GOBIERNO DE MITRE (1862/1868)
maria12340051Resumen23 de Abril de 2017
9.405 Palabras (38 Páginas)689 Visitas
GOBIERNO DE MITRE (1862/1868)
BASES INSTITUCIONALES Y MATERIALES PARA UN ESTADO
Quedó así formado el primer gobierno con jurisdiccional nacional. La gestión de Mitre, retomaría los esfuerzos realizados por Urquiza, para dar forma a los poderes del estado y una administración central, así como para conseguir que las provincias resignaran parte de su soberanía en la autoridad nacional, según lo presuponía el pacto constitucional.
Había diferentes maneras de entender el estado y grandes discrepancias respecto de quienes debían estar al frente de su organización. De esta manera, la unificación nacional no se tradujo en un régimen ni en un orden político centralizados, sino en una articulación de regimenes provinciales, y posturas diversas de cómo deberían ser la relación entre el estado y las autonomías locales.
En este contexto, durante el gobierno de Mitre las disputas políticas estuvieron a la orden del día, y llegaron a su máxima expresión durante la guerra con Paraguay. (1865/1870)
El punto de partida para la construcción del estado, era menos precaria que en 1852, la nueva dirigencia se apoyó inicialmente en el capital político e institucional de la provincia de Bs. As, para dar forma a un orden nacional, articulado en torno a la red constituida en torno al Partido de la Libertad y sus aliados liberales del interior. El presidente Mitre operó desde la Provincia de Buenos Aires, para subordinar al país en el proyecto, pero pronto tuvo conflictos con la misma, cuando trato de obtener más autonomía para el gobierno nacional.
La nueva administración, tuvo que emprender una serie de acciones inmediatas y otras de largo plazo a fin de organizar efectivamente las instituciones estatales y proveer su financiamiento. Así, la instalación de los poderes del estado planteó urgencias de índole práctica y también simbólica. La apertura del Congreso y la asunción del ejecutivo, con sus 5 ministerios, implicaban requerimientos muy concretos, la creación de diferentes oficinas y reparticiones públicas, la contratación de personal, la provisión de espacios de funcionamiento. Además, estaba la cuestión de la residencia formal, vinculada con el problema de fijar una capital para la república.
Este último tema fue tratado por el Congreso, el cual aprobó una ley que federalizaba por tres años todo el territorio de la provincia de Bs. As. De acuerdo con lo establecido por la reforma constitucional de 1860, correspondía ahora a la Legislatura provincial expedirse sobre el asunto, lo cual resultó en el rechazo de la disposición y en la contrapropuesta declarar la ciudad de Buenos Aires como residencia temporaria de las autoridades nacionales, hasta tanto el congreso dictase la ley de capital permanente. (El gobierno nacional quedaba en una situación precaria y como huésped de la provincia)
Así se fueron organizando distintas instituciones, el Congreso Nacional en 1864, tuvo su asiento en lo que hoy es Hipólito Irigoyen y Balcarce, se creo la Corte Suprema, Jueces federales y el presidente tuvo como residencia el fuerte, frente a plaza de mayo, hoy casa de Gobierno.
Es importante aclarar, que no existía carrera judicial autónoma, se solía elegir para los jueces a propios partidarios, Mitre, optó por independientes para dar mayor seguridad jurídica. También, trató de modernizar la justicia, la misma funcionaba de acuerdo a los ordenamientos provinciales, donde había superposición de normas, procedimientos, que en algunos casos se remontaban a los tiempos de la colonia. Por eso, además de dictar nueva legislación sobre jueces y juzgados, avanzó en el proceso de codificación que había intentado Urquiza.
Otra cuestión importante fue el ordenamiento fiscal, por ello el ejecutivo procedió a dar forma y reglamentar al sistema de recaudación, cuya principal fuente de recursos siguieron siendo los impuestos al comercio exterior, sobre todo a las importaciones. En ese punto, el gobierno nacional tenía ventajas en comparación con la Confederación, pues contó desde el principio con la principal Aduana del país ( Bs As). Además se dispuso a tener el control de todas las aduanas, y para ello se enviaron inspectores a las localidades donde funcionaban para organizar y asegurar la recaudación.
