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Fragmento Del Discurso Del Licenciado Héctor Manuel Ramírez Sánchez


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2012  •  1.361 Palabras (6 Páginas)  •  671 Visitas

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Fragmento del Discurso del Licenciado Héctor Manuel Ramírez Sánchez, Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, en la Quincuagésima Novena Legislatura del Congreso del Estado Libre y

Soberano de Guanajuato, durante la ceremonia conmemorativa del 150 Aniversario del Himno Nacional Mexicano Quien haciendo uso de la palabra dirigió el siguiente mensaje a los Asistentes:

“El hombre es un ser que siempre ha creado símbolos para explicar su realidad y respaldar sus creaciones

teórico-conceptuales; desde la religión hasta las instituciones sociales y gubernamentales, se han ido utilizando esos símbolos para aglutinar a los ciudadanos en relación a un pasado común, y a las características que integran su identidad nacional, con la finalidad de generar así confianza y legitimidad en las instituciones; independientemente de las personas que las encarnen. ¡México no es la excepción!

Después de una larga historia que nos enseña la preocupación de los mexicanos por cuidar de nuestros Símbolos Patrios, y advirtiendo la importancia de mantenerlos, preservarlos, dado que en ello se sustenta la identidad nacional, el Poder Legislativo Federal expidió en el año de 1984, la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, cuerpo normativo de donde deriva la importancia del acto solemne que convoca el día de hoy a los Tres Poderes del Estado de Guanajuato, pues del contenido de su texto legal, se advierte claramente que los Poderes del Estado ocupan un papel central en la autenticación, difusión, promoción y respeto de nuestros Símbolos Patrios, mismos que representan independencia, honor, instituciones, integridad del territorio nacional, y el espíritu de nuestra comunidad.

De todos ellos, quizás el más hermoso es el Himno Nacional Mexicano, en virtud de que en el plano artístico fusiona en sí mismo dos de las tareas y de las artes más excelsas, ¡la música y la poesía!; y en el plano político, como lo señala acertadamente Serra Rojas: ‘El Himno, acaba por encerrar una vida, la vida del Estado en su proyección nacional e internacional; es música marcial y vibrante que nos hace estremecer en cada una de sus notas pero, sobre todo, es símbolo de unidad política, de acción económica y de lucha por la justicia’, hasta aquí la cita.

Nuestro Himno comienza precisamente con la palabra “mexicanos”, de ahí que sea importante aludir aunque sea en forma breve, a la mexicaneidad como cualidad de lo que somos los mexicanos, y entender así lo que es México como identidad nacional.

Dicho de otro modo para comprender nuestro canto como sustantivo, requerimos del adjetivo entendimiento que lo hace precisamente nuestro; es decir, mexicano.

Nos preguntamos a menudo qué es la mexicaneidad, dice: ‘Nos agolpan los pensamientos en torno a ella, sin lugar a dudas tiene que ver con aquello que sentimos, vivimos, expresamos y valoramos como nuestro’. Los rasgos esenciales propios del estilo mexicano, de lo que tiene vigencia en el arte, en nuestras costumbres y de modo de vida; ¡esas cualidades son religiosidad, amor por lo bello, barroquismo y el sentido del humor! La primera de ellas está presente en nuestra vida y en nuestra muerte, nos hace trascender de lo intramundano a lo infinito, ¡a la búsqueda de lo que no es limitado ni pasajero! El amor por lo bello se manifiesta en la riqueza arquitectónica, en nuestros templos y conventos, así como en el color de nuestras fiestas, danzas y canciones.

La inmensidad de formas y la riqueza de expresión, son muestra de nuestro barroquismo, nuestro sentido del humor está presente en todo momento y hace gala de la risa para evitar el llanto; esta mexicaneidad es sintetizada con profundidad filosófica y poética por Agustín Basave Fernández del Valle, quien en su vocación y estilo de México, dice lo siguiente: ‘¡México!, País de luz, ¡tierra que rinde culto a la muerte y a la flor!, pero la flor vence a la muerte con su polen enamorado, ¡y aquí estamos nosotros, enamorados de esta tierra herida y desgarrada, sumados a sus penas, a sus ansias, a sus luchas y a sus heridas!; sentimos las pisadas de los padres Cuauhtémoc y Hernán Cortés; de las gráciles doncellas indígenas; de los mártires de la mexicaneidad, Hidalgo

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