ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Historia De San Antonio De Areco (Transcripción)


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2013  •  34.743 Palabras (139 Páginas)  •  1.516 Visitas

Página 1 de 139

Transcripción rigurosa realizado por las agentes Sra. Graciela Stachino (2009) y Sra. Natalia Agostino (2010) para la Dirección de Turismo de San Antonio de Areco de un juego fotocopiado de un original tipeado en máquina de escribir manual tipo “Olivetti” probablemente hecho en la década de 1980 (?). El mismo se Encuentra en la Dirección de Turismo. PSO.

San Antonio de Areco, marzo de 2011.-

SAN ANTONIO DE ARECO

Historia, datos y visita guiada

Transcripción

Dirección de Turismo

2011

INDICE

Introducción----------------------------------------------------------

Capitulo I ..Circuito céntrico-----------------------------------------------------

2..Parque San Martín---------------------------------------------------

3..Club Náutico y Balneario Municipal------------------------------

4..Ex – Usina-------------------------------------------------------------

5..Centro Cívico -------------------------------------------------------

6..Casa de los Martínez-------------------------------------------------

7..Casa de Pellegrini----------------------------------------------------

8..Comisaría-------------------------------------------------------------

9..Casa de E. Figueroa de Oberti--------------------------------------

10..Iglesia Parroquial----------------------------------------------------

11..Plaza Ruiz de Arellano----------------------------------------------

12..Instituto Santa María de la Asunción------------------------------

13..Solar de José Matías Zapiola---------------------------------------

14..Almacén de Bessonart----------------------------------------------

15..Casa del Cura Ingles------------------------------------------------

16..Casa de Catalina Martinelli de Rojo------------------------------

17..Casa de Cassanega---------------------------------------------------

18..Plaza Gómez----------------------------------------------------------

19..Casa de Doña Dolores Goñi de Güiraldes------------------------

20..Quinta de Guerrico---------------------------------------------------

21..El Fogón de Güiraldes-----------------------------------------------

22..Municipalidad---------------------------------------------------------

23..Casa de Emma Rojo-------------------------------------------------

24..Fundación Laplacette------------------------------------------------

25..Hospital Zerboni------------------------------------------------------

26..Museo de Ciencias Naturales – Carlos Merti- ------------------

27..Cruz Misional--------------------------------------------------------

CAPITULO II .. Parque Criollo y Museo Ricardo Güiraldes--------

28. Puente Gabino Tapia--------------------------------------------------

29..Museo Gauchesco y Parque Criollo-------------------------------

30..Monolito a Ricardo Güiraldes--------------------------------------

31..Puente Viejo----------------------------------------------------------

Romance del Puente Viejo, de Guillermo House------------

Croquis de la planta urbana de San Antonio de Areco e itinerario de la visita

Bibliografía-----------------------------------------------

Don Segundo Sombra-----------------------------------------------

Agradecimiento------------------------------------------------------

INDICE

1. El Río de Areco

2. Iniciativa para construir un puente en el año 1857

3. Costo del puente

4. Financiación y correspondencia

5. Una casilla para cobrar los derechos de peaje

6. Documentación de época

7. Caminos, ríos y puentes

8. Como lo vimos

INTRODUCION

“El hombre no solo es el único ser de la tierra capaz de proyectos, sino que El

Mismo es proyecto, no ya solamente por su innata programación genética, sino también por la riqueza de su espíritu encarnado que tiende a desplegar sus virtualidades”. (1)

Las ocurrencias antojadizas con que a veces se llena el tiempo de la vida, no constituyen un proyecto de vida. El hecho de que el hombre sea un proyecto dinámico no significa que su misión sea el activismo, el “creativismo”, como si El fuera valioso solo en la medida en que la sociedad lo juzgue útil, eficiente u original. El dinamismo de vida es , fundamentalmente, esa actividad interior que consiste en tomar conciencia de la realidad, buscar la verdad, reflexionar, elaborar experiencia, brindar amor profundo, crea orden y belleza, meditar...

La humanidad ha paso vertiginosamente de los estilos de trabajo artesanal a la tecnología, la electrónica, la informática y la robótica. Ha pasado de una concepción estática de la sociedad, la vida y la historia, a un enfoque dinámico, deseoso de intervención transformadora de todo lo dado y preocupada por formar un mundo mejor. Y no se trata de meros cambios superficiales, simples diferencias de modalidad. Dichas modificaciones transforman al hombre en profundidad y con serios peligros de deterioros y perdidas de verdades y valores, si no asume con lucidez y decisión su auto-conducción en medio de los acontecimientos.

La mentalidad general se impregna cada vez mas de pragmatismo y afán de éxito y eficiencia con empobrecimiento de humanidad.

El debilitamiento de las instituciones como transmisoras de un patrimonio cultural contribuye también a ese desarraigo, desorientación y falta de ideales.

Dentro de este marco general, es necesario que cada grupo humano asuma como una función insoslayable, la transmisión crítica de la cultura.

El hombre no llega a un nivel verdadero y plenamente humano sino por la cultura, es decir, por el cultivo de los bienes y valores naturales.

La cultura es una actividad creadora del hombre, con la que responde a la vocación de Dios que le pide perfeccionar toda la creación y en ella sus propias capacidades espirituales y corporales.

La cultura abarca la totalidad de la vida de un pueblo, el conjunto de valores

que lo animan y de desvalores que lo debilitan y que, al ser participados en común por sus miembros, los reúne en base a una misma “conciencia colectiva”.

La cultura comprende, asimismo, las formas a través de las cuales aquellos valores o desvalores se expresan y configuran, es decir, las costumbres, la lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social, cuando no son impedidas o reprimidas por la intervención de otras culturas dominantes. La cultura se va formando y se transforma en base a la continua experiencia

1) C.E.A. Educación y proyecto de vida. Bueno Aires, Oficina del Libro, 1986 histórica y vital de los pueblos, se trasmite a través del proceso de tradición generacional.

En este trabajo, recorriendo los lugares significativos de San Antonio de Areco, a través de una visita guiada y con la ayuda de material bibliográfico, se intentará demostrar que la fidelidad viva a la herencia de las tradiciones favorece el dinamismo y la expansión de la nueva cultura.

CAPITULO 1

CIRCUITO CENTRICO

(Salida de DIRECCION DE TURISMO)

¡Bienvenidos...!

San Antonio de Areco los recibe con los brazos abiertos...

Les agradecemos su grata visita y es nuestro deseo que se quede grabada para siempre en su memoria el recuerdo de nuestro pueblo- nuestro “Pago de Areco”- lugar lleno de historia y tradición, como lo testimonian sus lugares significativos que ahora podremos apreciar.

(Aquí la guía señala hacia la derecha, y muestra el parque San Martín y Anfiteatro).

En el siglo pasado, allí había un complejo industrial, donde funcionaba un molino harinero, cuyo dueño era Martínez, con otros dos socios. Años después, llego de Europa Giovanni Zerboni, quien compro una parte del complejo y realizo innumerables mejoras. Mas tarde funciono una celulosa, que, abandonada con el tiempo se incendio.

Hace algunos años, se realizo una parquización y hoy tenemos nuestro

Parque San Martín.

En la celebración de la fiesta de la Tradición 1987 se inauguro el Anfiteatro Municipal, que es un complejo cultural, donde actuaron personalidades del canto popular, como Antonio Tarragó Ros, Horacio Guaraní y últimamente se presento Sergio Denis, convocando 3.600 personas.

ACA VA FOTO DEL ANFITEATRO

(Mientras el colectivo avanza hacia la esquina de Alsina y Lavalle).

A nuestra derecha se encuentra el

Club Náutico y el Balneario Municipal.

ACA VA FOTO DEL Club NAUTICO

Ahora vemos la

Ex. Usina.

Este periodo fue declarado por el ICOMOS monumento arqueológico industrial en 1978. Se trata de la primitiva Usina eléctrica fundada 1901.

Actualmente es un complejo cultural donde se realizan exposiciones, ferias artesanales, proyecciones de videos, etc., donde se aprecian las obras realizadas por artistas artesanos del lugar e invitados de otros municipios.

A la izquierda, esta ubicado el

Centro Cívico

en el que funcionan el Juzgado de Paz, Registro Civil y otras reparticiones oficiales.

En el boulevard observamos una estela en homenaje a los Caídos en las Islas Malvinas.

(Esquina de Lavalle y Alsina)

Casa de los Martínez

familia benefactora del pueblo.

Esta casa perteneció a una de las familias mas antiguas de San Antonio de Areco. Su añosa construcción, el balcón en alto, su ubicación, la designan con claridad como lugar significativo. En este solar, habría tenido asiento la casa de la Estancia de Ruiz de Arellano.

Aquí la guía desde la misma esquina, señala la

Casa de Pellegrini

Esta moderna casa, vestida de perfiles históricos, fue asiento del Primer Fuerte local y también en ella vivió Doña Bartola Gómez de Farías, casada con Patricio Island. La familia Gómez, los sobrinos de Bartola, donaron la manzana donde actualmente se encuentra la Plaza Gómez, inaugurada el 24 de agosto de 1880.-

ACA VA FOTO DE LA ESQUINA DE LOS MARTINEZ

(Avanzando por calle Alsina)

Lugar del primer Fortín, luego Destacamento y hoy

Comisaría.

La casa de la

Familia Oberti

es típicamente pampeana, revocada a la bolsa. Las puertas y ventanas trabajadas en cuarterones. Rejas estilo colonial pampeano, o sea, lisas.

(Doblamos por calle B. Mitre. Todos descendemos del colectivo frente a la

Iglesia Parroquial

Luego cruzamos a la Plaza Arellano.

Fechas de inauguración: 1 er. templo: 23 de octubre de 1730,

2 do. templo: 13 de julio de 1792,

3 er. templo 9 de julio de 1870, con remodelaciones de 1924 a 1944, hechas por el P. Juan C. Duque.

La primera iglesia fue construida por iniciativa de Ruiz de Arellano, de adobe crudo y reducidas dimensiones. Cuando ya no pudo albergar a los feligreses, se determino la necesidad de su demolición y reemplazo por otra acorde con las necesidades de la población. Ello fue dispuesto por un Auto del Obispo de la Diócesis de Buenos Aires, don Fray Sebastian Malbar y Pinto, de fecha 22 de octubre 1779, el cual ordenaba:

“...atendida la poca decencia de esta Iglesia, el ser muy pequeña respecto a los muchos feligreses que tiene y sobre todo, el estar amenazada próxima ruina, se echase a tierra cuanto antes y se hiciese de nuevo, para cuyo fin deja S.S. elegido mayordomo de fabrica para que, cuanto antes, de principio a la obra.”

La construcción del segundo templo se inicio en 1792. Fue interrumpida al tercer día y reanudada un año después. Estuvo en plaza en el lugar antiguo, es decir, al este de la actual.

Medía 40 varas de largo y 9 ¼ de ancho y tenia dos sacristías. No quedo ningún documento gráfico del edificio que, aunque de líneas sencillas, hubiera sido un precioso documento del estilo colonial y de una parroquia de campaña.

Fue inaugurado el 13 de julio de 1792, con gran solemnidad.

Tercera Iglesia: La idea surgió por la iniciativa. de D. Manuel Guerrico.

El proyecto fue aprobado, pero se vio interrumpido por el estallido de la Guerra del Paraguay. La construcción fue adjudicada a Santiago Duhalde.

El 7 de Febrero de 1869 se colocó la piedra fundamental. En el centro de la piedra se encerró una caja de plomo que contenía el acta original, periódicos del día, medallas y monedas de la época. La construcción dura un año y medio. El 9 de julio de 1870 fue bendecida, siendo cura párroco el presbítero José María Cambrá y padrino Don Manuel de Guerrico, en representación de la gobernación de la Pcia. de Buenos Aires.

Actualmente, después de las remodelaciones efectuadas, en la fachada se pueden distinguir: la parte inferior -abarca el ancho de las tres naves-, la superior -mas angosta, se corresponde con el coro y la torre.

Fachada inferior: tiene tres puertas, que corresponden a las tres naves, central y laterales. A ambos lados, ojos de buey, y debajo sendas bases de mármol sobre las cuales hay placas de bronce.

La primera , del lado de la Epístola (entrada mano derecha ), la que ofrendara Burgueño en el 2do. Centenario de la erección de la parroquia: 1730- 23 de octubre 1930.

La segunda, del lado del Evangelio ( entrada lado izquierdo), la que recuerda a los clérigos que participaron en la Independencia.

Debajo de esta ultima, la que expresa la donación del Sr. Raúl Laplacette ,para la reconstrucción del frente de la iglesia, en memoria de su esposa Doña Herminia Laplacette.

La parte superior de la fachada, dividida en pilastras, ostenta en el centro una hornacina con la imagen de San Antonio de Padua, el Santo Patrono, de igual construcción que los evangelistas.

A ambos lados hay ventanales de tres cuerpos cada uno. Los laterales fijos y el del centro movible.

La edificación culmina con dos balaustradas, sobre cuyos pilares están asentadas las estatuas de los cuatros evangelistas: San Juan, San Marcos, San Mateo y San Lucas de 1,80 mts. de altura.

En el centro se halla el basamento de la torre con círculos parecidos a los ojos de buey con las letras: “ Jesús, Salvador de los hombres”.

La torre actual esta restaurada sobre un proyecto de los ingenieros Paillot y José Días Soto.

Tiene en total cuatro partes:

1) basamento; 2) campanario; 3) reloj; 4) cupulín-.

2) El campanario, de base cuadrangular, con dos pilastras. en cada ángulo, ventanas con persianas en maderas de incienso y recubiertas en el interior por alambrillo.

3) Hay un armazón que sostiene tres campanas para accionarlas a vuelo.

4) El reloj fue adquirido por el padre Gorría en 1896. Bajo el cupulín hay una campana que da las horas y medias horas. Posee lamparas eléctricas en cada esfera. Está empotrado en una construcción de base octogonal.

5) Cupulín: recubiertos con azulejos celestes de 5x5 cm. En su cúspide, se observa una piña en cuyo centro esta inserta una cruz de hierro artísticamente trabajada. Hay otro superpuesto de madera con receptáculos para lámparas eléctricas.

El templo, tal como lo vemos hoy, ha sufrido las modificaciones exigidas por la nueva liturgia.

Tiene el privilegio de haber sido consagrada por S.S. Dr. Santiago Luis Copello el 1 ro. de noviembre de 1930.

ACA VA FOTO DE LA IGLESIA DESDE LA PLAZA

PLAZA RUIZ DE ARELLANO

El sitio de la actual plaza eran corrales de la estancia del matrimonio Ruiz de Arrellano, que al hacerse el loteo del pueblo fueron donados para construir el paseo publico llamado en aquel entonces “ de la Constitución”. Fue el único fundacional del pueblo, como eran los típicos pueblos españoles.

La plaza, en sus comienzos, se encontraba rodeada de alambrados y se ingresaba por molinetes en las esquinas.

En 1886, por ordenanza del Comisionado Municipal Don Raúl Laplacette, cambio su nombre por el de Arellano.

En el centro se construyó la rotonda para emplazar el monumento a Hipólito Vieytes, sacando de ese lugar el molino, que paso a la comisaría.

En dicha rotonda, actuaba la Banda Municipal dominguera, realizándose también retretas, como lo recuerdan los versos del poeta:

PLAZA ARELLANO

de Pedro González Castellú

Plaza Arellano. Retreta.

Déjame que las recuerde,

noches de mis tiempos mozos

tan lejanas y presentes.

La banda de José Flores

Un vals brillante arremete.

A sus espaldas no oye,

en bronce Hipólito Vieytes.

Reposan en sus perfumes

las rosas y los claveles;

el rocío de la noche

se ha recostado en el césped

y una humedad perfumada

perfuma el húmedo ambiente.

...............................................

Las estrellas languidecen

y la luna se reclina

sobre la estatua de Vieytes.

el recuerdo me ha traído

viejas y olvidadas fiebres.

El cordón que circunda la plaza data de 1911.

En esa misma época se reemplazan los paraísos por plátanos. La flora no es

autóctona.

El cañón fue donado por el Sr. Levantini Casco.

La estatua de Vieytes, inaugurada en 1924 en honor al prócer de tanta

relevancia en la historia, se halla frente al solar donde nació.

(Nos dirigimos hacia el solar donde nació Juan Hipólito Vieytes).

Una placa señala el lugar que ocupara la casa donde abrió sus ojos a la vida, el más ilustre de los hijos de Areco, Don Juan Hipólito Vieytes; el 12 de agosto 1762. En las invasiones Inglesas actuó como capitán del Regimiento de Patricios y a partir de entonces dedico todos los esfuerzos y apoyar la causa de la libertad.

En su jabonería de la calle Venezuela se reunían los patriotas para deliberar y preparar la revolución. Intervino en el Cabildo Abierto del 22 de mayo y, una vez triunfante la revolución, fue secretario de Guerra del primer gobierno patrio. Cuando la Junta decidió enviar un ejercito al Alto Perú, Vieytes fue nombrado representante; mas tarde integro la Junta Grande, hasta que fue destituido por el movimiento de los días 5 y 6 de abril de 1811.

