Historia De Mexico
elder-arvayo-osuna13 de Septiembre de 2013
2.595 Palabras (11 Páginas)469 Visitas
Explica 3 causas de este evento: Descripción del hecho histórico Explica 2 consecuencias de este evento:
1.Destruida la alianza formada en Londres entre Inglaterra, España y Francia, y dado que esta última potencia tenía planes ulteriores, tales como intervenir en la política mexicana imponiendo un gobierno extraño y aprovechando su influencia y apoyo en la obtención de amplios beneficios, principalmente económicos, los comisionados franceses, auxiliados por monarquistas y conservadores mexicanos, se aprestaron a actuar. En vez de retirarse hasta Paso Ancho, como se habían comprometido por los preliminares de La Soledad, se quedaron en Córdoba, pretextando que el gobierno juarista que afirmaba era el de la minoría opresiva, trataba, a base de un sistema de terror sin ejemplo, impedir el régimen que anhelaba. También señalaban que no se retiraría, pues tenía que proteger a sus soldados enfermos que se halaban en varios hospitales, y los cuales se habían comprometido a prestar auxilio y a otorgarles toda suerte de protección el general Ignacio Zaragoza, que había sido nombrado jefe de las armas mexicanas. Lorencez, aconsejando por Saligny y Almonte, y desacuerdo con las instrucciones del emperador surgidas de falsas informaciones trataba a toda costa subir las tropas a la meseta, tanto para preservarlas de las fiebres tropicales como para impresionar a la población a través de un avance fácil y victorioso. Creía, además, que ese hecho obligaría a la población moderada a decidirse a desconocer la administración juarista y a darse una forma de gobierno diferente, eligiendo también un jefe que podría ser el general Almonte y no Doblado, destacado liberal en quien se había pensado en vísperas de los preliminares de La Soledad.
La Segunda intervención francesa en México, fue el segundo conflicto armado entre México y Francia. Tuvo lugar después de que el gobierno mexicano, encabezado por Benito Juárez, anunciara la suspensión de los pagos de la deuda externa en 1861. Como respuesta, Francia, Reino Unido y España formaron una alianza por la Convención de Londres y anunciaron su intención de enviar tropas a México. El gobierno de ese país derogó la Ley de Suspensión de Pagos, pero la alianza no cejó en su plan. Las tropas de la alianza llegaron a Veracruz en 1862 y entraron en negociaciones con el gobierno de México. Los dirigentes de las misiones inglesa y española decidieron volver, pero los franceses anunciaron que ocuparían México.
Los franceses avanzaron desde la costa del golfo de México hacia el centro del país. Tras sufrir un revés en Puebla el 5 de mayo de 1862, los franceses continuaron la expedición que los llevó a ocupar la Ciudad de México el 10 de junio de 1863. El gobierno de la República comenzó desde entonces un peregrinar por varios puntos del país, mientras los franceses seguían ocupando la capital. Las tropas francesas comenzaron a retirarse a partir de 1866, ante la inminencia de una guerra entre Francia y Prusia y la derrota de los confederados en la Guerra de Secesión estadounidense en 1865.
Años antes, algunos conservadores mexicanos radicados en Europa habían iniciado un cabildeo para buscar apoyo a la instalación de un régimen monárquico en México por segunda ocasión. Tras ser rechazados por varios de los candidatos, en 1863 consiguieron que Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota de Bélgica aceptaran la corona del nuevo imperio, que sería apoyado y sostenido por las tropas francesas que ya estaban en el suelo mexicano, a las que se sumaron después contingentes austro-húngaros y belgas. En ese mismo año, Maximiliano y Carlota se embarcaron a México y fueron coronados emperadores, cargo que ejercieron hasta 1867, cuando Maximiliano fue capturado por las fuerzas republicanas y fusilado en Santiago de Querétaro.
Disputas con el clero, así como con los diplomáticos de España en México, habían iniciado una cadena de intranquilidades entre México y varios países europeos. Además, las complicaciones económicas causadas por la Guerra de Reforma y la Revolución de Ayutla, a pesar de las medidas tomadas por el gobierno para reducir los costos de la guerra (por ejemplo la reducción de las fuerzas militares), forzaron al gobierno a suspender la liquidación de las deudas externas por un periodo de dos años.
