ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Fronteras Del Poder


Enviado por   •  17 de Julio de 2013  •  1.516 Palabras (7 Páginas)  •  220 Visitas

Página 1 de 7

INTRODUCCIÓN

México al mundo por igual divide,

y como a un sol la tierra se le inclina

y en toda ella parece que preside.

Bernardo de Balbuena.

El presente ensayo desarrolla la imagen de la ciudad como un símbolo de poder, elemento distintivo dentro del paisaje natural, elaboración artificial del hombre en oposición directa al ecosistema, transformación de éste último para reproducirse. “La ciudad es, por definición, el sitio donde se crea y aparece la civilización, la vida civil, refinada, la vida del más alto nivel de lo humano.” La ciudad, para mostrar sus cualidades que la distinguen como tal, requiere de la oposición, no del medio ambiente, sino del campo, es decir, de los asentamientos urbanos menores a ésta, a la ciudad; sólo en esa contraposición la ciudad puede verse en su grandiosidad. “El mundo agrario es un continuum, es un tránsito constante e indefinido. La aparición de la ciudad pone límites, mojoneras, normas generales. Es un elemento artificial e intruso, respecto a la ‘vida natural’; pero estructura la vaguedad anterior: es necesaria porque crea la norma religiosa y civil”. El poder de la ciudad se hace manifiesto en su patrón urbano, en su tamaño, en la elección del sitio de su erección, en la estancia y ejercicio de los poderes económicos, políticos y religiosos, creciendo a través de ellos o por la imposición militar, proyectándose como el centro-escenario de sus rituales, de sus fiestas, de sus juicios. De su centro emanan vectores de poder llegando a los sitios por ellos dominados, sólo cuando se encuentran con una ciudad de características similares pactan la división del dominio o se entregan a la guerra. Tales apreciaciones no son una generalidad, es posible que ni siquiera se asuman como mayoría, pero ciudades como éstas no han dejado de aparecer a lo largo de la historia, desde Roma hasta las ciudades mesoamericanas como Teotihuacan o Tenochtitlan (que es la que nos ocupa).

La ciudad de México-Tenochtitlan posee las características anteriores, dominadora de una amplio territorio, se erigió por un mito y creció por su tradición militar, a ella llegaban tributos de todo el mundo mesoamericano siendo más temida que respetada.

La llegada de Hernán Cortés a la ciudad y su posterior conquista dejó abierta una discusión que todavía hoy día existe para algunos: la decisión de reconstruir la ciudad de México sobre la ya destruida México-Tenochtitlan, ¿Por qué en ese lugar y no en otro?, ¿Por qué en la laguna y no en tierra firme?. Esto sólo puede entenderse cuando se busca enterrar toda evidencia de una ciudad-símbolo como lo era México-Tenochtitlan a la vez de erigir otra en su lugar, sustituyendo sus edificios, sus ritos, sus símbolos, transformando sus espacios para darle a la nueva ciudad todo lo que se le quitó a la anterior para asumirse esta última como símbolo de poder.

La presente exposición parte de la siguiente premisa: La construcción del poder en múltiples ocasiones se sustenta a través de la destrucción de lo que sustituye, es decir, destruir para abolir el poder del otro, permitiendo con ello construirse a sí mismo y legitimarse como grupo dominante.

Geografías del poder

En una situación histórica concreta, la imagen de las ciudades representa un sistema coherente de comunicación visual que, por su presencia constante, es capaz de influir incluso sobre el inconsciente de la población de forma persistente.

Cuando consideramos la erección de un poblado en un determinado lugar, las primeras condiciones que parecen surgir para levantarlo son sus ventajas geográficas (cercano a ríos, en lo alto de cerros para defensas, al pie de montañas para protección de los cambios climáticos, etc); sin embargo, muchas de éstas construcciones respondieron a mitos fundacionales, permitiendo con ello que la erección de un centro urbano naciera con una carga simbólica que evocó, en muchas ocasiones, su historia primigenia.

La caracterización clásica de Eliade sugiere que por medio de la “cosmización” (Sic) del hábitat humano, el espacio profano se convierte en espacio sagrado; al imitar un arquetipo celestial, el recinto urbano se convierte en espacio trascendente y los rituales periódicos que se realizan en su interior proyectan al hombre arcaico a los tiempos míticos del comienzo.

Pero no basta con que un centro urbano construido en las riberas de un río, en lo alto de una montaña o al centro de un lago sea considerado por sus habitantes como un sitio simbólico por sus circunstancias particulares, éste debe permear incluso en los grupos ajenos a él; sólo así adquiere

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.4 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com