Dos años después se desempeño como secretario de la Asamblea de 1813, dando pruebas siempre de su clara inteligencia y fervoroso patriotismo.

Fue el primer criollo que, en la capital del Virreynato, dirigió una hoja periodística. Repobló 125 estancias con el ganado cimarrón y se preocupo por la industrialización del subproducto ganadero. Desarrolló su labor industrial asociado a los hermanos Rodríguez Peña en la mencionada jabonería.

Falleció el 5 de octubre de 1815.

ACA VA FOTO DE LA PLAZA

Y FOTO DEL CAÑON DE LA PLAZA

(Caminamos hasta el edificio de la Antigua Municipalidad)

En el predio de la antigua Parroquia, donde funcionaba el cementerio, se construyó este edificio en 1879, que fue ampliado y remodelado en 1921, bajo la dirección del Sr. Pelliciotta.

Durante muchos años fue asiento del Gobierno Municipal.

En unos de sus salones se efectuó entre los días 6 y 15 de diciembre de 1936, la exposición “tradicional”, patrocinada y autorizada por el Sr. José Antonio Güiraldes (entonces Intendente Municipal y hermano de Ricardo Güiraldes).

que fuera visitada por el Ministro de Obras Públicas, José María Bustillo, y otras personalidades. De este evento surgió la idea de la creación del Parque Criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes, felizmente concretado en poco tiempo, ya que el Museo fue inaugurado el 16 de Octubre de 1938.

(Regresamos al colectivo. Avanzamos por calle Segundo Sombra.)

A la derecha pueden ver el edificio del

Instituto Santa María de la Asunción

que data de 1901. Fue donado por Doña Margarita Mooney; mas tarde sus sobrinos Jeremías y Francisco Morgan, donaron el terreno que tiene salida a calle General Paz.

A principios de siglo, la realidad de una extensa zona rural sin escuelas, impulsó a los capellanes Irlandeses a promover la creación de un colegio para pupilas. Las Hermanas de la Misericordia irlandesas estuvieron a cargo del mismo hasta 1987, tarea que actualmente realizan las Hermanas Dominicas del Santísimo Sacramento. Cuenta con una matricula de alrededor de 1.200 alumnos, desde nivel pre-escolar a terciario.

Solar de José Matías Zapiola

A la izquierda, se encuentra el solar donde vivió José Matías Zapiola.

Luego de su destacada actuación militar, en 1829 es dado de baja, durante la gobernación de Viamonte. Despojado de su cargo, de su sueldo y de algunos bienes, se radica en San Antonio de Areco y debe iniciar una vida modesta. Si bien no se sabe a ciencia exacta la fecha de su radicación, en 1842 envía

desde acá una carta a su hermano Bonifacio.

Según Federico Zapiola, su bisnieto, vivió en Areco durante todo su ostracismo. La casa a donde vivió Zapiola perteneció a Don Gregorio de la Sota y hoy es propiedad de la Flia. Martínez Cejas. También ocupó por breve tiempo la casa ubicada en Segundo Sombra y Zapiola, donde había nacido Norberto de la Riestra.

Fallece en Bs. As. el 27 de junio de 1874 a los 94 años de edad. San A. de Areco fue honrado por esta gloria Nacional, por haberlo elegido como lugar de residencia en sus años difíciles, y lo recuerda dándole su nombre a una calle y colocando una placa en el frente de la casa donde vivió.

(Doblamos por calle Zapiola).

Almacén de Bessonart

El almacén de la esquina de calle Segundo Sombra y Zapiola perteneció. a Don Carlos S. Corián. Luego fue el almacén de Serrat y hoy lo ocupan con el mismo destino, los hermanos Bessonart. En el mismo solía parar en sus visitas al pueblo, ya anciano. Don Segundo Ramírez (Sombra). Constituye un típico almacén de campaña, de interesantes líneas arquitectónicas.

ACA VA FOTO DE LA ESQUINA DE BESONART

(Seguimos por la misma cuadra. La guía señala hacia la izquierda y relata).

La casa del cura Ingles

Así llamada por cuanto en una época pretérita fue la sede de la antigua Capellanía Irlandesa, que concito a su alrededor a la amplia y laboriosa familia de inmigrantes provenientes de ese país, que se afincaron en este pago. Arquitectónicamente, son dignos de destacar los altos con sus rejas y la estructura toda del edificio. Si observamos, destacaremos que es una de las pocas casas que aun quedan sin ochava.

(Se continua por calle Zapiola).

Casa de doña Catalina Martinelli de Rojo

Fue adquirida por su actual propietario en el año 1957, habiendo pertenecido anteriormente a las familias. Costa, La Torre y de Rocha.

Esta antigua casona perteneció a don Juan José Figueroa dueño también de la famosa Hacienda que lleva su nombre, citada por Don José María Paz en sus “Memorias”, y donde se despidieron Don Juan Manuel de Rosas y el Gral. Quiroga, antes de ser asesinado este ultimo en Barranca Yaco, al regresar de la misión encomendada.

Don Juan José Figueroa fue un prominente vecino de Areco , residente durante años en el citado inmueble, cuyas artísticas rejas, su frente característico y su patio interior son símbolo de toda una época.

El pintor Esteban Semino ha pintado el techo de una de las habitaciones, donde se advierte un machimbre de caña que soporta el enduído de yeso.

(Doblamos por calle Alvear).

La casa de la flia. Gassanega

Don José Gassanega , inmigrante italiano, arribo cuando apenas contaba 14 años y llego a San Antonio de Areco a los 17. Edificó con sus manos su casa, ampliándola sucesivamente para albergar a sus 14 hijos. Su fachada corresponde al estilo florentino.

Areco fue receptor de una gran afluencia de inmigrantes italianos que

contribuyeron a su crecimiento.

(Doblamos por calle Bolívar).

Plaza Gómez

En 1880, José y Candelaria Gómez, antiguos vecinos de Areco, en gesto generoso donaron la manzana donde está ubicada la plaza, que en principios estaba cercada de alambres y molinetes.

Los donantes eran sobrinos de doña Bartola Gómez de Farías, casada con Patricio Islands, uno de los 14 prisioneros de las invasiones inglesas, que fuera destinado a San Antonio de Areco. Años después se unió el ejército unitario de Lavalle y murió en una batalla luchando por la Patria.

ACA VA FOTO DE LA CUADRA QUE ESTA LA POSADA DE LA PLAZA

(Avanzando por calle Bolívar)

Casa de Doña Dolores Goñi de Güiraldes

En este solar, la madre del poeta Ricardo Güiraldes vivió sus últimos años rodeada de recuerdos. Fue diseñada por María Almandos Almonacid de Ezcurra y responde al puro estilo tradicional (colonial pampeano). Hoy su propietario es el Sr. Raúl Alonso.

ACA VA FOTO DE LA ESUINA DE LA CASA DE ARMANDO VP

(Doblamos por calle Lavalle. Mientras se circula la guía relata)

Quinta de Guerrico

Perteneciente en el pasado a unas familias tradicionales de Areco, fue adquirida en época mas reciente por el Sr. Victorio Altaparro y en ella se encendieron los fogones de las primeras fiestas de la Tradición, que habría de continuar durante más de 30 años, siendo sitios de reunión de paisanos y puebleros.

FOTO DE LA ESQUINA DE LA QUINTA DE GUERRICO

El fogón de Güiraldes

A la izquierda, encontramos esta edificación que no data más allá de los 40 años. Tiene ventanas enrejadas y ochava cerrada. Se penetra a la misma por una puerta estilo colonial, siendo digno de destacar el tapial bajo y los corredores con techos de tejas.

En este lugar vivió sus últimos años don José A. Güiraldes, conservándolo hasta el presente su hijo Adolfo José Güiraldes.

(Continuamos avanzando por calle Lavalle).

Casa Municipal

Antigua residencia de la flia. Laplacette, edificada en 1885. Responde a líneas italianas sin dejar por ello de tener una caracterización autóctona en muchos aspectos.

Desde 1967 se instalan en ella las autoridades municipales.

Salón Guerrico: Lo que hoy es el salón Cultural “ Manuel J. de Guerrico” era la cochera de la antigua casa. En él funciona el Museo Municipal de Artes Plásticas Juan Bautista Tapia; se realizan exposiciones temporarias entre las que se encuentran, óleos, grabados, acuarelas, dibujos, esculturas, etc. .En 1978, se realizo por primera vez la Bienal Bellocq, con mas de 200 obras del artista fallecido.

ACA VA FOTO DE LA MUNICIPALIDAD

Juan Bautista Tapia, hijo de don Gabino Tapia, estudió pintura con Andrada

Comarasa en Europa, gran amigo de Ricardo Güiraldes.

Casa de Emma Rojo

Edificada en 1941, es claro ejemplo de la arquitectura de estilo colonial pampeano, caracterizada por la austeridad de sus líneas, techos bajos, cubiertos con tejas, galerías y ventanales enrejados hecho en hierro forjado, por artesanos locales. Es obra de don Antonio Arpesella.

FOTO DE LA CASA

Fundación Laplacette

Esta institución lleva el nombre de unos de los benefactores mas destacados de San Antonio de Areco, que colaboro con numerosas obras de bien público, entre ella la refacción de la Iglesia Parroquial efectuada durante el curato del R. P. Juan C. Duque, pero su obra mas destacada fue la fundación Laplacette. En homenaje a su memoria, una calle de la ciudad lleva su nombre.

En la actualidad, funciona en este edificio la Escuela Provincial de Educación Técnica Nº 1.

(Esquina de Lavalle y Moreno).

Hospital Zerboni

Este hospital municipal fue donado en 1921 por la esposa de un benefactor de Areco, Giovanni Zerboni, y lleva el nombre de su hijo muerto prematuramente, José Emilio Zerboni.

Podemos ver también el busto del destacado medico Dr. José Antonio Smith, obra del escultor Luis Perlotti.

FOTO DEL HOSPITAL

(Después de doblar por calle Moreno, se toma calle Zerboni).

Museo de Ciencias Naturales “Carlos Merti”

Este museo, zoológico y botánico nació merced al incansable e investigador espíritu del siempre recordado vecino Carlos Merti.

Está instalado en un predio municipal dentro del marco de la zona costanera. En él se pueden apreciar diversos ejemplares de la fauna y la flora de Areco.

ACA HAY UN DIBUJO DE LA ENTRADA AL ZOO

Cruz Misional

Antes de que estuviera construido el puente viejo, los padres misioneros jesuítas, cuando debían cruzar el río y este estaba crecido, permanecían en este lugar hasta poder reanudar el viaje y levantaban un altar provisorio. La cruz desapareció, pero gracias al Padre Duque y al intendente Aquiles Pazzaglia, quienes se ocuparon de encontrar rastros e investigar sobre la primitiva cruz, podemos hoy saber el lugar casi exacto donde había sido emplazada.

-CAPITULO II-

Circuito: Parque Criollo y Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes”

(El colectivo cruza el puente “Gabino Tapia” (Puente del Medio) seguimos hasta el Museo).

Puente Gabino Tapia

En 1963, una ordenanza municipal dispuso denominar al Puente del Medio sobre el Río Areco “Gabino Tapia”, como homenaje a este vecino ilustre, uno de los propulsores de la raza criolla, cuyos productos ocuparon un lugar destacado en la Sociedad Rural Argentina.

Fue un gran cultor de nuestras tradicionales costumbres camperas, no por falso folklorismo, sino por su autentico amor a la tierra.

ACA VA FOTO DEL PUENTE GABINO TAPIA

El toponímico Areco: Ultimamente se ha difundido una nueva versión sobre el origen del nombre “Areco”, tan errónea como las que la hacen derivar de la lengua araucana o del apellido de un capitán hispano que lucho contra los indios. Aún en el supuesto que el nombre de Areco hubiera sido impuesto en 1526 por Sebastián Gaboto al río, no es aceptable que lo hiciera debido a que “en su cuenca crecía una palmera llamada “areca”, reemplazando la “a” final por la “o”, como afirman los sostenedores de tan peregrina tesis. Y ello es así, 1º : porque la “areca”, denominación de esas palmeras originarias del Asia, desde Málaca hasta Nueva Guinea, y de Australia, donde hay unas 20 especies, no se daban a lo largo del río Areco, así como tampoco en su desembocadura, ni aún en el Paraná de las Palmas. 2do.: Porque aún cuando hubieran existido esas plantas, Gaboto no las conocía por no haber llegado nunca al Asia ni a Australia. Mal podía, pues, utilizar la denominación de “areca”, para llamar Areco al río.

No sería improbable, en cambio, que la voz Areco proceda de la existencia de los peces Arecutá, así llamados en guaraní, y que no son otra cosa que las “viejas del agua”. Así mismo, es verosímil que los toponímicos Arequito (Santa Fe ) y Arequita (Uruguay), tenga idéntico origen.

(Frente a la Pulpería descendemos del colectivo.)

Nos encontramos frente al

Parque Criollo y Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes”.

El Parque Criollo y Museo “Ricardo Güiraldes” es una reserva de fauna y flora autóctonas, creado para tributar un homenaje al autor de “Don Segundo Sombra”, don Ricardo Güiraldes y para evocar la tradición nacional, las historias y costumbres del gaucho.

Constituye, sin lugar a dudas, el punto principal de significación tradicional.

La idea de la creación del Museo surge a partir de la visita que efectuara a la Exposición Tradicional de 1936, el entonces Ministro de Obras Publicas de la Pcia., don José M. Bustillo, quien se encarga de elaborar el proyecto que es aceptado por el gobernador Fresco.

El 12 de mayo de 1937 se dicta el decreto fundador y se nombra una Comisión Asesora.

Para la instalación del parque se ve como mas apropiado que pertenece a Margarita S. de Laplacette, ubicado en las afueras del pueblo, después del Puente Viejo.Tenia al frente el camino Ricardo Güiraldes, lindando con el río Areco, en cuyo albardón verdeaba un monte natural.

El director del Museo de Lujan, don Enrique Udaondo, desarrolla una intensa labor. Primero se adquieren 38 hectáreas, luego se restaura “La Blanqueada”, una antigua pulpería.

( Entramos a la Pulpería ).

La Pulpería “La Blanqueada” es la mas conocida, porque Güiraldes la nombra en su libro, pero no era la única del Pago; estaban también la del Puente Castex y un Almacén de Ramos Generales en lo que hoy es el Tropezón.

La edificación es del siglo Pasado.

Observemos ahora una escena típica de la Pulpería...

A espaldas del pulpero vemos una ventana enrejada, donde se atendía a los forasteros y gente que no inspiraba confianza. Adelante hay mesas y sillas ocupadas por gauchos de fines del siglo pasado, que visten botas de potro, calzoncillos cribados (llamados así por el trabajo que tienen a la altura del tobillo), camisas simples de algodón que se podían prender con tientos o con botones de hueso, el pañuelo que llevan en la cabeza es conocido con el nombre de serenero, porque lo utilizaban para protegerse del sereno ( rocío).

Frente a ellos observamos sobre las mesas unos porrones marrones que se utilizaban para contener caña, ginebra, etc. y el blanco mas pequeño contenía cerveza. Los vasos y copas son los que se conocen con el nombre de “muleros”, porque el vidrio ocupaba la mitad del recipiente.

En la pared hay objetos del siglo pasado que eran utilizados por el hombre de campo como por ejemplo: frenos, estribos , lazos, moldes para velas incluso hay una balanza de pilón, que se usaba para pesar cueros, plumas etc.

A la derecha, sobre la pared, se encuentra una acuarela de Rapela, que recrea el momento en que Don Segundo es atacado por el “Tape” Burgos en presencia de Fabio Cáceres, frente a la Blanqueada.

En frente en la vitrina, se encuentra recreada la escena llamada “El mate del estribo”. La ropa es posterior a la de los gauchos de la pulpería. El caballo participo en la película “Caballitos Criollos”.

A la derecha en la pared del fondo, se ve el original del dibujo que Atilio Boveri hizo para ilustrar la portada del folleto que contenía la recién promulgada Ley Provincial que instituía el Día de la Tradición (1939), titulado “El Domador” .

En fin, este era el lugar donde el paisanos desarrollaban su vida de relación o paraba un rato para dar un resuello al caballo y echar un trago. Era centro de actividades de diverso ordene, como la política, noticias e incluso centro de contratación. En ella el gaucho podría canjear cueros, plumas, carne, etc., por bebida, yerba, azúcar, ropas, etc.

La palabra “pulpería” puede derivar de pulquería, o sea lugar donde se vendía pulque. El pulque es una bebida aborigen que se obtenía de la fermentación del grano de trigo (o cualquier otro grano que destile alcohol).

ACA VA FOTO DE LA PULPERÍA

(Salimos de la Pulpería hacia la izquierda).

La Tahona: es una palabra de origen Arabe. En las estancias antiguas había una dependencia que recibía ese nombre.