España, Reino Unido y Francia formaron una alianza tripartita en octubre de 1861, con el propósito de protestar conjuntamente contra las políticas económicas mexicanas; exigieron el pago de la deuda, aunque, aparentemente, sin la intención de intervenir en los conflictos internos de México. Para presionar al gobierno mexicano enviaron una expedición armada que arribó a Veracruz en enero de 1862.
El ministro mexicano de Relaciones Exteriores Manuel Doblado notificó al general español Juan Prim, a cargo del movimiento tripartita, de las complicaciones económicas del país y logró persuadirlo de que la suspensión de las deudas era algo transitorio. Para los gobiernos de España y Gran Bretaña esta explicación fue suficiente y zarparon de Veracruz una vez concluidas las conferencias diplomáticas de La Soledad. Sin embargo, las tropas francesas se negaron a retirarse, pues Napoleón III tenía intenciones de instaurar una monarquía en México desde la que planeaba apoyar a los confederados en la Guerra Civil Estadounidense y disminuir drásticamente el poder de Estados Unidos en la región. Estados Unidos protestó oficialmente al apoyo de Austria el 6 de mayo.
A raíz de la suspensión de pagos España, Francia e Inglaterra encontraron el pretexto idóneo para intervenir en el gobierno mexicano. El 31 de octubre de 1861, en Londres, las tres naciones suscribieron un convenio por el cual adoptaron las medidas necesarias para enviar a las costas de México fuerzas combinadas de mar y tierra. La intervención tenía el objetivo de cobrar deudas acumuladas desde tiempo atrás y, si bien las demandas no resultaban extrañas, su cumplimiento era difícil en las circunstancias de la República. Sin embargo, el gobierno juarista se vio obligado a dar una respuesta. Reconoció la situación ruinosa del erario y, al mismo tiempo, advirtió los esfuerzos que mantendría para enfrentar dignamente los reclamos.
A pesar de la buena voluntad mostrada, algunas tropas españolas arribaron, en diciembre, al puerto de Veracruz, y para enero de 1862 ejércitos de las tres potencias europeas desembarcaron en territorio mexicano. Al menos una de ellas arribó con planes imperialistas promovidos por mexicanos, quienes ante el virtual fracaso del partido reaccionario, volcaron los ojos hacia Europa en un afán último por conservar sus privilegios e imponer un gobierno netamente conservador. Para 1860-1861, una comisión encabezada por José María Gutiérrez de Estrada, José Manuel Hidalgo y Esnaurrízar y Juan Nepomuceno Almonte persuadiría al gobierno de Napoleón III de apoyar una nueva intervención en México que llevara a implantar una monarquía constitucional. Una vez que se contó con su apoyo, se decidió que el candidato ideal era Maximiliano de Habsburgo, quien, después de poner varias condiciones y reflexionar largamente sobre de ello, aceptó el ofrecimiento que se le hacía. Se dice que en esta decisión contó la influencia de su esposa Carlota Amalia.
1. En 1865 se hace encarnizada. El presidente Juárez obligado por las circunstancias se establece en el paso del Norte, hoy Ciudad Juárez, Chihuahua (15 de agosto de 1865); al problema militar se agregó el problema político. Juárez prorroga su mandato en noviembre de 1865 por la ausencia de condiciones propicias para celebrar elecciones. Este hecho suscita una serie de fricciones entre los liberales, mismos que logran superarse al anteponer a sus ambiciones personales la defensa de la patria.
Puede decirse que en este momento surgió una lucha adoptada por los liberales fue la guerra de guerrilla que provocó estragos entre las tropas imperiales.
En muchas partes del país los liberales republicanos se caracterizan por esa forma de combatir destacan: Mariano Escobedo, Ramón Corona, Nicolás de Regules, Porfirio Díaz y Vicente Riva Palacio, entre otros.
Ante la impotencia para terminar con los republicanos, los jefes militares de los imperios recurren a medidas crueles que incluso eran repudiadas por parte del ejército imperial. Entre ellas sobresale un decreto que dicta fusilar en el acto
...