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Era Del Imperio


Enviado por   •  21 de Junio de 2014  •  3.383 Palabras (14 Páginas)  •  255 Visitas

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Ritmo de la economía à determinado por los países capitalistas desarrollados o en proceso de desarrollo existentes en su seno à grandes probabilidades de convertirse en un mundo en que los países avanzados dominaran a los atrasados: en un mundo imperialista. à Pero paradójicamente à período de 1875-1914 à era del imperio à

1) se desarrolló un nuevo tipo de imperialismo: el imperio colonial.

2) fue el período de la historia moderna en que hubo mayor número de gobernantes que se auto titulaban oficialmente “emperadores”o que eran considerados por los diplomáticos occidentales como merecedores de ese título.

La supremacía económica y militar de los países capitalistas no había sufrido un desafío serio desde hacía mucho tiempo. Entre 1880-1914 se realizó el intento por convertir esa supremacía en una conquista, anexión y administración formales y la mayor parte del mundo ajeno a Europa y al continente americano fue dividido formalmente en territorios que quedaron bajo el gobierno formal o bajo el dominio político informal de uno u otro de una serie de estados, fundamentalmente el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, los Países Bajos, Bélgica, los Estado Unidos y Japón. Las víctimas de ese proceso fueron los antiguos imperios preindustriales supervivientes de España y Portugal, el primero más que el segundo. La mayor parte de los grandes imperios tradicionales de Asia se mantuvieron independientes, aunque las potencias occidentales establecieron en ellos “zonas de influencia” o incluso una administración directa que en algunos casos cubrían todo el territorio.

Dos grandes zonas del mundo fueron totalmente divididas por razones prácticas: África y el Pacífico. En 1914 el continente americano era un conjunto de repúblicas soberanas, con la excepción de Canadá, las islas del Caribe y algunas zonas del litoral caribeño. Nadie dudaba de que desde el punto de vista económico fueran dependencias del mundo desarrollado. En Americana Latina, la dominación económica y las presiones políticas necesarias se realizaban sin una conquista formal.

Este reparto del mundo entre un número reducido de estados era la expresión más espectacular de la progresiva división del globo entre fuertes y débiles, avanzados y atrasados. Entre 1876-1915, aproximadamente una cuarta parte de la superficie del planeta fue distribuida o redistribuida en forma de colonias entre media docena de estados.

Opinión de los analistas respecto al fenómeno de la era:

a) Observadores heterodoxos: lo vieron como nueva fase en el modelo general del desarrollo nacional e internacional en la que consideraron que la creación de imperios coloniales era simplemente uno de sus aspectos. Analizaban más específicamente esa nueva era como una nueva fase del desarrollo capitalista, que surgía de diversas tendencias que creían advertir en ese proceso.

b) Observadores ortodoxos: se abría una nueva era de expansión nacional en la que era imposible separar con claridad los elementos políticos y económicos y en la que el estado desempeñaba un papel cada vez más activo y fundamental tanto en los asuntos domésticos como en el exterior.

De cualquier forma, el colonialismo era el aspecto más aparente del cambio en la situación del mundo. Los emperadores y los imperios eran instituciones antiguas, pero el imperialismo era un fenómeno totalmente nuevo. El término se incorporó a la política británica a partir de 1870 y a finales de ese decenio era considerado todavía como un neologismo. La utilización del término se generalizó recién en 1890. El imperialismo se consideraba como una novedad y como tal fue analizado.

El punto esencial del análisis leninista era que el nuevo imperialismo tenía sus raíces económicas en una nueva fase específica del capitalismo, que, entre otras cosas, conducía a “la división territorial del mundo entre las grandes potencias capitalistas” en una serie de colonias formales e informales y de esferas de influencia. Las rivalidades existentes entre los capitalistas que fueron causa de esa división engendraron también la primera guerra mundial.

Análisis no marxistas del imperialismo à establecían conclusiones opuestas a las de los marxistasà

1) Negaban la conexión específica entre el imperialismo de finales del siglo XIX y del siglo XX con el capitalismo general y con la fase concreta del capitalismo que pareció surgir a finales del siglo XIX.

2) Negaban que el imperialismo tuviera raíces económicas importantes, que beneficiaría económicamente a los países imperialistas y, asimismo, que la explotación de las zonas atrasadas fuera fundamental para el capitalismo y que hubiera tenido efectos negativos sobre las economías coloniales.

3) Afirmaban que el imperialismo no desembocó en rivalidades insuperables entre las potencias imperialistas y que no había tenido consecuencias decisivas sobre el origen de la primera guerra mundial.

4) Rechazando las explicaciones económicas, se concentraban en los aspectos psicológicos, ideológicos, culturales y políticos, aunque por lo general evitando cuidadosamente el terreno resbaladizo de la política interna

5) Tendían también a hacer hincapié en las ventajas que habían supuesto para las clases gobernantes de las metrópolis la política y la propaganda imperialista que entre otras cosas, sirvieron para contrarrestar el atractivo que los movimientos obreros de masas ejercían sobre las clases trabajadoras.

El inconveniente de los escritos antiimperialistas es que no explican la conjunción de procesos económicos y políticos, nacionales e internacionales, de forma que intentaron encontrar una explicación global. Negaban hechos que eran obvios en el momento en que se produjeron y que todavía lo son.

Nadie habría negado en los años de 1890, de que la división del globo tenía una dimensión económica.

El acontecimiento más importante en el siglo XIX es la creación de una economía global, que penetró de forma progresiva en los rincones más remotos del mundo, con un tejido cada vez más denso de transacciones económicas, comunicaciones y movimiento de productos, dinero y seres humanos que vinculaba a los países desarrollados entre sí y con el mundo subdesarrollado. Esta globalización de la economía no era nueva, aunque se había acelerado notablemente en los decenios centrales de la centuria. Continuó incrementándose entre 1875 y 1914.La nueva red de transportes mucho más tupida posibilitó que incluso las zonas más

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