La tahona es una maquina de moler trigo. La que aquí se muestra la trajo don Enrique Udaondo, con cien cosas más. Esta tahona funcionaba en Lujan , hoy en Mercedes a mediado del siglo pasado, pero el sistema es milenario.

Junto a la tahona hay un “Galpón y cuatro sogas “, bajo el nombre de Aniceto Melo. En el galpón tiene reparo una carreta colonial, se exhibe un arco para las carreras de sortijas empleado antaño en las fiestas tradicionales.

Esa marca sobre el arco del galpón, es la marca de la “guadaña”. Marca antigua que ha sido adoptada para el ganado que puebla el campo de este Parque. Luce como en el galpón, según menciona el “poeta de la pampa”, al describir en su novela “Raucho”, todas las dependencias de la estancia.

Hay también un ómnibus familiar y otras carretas más.

(En el patio de la Blanqueada).

Desde acá podemos observar la flora, un extenso monte de acacias, cinacina, aguaribay, ñapinday, talas y otras variedades.

Oculto hacia la izquierda, corre el Río Areco y sigue la misma vegetación autóctona.

La hacienda vacuna se alcanza a ver. Los animales son de raza criolla, guampudos.

Como vemos, este aljibe está revestido en su interior con huesos de caracú; es solamente un decorado.

ACA VA FOTO DE UN PORTON

El portón perteneció a la quinta de don Joaquín Guerrico, y fue donado al Museo por las Srtas. Dolores y Pilar Enguídanos Guerrico, descendiente de aquel. Está hecho todo con remaches.

Vemos el palomar, también característico de la construcción de la época.

El corral que podemos observar a la izquierda del Museo es de “palo a pique”: palos de ñandubay, con su maroma, palmas y transcorral. Es un corral antiguo anterior a la adopción del alambre.

Aquí se filmo una escena de la película “Camila”.

Los senderos que conducen de la Pulpería al Museo, llevan el nombre de los reseros que nombra Güiraldes en su libro.

(Caminamos hasta el museo.)

ACA VA FOTO DEL MUSEO

La construcción del Museo se baso en descripción de una estancia colonial que se encuentra en el libro “Santos Vega o Los Mellizos de la Flor”, de Hilario Ascasubi.

Así eran las estancias perdidas en la soledad de la pampa: con su corredor hospitalario, los dos salientes laterales del edificio, los techos de tejas coloniales, sus blancos muros, sus ventanas con rejas bajas, el puente, el foso con agua, las trincheras, el mirador.

(Cruzamos el puente)

Acá en el corredor , podemos ver estos sillones, construidos por el Sr. Zeleme, un vecino de Areco y verdadero artesano. El techo es de cañas asentado en barro. Están sujetas con tientos. Sobre ellas se asientan las tejas. Las rejas fueron hechas por don Faustino Francischelli, con material de demolición.

Los cañones que están aquí fueron traídos por Udaondo y pertenecían al fortín de Areco.

(Entramos al Museo).

Sala del escritor:

Presiden la sala los retratos de Ricardo Güiraldes y otros escritores de los siglos XIX y XX.

El escritorio y la silla de Walter Owen indican al visitante los muebles que utilizaba cuando tradujo “Martín Fierro” al ingles.

A un costado, la puerta de la segunda Iglesia de San Antonio de Padua, que data de 1792, con el signo de las tres virtudes teologales.

La biblioteca contiene importantes volúmenes sobre usos y costumbres del paisano, entre otros temas.

RICARDO GÜIRALDES

10/11/1834

JOSE HERNANDEZ

Hilario Ascasubi Estanislao del Campo Rafael Obligado

“Santos Vegas”o

“Mellizos de la Flor” “Fausto”

(es el que menos docu- menta la vida del paisano) “Santos Vegas”

(unas de las más bellas

poseías en Argentina)

Augusto Mario Delfino Benito Linch Walter Owen

Primer biógrafo de

Güiraldes. Después de Güiraldes,

2º escritor criollista de Argentina y uno de los mejores de Hispanoamérica. Traductor de “Martín Fierro” (pidió expresa-mente que la mesa y el original se conservaran en este Museo).

En la vitrina podemos ver los libros que pertenecen a la colección del Museo.

Vemos también las fotos de Ricardo Güiraldes y José Hernández, con las fechas de nacimiento del segundo, cuya coincidencia encierra tanto simbolismo.

¿Conocen Uds. a que corriente literaria pertenece Ricardo Güiraldes?

En las primeras décadas del siglo XX se afianza en Hispanoamérica una corriente denominada criollismo y también regionalismo. A diferencia de los americanistas del periodo romántico, ponen su objetivo en el paisaje antes que en los individuos. Son descriptivos y los personajes de sus obras son víctimas de esa naturaleza brutal, inhóspita y grandiosa.

Todos ellos dominan la técnica de la novela, el relato y el cuento, así como también el manejo de la lengua y conocen a fondo los regionalismos. Los diálogos se caracterizan por la fidelidad y las hablas locales.

Ricardo Güiraldes obtuvo el premio Nacional de Literatura correspondiente al año 1927 por su obra “Don Segundo Sombra”. La noticia de su otorgamiento llegó a conocimiento del autor tres días antes de su muerte, acaecida el 8 de octubre del mismo año.

Doña Adelina del Carril de Güiraldes, viuda del insigne poeta, destino la totalidad del importe de dicho premio Nacional a costear la extraordinaria impresión gráfica que realizo en 1929, en Maestricht (Holanda), el maestro A.A. Stols y cuyos 330 ejemplares, agotados hace ya varios años, se han convertido en una ambiciosa pero difícil meta para los bibliófilos.

Esta edición reproduce hasta sus mas mínimos detalles todas sus características gráficas, compuesto caracteres Lutetia, grabados por Krimpen y adornada con un titulo y letras especialmente dibujadas por Alphonse Stols.

La tirada de la edición holandesa fue limitada a 30 ejemplares en papel Japón numerados de l a XXX y trescientos en papel Holanda, afiligranado en con el titulo de la novela, especialmente fabricado por las manufacturas Reales Pannebok y Cía., además de varios ejemplares fuera de comercio impresos en papel Holanda y marcados F.C.

La edición original incluye una colección de ilustraciones de Alberto Güiraldes.

(Pasamos a la pieza del “Estanciero”).

Pieza del estanciero:

La pieza contiene una mesa, que data del siglo XVII y sillón frailero; sobre la mesa el tintero de plomo con pluma; la cama de Rosas. Complementan el mobiliario, en el rincón, un hermoso reloj de madera BOJ, una caja de Marsella en cuyo interior están las tres ultimas páginas manuscrita del Segundo Sombra. Las demás se encuentran en la Biblioteca Nacional, como depositaria, pero pertenecen al fondo Nacional de las Artes.

Nuestro Museo tiene una importante pinacoteca, entre cuyas obras se destaca esta reproducción de Rebollo de Garay del “Gaucho Federal”de Monvoisin, cuyo original se encuentra en el Museo Histórico Nacional (de tamaño natural).

Hay una foto de la hacienda de Figueroa, donde Juan Manuel de Rosas se encontró con Quiroga por última vez, antes de partir al norte donde fue asesinado (Barranca Yaco). Esa misma noche pernoctó el ilustre Gral. Paz, cuando lo traían prisionero desde Santa Fe con destino a Luján.

Vemos un dibujo acuarelado de Alberto Güiraldes. También una Sagrada Familia, muy común de encontrar en las Estancias, pues en casi todas había un altar. Sus figuras son de cera, vestidas de seda.

(Pasamos a la Sala de Gaucho)

Sala del Gaucho:

En esta sala se puede observar gran cantidad de prendas y herramientas pertenecientes al gaucho entre las cuales se destacan armas, facones, rebenques, boleadoras, hasta un cepo, que hacen suponer los castigos que soportaban.

Sus paredes están revestidas con obras muy importantes, tales como los dibujos de Molina Campos, los óleos de Carman y Marcos de Estrada y las acuarelas de Berrutti y Jorge A. Campos.

También se encuentra un retrato de Victorino Nogueira que fue realizado por Norberto Luppi. Se destaca notablemente el óleo de Sivori “Un puesto” y el óleo de Carman “Salta”; este ultimo tiene mucha importancia, ya que su autor era autodidacta y se presentó con esta obra y dos más a una exposición e impresionó tanto que el gobierno de Córdoba compro una de ellas.

Hasta ahora se ignora como llegó al Museo el óleo.

Podemos ver y diferenciar los distintos tipos de estribos, de los cuales se destacan los Arequeros, hechos con palo de membrillos y asta. También se pueden observar los estribos porteños, que son de arco mas anchos y poseen en su base una especie de trabajo típico en forma de onditas; estribos de búfalos, a los que se denominan de este modo porque su parte interior se hace de asta de búfalo y los estribos de estilo corona, campana y brasero.

En una vitrina, a un costado, se destaca un poncho que perteneciera al cacique Cafulcurá.

(Pasamos al vestíbulo)

Vestíbulo:

Años atrás, esta era la entrada del Museo, luego se modifico la disposición del recorrido por el actual.

Acá vemos la placa recordatoria de la Fundación del Museo y otra de la Sociedad Argentina de Escritores; cuando se descubrió esta placa pronuncio un discurso Jorge Luis Borges.

El mapa que observamos es antiquísimo, data de principios del siglo pasado. Es del Pago de Areco.

Tenemos también un baúl y una petaca de cuero.

Con motivo del cincuentenario, celebrado el 16 de octubre de 1987, se descubrieron cinco placas.

(Pasamos a la sala Güiraldes I)

Sala Güiraldes I :

En esta sala, se encuentra el óleo de Sívori “Cruzando la laguna en el Tandil”, que fuera donado por Don Manuel Carballido. También, adornando la pared, se encuentran reproducciones exactas de antiguas marcas para el ganado . Nos llama la atención su tamaño y precisamente son tan grandes porque antes no había alambrados así se diferenciaba un animal de otro, su marca debía ser bien clara; la forma de las mismas son variadas; resaltan los “anteojos “ que era la utilizada por Ricardo Güiraldes, y la “Cruz del Sur“, que utilizaba Rosas.

En una de las vitrinas, nos asombra una colección de mates realizados en plata; sus formas son variadas y se diferencian los porteños, ya que son los mas lisos, tienen menos trabajo, comparados con los litoraleños, con pie y mucho tallado.

En las dos vitrinas restantes hay prendas tejidas, como maneas , estribos, bozales etc.

(Nos dirigimos a la sala Güiraldes II).

Sala Güiraldes II:

En el centro de esta sala encontramos una mesa , en la cual hay una vitrina que contiene el cencerro de la tropilla de Ricardo Güiraldes; a su lado , sogas trenzadas y tejidas por Aniceto Melo: bozales, rebenques, cabezadas y maneas, las que están trabajadas en forma mas simples pluma y esterilla.

Nos encontramos aquí frente lo que se considera “El altar Mayor”: junto a esta vitrina luce un bronce realizado por Agustín Riganelli, que es el busto del poeta. Se encuentra también el calco de la mano derecha de Güiraldes, realizada en yeso, dos horas después de su muerte por Gonzalo Leguizamon Pondal y una xilografía, que es el perfil del poeta, realizado por Víctor Dalhey.

También se conservan todas sus obras en sus primeras ediciones:

“Cuentos de muerte y sangre”, “El cencerro de cristal”, “Raucho”, “Rosaura” , “Xamaica”, y “Don Segundo Sombra”, cuyo ejemplar tiene una conmovedora dedicatoria: “A mis padres, devotamente, Ricardo”. También se encuentra el inconcluso “Libro bravo”, que se imprimiera después de su muerte. Hay ejemplares de la revista Proa, que fundara Jorge Luis Borges, sus “Poemas Solitarios” , sus “Poemas Místicos”, etc.

En las paredes de esta sala se lucen los catorce cuadros que pintara el ilustre Pedro Figari; según se supone, están en el Museo porque su autor era muy amigo de Manuel Güiraldes y se cree que él las compro.

En una pared lateral, se encuentra el “torso” de Ricardo Güiraldes, dibujado en carbonilla por Anglada Camarasa; el poeta y Camarasa eran grandes amigos y se dice que este se impresionó de los músculos de Ricardo al verlo un día al prepararse para pelear con un Francés que lo molesto por esto le sirvió de modelo.

(Pasamos a la sala Alberto Güiraldes)

Sala Alberto Güiraldes:

Esta sala, en homenaje a Alberto Güiraldes, primo hermano de Ricardo, se pudo realizar gracias al aporte del Jockey Club de Bs. As., en cuya casa recuerdan al artista con una placa.

Se encuentran numerosas obras, cuadros, libros, que pertenecieron o realizara Alberto y conformaba su patrimonio.

Sus dibujos muestran desde su niñez, su vocación por el campo. Se destacan cuadros como “El malón”, que impresiona por su colorido y fuerza, y “Asalto a la diligencia”. Hay importantes óleos y carbonillas y en especial, una colección de libros ilustrados por Alberto.

En esta sala se trató de reproducir el ambiente donde Alberto hacia sus trabajos. Sobre el escritorio se conserva uno que quedo inconcluso.

También se encuentran sus muebles, recuerdo de familia.

(Avanzamos hacia la sala “Adelina del Carril de Güiraldes”)

Sala Adelina del Carril de Güiraldes:

Preside esta sala el retrato de la esposa del poeta, en blanco y negro. Ricardo Güiraldes no sólo nos ha legado sus libros, sino también sus dibujos y pinturas. En esta sala, Ud. los encontrara, son “Paisajes”, “Barrancas del río Areco”, óleos “Autorretratos”, Mallorca 1922, dibujos, como así también el paisaje de “La Porteña”, que nos revelan al agudo observador.

En la vitrina tenemos una colección de cencerros; la traducción del libro “Martín Fierro” al ingles por Walter Owen ; los cuadros que pertenecen a la opera “El matrero”, de Felipe Boero y el manuscrito de la misma; el costurero que perteneció a la madre del escritor; la edición de lujo abierta.

Ahora observamos el ángulo contrario: la colección de mates de porcelana traídos de Alemania especialmente para nuestro país y algunos camafeos.

La biblioteca fue donada por el Sr. Lecot, posee libros que pertenecieron a Ricardo y a su esposa.

Los sillones fueron donados por el museo de Luján y se ignora quienes fueron sus propietarios.

Arriba de la puerta observamos el escudo de la Confederación, de 1889.

Las fotos que vemos son: Don Francisco Colombo, el visionario impresor de la obra del poeta; la foto del padre de Ricardo, don Manuel Güiraldes.

Sobre la vitrina donde se encuentra el baúl- escritorio que usaba Ricardo en sus viajes.

Observamos las fotos de: Bustillo, Ministro de obras Públicas; Udaondo, Primer director del Museo; Dr. Smith, Presidente de la 1ra. Comisión de Amigos, Fresco, gobernador de la Pcia. de Bs. As. José Güiraldes, Intendente de Areco.

Vemos también dos cuadros: uno contiene el manuscrito de Güiraldes (amanecer, melodía, oración) y otro con el pozo de la Estancia “La Porteña”, donde arrojo varios de sus libros.

Finalmente, arriba de la puerta de salida, la foto de su padre

(Salimos del Museo, camino hacia la Ermita).

La Ermita:

En el Altar vemos una antigua imagen de San Antonio, donada por los fundadores del pueblo, don José Ruiz de Arellano y su esposa Doña Rosa de Giles y Monsalve, propietarios de estos campos.

Doña Petrona Casco de Llamosas, poseedora de la imagen, la dono al Parque. La idea de levantar la Ermita fue de Udaondo, quien dibujo el proyecto El Sr. Arpesella la construyó, siendo el costo de la obra pagado por Udaondo.

Su estilo es colonial. La puerta es histórica, perteneció a la casa de la chacra de don Juan de Santa Coloma en Quilmes.

ACA VA FOTO DE LA ERMITA

.................................................................................................................................

(Falta pagina Nº 33 del original)

Campo tranquilo...” ( Don Segundo Sombra, Bs. As., 1926 )

FOTO DEL PUENTE VIEJO

ROMANCE AL PUENTE VIEJO

( de Guillermo House )

Puente del tiempo de ñaupa

(que es mas que decir antiguo),

Acaso no tuvo nombre

Y apodo le dio el cariño.

Por él se ausculta una entraña

O sale a un albedrío.

Esta en el Pago de Areco

Y en el alma de SU libro.

De cien caminos abuelo

Y de inquietudes testigo.

Sintió cuajar la confianza

En el gozo del arribo,

O agitarse los pañuelos

Con el aire de un suspiro

Vio encanecidos potreros,

Doradas tardes de trigo,

Y encumbradas esperanzas

En las copas y en los nidos.

Anquilosado corcovo

Sobre las aguas del río

Logró acollarar las quintas

Del pueblo al campo tranquilo.

Cordial apretón de manos

Entre pampa y caserío,

Donde las costas se acercan

Como se estrella un cariño,

Para que, en la encrucijada

Que forman cauce y camino,

Cruce el río de la vida

Sobre la vida del río.

