Guerra De Malvinas: Un Final Anunciado

TEMA:

GUERRA DE MALVINAS, UN FINAL ANUNCIADO

PROBLEMA:

La reconquista de las Islas Malvinas por parte del gobierno militar no tuvo un sustento que le permitiera a los argentinos vislumbrar la posibilidad de un triunfo.

HIPÓTESIS:

Existió un serio error de apreciación del gobierno argentino sobre qué países serían sus aliados y cuál sería la reacción británica frente a un ataque armado, lo que sumado a la existencia de una situación político social insostenible en el país, determinaron la dirección inevitable del fin del conflicto.

PLANTEO:

El fin de la guerra de Malvinas estuvo directamente vinculado con:

 La dictadura militar que reinaba en el país carecía de legitimidad social y se encontraba inmersa en grandes críticas internacionales. Su derrumbe era inminente.

 Existían fracturas dentro de la Junta militar que les dificultaba a los dirigentes del Proceso lograr una salida política.

 La situación social y económica en argentina era insostenible.

 Las manifestaciones contra el gobierno militar aumentaban.

 Los soldados argentinos estaban escasamente entrenados y contaban con un armamento inferior.

 La Junta militar consideraba a Estados Unidos como un país aliado o al menos neutral.

 La situación de América latina, en general, hacía preveer un apoyo que nunca se produjo.

 El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no aprobaría el inicio de actividades bélicas basándose en el reclamo de soberanía.

 En Inglaterra Margaret Thatcher perdía fuerza política. Su respuesta a las hostilidades argentinas la favorecería.

INTRODUCCIÓN

No es tema del presente trabajo realizar un análisis histórico sobre las causas o consecuencias de la guerra de Malvinas. Tampoco es aseverar o fundamentar la legitimidad del reclamo argentino sobre su soberanía.

El objetivo del presente es reflexionar acerca de los hechos que marcaban, antes del inicio de la confrontación, una derrota asegurada.

Inestabilidad social y económica, evaluación poco acertada sobre las reacciones de países como Inglaterra, Estados Unidos e incluso países latinoamericanos, soldados jóvenes con escaso entrenamiento y un armamento muy inferior al del enemigo, son algunos de los hechos más evidentes que no se tuvieron en cuenta.

Sin embargo, antes de profundizar en los mismos, se hace necesario reseñar acontecimientos importantes anteriores y de actualidad en el momento del conflicto.

Las Islas Malvinas se encuentran en el extremo sur este de la república Argentina, sobre su plataforma continental. Fueron descubiertas por una expedición de Magallanes en el año 1520. Según la delimitación de las bulas papales eran propiedad de los españoles. Pasaron luego por usurpaciones inglesas y francesas.

En 1825 Gran Bretaña las reconoció como parte del nuevo estado argentino.

En 1828 el gobierno porteño se las entregó Luis Vernet para colonizarlas. Pero en 1833 los ingleses se adjudicaron su soberanía argumentando ser sus descubridores.

La República Argentina ha reivindicado constantemente su derecho sobre las islas. El 11 de abril de 1968, declaró su soberanía sobre el territorio austral, negociando con Gran Bretaña su descolonización. Incluso en el año 1969 la ONU felicitó a ambos países por la marcha de las conversaciones pero estas no prosperaron.

En 1976 se inició la dictadura militar argentina y fue, durante este período oscuro de la historia, cuando se mezclaron los legítimos derechos argentinos sobre las islas con los intereses políticos de un gobierno militar que no sólo estaba desprestigiado a nivel internacional sino que no contaba con el apoyo del pueblo al cual pretendía dirigir.

Desde 1980 los dirigentes del Proceso intentaban encontrar una salida política a su situación pero existían enfrentamientos internos que dificultaban tanto este hecho como continuar en el poder. Discutieron alternativas con políticos “amigos” para una transición pero no lograron obtener un apoyo consistente ni mejorar la situación general reinante. Estos no son problemas que se solucionarían precisamente con un conflicto armado y, en todo caso si así se lo creyera, jamás llevarían a una victoria.

DESARROLLO

En 1981, las disidencias entre los integrantes de la Junta militar se hicieron evidentes cuando asumió Viola y modificó el rumbo de la política económica. La devaluación del peso, la inflación e incluso la acusación de diferentes grupos militares de falta de firmeza en la conducción llevaron a reemplazarlo por el General Leopoldo Fortunato Galtieri.

Galtieri fue visto como el salvador del Proceso. Había entablado relaciones con la administración Reagan. Estaba dispuesto a seguir a Estados Unidos e incluso apoyarlo en la guerra encubierta que libraba en América Central. Se enviaron asesores y armamentos con lo que se levantaron las sanciones que la administración anterior estadounidense había impuesto al país por la violación a los derechos humanos.

Así obtuvo la falsa creencia de ser aliado de la gran superpotencia.

No pudo solucionar la crisis económica ni social, por el contrario, estas se agudizaron al punto de realizarse manifestaciones callejeras. Hubo protestas de sindicatos, empresarios e incluso sectores del gobierno pero, fundamentalmente, el pueblo demostraba su rechazo e indignación. Su situación era insostenible.

Llevaron a cabo entonces la llamada Operación Rosario que fue secretamente planificada meses antes por el gobierno militar y que, lejos de poner fin al litigio de soberanía llevó finalmente a una guerra con graves pérdidas en vidas y material para ambos bandos y a la rotunda derrota argentina.

Existía en el pueblo argentino un genuino reclamo por la soberanía de las islas y, en el mundo, una tendencia a favorecer la descolonización, por lo que, desde la mirada de los militares, una recuperación de las islas mediante una acción militar fue vista como la salida a todos los problemas y la entrada al primer mundo mediante una política exterior fuerte. Es fácil desmoronar esta idea con sólo recordar lo ocurrido

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