora en sus condiciones de vida.

Por ello este territorio se cargó de gran simbolismo y valores, qué unidos a los paisajísticos, favoreció a que en el año 2010 El Camino Real de Tierra Adentro, fue incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO inscrito bajo la categoría de Itinerario Cultural, considerado como “uno de los más importantes en la historia de la humanidad, ya que se desprende como ramal de uno de los sistemas de comunicación más dinámicos y abiertos como lo es el llamado Camino Real Intercontinental Español” (UNESCO; 2010), y con él otros sitios de gran valor histórico y cultural.

HISTORIA DE LA RUTA DE LA PLATA Y SUS CIUDADES HISTORICAS

Durante miles de años, los indígenas se establecieron en lugares que con el tiempo surgieron y florecieron grandes civilizaciones, y “mucho antes de que llegaran los españoles ya tenían establecida una red de comercio que después se convertiría en el Camino Real” (ICOMOS; 2010). Una vez sometida la gran Tenochtitlán, los conquistadores iniciaron una serie de expediciones con el propósito de expandir sus dominios y obtener mayores riquezas para la corona española. Al principio siguieron los senderos con las frágiles huellas de los nativos que intercambiaban mercancías entre el norte y el sur. “En 1598 consolidaron y ampliaron un trayecto de 3.000 kilómetros aproximadamente, que llegó hasta lo que hoy es Santa Fe, en Nuevo México” (ICOMOS; 2010).

Este camino su principal función era poder trasladar la plata que se extraía de las minas del centro y norte de México hacia la capital del virreinato de la Nueva España, “la plata se comercializó a través de caminos y se acuñaron monedas para todo el mundo económico monetizado” (Hernández Osorio; 2011). La rápida acumulación de experiencia y conocimiento de la técnica minera, contribuyendo a un enriquecimiento de la población, y permitió que, con el pronto establecimiento de caminos y rutas de acceso, se diera una extensa gama de arquitectura y urbanismo en los pueblos.

Las ciudades históricas situadas en la rutas son: “La Nueva España, Santiago de Querétaro, San Miguel el Grande (San Miguel de Allende), Guanajuato, Encarnación de Díaz, Lagos de Moreno, Ojuelos, Aguascalientes, San Luis Potosí (ramal), Zacatecas, Fresnillo, Durango, Pasaje de Cuencamé (Cuencamé), Cinco Señores, hoy Nazas, Cerro Gordo, Conchos, Parral, Santa Bárbara, Chihuahua, Paso del Norte (Ciudad Juárez), Las Cruces, Albuquerque, Santa Fé”(Trejoluna y Troitiño), (Ver imagen 1).

Dentro de cada ciudad del Camino Real de Tierra Adentro está en la Ciudad de México, cada una tenía una función en particular con lugares y construcciones históricas, en la capital la sede fue Casa de Moneda donde fue el recinto de la llegaba la plata, que era transportada desde los Reales de Minas de Zacatecas. En el estado de Querétaro, se “construyeron haciendas y capillas, para explicar el proceso de amalgamación así como el sustento factorial del Camino Real” (Hernández Osorio; 2011).

Imagen 1: Trayecto del Camino Real Tierra Adentro o Ruta de la Plata. De Trejoluna y Troitiño, tomada del Museo de Arte Popular

En Guanajuato, destacan las ingenierías camineras y los sitios patrimonio mundial, entre ellos, “la Villa Histórica de Guanajuato y Minas Adyacentes, la Villa Protectora de San Miguel y el Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco” (Trejoluna y Troitiño). Los bienes culturales en Estado de Jalisco corresponden “al centro histórico de Lagos de Moreno y un puente, fue donde se hacían grandes ferias como la de San Marcos en Aguascalientes; también el conjunto histórico de Lagos de Moreno, la hacienda de Ciénega Mata y el cementerio en la población Encarnación de Díaz” (Trejoluna y Troitiño).

En San Luis Potosí, una de las capitales mineras del interior más importantes, junto con Guanajuato y Zacatecas representan “el poder minero del Septentrión Novohispano que hicieron también la administración necesaria del mercurio y de la plata” (Hernández Osorio; 2011). Sobre todo en el Estado de Zacatecas “es el enclave cultural primordial del Camino Real de Tierra Adentro que simboliza todo el patrimonio minero a través de los Reales de Minas de Pinos, el ex Colegio Apostólico de Propaganda Fide de Nuestra Señora de Guadalupe y poblaciones como González Ortega, Noria de Ángeles, Sombrerete y el centro histórico de la ciudad de Zacatecas, ésta última es Patrimonio Mundial desde 1993” (Clausell Arroyo). En Durango “están las más colosales obras de ingeniería caminera e industrial: el Puente Colgante de Mapimí y la mina de Ojuela, famosa por las vetas de plata más ricas en plomo, tenía cuatrocientas varas de profundidad por lo que prácticamente era imposible llegar hasta el fondo” (Trejoluna y Troitiño).

LA RUTA DEL MERCURIO PARA EL PLATA

Ante el descubrimiento de la plata a grandes cantidades, trajo consigo una enorme demanda por los metales, no solo de la plata, sino también del oro, por lo que buscaron

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