Cuando se fue Don Segundo

Tras el ultimo novillo,

Quedo su cancha desierta

Como tarde de domingo

¡Desde entonces, en sus orillas,

Cuanto silencio ha crecido!

Dejando fluir su tristeza

Pasan las aguas del río,

Que están hechas para irse

Como huellas de un camino,

Su plegaria se remansa

Por dos antiguos cariños

que “duermen crucificados

de calma” sobre el asilo

de aquella “tierra de siempre”

Donde su gloria hizo nido.

Boga una pena de leguas

En el río peregrino,

Porque el puente se desangra

Tibio de ritmos antiguos,

Su vejez quedo ensartada

En un gajo de espinillo;

Cuando regrese la luna

De lejanos recorridos,

Vendrá a sentarse a su lado

Con un montón de jacintos.

Discurso del caminante

Para un preciado motivo:

Brotó romance, y la yema

En elogio ha florecido.

Croquis de la planta urbana de San Antonio de Areco e itinerario de la visita

ACA HAY UN MAPA

SOBRE UN MAPA MARCAMOS PUNTOS DE REFERENCIAS

1: Parque San Martín

2: Club Náutico

3: Ex Usina

4: Centro Cívico

5: Casa de los Martínez

6: Casa de Pellegrini

7: Comisaría

8: Casa de E. F. de Oberti

9: Iglesia parroquial

10: Plaza Arellano

11: Antigua Municipalidad

12: Colegio Santa María

13: Solar de Matías Zapiola

14: Almacén de Bessonart

15: Casa del Cura Ingles

16: Casa de C. M. de Rojo

17: Casa de Gassanega

18: Plaza Gómez

19: Casa de D. G. de Güiraldes

20: Quinta de Guerrico

21: Fogón de Güiraldes

22: Municipalidad

23: Casa de Emma Rojo

24: Fundación Laplacette

25: Hospital Zerboni

26: Museo Merti

27: Cruz Misional

28: Puente Gabino Tapia

29: Museo Gauchesco y Parque Criollo

30: Monolito a R. Güiraldes

31: Puente viejo

.................................................................................................................................

(Falta pagina Nº 37 del original)

- BIBLIOGRAFÍA -

Burgueño, José C. Contribución al estudio de la fundación y desarrollo del pueblo de San Antonio de Areco.

Dirección de Turismo y Cultura. San A. de Areco. Lugar de siempre.

Fagnani, Camilo Orlando. San Antonio de Areco comunidad que piensa y trabaja. Bs. As. 1981

Junta de Estudios Históricos de San A. de Areco. (Anales).

Lobo, María A. Guía del Parque Criollo y Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes”.

DON SEGUNDO SOMBRA

Nació en Coronda Pcia. de Santa Fe el 2 de julio de 1852.

En 1880 se traslada (28 años de edad) a San Pedro lugar donde vive en concubinato con una mujer y tiene un hijo. En 1900 llega a San A. de Areco para trabajar como domador en la estancia de la flia. Castex y en 1903 (Cuando Ricardo Güiraldes contaba con 17 años de edad) llega a La Porteña de la misma forma que lo relata el Poeta en su obra “para palenquear ocho yeguas”.

Vive luego en el puesto La Lechuza propiedad de don José A. Güiraldes, frente a la estancia La Fe. Allí se casa, en su lecho de muerte con Doña Petrona Cárdenas, siendo padrinos de la ceremonia el Sr. Zotti y la Srta. Basilia Oberti. Ya anciano participa por invitación del Sr. Enrique Udaondo, en el desfile de carruajes históricos realizados en Lujan en 1934, a bordo de la volanta del Sr. Dalmacio Velez Sarfield. El ultimo año de su vida vive en una casa propiedad de Angona ubicada en calle Las Tropas donde hoy se instala la empresa Coresa).

Allí falleció el 20 de agosto 1936 a las 12 hs. a los 85 años de edad, de ataque cardiaco, dándole sepultura gratis por orden del Juez de Paz el Sr. Rojo.

El nombre de Don Segundo Ramírez proviene del siguiente origen: sus padres esclavos negros cocineros en la estancia de Ramírez (Coronda) se llamaban Patricio y Carmen Sombra. Al hijo Liberto de este matrimonio, se le impuso el apellido de Ramírez en homenaje al amo del establecimiento.

- Agradecimiento -

Conocer es amar...

Por eso, nuestro agradecimiento a la Srta. Maria Esther Cesario y a todos los profesores del Curso de Guías de Turismo Municipal, que nos ayudaron a conocer mas nuestro Pago de Areco.

ACLARATORIA

Al escribir esta breve historia, sobre dos aspectos de la vida de un partido de la Provincia de Buenos Aires, el río y el centenario puente de Areco, hemos creído contribuir en parte al conocimiento del país.

No es breve ni extensa, es de la dimensión del pueblo mismo. En sus cien páginas hemos procurado encuadrar la suma de muchos viejos conocimientos, desconocidos u omitidos en las grandes historias.-

Omitidos por su misma pequeñez, por pertenecer los que aquí hemos agrupados, al núcleo humano del diario quehacer de un Centenario pueblo de Buenos Aires.

Convencidos de ello, en nuestras páginas que también son parte de los pueblos circundantes y contemporáneos, puntualizamos el toponímico aborigen de un río, el de un pueblo, la historia de un puente y otros hechos relativos al lento y dilatado proceso vial de una vasta zona de la Provincia de Buenos Aires.

.......................................................................................................................................................

(Comienza en pagina Nº 17 del original)

- INICIATIVA PARA CONSTRUIR UN PUENTE EN EL AÑO 1857 -

Al termino del gobierno de Don Juan Manuel de Rosas, cuyo favorable o adverso juicio no corresponde abrir en estas paginas, se señalan los nombres de quienes habrían de auspiciar y propiciar empeñosamente la construcción de un puente de cal y ladrillos, sobre el curso del río Areco.-

Los incipientes medios de comunicación de la época, constituyeron un prolongado ejercicio vial en nuestro país.-

No fueron por cierto, una cabal expresión de civilización mas , nos brindaron sus enseñanzas por el correr de los siglos, por su rudimento y continuado ejercicio.-

De verdad puede considerarse la que sustentamos cuando pensamos que a solo media legua de la ruta que a mata caballos recorrieron a diario los chasis o trajinaron penosamente las lentas carretas, dos siglos mas tarde, se construye el actual camino pavimentado.-

El restablecimiento del nuevo orden institucional del país, permitió el desenvolvimiento de la iniciativa privada colocando en manos de los pueblos Libertad de acción y los derechos que cada individuo tiene para procurarse su mejoramiento progreso y comodidad, personal o colectiva.-

Esta situación genero que se sancionara la Ley del 16 de octubre de 1854, dictada por la legislatura de Bs. As. por la cual se disponía la creación de los organismos municipales refrendada por la ley de la Nación, el 22 de noviembre del año siguiente, disponiéndose que en enero de 1856, cada partido de la provincia, debía de tener constituidos sus cuerpos colegiados.

Por otra ley del 22 de Octubre de 1857, posterior a la iniciativa del puente, el gobierno de la Provincia, resolvía estimular la acción privada, exonerando del pago de contribución directa a todos los capitales invertidos en esta clase de obras, de suma necesidad en toda la extensión de la campaña, especialmente por la escasez de fondos del tesoro, que impedía cometer la magnitud de estas empresas.-

Dos años antes, en septiembre de 1855, durante la presidencia de Urquiza, se había dictado la primera ley Argentina relativa a vialidad, Nº 43, por la que se autorizaba al poder Ejecutivo para hacer los gastos que demande la apertura, conservación y seguridad de un camino carril que comunique las provincias del Norte con el Río Paraná.-

Tampoco estos buenos propósitos de Urquiza, según refiere a su documentado trabajo, el Ing. Adolfo López Maya no debieron pasar de tales, por cuanto a partir del 1º de abril de 1858, fueron muy reducidas las sumas invertidas en caminos y puentes, si calculamos que solo se gastaron 1.059.992 pesos moneda Nacional, en los 40 años transcurridos entre dichas fechas.-

El 22 de Marzo de 1856, fecha de su instalación oficial, son electos Juez de Paz y Presidente de la misma, Don José A. Martínez, ocupando los cargos municipales los señores Tiburcio Casco, Antonio Díaz Conto, Luis Marin y Ceferino López.-

Ocuparon los cargos Municipales suplentes, los señores Domingo Martínez y Vicente Lanuse.-

Las funciones con carácter especifico fueron distribuidas del siguiente modo: Don Tiburcio Casco como procurador, Don Antonio Díaz Conto, en funciones policiales, Don Luis Marin en la instrucción publica, Don Ceferino López como tesorero.-

El desempeño de la secretaria municipal, recayó en la ilustrada persona de Don Vicente Lanuse que se ofreció a desempeñarla honorariamente.-

La sorprendente y desacostumbrada iniciativa de construir un puente, no necesito para cumplir mas fines, de la autoridad de los flamantes cargos, ni fue movida por los estímulos que pudiesen hacer presumir magras ventajas.

La necesidad de un puente palpitaba en la parte mas animosa del corazón del pueblo, como una exigencia reclamada por el embrionario sistema vial del país , sin otro aliciente que el que siempre llevan consigo las obras de progreso, desafiando la desconfianza e incertidumbre de la mayoría y la indiferencia de quienes mas habrían de necesitarlo.

Construir un puente de 1857 – A quien podía ocurrírsele tan descabellada obra y empresa.-

Nada mas que vadear el río para pasar de una orilla a otra . La razón no parecía suficientemente valedera .

¡Que tantos lujos y comodidades, se dirían muchos antiguos vecinos!

Que pasen el río como acostumbrábamos a vadearlo nosotros. Ya se ve , dirían nuestros abuelos, eran los de antes tiempo mas varoniles y por sobre todo, agregamos nosotros días en que todo estaba por hacerse, cuando los habitantes de ciudades y pueblo de campaña, desenvolvían sus partoriles actividades en lucha permanente con los naturales elementos de la naturaleza.

Don José Vicente Martínez, (1), cuyo nombre debiera llevar el puente, fue su principal gestor y sostenedor, el sacrificado responsable financiero de todas erogaciones y el contragolpe de las malévolas imputaciones y calumnias que siempre suelen propalarse y que llevan a la tumba, como honorable titulo, casi todos los precursores.- Martínez debió sentir la necesidad del puente como algo que necesitaba para su pueblo, para bien de sus hijos, de sus amigos, de todos los que quienes o necesitan pasar sobre el.- No obstante la ausencia de documentación que nos lo pruebe, nos imaginamos el revuelo que cada idea debió producir entre el vecindario, tanto por las demandas económicas que comprometería , como por lo desusado de la iniciativa.- Hasta ahora se habían servido para cruzar el río, del cómodo servicio que prestaba el “canoero” cuando no se transponía de una a la otra banda, montado a caballo, en alta carreta o a nado.-

Solo por sus sospechables funciones podía hablarse de puentes. Muy pocos eran los vecinos que habían visto uno de ellos. Ni en Buenos Aires, ni en Córdoba existían puentes de la importancia como aquel que se proponía hacer calenturienta fantasía de Martínez. Sin duda, le sobrarían muchos pesos fuertes o también presumirse que no estaba en sus cabales.

Los pocos vecinos que habían viajado hacia Bs. As. solo conocían el puente de Lujan , viejo y maltrecho; el de Marques, pequeño, lleno de compostura y agujeros. Casi todos pensaron que aquella empresa no era una obra de caridad, de fraternal ayuda, de oraciones a decirse en la procesión y fiesta del Santo Patrono.

De acuerdo a los planos y cálculos que habían formado sus gestores, el puente tendría mas de cincuenta metros de luz, soportado sobre un solo arco, con dos grandes ojos de buey en cada costado, tal vez impensadamente, prosiguiendo con el estilo y modalidad de la época , este se proyecto al igual de los puentes que en España construyeron los romanos.

A pesar de la novedad de levantarse en medio de la Pampa, no hubo innovación al respecto. Se debió pensar en lo necesario y en lo practico.- Probablemente se aconsejaban por las viejas leyes dictadas para India, como las números XVII que ordenaba que la arquitectura de las casas y otras construcciones del nuevo mundo, fueron todas enteramente iguales.

A pesar de todo, debía ser amplio, generoso y consistente, casi como una obra de admirar por cuanto era desusada la aventura de su materialización.- Y se eligió el lugar, frente a lo mas poblado de la población en dirección al campo abierto que conducían hacia las infinitas pampas de Bs. As., Santa Fe y restantes provincias del interior. Que orgullo y que sorpresa tendrían los viajeros que en años anteriores habían vadeado el río Areco, los que por crecientes se detenían en larga espera, los que sufrieron un mal rato, los que debieron efectuar grandes rodeos para aprovechar los mejores vados y aun aquellos, los mas sufridos; los troperos, los conductores y propietarios de las crujientes y potentes tropas de carretas que provenían cargadas del interior.

Areco con su puente, seria como un punto de convergencia obligada desde todos los rumbos, paso y puerta para entrar a la provincia de Bs. As., hito civilizador que uniría en distancias de leguas, el Areco, el Lujan, y el de las Conchas. Las acciones a adquirirse importaban, la que menos, la contribución de 500$ fuertes. Era esta una suma importantes como para malgastarla en una aventura de esta naturaleza, implicaba un desprendimiento de proporciones excepcionales, extraordinarias.- Y como veremos enseguida , no fueron poco los que ofrecieron generosamente su dinero, convencidos o no, del éxito la empresa o de la utilidad que el puente pudiese prestar.- La financiación de esta obra , desde los tiempos de las siempre exhaustas finanzas coloniales, eran solventadas por el dinero de los vecinos, en este aspecto, las instituciones hispánicas, solo percibían derechos .- Cuando de una obra de esta naturaleza podía llegarse a tratar, debía dársele intervención al Cabildo, al Sr. Virrey, a los componentes de la casa de contratación establecida en España y con mucha posterioridad, al mismo Rey .- Este dilatorio tramite burocrático, solía llevar años de tiempo. La democratización de nuestras instituciones allanó, en parte el papelerío burocrático y tantos trámites.- Para aquellos días, resulta interesante destacar el sistema de financiación adoptado por los vecinos, estimulando la concurrencia de capitales por la eximisión de acciones nominales de $ 500 cada una, uno de cuyos ejemplares reproducimos.-La iniciativa, elevada al Ministerio de Gobierno de Bs. As. para su conocimiento y aprobación, determinan las normas que regirán las suscripciones de las mismas, en la formación de un fondo de respaldo y seguridad.- Las disposiciones tomadas para determinar los aportes

no pueden ser mas breves y precisas.-

Se forma una asociación para la construcción de un puente en el río de San Antonio de Areco.- Esta asociación será por acciones de $ 500 que serán reembolsados con el producto de los derechos de postazgo (peaje) que se cobren y además tendrá un interés del 6% anual, que empezara a correr el día en que empiece a funcionar y se pagara con el producto.- Los dividendo para amortizar el capital de las acciones y el pago de los intereses se hará anualmente del producto liquido de las entradas, después de deducir los gastos de cobranzas y reparaciones. Después de reembolsado el capital de las acciones, el puente quedara a beneficio del partido y su usufructo y conservación a cargo de la Municipalidad. Para la administración y dirección se nombrara una comisión, compuesta por cinco miembros la que se renovara a cada uno cada dos años, elegidos en junta general de accionistas.-

“Las acciones serán nominales, pero transferibles.”

“La recolección del valor de las acciones se hará por mitades, la primera al principio y la segunda cuando haya necesidad de fondos y sean requeridos por la dirección directiva.

“Firmado, José V. Martínez “

Casi de inmediato, el Sr. Ministro de Obras Publicas de la Provincia, responde a los progresistas reclamos de la comisión de vecinos de Areco.-Febrero 8 de 1856-Bs. As.- en el expediente promovido por don José V. Martínez, en representación de varios vecinos para construcción de un puente. El gobierno ha expedido en la fecha la resolución que transcribimos. Visto el anterior informe se aprueba el plano y el presupuesto para la construcción de un puente, sobre el río Areco en la inteligencia: De la ejecución de esta obra , se incluirán las modificaciones indicadas en el Consejo de Obras Publicas en su informe del 12 de diciembre ultimo y que han sido aceptadas por Don Pedro Martínez, en representación de su padre Don José V. Martínez. Es sensible a nuestro propósito la falta de documento respectivo, en el cual se dieron los por menores de la construcción y detalles del presupuesto de la obra y cuales fueron sus modificaciones introducidas por el Consejo de Oras Publicas de la provincia. Asimismo, ignoramos un presunto plan de obras, como podemos inferirlo de la condición 5º a que hace referencia el Ministerio y la determinación de la fecha exacta de la iniciativa , que debe calcularse como iniciada en los primeros días de noviembre de 1856.-

Prosigue el Ministerio en su resolución.

