Forklore De Puerto Rico

Literatura Puertorriqueña

Al estudiar el folklore de nuestra cultura puertorriqueña sea quien sea queda impresionado con la gran cicatriz que lleva la misma. El surgir de un pueblo que siempre fue visto como algo inferior a las demás naciones por su estilo de vida y su ingenuidad algo que más tarde dio un gran giro. En un estudio superficial de esta nación es imposible evitar el choque de tres culturas las cuales son las bases de lo que hoy somos. Esas tres culturas son los indígenas, los españoles y los negros africanos. Gracias a la unión de estas tres culturas podemos ver cuán diverso llego ser el criollo. Esta diversidad queda evidentemente plasmada a través de la historia. Lo que fue la literatura, la música, la poesía, el cuento, la pintura y la escultura fueron los medios de expresión y de desahogo del puertorriqueño. A continuación estudiaremos los impactos que tuvo cada uno de estos pueblos en la formación de esta cultura hibrida a través de la literatura.

Se conoce muy poco lo que era la cultura indígena ya que toda su historia era pasada a través del tiempo oralmente. Todo esto cambia con la llegada de los españoles a la isla llamada Boriken. De ahí en adelante comienza lo que es una historia nutrida de información y datos la cual le abre los ojos al mundo y le deja saber de la existencia de la isla que hoy conocemos como Puerto Rico. Los primeros rayos de luz de la literatura puertorriqueña nacen con una colección de ensayos escritos en versos y prosa llamada Aguinaldo Puertorriqueño. Luego un año más tarde (1844) cinco estudiantes puertorriqueños desde Barcelona, España crean la colección que hoy conocemos como el Álbum Puertorriqueño en señal de gratitud y orgullo a todos aquellos que colaboraron en el Aguinaldo Puertorriqueño. En el año 1846 se oye de un nuevo Aguinaldo Puertorriqueño escrito por los mismos autores de la primera versión y a la misma vez los cinco estudiantes puertorriqueños que estaban en España (uno de ellos siendo el ilustre Manuel A. Alonso) dan vida al Cancionero de Borinquén. Esto era señal de que la literatura puertorriqueña estaba buscando agresivamente su espacio en la historia. Muestra de esto Manuel A. Alonso escribe su obra maestra El Gibaro la cual le abrió paso a muchos en la literatura puertorriqueña del siglo XIX.

En el siglo antes mencionado el siglo XIX es donde básicamente se desarrolla la literatura puertorriqueña a grandes escalas. Es también en este siglo donde nacen o evolucionan ciertos géneros de la literatura dentro de Puerto Rico. Podemos ver al polifacético Alejandro Tapia y Rivera con sus obras (La palma del cacique, Cofresí y Vasco Núñez de Balboa). Otro autor de gran importancia lo fue José Gautier Benítez el cual colaboro con sus poemas llenos del romanticismo como los poemas (Puerto Rico, La ausencia y el regreso y El canto a Puerto Rico). Obviamente no se puede dejar fuera de este grupo a Eugenio María de Hostos con sus obras (La peregrinación de Bayoan y el Tratado de sociología). Para el final del siglo XIX surge la figura de José de Diego con su movimiento modernista, defensor de la cultura y del habla hispana autor de obras tales como (Sor Ana, Jovillos, Pomarrosas, el canto del pitirre entre muchas otras más). Estos caballeros prepararon la plataforma de lo que iba a ser una explosión masiva de la literatura puertorriqueña para los siglos XX y XXI. Es en este siglo donde surgen hombres y mujeres de gran intelectual como lo fueron Antonio S Pedreira, René Marques, Julia de Burgos, Clara Lair, Juan Antonio Corretjer y Luis Pales Matos entre otros. Este grupo de personas no solo elevaron la literatura puertorriqueña en Puerto Rico sino que en todo el Caribe y en todo latino América.

Ya que el efecto de la literatura criolla se había sentido en todo el Caribe y en todo América latina, hubo un escritor que se concentró también en una cultura o pueblo que también se dejo sentir en el Caribe y en latino América. Ese escritor lo fue Luis Pales Matos y esa cultura o pueblo fue la negra africana. El no fue el único que abundó en el tema ya que hubo muchos antes que el que mencionaron dicha raza pero ninguno como él. Luis Pales Matos presenta la raza negra africana con gran fogosidad y entrega. Un lenguaje y vocabulario de lo más profundo de África. Un género exquisito que le entra por los huesos al lector y es casi una obligación mover el cuerpo al son de las palabras de Luis Pales Matos. Es aquí donde vemos identificada la picardía y sazón del puertorriqueño moderno.

Es evidente que nuestra cultura única quedo grabada en la historia por la eternidad. Sea directa o indirectamente hablando no había forma de cómo esconder una evolución tan grande como la que vivo esta isla. De Boriken a Puerto Rico. De taino a Puertorriqueño. Ahora sabes quién fuiste, quien eres y quien serás en el mañana. Todo esto gracias a literatura puertorriqueña.

La Música Puertorriqueña

La música y instrumentos tradicionales del jíbaro o campesino boricua (del monte adentro), evolucionaron de la música y instrumentos de los soldados españoles, de los canarios, de los corsos, los africanos y luego los nacidos en Puerto Rico. Estos pobladores antiguos procedieron de las regiones sureñas de España de Andalucía y Extremadura; de las Islas Canarias; y de la región occidental de África. Muchos de estos sureños, trajeron consigo razas e influencias árabes, siendo estos los "moriscos" o musulmanes españoles.

Llegaron de España y trajeron los romances tradicionales, géneros cantados como el seguidillo y la copla, y otras tradiciones cantadas con descendencia morisca de una gran antigüedad. Los canarios trajeron sus diminutos timples como los africanos trajeron las memorias de sus ritmos sincopados, sus instrumentos de cuerda hechos de higueras como sus tambores. Algunos de estos pobladores eventualmente se trasladaron de la costa al centro montañoso de la Isla, y en esos aislados montes ellos desarrollaron su música con características únicas.

La convergencia de las variadas corrientes culturales configura nuestra música al combinar instrumentos, ritmos y melodías. Para principios del siglo XIX, ya existía un formato para el conjunto típico de instrumentos de la música compuesto por el tiple, el cuatro, la guitarra y la bordonúa. Se observa además

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