Hacienda el lencero

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Xalapa, 21 de febrero de 1795- Ciudad de México 21 de junio de 1877) fue un político y militar mexicano. Fue Presidente de México en once ocasiones, instaurado como dictador vitalicio con el tratamiento de Su Alteza Serenísima, aunque derrocado años más tarde. A lo largo de su larga carrera política fue considerado ambiguo por participar en facciones contrarias, ya fuera con realistas, monárquicos, republicanos,liberales y/o conservadores. Santa Anna fue también gobernador de Yucatán en 1824 y de Veracruz en 1829. Su figura es una de las más polémicas en la historia mexicana.

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Hacienda “El lencero”        

La historia de la hacienda empezó en 1525 como una venta (venta era una hostería o posada, cuando se le abría el camino a los viajeros del puerto de Veracruz hacia la ciudad de México).

El primer dueño fue un soldado de Hernán Cortés conocido como Juan Lencero, se le otorgó una merced real que era un permiso para establecer la venta, a él se le debe el nombre. A lo largo de su historia tuvo 27 propietarios y en 1935, Don Rafael Murillo Camacho compro 28 hectáreas donde están ubicadas el casco principal, el edificio de la fábrica, el acueducto y el manantial.

Entre estos tantos propietarios el más destacado es el general Antonio López de Santa Anna, él fue el dueño de la hacienda durante 14 años (De 1842 a 1856) El Gral. Santa Anna compró el lencero por la cantidad de 45mil pesos, el cual cuenta con 1755 hectáreas. (Fue durante el gobierno de Ignacio Comonfort) y en 1856 se decretó el embargo de todos los bienes de Santa Anna y el lencero se vendió en 1870.

En la zona se ubican dos casas y una capilla. La primera que se observa es conocida como la “Casa de las Monjas” ya que anteriormente fue un convento.

Dentro de la hacienda…

El edificio principal cuenta con 24 salas, correspondientes  a las habitaciones de la casa, en las que se exhiben  artículos de uso cotidiano de varias de las épocas en que sus distintos dueños vivieron. Los objetos van desde cosas triviales, religiosas  y hasta históricas de otros países que son una ventana a la vida pasada de la hacienda.

El recibidor cuenta con muebles de cedro traídos de Tlacotalpan Veracruz, y hermosos cuadros de esa época.

El primer piso cuenta con recámaras, en donde los invitados eran hospedados, en todas las recámaras de la hacienda se apreciará el “Agua manid” (jarra, bandeja y jabonera de porcelana complementadas por una bacinica). Un baúl situado en la parte delantera de la cama que era utilizado para guardar la ropa de cama y como maleta al salir de viaje.

También, en la planta baja se podrá encontrar un espacio donde el “Sereno” (persona que se encargaba de cuidar la hacienda) estaba la mayoría del tiempo (dentro se observa una lámpara de mano).

A la izquierda también se encuentra un lavamanos francés, arriba se almacenaba el agua, dentro pegado a la pared se encuentra una placa con el pensamiento “Tristeza y melancolía fuera de la casa mía” de san Felipe Neri.

En la bodega  o alacena se preparaban la masa para hacer el pan y barrilitos  para almacenar el vino, en ese mismo espacio se encuentra la salita de los sirvientes, las patas de esas sillas situadas en la mesita representan la cabeza de un águila, la cara de un indio y hasta abajo la pata de un águila.

Los baños principales contaban con 2 tinas de cobre, una para los adultos y la otra para los infantes, dentro se encontraban también 2 tocadores, el de la derecha para los señores y el de la izquierda para las señoras (Toda la planta baja era para las visitas).

En la planta baja también encontraremos una recámara ambientada para recibir a los enfermos, esta era sencilla ya que si el enfermo llegaba a fallecer, los muebles eran quemados porque, en esa época eran pestes, epidemias y para no contagiarse quemaban todo, es por eso que la cama de esta habitación es un catre.

Podremos encontrar una sala de estar con cuadros del general santa Anna y muchos otros cuadros de familiares de dueños que habitaron ahí, vitrinas también traídas desde Tlacotalpan Veracruz.

En el medio de esta misma sala, se encuentra una mesa redonda original de la hacienda, de aproximadamente 200 años de antigüedad, sus terminaciones son en forma de patas de caballo.

En otra habitación, se encuentra un tocador con un cajón llamado “bidé” que era utilizado para el aseo personal de la señora, después de utilizarlo lo cerraban y quedaba normal, un cuadro de San Francisco de Asís y una bacinica con tapa.

En el primer piso también se encontrará el salón de armas, en cada vitrina del fondo se encontraban 10 armas, un baúl de plomo que pesa aproximadamente 200 kilos y a la derecha en la parte superior de arriba están sus trofeos (en esa época era común la cacería de venado).

En medio, encontraremos “el salón de raya”, aquí los peones esperaban su turno para recibir su salario, mientras el capataz sacaba el dinero del secretar o escritorio de cortina.

Nos toparemos también en el piso principal, con las salas de juego, estas contaban con una mesa de ajedrez, mesas de baraja y una gran mesa de billar.

Sobre el piso junto a unas sillas elegantes de esa época están las escupideras, antes los señores estaban acostumbrados a masticar el tabaco, posteriormente lo escupían.

Por último hay una colección de planchas de carbón y llaves de diferentes candados que hubo en la hacienda.

Hay uno de fabricación inglesa con el ojillo escondido, que aún funciona y está situado en la reja principal de la casa.

También se visitan las cocheras donde aún se conservan dos carruajes que se utilizaban para viajar de Xalapa a Veracruz.

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