De la condición 5º de las contenidas en la resolución del día 9 de Abril de 1856, referente a la comisión Municipal, se entenderá en su caso la Municipalidad-

Luego de depositadas en el Ministerio las 40 acciones se entregaran en el gobierno los 20.000 $ de su importe. En su virtud bajo el expediente a escribanía para que se notifique a Don Pedro Martínez para que luego de hecho el deposito, se extienda la escritura, empezando inmediatamente la obra, que será examinada por el ingeniero que oportunamente designe el gobierno y transcríbanse al Consejo de Obras Publicas y Juez de Paz de San A. de Areco. Firmado: Valentín Alsina.

En concordancia con la resolución precedente con fecha de 16 de Mayo de 1856.- El Sr. Juez de Paz, recibe la siguiente comunicación.- “De conformidad a la resolución en el expediente que en representación de varios vecinos accionistas de ese partido inicio Don José V. Martínez, solicitando autorización para la construcción de un puente en el río de ese punto, el infrascripto adjunta a Ud. una copia autorizada de dicho expediente a efecto a que la entregue a la comisión Municipal del partido, para que obre en el archivo de ella.

Dios guarde a Ud. Firmado, Irineo Portela.-

Esta resolución del ministerio, tampoco se encuentra contenida en el legajo de las actuaciones relativas a la obra, como así mismo, la mayor parte de la correspondencia remitida desde la Municipalidad de San A. de Areco a las autoridades de obras Públicas de la Provincia.- A su vez, el citado Juez de Paz eleva la resolución transcripta, al presidente de la comisión, Don Manuel Fidel Torres, acompañando la autorizada copia del gobierno de la Provincia,. Aprobada y en marcha la construcción de la obra, su urgente financiación no escapa a la propaganda y previsiones del señor Martínez interesando personalmente a sus relaciones y escribiéndoles a todos sus vecinos de su amistad, los entusiasma a concurrir a la obra contribuyendo con los aportes de algunas acciones. Los gastos serán elevados, cuantiosos para los tiempos que corren.-

Todos los pudientes deberán contribuir a la realización de la obra , adquiriendo algunas acciones. José V. Martínez, al igual que su padre, son personas de responsabilidad económica, el primero es propietario de única tahona existente en el pueblo, su conducta es irreprochable.

“Creo, le escribe una carta al señor Eduardo Conner.- Que estará informado de la Asociación establecida para la construcción de un puente a este Pueblo”. Esta obra va a empezar pronto, estando todo preparado para ello y me permito dirigirme a Ud. como unos de los vecinos que han demostrado siempre mucho interés en el adelanto del partido, invitándolo a tomar parte de esta empresa, esperando confiado en que así lo hará. Las acciones son de 500 $ y están ya tomadas en las tres cuarta partes. Con este motivo tiene el honor de saludar a Ud. con toda consideración su atte. servidor ... José V. Martínez, 18 de octubre de 1856-. El celo de Martínez, debió correr por todo el pueblo y la campaña, aquella que dentro de pocos días se iba ha iniciar era su propio monumento.- Podemos sostener que el puente de Areco, fue el primero, de verdadero carácter argentino que se construyo en el territorio del actual estado de la provincia de Buenos Aires por la popular y colectiva procedencia de la iniciativa, por la época, por el espíritu permanente vial que lo animó, por la participación de diversos accionistas locales, como por el firme respaldo moral y económico, dirección y control técnico que le presto el estado de Buenos Aires. Los anteriores, el de Luján, el de Márques, el de Gálvez y otros de factura humilde y menos costosa, cuando no pasaron de hermosos proyectos o efímeras construcciones de madera. Fueron dispuesto por la anuencia del hispano Cabildo de Buenos Aires, requiriendo, algunos de ellos, como el de Luján, la aprobación del Rey de España, a instancia del oscuro asesoramiento de los hombres de la casa de contratación.- El puente de Areco, responde a un estado de conciencia popular es la obra del pueblo para todos, no pertenece a un determinado individuo que se ha movido con el animo de usufructuarlo como algo propio, privado, como cosa de su exclusiva pertenencia.- Las resoluciones tomadas para construir este puente, por un grupo de vecinos responsables, configura un aspecto legal, constituye una entidad representativa, cuya autoridad emana de un consejo de administración, entre cuyos componentes hay algunos que representan cargos concejiles representación de pueblo. Corresponde pues, estimar al puente de Areco, como a la primer obra vial, enteramente argentina que aun subsiste en funciones, en la plenitud de sus 104 años .Tiene igualmente, por sobre todo lo que citamos al pasar en otro capitulo, la rara ventaja de contar con una amplia historia, fehacientemente documentada, verdadera contribución al conocimiento del pasado vial de la provincia.-

Mayor relieve adquiere esta iniciativa si analizamos, breve y documentalmente, el estado en que se encontraba el partido de San Antonio de Areco en el año 1853.-

Los vecinos que pretendían disponer de un gran puente, construido con cal y ladrillos, sólido y duradero como para que alguien, en un remoto lejano escribiese su historia y los nombres de sus bienhechores, apenas contaba con una población estable de 869 argentinos.

Había también 44 extranjeros y 872 mas, se encontraban distribuidos en la campaña.

La Iglesia subsistente y el monumento al puente a construirse, en lo que a edificación de material respecta era lo único de cierta importancia que podía verse en las 61 casas del pueblo. Entre sus vecinos mas representativos, cuenta con un medico, 4 alcaldes, 11 tenientes alcaldes, 3 parteras, 2 carpinteros, 4 albañiles, 1 herrero y 2 zapateros, 2 confiteros y 1 platero. El pueblo mantiene a un maestro y a una escuela de primeras letras, al que concurren 36 alumnos de ambos sexos. Es decir menos de 1.785 habitantes, descontando los impedidos, los niños, los pobres de solemnidad y otros con semejantes inconvenientes económicos, pretendían afrontar y solventar una obra que resultaría superior a 141 mil pesos. Indudablemente, el pueblo iba a realizar el milagro de su puente, en razón de esa fe, coraje y entusiasmo en que escribimos su historia. La pujante iniciativa, marcha aceleradamente. Un hecho sin dejar de ser frecuentes merece nuestra observación. “Ministerio de Gobierno Buenos Aires junio 11 de 1857.- Al Sr. Juez de Paz de San Antonio de Areco”. Se comunica que el Gobierno por resolución de esta fecha y en vista de lo expuesto por el Sr. Ingeniero José María Romero declara estar satisfecho de la construcción del puente de Areco. El milagro del puente se había obrado.

( 1) Martínez José Vicente: este progresista y entusiasta vecino, cuñado de Don Alvaro de la Riestra, en el año 1837, poseía en Areco una tahona para la molienda de trigo y otros granos. Colecturía general. Registros de establecimientos que se abren en la ciudad y campaña “1836/37/38 a 41- Archivo general de la Nación.- Sala III- 33.6.26 y 33.7.1. Al mismo Sr. nombrado por el gobernador Juan Manuel de Rosas y Agustín Garrigos, desempeño las funciones de Juez de Paz, en el ejercicio 1837/38/39. Durante muchos años, hasta principios de este siglo, el puente que nos ocupa, se conoció como Puente de los Martínez.-

(2) Documentos correspondientes a la construcción del puente viejo, 91 fojas se encuentra este documento en mal estado de conservación.-En el reciente ordenamiento del archivo de la Municipalidad de San Antonio de Areco, fue caratulado bajo el Nº 51.727; Como los que correspondieron a la Pcia. de Bs. As., aquí faltan muchos papeles. Por fortuna, no obstante los estragos de la humedad, se ha salvado la mayor parte, reproducida íntegramente por primera vez en este trabajo. Con la destrucción del archivo del Juzgado de Paz, realizado aproximadamente hace un cuarto de siglo, termino de perderse otra apreciable cantidad de documentos.

COSTO DEL PUENTE

A pesar de la oficial autorización otorgada precedentemente por el gobierno de la Provincia, el puente comenzó a cumplir sus funciones, librándose al transito, el 6 de mayo de 1857.

Es decir en menos de 16 meses, la importante obra había quedado terminada, con inusitada y desacostumbrada celeridad en trabajos de esta naturaleza, siempre tan expuesto a tan prolongadas esperas, en razón de lluvias imprevistas, crecientes, derrumbamientos y falta de recursos.

Haciendo números redondos de acuerdo a las anotaciones que tomamos de la documentación citada, encontramos estos particulares y curiosos testimonios.- A foja Nº 15 de los documentos consultados, relativos a los gastos que insumió su construcción, constan inversiones por los siguientes conceptos y rubros. A Vicente Basavilbaso, escribano de gobierno, por testimonio del expediente 2, d, 396-A Vicente Basavilbaso, copia escritura 494-A Jacinto Nogueyra, por pasaje del Ingeniero Moller que fue a levantar el plano-$ 600.- A Grondona, por 120 bolsas vacías de cal.- A varela por imprimir 300 ejemplares de las acciones $ 150.- A Pedro Truco por 250 fanegas de cal a $ 32 la fanega, mas $ 88 por derecho en Zarate- 7.443. $4. A Caste Francischelli & Cia., por piola para amarre de cimbra, $655- A Vicente Casares e hijo por maderas para cimbra y andamios $6.861-A Adolfo Gómez, por dos paquetes de clavos $330 por fletes de maderas hasta Zarate $ 600 (1).- A Ramón Basavilbaso por diversos menores que recibieron en Zarate cal, maderas, etc.- A Juan Zarate por fletes de maderas desde Zarate hasta Areco $ 800.- A. José Lavallen por fletes de 42 fanegas de cal de Zarate hacia Areco $420.- A Antonio Díaz por fletes de 163 fanegas de cal $ 163.- A peones por recibir y descargar cal $ 70 .- A Inocencio Puentes ,183 fanegas polvo de ladrillos a 25.457,4 $.- A Macedonio Gómez, 20.112 fanegas de polvo a 25.512,4 $.-A Francisco Sunda 10 faenas 260$.- Peones para conducir, recibir y medir en deposito 123 $.- A peones para hacer un pozo para guardar arena cerca de la obra 50$.- A Cipriano Casco, por conducir maderas para hacer cimbras 200$.- A Pedro Davetapie, por 105.000 ladrillos de cal a 330 el millar, puestos al pie de la obra 34.650$ .- A Antonio Díaz , flete de arena 500$.- A Lino Jurado 39 manos de clavos 97$.- A Adolfo González, 24 tirantillos que faltaron para la cimbra 798$.- A Tiburcio Casco 150 faenas de cal en el Baradero, a 28 la faena, mas gastos de recibo y deposito, 4.340$.- A Cevero Lima, por fletes del Baradero 200$.-A Manuel Barnechea por polvo de ladrillos 6.858$.- A peones en los terraplenes o veredones de cada lado del puente que forman los caminos de entrada y salida 4.867$.- A cadena y candado para cerrar el puente 60$.-A Antonio Sartoni por su trabajo de albañilería, según contrato 5.500$.- Total 137.186,6$ reales.-

De lo que consta en el ultimo rubro de gastos por 5.500$ se desprende que quien realizo materialmente la obra, fue el señor contratista Sartori, persona que también se diluye en el tiempo.- Otros nombres se han barajado de quien fue el verdadero constructor de la obra, error que es para lamentar esta clase de afirmaciones.-

A las cantidades antes mencionadas, debemos agregarles aquellas que demando la construcción de la casilla de material, sede y obligado refugio de la persona que habría de atender y percibir los derechos de peaje.-

Pagada a José Esnaola, por recibo 380$, por conducción de dicho material 60$ Inocencio Puente, por polvo 45$.- Las fanegas de cal a 50$ .- A Juan Lanuse por postes 188$.-A José P. Pérez, por albañilería y peones, 840$- Total: 138.136,6$ reales.-Se agrega luego al ingeniero Moller por su trabajo de planos para el puente que aunque el pide4.000$, su apoderado Jose M. Romero hace rebajar 2.000$.- Total: 141.136,6$ reales.- Diciembre 31/1857- Jose Vicente Martínez.- Y el puente tuvo el orgullo de ser la obra de sus propios vecinos e hijos.- Con excepción del Ing. Moller y el Sr. Romero, el Sr. Sartori (contratista), la mano de obra de albañilería, los peones, y los chasis, los comerciantes y todos los que cumplieron lo mas humilde menesteres , fueron de Areco. Aun residen en Areco , la mayor parte de descendientes y nietos de los hombres que figuran en la lista precedente, encariñados y enfervorizados por la obra de sus mayores, orgullosos de la herencia que legaron al pago, como si el puente fuese una importante propiedad raíz que les perteneciese a ellos, cuyas generosas proyecciones disfrutan sus parientes y los vecinos que llegaron después.

También como ellos aprendieron a quererlo, lo hicieron suyo por los beneficios de su presencia o por el aquerenciamiento que procrea lo que se recibe como testimonio de afecto.- Algunos llegaron a ser, como Tiburcio Casco, el primero de sus empleados, desde su cargo de arrendador de los derechos de peaje .- Después, como en los cálculos de toda buena empresa bien organizada , el puente comenzó a rendir sus beneficios, no obstante los muchos viajeros que debieron proseguir pasando por las aguas del río, por conveniencia o por fuerzas de la costumbre.- En concepto de peaje, en el transcurso de los meses de Mayo a Julio se percibieron 817$, 1.551 y 2.359 $ respectivamente.- La razón de estas entradas, las suministramos en un capitulo posterior al ocuparnos de los derechos de transito.- De los 4.727$ percibidos durante los tres primeros meses, se dedujeron las siguientes sumas invertidas en herramientas, útiles y sueldos.

Por una carretilla de mano $ 150, por una pala de uña $ 22, por pala de apalear $ 20, por 105 metros de alambre, $ 31, por flete de alambre a Bs. As. $20; seis y medio de jornales a dos pesos para hacer el cerco $ 97,40, sueldo al cobrador del puente Don Cipriano Casco, a $ 15 por mes, $ 45 José Martínez.- Las cuentas y sumas consideradas, evidencian la seriedad, honestidad, y mesura con que invertidos los dineros.-

FINANCIACION Y CORRESPONDENCIA

Suponemos cuales y cuantas debieron ser las dificultades que tuvieron que afrontar los miembros de la comisión del puente frente a su proyecto de esta naturaleza, no obstante los altos intereses ofrecidos y los términos preciso del registro del capital de las acciones.- Quienes hayan intervenido alguna vez en esta clase de inversiones, saben por propia experiencia, los inevitables resultados finales.- Ni los intereses, ni el capital jamas llegan a formalizarse, los miembros de la comisión cantaban a los probables accionistas la conocida palinodia y tocando la fibra patriótica y citando lugares comunes trataban de llegar al oído, corazón y haberes de todos aquellos que aprecian no haber oído bien, ni entendido cuales y de que monto eran los apremiantes rumores del momento.- Hasta las pampeanas aguas del río debieron hacerse eco en sus corrientes, como murmullos de voces humanas, anhelantes y pedigüeñas.- Contrariamente a todo lo que con mucha certeza podríamos sospechar, los recursos solicitados para la construcción del puente, fueron un generoso ejemplo de desinterés, desprendimiento y alto exponente de progreso. Por ello debemos documentar aquí, el agradecimiento del pueblo de Areco, hacia todos aquellos que aportaron su dinero o su entusiasmo, contribuyendo a la realización de esta importante obra.- Como en otras omisiones documentales, no figuran en esta reseña, los nombres de todos los que fueron, ni tampoco están todos los que en su momentos debieron estar ...A todos por igual, anhelamos les llegue el reconocimiento del pueblo.-

En uno de los documentos a nuestros alcances, consta una lista de accionistas con el detalle al margen de la cantidad, los nombres de los que donaron sus acciones en el momento de la ejecución y la actitud de otros, de los que por atendibles razones recuperaron el monto total de sus dineros.-

Algunos apellidos han subsistido en sus descendientes, otros se ausentaron del pueblo, en su mayoría su honesto anonimato quedara vindicado por esta constancia nuestra. He aquí sus nombres: Carlos Gómez, 2 acciones; Luis Maldonado, 1; Melquiades Arana, 1; Fidel Torres, 1; Juan Francisco Font, 4; (1) Sociedad dos hermanos Figueroa, 2; Bernabé Viera, 1; Santiago Thonlinso, 1; Avelino Aturralde, 2; (no cobro intereses), Pascual Figueroa, 1; Francisco Torres, 1; Santiago Donoso, 1; Mensajerías Argentinas, 4; (2).- San Antonio de Areco Diciembre 31 de 1857.- Otra: debe el puente al Ing. Moller por trabajos de planos, $ 2000; a Don José Vicente Martínez por dinero suplido 21.429.4.- Diferencia; 141.136,6 José V. Martínez.- De la correspondencia mantenida entre algunos suscriptores de acciones con los miembros de la comisión del puente, damos en sus textos originales los conceptos y razones vertidas de las mismas.-El Sr. Norberto Martínez, en agosto de 1860, agradece su designación como accionista del puente a cuyos fondos él siempre contribuyo con su persona o su dinero, no mirando mas que el bien general. Por lo tanto dice dona a beneficio del pueblo, como acciones de 500 $ cada una .- Otra: “Estoy en el entender de las razones que ustedes me manifiestan con referencias a nuestro puente de San A. de Areco y de los exhaustos recursos de ese municipio.- Algo más nada habría conseguido con establecer esta valiosa obra que habremos de considerar el alma de la vía de transito de la campaña, puesto que en todo tiempo ha de prestar servicios independientes del ferrocarril por lo cual debe proseguir dispensándosele los gustos que demande su reparación.-

