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Contexto socio- histórico cultural


Enviado por   •  31 de Octubre de 2012  •  Tesis  •  4.234 Palabras (17 Páginas)  •  1.305 Visitas

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Hamlet

William Shakespeare

Valeria Fernández Goñi, Nº 3

Estefany Techera Ramos, Nº11

ÍNDICE

Contexto socio- histórico cultural ………………………….…pág.3

Teatro Isabelino…………………………………………..………..…pág.4

William Shakespeare ………………………………………….……pág.5

Tragedia ………………………………………………………..….……pág.6

Tragedia según Shakespeare………….………………….……pág.6

Monólogo………………………………………………………………..pag7.

Análisis de Hamlet, Acto II ………….…………………..….pág.7

Comparación entre Hamlet y Antígona……………....pág.10

Comparación entre Hamlet y Don Quijote…………..pág.11

Conclusión………………………………………..…………..pág.13

Contexto socio- histórico cultural

En la primera mitad del siglo XVI, la historia política inglesa estaba dominada por la figura de Enrique VIII, el rey que rompió todo vínculo entre la corona británica y el Vaticano. El pretexto fue la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón, dispuesta por el Papa Clemente VII. En el fondo de la cuestión había una gran ambición del monarca, que creo una nueva Iglesia, con carácter nacional, consagrándose como su jefe.

Este fue el principio de los conflictos religiosos que sacuden a Inglaterra de los siglos XVI y XVII.

Casado en segundas nupcias con Ana Bolena, Enrique VIII tuvo con ella una hija, que será la gran figura de los años siguientes: Isabel.

Muerto Enrique VIII le sucedió su hijo Eduardo VI, y a el María Tudor, católica fanática. Transformó en “peligrosos casos de conciencia” las mínimas muestras de independencia ideológica, y terminó por hundir a su país en un baño de sangres, “María la Sanguinaria”, fue el apodo con el que el pueblo la bautizó.

Durante el reinado de Isabel I, Inglaterra pasó de ser una nación de escasa, pobre y oscurecida población a convertirse en una gran potencia, con una moneda fuerte y confiable.

Fundó la iglesia anglicana y definió sus credos y sus cultos. Inglaterra se separaba una vez más, de Roma. La reacción pontificia no se hizo esperar y Pio V decretó la excomunión de la Reina. Las luchas religiosas habrían así de reencenderse.

Los católicos ingleses quedaban libres, por disposición pontificia de obedecer a una falsa autoridad; pero este desacato a los religiosos se estimaba también rebelión en el plano político: Inglaterra volvió a caer en las persecuciones y en los ajusticiamientos.

La popularidad de Isabel, fue disminuyendo a medida que su reinado llegaba a su fin, por la mala gestión de los últimos ministros. La reina murió un 23 de marzo de 1603, luego de los años gloriosos que le había regalado Inglaterra durante el esplendor de su reinado. Isabel I, al no haberse casado, no tenía descendencia, fue sucedida por Jacobo I, el antiguo rey escocés. Con el ascenso al trono de un Estuardo comenzó la era moderna inglesa.

El Renacimiento llegó tardíamente con respecto al continente, pero su efecto durará hasta el siglo XVIII. El gran cambio se produjo cuando La Biblia fue traducida al idioma del pueblo, esto motivó un notable crecimiento del interés por la lectura; artesanos, comerciantes y hasta campesinos compraban libros y los estudiaban: la educación dejó de ser un beneficio exclusivo de la corte.

El auge de las artes y las letras, en un medio como este, resulta casi una necesidad histórica. Las universidades continuaban funcionando según la tradición medieval, pues el recién nacido puritanismo demoró en sustituir a la fuerte tradición de origen latina. A estos centros culturales es preciso agregar además a la propia corte. La Reina, cediendo en esto sus propias inclinaciones, promovía a los artistas: la música y el baile eran actividades predilectas para ella. Pero entre todas estas manifestaciones ninguna importa más a nuestro asunto que el teatro isabelino.

Teatro Isabelino

El fenómeno cultural así llamado se extiende desde 1559, época de ascensión de Isabel hasta 1642, cuando en el reinado de Carlos I se decreta la clausura de los teatros. No deja de ser asombroso el desarrollo que el teatro alcanza en estos años si se tiene en cuenta el prejuicio puritano contra esta actividad, concebida como un germen de pecados y corrupciones. Esto explica que recién hacia 1576, se construye el primer teatro.

En 1576 James Burbage, personaje vinculado a la vida de Shakespeare levantó el teatro a las puertas de Londres, se inspiró en la construcción de edificios improvisados que había en otras partes de Europa. El edificio era descubierto y de tres pisos. Los lados de la escena estaban rodeados por galerías, donde se ubicaba parte del público. El escenario no tenía telón de modo que todo cambio se cumplía necesariamente a la vista de los espectadores. El propio escenario tenía también diferentes niveles o “pisos”: uno de ellos figuraba un balcón, tan útil en las escenas de los enamorados. La inexistencia de escenografía ni telones que figurasen paisajes, por ejemplo, explica la velocidad de los cambios de lugar en el teatro de Shakespeare. Apenas era necesario quitar algún sillón o alguna mesa para modificar las condiciones de la ilusión. Como puede comprenderse fácilmente, en estas condiciones resulta imposible que una pieza del teatro isabelino respete las nociones clásicas de unidad de tiempo, acción y lugar.

Para imaginar mejor todavía las condiciones de una representación en la Época Isabelina, cabe considerar que los papeles femeninos lo llevan a cabo adolescentes de voz poco formada y físico frágil. La mujer no puede aparecer en escena: resabio de la sequedad puritana, que habría visto como señal de terrible corrupción la exhibición de una mujer en el escenario.

Este teatro, proviene de todas las clases sociales: “el jugador y el capitán, el cabello

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