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Historia De Los Faros


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2013  •  1.616 Palabras (7 Páginas)  •  429 Visitas

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Historia de los Faros

El origen de las señales marítimas se remonta a los primeros intentos de la navegación, los primeros intentos en explorar nuevas rutas para el comercio. Las señales de orientación se basaban en el reconocimiento diurno de accidentes naturales del paisaje como ensenadas o cabos. Como ejemplo característico tenemos el pico Teide, punto solitario y de gran altura. Sin embargo, la monotonía de ciertas zonas de costa impedía su identificación. Por ello, aparecieron las primeras señales artificiales. Las más famosas fueron las columnas de Hércules de cuya existencia hay versiones contradictorias. A medida que el comercio aumentaba, y se hacía necesario aventurarse a mayores distancias, las marcas existentes se hicieron insuficientes. Para ello, se utilizaron hogueras en puntos de fácil localización nocturna. Para ganar elevación y preservarlas de temporales se construyeron estructuras artificiales, las cuales mejoraron conforme lo hacía la navegación. Más tarde se colocarán superficies reflectoras para amplificar la luz y que ésta fuese visible a mayor distancia. Las mejoras llevaron consigo la necesidad de que alguien cuidara del funcionamiento de las instalaciones para que el navegante estuviera protegido.

Tal era la relevancia de estas señales que a veces los marineros les rendían culto, edificando templos en su honor. Numerosas leyendas y costumbres antiquísimas rememoran la existencia de estos fuegos. Los griegos se basan en su mitología y en la lucha de Hércules con Nesox. Homero los cita en su Ilíada, etc. Otras leyendas nos hablan de los faros de los árabes al igual que las leyendas de los celtas galaicos. El nombre de faro podría venir de la palabra griega “luz” o “brillo”. Pero hay indicios de creer que los libios y kutitas ya habían construido torres de fuego a lo largo del bajo Egipto. Una explicación plausible es la divulgación del nombre de la isla de “Pharos” en Alejandría, donde se erigió el faro más representativo de todos los tiempos. Otra teoría apunta a la palabra helénica “Pharah”, nombre egipcio del Sol. El faro más antiguo del que se conserva referencia escrita es el de Sigea (650 a.C.).

Evolución de las ayudas a la navegación

Sistemas de Iluminación. Combustibles y Lámparas

La leña y las velas fueron los primeros combustibles utilizados. El principal inconveniente de la leña era su transporte, y el de las velas, la escasa potencia. En ambos casos, se añadía la dificultad de su utilización en el norte de Europa, por causa de las condiciones climatológicas.

El siguiente paso fue el carbón, que se generalizó a partir del siglo XVI, un combustible más compacto y de mayor duración. Todavía era un problema el transporte, pero el alcance que se conseguía era considerable.

Debido a los importantes avances tecnológicos en las lámparas de combustión de aceite durante el periodo 1780-1820, se generalizó la utilización de este combustible.

La utilización del petróleo, a partir de mediados del siglo XIX, acaba con el aceite. Mucho más económico y de mayor potencia luminosa, los problemas derivados de su elevada inflamabilidad, y la cantidad de humo que desprendía, quedan rápidamente solucionados por avances tecnológicos y la utilización de aceites minerales específicos (parafina de Escocia, etc.).

Los primeros intentos para utilizar gas en la iluminación de los faros datan de principios del siglo XIX, intentando utilizar los gases de la destilación de la madera, gas de carbón, gas de aceite, gas natural y gas de resina.

A finales del siglo XIX se ensaya con el acetileno, un gas con llama muy brillante, pero explosivo a altas presiones, inconveniente que se elimina disolviéndolo en acetona.

A principios del siglo XX, Dalen inventa el destellador, la válvula solar y la incandescencia de aplicación directa, con lo que la automatización de los faros ya es una realidad.

Primeras luces automáticas

La gran cantidad de faros que se instalaron en los fiordos del norte de Europa durante el siglo XIX suponían unos costes elevados para pagar al personal que se encargaba de encenderlos y apagarlos.

A finales de siglo se desarrollaron los primeros intentos de automatización con los faros de alumbrado permanente, y los sistemas de rotadores, que se aprovechaban de los gases de combustión para hacer girar un conjunto de cristales coloreados para dar distinta apariencia a la luz.

La automatización definitiva llegó con los inventos de Dalen.

La electricidad

El inicio de la electricidad en el alumbrado de los faros se remonta a mediados del siglo XIX, cuando empieza a experimentarse con generadores de vapor y máquinas electromagnéticas. La luz la proporcionaba un arco eléctrico entre dos carbones.

A finales de siglo se desarrollaron los primeros intentos de automatización con los faros de alumbrado permanente, y los sistemas de rotadores, que se aprovechaban de los gases de combustión para hacer girar un conjunto de cristales coloreados para dar distinta apariencia a la luz.

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