“Por consiguiente, referente a la solicitud de los señores de la Municipalidad, les cedo muy gustoso mi acción e interés para que los utilicen en lo que acuerden por mas conveniente. Y los saluda Gregorio de la Sota.- Es singularmente interesante la actitud y opinión del Sr. de la Sota, por cuanto, no solo dona su dinero para que el puente se conserve siempre en buen servicio, sino que aun no sospechando el muy distante concurso del ferrocarril, prevé con clara visión de estadística que, no están llamados a cumplir dos funciones distintas en los destinos del país. El puente es para él como una ampliación, como una vasta proyección o ramificación de caminos, capaz de competir, indistintamente, con los limitados servicios que viene cumpliendo el ferrocarril, cuya línea por el oeste, solo ha llegado hasta Lujan. Otra correspondencia que lleva fecha de Agosto de 1860, pertenece a la donación de 169 acciones suscritas por el Gobierno de la Pcia. de Bs. As., generosa contribución que se comunica por intermedio del Sr. José de la Fuente.- Pedro J. Martínez (padre de José Vicente), dona sus acciones a la municipalidad, por la suma de 5.000 $.-En los mismos términos, obsequian sus acciones, los señores Mariano Castex y hermanos; Félix Lynch, Alvaro de la Riestra (3), Luis A. Martínez (4) y Juan José Almagro.- Este ultimo manifiesta en su esquela no haber contestado antes, por causas de su largo viaje a Bs. As. y su prolongada estadía en ella.- Claramente queda establecido en la breve disculpa del Sr. Almagro, cuanto significaba para la comunicación de los pueblos, la distancia que media entre Areco y Bs. As.-“Causa de mi largo viaje“ frase que pareciera querer subrayar justificativo a tanta demora, sin entrar a analizar los riesgos y demoras que importaba aquella distancia cuando debía hacerse vadeando ríos o viajando en diligencias o a caballo, por campos abiertos y tierras bajas, carentes de un regular servicio de postas, aptas para los recambios de cabalgaduras y descanso de los viajeros.-En los sentidos conceptos en los que nos hemos referido, el Sr. presidente de la municipalidad, como debió hacerlo con otros accionistas, se dirige al Sr. Francisco Echavarria para comunicarle que “Al iniciarse en el año 1856 la idea de levantar el puente, tan necesario, se distinguió usted por la liberar disposición de suscribirse a la obra a la par de otros, de tan plausible decisión se ha conseguido ver erigido un monumento que a la par manifiesta el espíritu de progreso, y patriotismo que anima a los vecinos.- Ahora se le solicita que ceda sus acciones o partes de ella, porque para construirlo hubo la empresa de contraer deudas que recién acaba de cubrir”

Siendo la Municipalidad tan escasa de recursos y necesitando otras obras nuestros felices esfuerzos”.- El Sr. Echevarria quieras que no, nobleza obliga, contesto favorablemente, cediendo sus derechos, “En beneficio de otros”.- Una especial situación familiar altera algunas veces los términos de la cogida general que merecen estos apremiantes requerimientos de la Municipalidad.-

El 21 de Julio de 1860, la Señora Emilia C. de Jurado, manifiesta su negativa a donar su única acción de $ 500 aunque era en favorable sentido la decisión que había tomado en vida su finado esposo cuando la compró, pero debido a su reciente viudez, cargaba con 12 hijos, y sin recursos, no se encuentra en condiciones de cederla a beneficio del pueblo.- Sin lugar a dudas sobrada razón tuvo la prolífera señora al negarse a donar su acción, suficiente había sido al pueblo, el fecundo regalo de sus doce hijos.- Doña Cecilia Falcón (5), en nombre de su padre Pablo cede el importe de cuatro acciones en bien del pueblo. Don Francisco Duberty (6), donó para siempre dos acciones quedando lleno de satisfacción al dar unos pesos como vecino amante del progreso.- En el mismo sentido se desprenden 2 acciones, Domingo Martínez, en nombre de su finado suegro, Don José Fernández y otra que había sido encontrada, de propiedad de Don francisco Echavarria, cede del primero y una del ultimo. No están aquí la totalidad de las 282 que su utilizaron para financiar la obra.- Parte de las 113 títulos tomados por los particulares debieron olvidarse en algún viejo baúl , donde suelen guardarse los recuerdos sentimentales y las buenas obras.- En unos olvidados documentos que hemos encontrado en una carpeta del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires tomamos algunos otros nombres.- Dicen así: “Individuos que se suscribieron con acciones para el puente y las han retirado en el momento de la ejecución.- Carlos Gómez, 2 de $ 500; Fidel Torres, 1; Santiago Donoso, 1: Ignacio Herrera, 1, Ciriaco Candia y J. Pereyra, dona una, José Mateo Arguello, una Gerónimo Sosa, una Norberto Martínez, dona el producto a la Municipalidad y exige devolución de capital 4000 $, Juan Lanuse y Hermansos, donan los intereses y solicitan devolución de una acción, Lino Jurado solicita devolución de una acción.- Contribuyen y no esta clara si solicitan devolución de aportes o no los señores Guillermo Mooney; Juan Almagro 2.000 $; Mariano Martínez, 1000 $ y Gerónimo Torres, 1.000 $. Piden devolución del capital, Tomás Donoso, José Piqueto, Ramón Castro, Tiburcio Casco. S. Lima y Luis Martínez”. En hoja aparte consta lo siguiente: “Donación a la Obra” José Fernández dona a favor de la obra el alquiler del almacén en que permanecieron depositados los materiales para la obra con cal, polvo y madera. Don José V. Martínez, facilito un carro, peón y caballos para transportar al deposito dichos materiales”. Las constancias pueden aparecer confusas mas la verdad de los hechos son evidentes. Como entradas a los derechos de peaje, suministrados con anterioridad, por el primer trimestre de 1857, cerrando las sumas recaudadas, deben sumarse las siguientes. De agosto a diciembre, se percibieron las siguientes sumas: 1.821, 1.654, 1.260, 973 y 958, respectivamente. Obsérvese el desproporcionado aumento obtenido en Agosto, Setiembre y Octubre, en relación con los que fueron percibidos en los primeros meses de su funcionamiento. La merma del transito en los dos últimos meses del año, ha sufrido una sensible alteración. A simple y curioso titulo comparativo, anotamos que, cuando el puente levantado sobre el vecino Río de Lujan, percibió los primeros derechos de peaje, aunque en su periódico de menos trafico (8 de Mayo de 1772), estos solo ascendieron a la suma de 599 $, tres reales y medio. Sin constancia de fecha, probablemente en el oscuro transcurso de 1858, se presenta una poco frecuente dificultad en la atención del cobro de los derechos de peaje. El Sr. Tiburcio Casco, se dirige por carta al Sr. Presidente de la Sociedad del puente, Don José Martínez, poniéndolo del puente, Don José V. Martínez, poniéndolo al corriente de lo sucedido a su hijo Cipriano, propietario de los derechos de peaje.- Le manifiesta que “este ha sido llevado al servicio de las armas, por cuya razón de fuerza mayor se ha visto precisado a abandonarlo, no pudiendo correr con su atención el suscripto, “En su condición de sustituto y garante del mismo, por ser empleado de policía, en cuanto puede informar a esa honorable corporación”.- Es extraño lo que le ha ocurrido al guardador de los derechos de peaje, por cuanto, desde los primeros años en que fueron establecidos en el territorio del Río de la Plata, los incipientes e irregulares servicios de posta, los empleados y propietarios de estos adquiridos derechos, así como todo el personal afectado al mismo, disfrutaban de establecidas inmunidades (7).- Igual caso le ocurre en 1810 a don Francisco A. de Herrero propietario de los derechos del puente de Barracas, quien avisa al cabildo que el día 22 de Julio fue arrestado por el comandante de resguardos el pendiente que allí tiene”.- Como Herrero no parece muy claro en su denuncia, el Cabildo le ordena que de inmediato, sin perdida de tiempo, ponga otro recaudador para evitar ciertos perjuicios a los fondos públicos.- Las mas claras y primeras constancias existentes sobre el remate de los derechos de peaje (8) corresponden precisamente al precipitado Cipriano Casco que ofrece pagar nueve mil pesos anuales, o sea setecientos cincuenta pesos mensuales en la inteligencia que el peaje se cobrara como hasta el presente.- Para el mismo periódico, el señor Félix Alegre, ofrece pagar 9300 $, como fácilmente se puede apreciar, no obstante la mejor oferta de este ultimo, Casco obtiene la concesión (9). El atropello cometido contra la persona derechos adquiridos por Casco, en su condición de receptor de los impuestos de peaje, motiva el nombramiento de un empleado, de nombre D. Cuadras, a quien se le asigna un salario mensual de 200 $.-

Uno de los frecuentes partes del movimiento de peaje, que eran anotados en libretas, correspondiente a los últimos días del mes de Junio de 1859, nos da cuenta de las clases de vehículos que pasaban sobre el, la típica condición de los mismos y una que otra anotación, sin especificar clase de transporte, anotándose: 3 pasajes, 4 mas, otro mas.- La simplificada burocracia respondía al pintoresco, sencillo y honesto sentir de la época.-

(1) Font, Francisco Juan: desempeño en Areco las funciones de Juez de paz en los años 1860 y 1866. Con la supresión de los Alcaldes de Hermandad, los jueces de Paz cumplían altas funciones de justicia y aparcería.

(2) Mensajerias Argentinas: Estas mensajerias y correos del estado en los días 9,19 y 29 de cada mes, cumplían su recorrido, sirviendo a los partidos de Areco, Pilar, Capilla del Señor, Baradero, San Pedro, San Nicolás y Zarate.- Después de Caseros, abundo y se generalizo el servicio de mensajerias en casi todo el territorio del país.- Uno de los principales dueños y empresario de estos servicios, fue don Timoteo Gordillo que introdujo de Norte América, en 1856, numerosa y variada cantidad de vehículos. Las que pasaban por Areco, las del Norte de la Provincia, pertenecían a don Luís Sauze & Cia, regidas por el contrato que producimos íntegramente, tanto por su desconocimiento como por la importancia de las disposiciones del convenio.- Por el mismo, puede inferirse de la importancia de estas organizaciones de postas y servicios de correos en nuestra provincia y la gran actividad vial que ese establecimiento entrañaba.- El texto del convenio oficial, contratado entre el gobierno nacional y el Sr. Luís Sauze & Cia, distribuido en hoja impresa, para conocimiento de los usuarios establecía las siguientes condiciones: “El administrador General de Correos y Don Luís Sauze & Cia., han convenido en celebrar y celebrando un contrato postal que durara todo el año 1861, bajo las bases y condiciones siguientes.-

1.- Los establecimientos de posta comprendidos en las carreras Norte, Centro y Sud de la Provincia quedan, desde el día 1° de Enero próximo al cargo del empresario del servicio postal de dichas carreras Don Luís Sauze & Cia., quien se responsabiliza por el mejor servicio en los términos que a continuación se expresan. 2.- Don Luís Sauze & Cia., como empresario propondrá a la Administración General de Correos la creación de aquellas maestrías que sea necesario establecer y la supresión de las que pudieran resultar inútiles.-3- No se permitirán otros establecimientos de postas que los de la dependencia de la Administración General de Correos.- 4- Las maestrías serán servidas por un maestro de posta y cuatro postillones patentados en la debida forma por la Administración general de Correos, dotadas de un numero suficiente de caballos mantenidos a grano adiestrados a tirar al pecho y dotación de camas para descanso de los pasajeros en aquellas postas que se haga necesario, siendo entendido que por lo que respecta a la carrera del Sud, el servicio de caballos de tiro al pecho se hará en aquellos parajes que sea posible.- 5- Las maestrías de posta se situaran en los caminos mas rectos y convenientes a una distancia que no exceda de cinco leguas no sea menos de tres.- 6- Los derroteros postales de las carreras Norte, Centro y Sud medidos y amojonados por el empresario.- En todo el periodo del año, siendo de cuenta del erario los gastos de mojones y maderos que sirvan para indicar las distancias y a donde conduce tal o cual camino.- 7- El empresario propondrá al gobierno los puentes que sea necesario establecer para facilitar la vialidad y el mejor servicio.- 8- El empresario se obliga a conducir diariamente la correspondencia oficial y particular que se dirija por la Administración General de Correos pata todos los puentes de la campaña y viceversa, haciendo marchar los oficios urgentes en el acto que se le remitan, acompañados del correspondiente parte de la renta.- 9- Obligara a los maestros de posta a anotar en parte con que se acompaña toda comunicación con calidad de urgente la hora en que la reciben y despachan cuyas partes cumplidos deberá el empresario devolver a la Administración General de Correos.- 10- El empresario Don Luís Sauze & Cia., cuidara que ningún conductor o postillón lleve o traiga cartas fuera de valija, debiendo entregar al Administrador del pueblo vecino aquella carta que en el transito de un pueblo a otro le fuera entregada, con o sin el timbre de franqueo correspondiente, o pena de incurrir en las multas y penas establecidas siendo siempre el Empresario responsable de las faltas que comentan sus agentes.- 11- Siendo los administradores de Correos de los pueblos de campaña, o los jueces de Paz, donde no los hubiere, los únicos a quienes compete recibir y expedir la correspondencia con arreglo a las disposiciones vigentes, el empresario o sus agentes entregaran la valijas o paquetes de correspondencia de las respectivas Administraciones de Correos, en la forma en que se expiden, es decir cerrada y sellada convenientemente.- 12- Para responsabilizar al Empresario por la recepción, conducción y entrega en debida forma de la correspondencia que se le confié, a mas de las multas establecidas a que serán acreedores sus agentes y el por estos, queda obligado a no percibir la subvención mensual establecida en este contrato, desde la Administración General de Correos pueda comprobar que ha faltado a las estipulaciones contraídas.- 13- El Empresario facilitara sin la menor demora los medios de transporte a los individuos que hayan de viajar por cuenta del Erario (SIC), ya sea a caballo o en coche, debiendo estos ir munidos (SIC) del correspondiente parte otorgado por la autoridad competente y previamente anotado por la Administración General de Correos , sin cuyo requisito no podrán el Empresario facilitar caballos o asiento en sus carruajes.- 14- Toda vez que la Administración General de Correos tenga necesidad de mandar un expreso o chasque con comunicaciones urgentes del Gobierno, el empresario de Postas, queda obligado a facilitarle en el acto.- 15- desde el día 1° del entrante Enero hasta el fin de año que terminan las estipulaciones contraídas, el Empresario Don Luis Sauze & Cia. esta en la obligación de liquidar y pagar a los maestros de posta de toda la Provincia las cuentas que estos le presentaren justificando en ellas las cabalgaduras empleadas en servicio del gobierno, con arreglo a la tarifa vigente; siendo de cuenta y riesgo de dichos maestros de Postas el servicio que prestan a los particulares con sujeción a la mencionada tarifa.- 16 Obligándose el Empresario a satisfacer las cláusulas del presente contrato mediante la subvención anual de 176000 $ m/c se conforma con percibir mensualmente la suma de 14666 $ bien sea por la Tesorería General o por la Administración General de Correos.-17- La Administración General de Correos propenderá de manera a que se hagan efectivas las prerrogativas que son inherentes a los maestros de Postas y sus postillones, proponiendo oportunamente al Gobierno aquellas que sea necesario dictar para que las autoridades de campaña respeten y hagan respetar como en todo pueblo culto se respeta el servicio de los Correos.- Y para constancia firmamos el presente contrato en la Administración General de Correos de Bs. As. A veintiocho del mes de diciembre del mil ochocientos sesenta.-

El Administrador General de Correos Gervasio A. de Posadas. Luís Sauze & Cia.