Si bien el gobierno sostenía firmemente la doctrina del librecambio para el comercio internacional y rechazaba el papel de la protección de la producción local a través de barreras tarifarias, a la vez dependía de la recaudación aduanera para financiar los gastos del estado, por lo tanto, debía establecer un equilibrio entre sus principios y sus necesidades
Tanto los ingresos como los egresos crecieron fuertemente entre 1863 y 1868, los primeros por la expansión de las importaciones, producto de la ampliación de la demanda inducida por la expansión económica, el abaratamiento de los bienes de consumo importados, por las tarifas más bajas y el crecimiento de la población. En el segundo de los casos, se expandieron aún más, sobre todo por la financiación de los gastos de la guerra, y los pagos de los intereses y amortizaciones de la deuda. El gobierno se había hecho cargo de la deuda de la Confederación y de la Provincia de Bs. As, a las que sumó a la propia deuda emitida para cubrir su propio déficit.
Otro punto en lo económico fueron los subsidios a las distintas provincias, lo que mermaba el presupuesto nacional, aunque las provincias seguían administrándose, nunca faltaron préstamos extraordinarios, o como la provincia de Bs. As, que tenía asegurada el total del presupuesto por parte de la Nación.
Todas estas medidas y otras, estaban destinadas no solo a asegurar la administración central, sino también en la consolidación de una instancia de poder nacional efectiva para garantizar el progreso, aunque esta idea era vista de distintos modos, si coincidían en lo expresado por la constitución en cuanto a la prosperidad del país, al progreso de la ilustración, el fomento de la instrucción, la inmigración, la industria, y los ferrocarriles, entre otras propuestas.
Si bien había discusiones, no las hubo en relación a la necesidad de incorporar a la Argentina dentro del mundo regido por las potencias europeas y al capitalismo. Si, como debía actuar el estado en los mercados, para favorecer un desarrollo nacional. Lo cierto es que, a lo largo de las décadas que siguieron hasta terminar el siglo, el estado nunca dejó de intervenir en la promoción de ese progreso asociado a la expansión del capitalismo.
Una de las medidas de integración del territorio , fueron las vías de comunicación, siempre con el objeto de facilitar y consolidar el comercio, su traslado hacia los puntos de exportación, teniendo en cuenta que los caminos se encontraban en mal estado y los medios de circulación eran las carretas, tuvo relevante importancia la incorporación del ferrocarril.
Esta incorporación no fue sencilla, había que invertir y no había seguridad de réditos, por eso el estado tuvo que operar como garante y establecer un porcentaje de ganancia efectivo, es decir, si la empresa no lo conseguía el estado lo pagaba, la vinculación fue con empresas privadas
Si bien el estado tenía la intención de participar activamente, y había posiciones enfrentadas en cuanto al grado de su participación, es decir promoviendo o haciéndose cargo de las actividades, por distintas situaciones, el verdadero motor fueron las inversiones privadas.
Otro motor de expansión fue la producción y exportación de los derivados de la ganadería, en este aspecto hubo una adecuación a la cría ovina y explotación, también renovándose todo lo que ello conlleva, mercado de tierras, capitales, mano de obra, mejorando caminos , ventas de tierras publicas, favorecieron el capitalismo agrario en marcha.
Mientras, esta región se erigía como polo económico, con la ciudad de Buenos Aires, como centro de las finanzas y la economía, el resto del país conformaba un mosaico muy heterogéneo, con producciones locales de diferente grado de dinamismo , vinculadas entre si, y con mercados regionales y de países vecinos
En el ámbito provincial, los gobiernos en general intervinieron en las medidas de sus posibilidades, para orientar sus economías, a la vez que buscaron negociar con la administración nacional los recursos y algunas inversiones que les permitieran un margen de acción más amplia, El pedido de una política de protección de sus actividades nacionales, no logró en esos momentos el favor oficial que siempre se decidió por el librecambio.
Esta situación frágil en la economía convivió con la situación política de inestabilidad recurrente. Es así, que Mitre se propuso fortalecer la capacidad del gobierno central en materia militar, para doblegar cualquier intento de impugnación de su poder por el uso de las armas.
Sobre la base de la Guardia Nacional de Bs. As, que en su mayoría había participado del triunfo de Pavón, se creo un ejército profesional permanente (de línea), de 6000 hombres, dividido en seis regimientos de infantería, ocho de caballería y uno de artillería, además de las guarniciones fijas de frontera y los batallones de indios amigos.
Además decidió licenciar a la Guardia Porteña, pero la Pcia de Bs. As, reorganizó ese cuerpo, mostrando nuevamente su autonomía.
Algunos nombres importantes de éste ejercito eran el general Gelly Obes, Paunero, que ya habían acompañando a Mitre en la confrontación con la Confederación, en cuanto al ejercito de línea, solo tenía una capacidad parcial, necesitaba todavía de las fuerzas locales.
...