De acuerdo a los pormenores estadísticos suministrados por las “Mensajerías Argentinas y Correos del Estado”, para el año 1855, esto es dos años antes de las construcción del puente, las planillas demostrativas de los días de salida y regreso de la correspondencia a campaña y provincias del interior, que conducen dichas diligencia a campaña y provincias del interior, que conducen dichas diligencias, las que interesan a Areco, eran las siguientes:

Por Villa de Lujan, Salto, Pergamino, Rojas, Fortín de Areco y Federación, los días 10, 20 y 30.- Otra por Pilar, Capilla del Señor, San A. de Areco, Baradero, San Pedro, San Nicolás y Zarate los días 9, 19, 20.- Las nuevas mensajerías Nacionales, con servicio para Pilar, Capilla del Señor, San A. de Areco y Arrecifes, se inician el 14 de Julio de 1855.- La Mensajería Argentina, propiedad de los señores Pablo y Rómulo Díaz, servia a los pueblos de Pilar, Capilla del Señor, San A. de Areco y Arrecifes.- Un tiempo después, en 1881se establecen otras mensajerías, como la del Comercio del Norte, de propiedad de Jorge Valle, interesado en servir a los pueblos de Areco y salto por Mercedes, Arrecifes, Pergamino, San A. de Areco y Baradero.- Otras del mismo año, fue la Mensajería del Comercio de propiedad de Pedro Atalaya & Cia., que recorría los pueblos de campaña, Zarate, San A. de Areco y Baradero.- Algunas otras, como las “Mensajerías Nacionales” de A. Cabrera prestaban servicios vecinales, de intercomunicación entre uno y otro partido, como los de Areco y Baradero.- Las pequeñas empresas que mantenían los servicios de pasajeros entre uno y otro partido, eran frecuentes y no sujetas a un trafico de días determinados, estando, por otra parte, libre de convenios o imposiciones gubernamentales, por cuanto el buen funcionamiento de estas, dependía en mucho de la buena voluntad de sus entusiastas dueños.- A lo sumo la cantidad de sus vehículos, nunca pasaba de dos o tres, provisto de abundantes caballos, no muy buenos.- Los pueblos del Sud de la Pcía. utilizaban los servicios de la empresa Valle del Oeste, eran servidos por el empresario Lupo.- No obstante los compromisos contraídos con la Administración General de Correos del Estado, por los dueños de estas mensajerías, la opinión de ilustres ciudadanos como Alfredo Ebelot y Emilio Daireaux contrarían grandemente la seriedad y cumplimiento de estos convenios, verdades que no entraremos a discutir, mas si, a documentar como un testimonio de la verdad y elasticidad de casi todos los contratos comerciales.- El primero de ellos dice al respecto: “los empresarios de Mensajerías de este país, no quieren saber nada de gastos generales.- Todas sus instalaciones presentan un carácter sórdido.

En otros tiempos, los estancieros daban cuantos potros de desecho necesitaban.- Eran malos, pero no contaban nada. Los vecinos, muy satisfechos con tener una galera, único lazo que uniese al mundo sus distritos apartados, se conformaban de muy buena gana con obsequiar de este modo al mayoral. No tardaban en fatigarse de pagar este tributo; la gratitud con que es recibido este servicio al principio, se echaba de pronto a perder por efecto de la costumbre y la galera por añadidura hacia un consumo espantoso de caballos ya cansados y aplastados siendo potrillos, y que por ello han quedado raquíticos, no se ven sino lomos purpulentos, flacuras tremendas... son rocinos apocalípticos.- No obstante estas deficiencias, la importancia y distancia de los pueblos que debían servir, unido a la natural topografía de los pueblos de la Pcía. implicaba la organización de empresas sumamente importante, provistas de muchos vehículos, arneses, personal y caballada.- Sobre la importancia de estos medios de transporte habían adquirido, es suficiente consultar el censo de la época, mandado levantar bajo la administración del Dr. Dardo Rocha. En dicho censo, se consignaban la cantidad de vehículos que había en el territorio de la Pcía., con patente municipal, en 28104, calculándose en 5000 las que tenían, pues estos últimos no salían del dominio privado. El volumen de este insospechado movimiento, puede apreciarse debidamente, si damos las cifras de los elementos que interesaban todas aquellas poblaciones que eran servidas por el ferrocarril, a saber. Las cincuenta grandes empresas disponían de 262 medios de transporte, tenían afectados a sus servicios 935 empleados y peones y contaban con una tropa permanente de 10998 caballos.- A lo dicho debemos sumar, aunque para 1824, según el registro Estadístico de la Pcía de Bs. As. El movimiento nacional de transporte que entraron y salieron de nuestra ciudad, en el citado año, procedente de campaña, entran 11458carretas de media carga y 2591 de carga entera. De la Pcias. Anteriores entraron 72 tropas de carretas con el peso de 38435 quintales y 82 arrías de mulas con 16027 quintales. Salieron a su vez 33 tropas de carretas y arrías portando 16674 quintales.

Si consideramos los juicios de Blelot, sobre la deficiencia de los medios anotados por el, debemos pensar en estos medios de transporte constituían un verdadero milagro en nuestro primitivos medios de transportes nacionales y provinciales. La ausencia de caminos, puentes y vados acrecienta la importancia de lo que decimos

(3) Riestra de la Álvaro: Se radico en Areco, en el año 1811, siendo empleado de la firma comercial establecida con pulpería por el Sr. Villanueva que Santa Coloma y Alzaga, constituían los magnates del comercio de la época. Fue padre del ilustre hombre publico, nacido en Areco, Norberto de la Riestra. Mayores antecedentes al respecto, los hemos suministrado en nuestro libros: “Norberto de la Riestra. Economista, diplomático, legislador y patriota” Bs. As. 1937.

(4) Martínez, Luís: Hermano de José Vicente dedicado en el pueblo a diversas actividades comerciales y cría de ganados. Fue hermano de Doña Maria Teresa Martínez, hija de Felipe Antonio que contrajo enlace en Agosto de 1813 con el ya citado Álvaro de la Riestra.

(5) Falcón Cecilio: Hacendado fue designado en el año de la construcción del puente, Juez de Paz, nombrado por el gobernador Alsina y José Barros. Desempeño idéntico cargo, durante los años 1181, 82 y 83.

(6) Buberty, Francisco: Desempeño las funciones de Juez de Paz, en el año 1858. Nombrado por Alsina y Bartolomé Mitre. A fines del siglo pasado, se traslado a San Andrés de Giles, donde aun subsisten sus descendientes.

(7) Cuando el 23 de Mayo de 1772, el visitador del Rey de España, para el ajuste de las postas entre Montevideo, Bs. As. y Lima arribo a la Vila de Lujan, dispuso; “Mandar a la justicia y cabos militares de esta jurisdicción que reconociendo a Don Alonso Gonzáles, por maestro de postas y hostes, le guarden, y hagan guardar bien cumplidamente a el y los postillones que nombrase, las excepciones que le corresponden y consta del testimonio de las mismas reales ordenanzas que se le han entregado”.- Por disposición del capitulo LLL, gozaban de las siguientes inmunidades: “ Del fuero de la renta de correos , de la excepción de cargas consejiles, quintas, lebas y milicias durante el tiempo que sirvan, verdaderamente la maestría de Postas”.- (8).

En el ultimo de los 17 títulos existentes, en el convenio celebrado en 1861, entre el Administrador General de Correos, Don Gervasio A. Posadas y la empresa de Postas de Don Luis Sauze & Cía. se establecía y confirmaba este viejo derecho de los maestros posta y postillones.- “A que se haga efectivas las prerrogativas que sea inherente a los maestros de postas y sus postillones. (9) Casco Cipriano: Como se infiere de lo transcripto, Cipriano, era hijo de Don Tiburcio Casco, que fue Juez de Paz, durante loa años 1860 y 1867.- Igualmente desempeño el cargo de comisario de policía, en el año 1857.-

Una casilla para cobrar los derechos de peaje.-

Por una disposición municipal del año 1857, se dispuso la construcción de una pequeña casilla de madera, destinada a servir de sede para el recaudador de los derechos de peaje.- Cuando nos habíamos dispuesto a reproducir los breves antecedentes sobre esta casilla, dimos a pedir de boca, con un interesante trabajo, a aparecido en el diario “La Nación” del 27 de Mayo de 1958, verdadero hallazgo para historiar y definir el concepto de esta vieja practica del peaje.- Los gastos de todos los puentes construidos en nuestro país se solventaron en gran parte, por la percepción de este derecho.- De su justicia y ventajas, veamos que señala, con elocuentes ejemplos, el autor del trabajo que indicamos.- “El peaje, derecho percibido por el paso de un camino, puente o canal, fue instituido en la antigüedad en Grecia y Roma y luego aplicado por los soberanos medievales, quienes concedían su disfrute a señores y entidades.- “En la Francia del siglo XLLL se había reglamentado su establecimiento, este estaba sujeto al consentimiento del rey y el concesionario debía tomar a su cargo la conservación del camino”.- Postazgo se llamo en España el derecho de transito por las rutas construidas por el Estado y peaje el que se imponía en los caminos ejecutados por particulares.- El Portazgo que consistía en el pago de la octava parte de las mercaderías transportadas, constituía, según Alfonso, una facultad privativa del monarca y su pago era exigible a cambio del mantenimiento de los caminos y de la protección de la vida y hacienda de los pasajeros”.- Abolidos y vueltos a implantar, los portazgos fueron suprimidos allí en el ultimo tercio del siglo pasado.- “Desde entonces solo se cobraron derechos de transito en los caminos costeados por particulares.- “Con el andar del tiempo el peaje perdió su carácter de tributo y sobrevino como forma de pago de un servicio publico efectivo.- En tal sentido lo defendió Adam Smith al señalar que constituye un modo equitativo de los usuarios de los caminos participan en los pagos gastos de construcción y mantenimiento.- “Se trata, prosigue el articulista de un régimen financiero justo y plausible, pues los usuarios contribuyen a la creación de la ruta que transitan o puente que mandan construir, en proporción directa a su empleo de los mismos.- Además, en nuestros días, el pago de peaje no se impone a perpetuidad, cesa cuando gracias a el, es posible devolver a quines lo anticiparon los recursos requeridos para su construcción.- Así se procede cuando es un consorcio de vecinos el que promueve la construcción vial con aportes de dinero o trabajo personal y se hace otro tanto cuando los fondos necesarios para la construcción rescatable por peaje se reúnen mediante la emisión de títulos , tal como se estila en los Estados Unidos”.-

Como difícilmente pueden encontrarse reunidos tantos y tan valiosos antecedentes sobre materia, damos enseguida algunos pormenores sobre el derecho de peaje en Norte América.- “El examen del estatuto de la Comisión de peaje dictado en 1954, termina estas reglas.- Dicha comisión es una entidad, integrada por cuatro miembros designados por el gobernador del estado, con acuerdo senatorial.- De ellos, solo dos pueden pertenecer al mismo partido político.- La comisión esta autorizada para construir, conservar, reparar y explotar caminos de peaje de acuerdo con los trazados que cuentan con la aprobación del gobernador y “según normas, diseño y especificaciones aprobadas por el director de Vialidad”.-

“Puede además, emitir títulos, con respaldo estatal-rescatable únicamente con el producto de las rentas provenientes de los caminos”.- A su cargo queda la determinación y el cobro de la tasa de peaje en las obras construidas por ella, para lo cual controla los puntos de entrada y salida de los caminos de peaje e instalen ellos las señales adecuadas.- Prosigue el articulista esta comisión exige de los contratistas viales, “un titulo o cheque contra un banco solvente, cuyo monto debe ascender a la mitad del valor de la obra que se encomienda.- Amplias son las facultades de esta comisión en materia de expropiación de tierras y con respecto a la emisión de títulos. Pero esta expresamente dispuesto que el producto de estos últimos solo puede dedicarse a costear las obras de vialidad.- Las tarifas de peaje debe determinarlas la comisión, de modo que resulten suficiente para el rescate de los títulos emitidos.- Al termino del pago de dichos títulos, el camino financiado por el sistema de peaje, si su estado es inobjetable a juicio del director de vialidad, pasa a integrar la red vial del estado, el cual toma en sus manos las labores de conservación a partir de entonces, concluye la percepción del derecho de peaje.- En lo que respecta a México, en 1951, se comenzó a practicar en ese país con buen resultado.- En nuestro país se ha llevado a termino en la ruta 188, que une San Luis con Boowen.- Su construcción se financiara con recursos anticipados por los vecinos y reembolsados por el sistema de peaje.

La longitud del tramp es de 126 Km. y su costo se estima en 100 millones, aproximadamente.- Luego de hacer algunas consideraciones, sobre el proyecto puente sobre el río Colastine para acortar con un préstamo previo del gobierno nacional a pagarse luego con las entradas del derecho de peaje, termina el articulista.- Quizás no sea aventurado afirmar que la practica del peaje se difundirá en nuestro país, cuando las poblaciones rurales advierten los beneficios de este sistema, que se cimenta en el espíritu de solidaridad y bien publico.- A nuestro modo de ver, estuvieron desacertados los vecinos de Areco, cuando resolvieron imponer este sistema, para subvenir a los gastos de la construcción del puente.- En este caso la diferencia existente respondía al concurso económico que prestaba una apreciable cantidad de accionistas, contrariamente a lo que se establece en el sistema americano, por contratista.- Como no fueron escritos o se distrajeron en su momento, semejante a la que damos enseguida, no hemos encontrado otra documentación no existieron respecto a los cálculos de costo de los mismos puentes.- Corresponde advertir que cada uno de ellos, respondió a los intereses de una sola persona e intereses personales, por cuya privada razón a nadie tuvo que rendir cuentas, ni aun para ajustar los derechos de peaje necesarios para fijar el termino de años de la concesión, después de los cual pasarla al estado. Como la importancia de aquellos puentes era mucho menor, así los gastos de su costo, en cada caso la casilla para percibir los derechos de peaje, no habría pasado de un simple cuarto o ranchito de barro.- En el de Areco, existía una idea a largo plazo, un criterio de futuro, un problema de tiempo a largo plazo, un criterio de futuro, un problema de tiempo a resolver con construcciones de verdadera permanencia y seguridad.

Esto es lo que debió primar en el criterio de los señores de la administración del puente, cuando en el año señalado en las línea precedentes, resuelven por una ordenanza-licitación disponer la construcción de una casilla cerca del puente, sobre cuatro postes de quebracho de 8 pulgadas de grueso, será de 4 por 4 varas interiores y 7 pies de alto. El piso de la misma altura del puente en su parte mas alta. Será construido sobre tirantes de pinotea, con tirantillos de 3 por 6 pulgadas que serán de pino macho y cimbrados, los costados de tabla junta, clavadas la armazón de pino americano, tendrá dos ventanas vidrieras de una vara por dos tercias y una puerta lisa de una vara de fondo, el techo será de fierro galvanizado colocado con tornillos sobre tirantillos de pino, toda pintada con alquitrán por el exterior y las ventanas y puertas con pintura, tendrá una escalera de entrada, limones de madera fuerte y escalones de pinotea y todo bien construido y armado bien sólido, debiendo proponer el proponente todos los materiales y siendo responsable de su solidez por el termino que crea conveniente.- Otra revocar el puente del río de este pueblo en general en calidad de azote por todas partes al ray hasta el parapeto, por debajo del arco y por dentro de los ojos de buey con una mezcla fuerte de tierra romana, cal polvo de ladrillos y arena debiendo el interesado poner materiales expresar en la propuesta las condiciones de pago.- A través de otra documentación el lector encontrara cual ha sido la importancia de esta pequeña obra accesoria e indispensable a la vida económica del puente.- Por ausencia total de toda documentación, debemos suponer que la vida de esta casilla debió ser muy efímera, no ya por la consistencia de los elementos empleándose su construcción, como por el formidable arrastre de las aguas del río, en sus días de mayor creciente.- Cabe tal sospecha, por cuanto hemos visto crecientes que sobrepasaban en un metro, la altura máxima del puente y de la celebridad y potencia de estas, también somos testigos. El dibujo que hemos mandado hacer con el material del puente, nos permitirá obtener una idea mas exacta de lo que debió haber sido aquella simpática y original casilla. Si logramos sustraerla de la ignorancia y el olvido, nos sentiremos satisfechos.-

Documentación de época.-

Obligados a mantener una relación cronológica de los hechos, por la diversidad de los mismos, incluidos en cada titulo, suelen estos aparecer como traídos de los cabellos.- No siempre se construye como se debe, sino como se puede.- En lo que veremos enseguida, palpita la vida activa de la empresa, principian a notarse los beneficios de las entradas y los números pequeños suman cantidades que sin duda podrán alcanzar a cubrir parte de las muchas exigencias que ha originado la obra.- En un sumario detallado del parte diario, llevado por el rematador a los derechos de peaje, en su libreta, correspondiente a los diez días del mes de Junio de 1859, encontraremos el movimiento que sigue:

Día 20-4 pasajes, 4 $, 2 mas, 1$, 3 carros, 15 $, otro mas, 10 $. Día 21-3 pasajes, 3 $, 4 mas, 2 $, 3 carros, 15 $, otro mas 10 $. Día 22-2 pasajes, 2 $, 4 mas, 2 $, 4 mas, 2 $. Día 23-2 pasajes, 2 $, 4 mas, 2 $, 2 carros, 10 $, 5 mas, 2 $ y 4 reales. Día 24-3 carros, 15 $, una galera 10 $. Día 25-2 pasajes, 2 $, 3 pasajes mas, 3 $, 2 carros, 10 $. Día 26-3 pasajes, 3 $, 1 mas 4 $, 2 carros 10 $. Día 27-1 pasaje, 1 $ 2 mas, 2 $, una carro 5 $. Día 28-3 pasajes, 1 $, y 4 reales, 2 carros 10 $. Día 29-4 pasajes, 4 $. Día 30-1 carretón, 5 $ (1), 1 carro 5 $, 1 castillo 25 $, tres mas 1 $ y un cuarto reales, 1 carro 5 $.-

Total 215 pesos y cuatro reales. San Antonio de Areco.

30 de Junio de 1859 – Diego Quadras. Como los derechos de peaje se pagan por vehículos y no por la cantidad de sujetos que viajaban en su interior, haciendo un liberal calculo de dos personas por carruaje obtendremos la suma de 166 individuos.-

Si estos 166 transeúntes los dividimos por 20 días, obtendremos el numero de 8 personas y fracción para el termino de una jornada. Tiempo suficiente tendría el guardador del puente, para admirar el paisaje, leer novelas románticas o pescar a su antojo, sin que sus obligaciones constituyesen un obstáculo permanente. Al ocultarse el sol medida antigua que el hombre usaba para ganarse el pan, se cerraba el puente a todo transito de vehículos, tendiéndose a lo ancho del mismo, una fuerte cadena (2).- Sin duda, el movimiento de vehículo, nunca llego a provocar un problema y pudo cumplirse sin el rigorismo que hoy establecen las disposiciones municipales.

¡Que tiempos aquellos!

En las anotaciones del legajo respectivo, en los rubros de entradas y salidas desde el 20 de Enero de 1858, al 14 de Junio del 59, se hicieron los siguientes asientos.

Debe la caja del puente.

Enero 20-Hoy Diego Quadra entrego $190.

Febrero 2- “ “ “ $286.

Rufino Somonte, por conducto de Don Diego Quadras entrego $274.

Febrero 23- “ “ $230.

Marzo 19- “ “ $348.

Abril 3- “ “ $242.

Abril 20- “ “ $409.

Mayo 2- “ “ $133.

Mayo 11- “ “ $256.

Mayo 19- “ “ $171.

Junio 1- “ “ $281.

Junio 10- “ “ $186.

Entrada total: $3201.

Salida: $1000.

Diferencia: $2201.

Producto del puente, hasta junio 14 de 1859.

Juan Bautista Rossi. Municipal. Tesorero.

Los 1000 $ de las salidas corresponden a Diego Quadras, en concepto de sueldos mensuales. La manifiesta disminución de las entradas deben atribuirse a la desatención que habría sufrido el puente, por las razones que hemos expuesto en líneas precedentes. No obstante el activo funcionamiento del puente, un documento aislado nos informa sobre algunos inconvenientes de este, puesto en claro, debido a una solicitud formulada por la Pcia. respecto al estado financiero de la municipalidad y obras que se encuentran en ejecución. La correspondencia que lleva fecha 12 de Enero de 1863, dice así: “El puente no se alcanzo a revocar, por lo pronto necesita al menos un revoque interior de tierra romana, asi como igualmente sus calles. La rivera y el mismo puente requiere un alambrado y plantaciones de árboles, tanto por adorno como por utilidad del municipio. Algunas de las cifras que vienen enseguida, no interesan al asunto que nos ocupa. El tercero de los puntos denunciados por la Municipalidad, nos pone en presencia de otras necesidades del pueblo y hechos ignorados. Como se ve en el presupuesto del año 63, las obras publicas en vías de ejecución son: la escuela de varones que esta por concluirse pues le falta solo los pisos, el aljibe y algunos revoques exteriores, los acueductos de los bañados del puente que están ya concluidos, el terraplén y calzadas de dicho a terminar, se ha terraplenado algunas calles, faltando algunas otras y siendo necesario variar la dirección de las aguas, porque siendo las calles demasiado angostas y estas en declive, es indispensable tener operativos continuamente para su compostura y conservación. Como se ve, es otro de los aspectos que prosigue creando preocupaciones a los señores de la intendencia. El puente no había terminado, al conseguir pasar el agua bajo el arco. Una obra como esta, capaz de llegar al siglo de servicio, tuvo necesariamente cuidados y reparaciones periódicas. Las tropas de carretas provenientes de Bs. As. o de las otras Pcias. del interior, frecuentemente acampaban en el amplio baldío de la “Plaza Constitución” (3) pernoctando cenando o guardando las horas del día convenientes para reiniciar la marcha, detenida por inminentes contrariedades de fenómenos de la naturaleza, creciente del río Areco, inconvenientes de los vehículos o arribo de partes poco alentadores. Se viajaba cuando se podía, las jornadas de viaje eran tan elásticas como la naturales de los presuntos caminos y las épocas del año en que se cumplían.- Para el año 1875 ya habían sufrido alteraciones las tarifas o derechos de peaje del modo siguiente. Por rodado con elástico $5.

Por carros de bueyes $5.

Por carros de caballos cargados $5.

Vacíos $3.

Hacienda vacuna y caballar $2 x cabeza

Lanar $1.

Probablemente en el año 1876 deduciendo por el orden correlativo de los documentos, la Municipalidad da un edicto, limitando los derechos a la explotación del Puente. “La Municipalidad en sesión del 4 del corriente (sin fecha) ha acortado sacar a remate publico el peaje del Puente en las mismas condiciones del año pasado, las que serán leídas al tiempo del remate”. Lugar, el domingo 11 del corriente a la 1 de la tarde en el mismo puente, por un año que correrá desde el 16 del corriente, Septiembre. A. Grease, Secretario.

Sirva el día primaveral, la época y el lugar para que algunos de los buenos pintores de Areco, reconstruya al hecho, como un aporte icnográficos de la historia de estos acontecimientos, muy probablemente, los únicos subsistentes sobre estos aspectos viales de nuestra Pcia. Con idéntico empeño que en 1856, ahora (1877) el señor Félix Alegre, evidentemente, detenta los derechos de peaje. A pesar de ello la adquisición no manifiesta haber resultado un brillante contrato. En una correspondencia de ese año, formula un llamado a la Municipalidad, solicitando se le considere en los grandes perjuicios que viene sufriendo como rematador del Puente de este pueblo, que todos conocen”. No podrá dice enseguida salvar sin quebranto de mis intereses los casos de fuerza mayor como en el presente se observen. Alos efectos de salvar las perdidas del ejercicio del año, solo propone abonar la suma de mil pesos mensuales, hasta que se consiga mejor transito o la Municipalidad ordene y convenga sus intereses ya perjudicados. En el transcurso de los años, las entradas han ascendido considerablemente. En poco mas década de 750$ mensuales abonados por los rematadores de estos derechos en 1877, se abonan mil pesos mensuales.

Llegamos al termino de la documentación existente, reproduciendo el contrato celebrando entre la Municipalidad y Don German Couyet, para el cobro del peaje. Evidentemente ya estamos en tiempos modernos y los apellidos de muchos actores, pertenecen a nuestro conocimiento personal. Proseguimos “La Municipalidad reconoce a Don Couyet como contratista, poseedor del puente mediante la suma de 26000$ por el termino de un año, a pagar mensualmente 2150$ durante 11 meses y 2350 el ultimo.

“A. Couyet, acepta en todas sus partes y presenta como garante a Don Enrique Laplacette que firma con el este contrato.

“La corporación acepta a Don E. Laplacette como garantía de Couyet, debiendo este conservar en buen estado el puente y dar cuenta a la Municipalidad y policía si se le infiere algún daño (aquí tácitamente se dispensa a Couyet, los fueros de que hemos hablado en otra parte). A. Couyet se compromete al cumplimiento”. Firman por Couyet, que no sabe hacerlo, Juan Gassiebayle, Enrique Laplacette, garantes. José A. Güiraldes, Presidente. Juan Hernández, Secretario. En hoja siguiente, consta esta otra anotación, con determinación de fecha. Contrato entre José A. Güiraldes, presidente, José T. Burgueño (1) procurador municipal, Lucio Reynoso, Luis Cejas y Enrique Laplacette y German Couyet para el cobro del peaje del puente, Septiembre 17-1878.

En el informe que debe llevar fecha posterior al día del remate, el Sr. Pedro Manero, comunica al presidente de la Municipalidad que en su carácter de rematador de este, estos derechos fueron adjudicados a German Couyet por 26000 $ con la garantía de E. Laplacette. En 1888, en virtud de la reforma y unificación de nuestro signo monetario, las tarifas de peaje sufren una alteración y la percepción de derechos son estipulados en 5 clases diferentes, advirtiéndose una manifiesta y progresista renovación en los medios de trabajo y transporte. Arreo de hacienda bovina, equina y ovina y pasajes de trilladoras con sus equipos y accesorios muestran una evolución de los tiempos que venimos señalando. La actividad y el transito de estas pesadas maquinas agrícolas no hubiese sido factible, ni sus beneficios hubiera alcanzado a determinados agricultores, de no haberse construido el puente. Su presencia señala un periodo y un evidente signo de progreso. Sin detenernos a analizar los equivalentes monetarios, suponemos que la modificación de pesos a centavos debieron correr mas o menos a la par, por cuanto los derechos que deberá parar Couyet, prueban una sensible mejora. Tarifa de peaje año 1888:

Los carros de bueyes 12 Cvos.

Los demás vehículos 8 “

Las maquinas trilladoras 50 “

La hacienda vacuna y yeguariza el 25 % pasando de cinco animales.

La lanar, pasando de 10 animales, el 10 %. Luis Cejas, Secretario. Alberto Casco. A pesar de los cálculos de costo, eventualidades posteriores originaron engorrosos trastornos sumas que aportan el tenaz sostenedor y padre del puente, Don José V. Martínez que sin ninguna clase de manifestaciones patricias, en 1857, en nombre de la comisión del puente que preside, se dirige al Sr. Ministro de Gobierno, Dr. José Barros Pazoz, interiorizándolo de las siguientes premisas y apretadas circunstancias. La Comisión del Puente de San A. de Areco, Septiembre 4 de 1857. Al Sr. Ministro de Gobierno Dr. José Barros Pazos. “El infrascrito Presidente de la comisión del puente de San A. de Areco, tiene el honor de dirigirse a Usía acompañando las cuentas justificadas de los gastos hechos en la construcción y que ascienden en la totalidad a la suma de 141.136 $. Como se ve estos gastos exceden al presupuesto de la obra a causa de no haberse incluido varios trabajos que posteriormente se consideraron indispensable y que fueron en lo principal reconocido por el Concejo de Obras Publicas y Departamento de Topografía para la mayor solidez y comodidad de aquella, tales como los contramuros del puente, los vertedores o caminos de entrada y salida y la casilla de material para el cobro del peaje”. “Están importantes adiciones al presupuesto originario, así como el hecho de haberse retirado varios accionistas que se habían suscripto por el numero de 24 acciones después que lo ha manifestado la comisión a Usía, han ocasionado que este se encuentre hoy en déficit de 44.636. 6 $ascendiendo el monto de las acciones recaudadas, incluso las suscriptas por el gobierno de solo 96.500 $. El mencionado déficit pesa grandemente sobre el infrascripto que no trepidó en adelantarlo con el deseo de concluir cuanto antes una obra de tanta utilidad, no solo para este partido, sino para toda esta parte de la campaña y confiando a su vez en el ilustrado y protector gobierno de nuestro país no dejaría de aliviarlo en esta carga según las circunstancias y recursos lo permitiesen, en esta virtud que el infrascripto ruega Usía que haciendo presente a S.E. del Sr. Gobernador todas estas consideraciones se sirva recabar de el un nuevo auxilio a favor de esta obra publica utilidad suscribiéndose por ultima vez, sino por todo el déficit mencionado, a lo menos por la mayor suma que sea posible en la forma que lo ha hecho anteriormente. Asimismo espera el infraescripto que S. E. el Sr. Gobernador se servirá ordenar el examen de las cuentas que se acompañan y que encontradas les preste su aprobación para satisfacción de esta Comisión y de todos los interesados. Finalmente el infrascripto acompaña a Usía una planilla demostrativa del producto liquido del derecho de peaje recaudado desde el cuarto de mayo en que se abrió el Puente hasta el 31 de Julio ultimo, que asciende a la cantidad de 3.836.2 $ y tanto respecto a esta suma como de las que en adelante se recauden espera el que suscribe se sirva Usía recabar de S. E. Sr. Gobernador las instrucciones necesarias relativas a su destino y distribución. Como lo expuesto espera la Comisión que S. E. el Sr. Gobernador, se designara acceder a su solicitud por ser gracia, etc. José V. Martínez. El correcto y honestísimo informe presentando al gobierno de la Pcia. tuvo como cabe suponerse sus objeciones observando la inversión de nimiedades, cuyos dineros al fin, eran de pertenencia de los propios afectados que ahora reclamaban ayuda para mejorar una situación difícil. La comisión de vecinos de Areco, terminaba de dar un alto ejemplo, aportando sus dineros para levantar la mas importante de las obras viales, construida hasta entonces en las tierras de la Pcia. sobre un río de la cuenca del Platasin que en sus esfuerzos iniciales, el gobierno superior entrase a participar mas que con su paternidad y autoridad legal. Con anterioridad a la rendición de cuentas de la comisión del Puente, la aludida autoridad, había logrado directos informes de parte de su ingeniero. Decía así, Ministerio de Gobierno. Bs. As. Junio 17 de 1857. Al Juez de Paz de la Municipalidad de San A. de Areco. “El infrascripto se dirige comunicándole que el gobierno por resolución de esta fecha, en vista de lo expuesto por el Ing. Don José Maria Romero, ha declarado estar satisfecho de la construcción del puente de Areco. “En consecuencia dispondrá usted que dicho puente sea abierto al transito. Dios guarde a usted muchos años. José Barros Pazos. No obstante la enunciada autorización, para entregar el puente al servicio publico, con una antelación de mas de cuarenta días, o sea el 4 de Mayo de ese mismo año, el vial monumento de la zona de la Pcia. de Bs. As.,ya había sido largamente acariciado por las aguas del Areco, las pertinentes observaciones formuladas por la contaduría de la Pcia. pormenores que nos sirve para aclarar conceptos y cosas de la época, dicen lo que sigue. Bs As. Septiembre 12 de 1857 pase a contaduría general para su examen. Barros Pazos. “Excelentísimo Señor, la contaduría ha examinado detenidamente la cuenta general del costo del Puente de San A. de Areco y encontrándose comprobantes que la acompañan no obstante es su deber el manifestarlos que se echan de menos, sin que esto desvirtué la regularidad de la cuenta. No se justifica la tercera partida de 600 $ pagados por pasajes al Ing. Moller, que fue a levantar el plano, ni la madera de estos 600 $ pagados por fletes de madera hasta Zarate, como tampoco la partida de 35 de 150 $ pagados por tres fanegas de cal, componiendo las tres fanegas de cal, componiendo las tres partidas la suma de 1.350 $. Además hay cinco partidas de chasquis, peones y conducciones las que en junto importan 5.335 $ cuya suma distribuida, diaria o semanalmente no es de extraer que no se compruebe, pero esta su justificación en la obra concluida, como lo esta en una cadena, su costo 60 $, desde que el puente esta funcionando. Aunque la ultima partida de la cuenta de 2000 $ que se adeuden al Ing. Moller no esta pagada, ha debido incluirse para obtener el costo total de tal puente los cálculos de los documentos parciales, así como los de las cuentas generales, no habiendo ofrecido reparo en su examen la contaduría hallo el monto total de la obra 141.136.6 $. El suplemento hacho por el presidente de la comisión de dichos 44.636.6 $ con el noble empeño de llevar la obra a su conclusión es loable por una parte y por una parte y por otra no deja de ser onerosa a sus intereses particulares que no parece deberían grabarse, cuando el capital se ha invertido para beneficio del publico, así es que la contaduría encuentra tan fundada la solicitud del presidente de la obra, Don José Martínez, que se inclina a creer que S.E. hará lugar, ordenado se le reintegra toda la suma o sea suscribiendo 89 acciones, además de las 80 ya suscriptas.-

Con lo que es estado representara 169 acciones y 113 los suscriptores particulares; los 136.6 del saldo que quedaría en déficit podría cargarse como gastos en la cuenta del producto de transito en el puente, especificando el objeto.

Examinando la lista de suscriptores, resulta que se dona beneficio de la Municipalidad el producto que puede corresponder a 82 acciones cuyo valor de 41.000 $ oro se dona a la misma capital y producto de 10 acciones 5.000 $ y hay sin designar condiciones 21 dichas 10.500 que, con las 80 del estado 40.000 se complementan las 193 acciones y su valor de 96.500 $. Las suscripciones de las 82 acciones primeras exigen devolución de su capital, ignorando cual será la exigencia de los dueños de las 21 acciones, porque en cuanto a las representadas por la Municipalidad debe haber la misma diferencia de que es probable el Superior Gobierno de la Pcia. con las 80 y demás acciones que suscribe. Bien considerada por la contaduría la demostración que precede y el párrafo ultimo de la nota de Don José V. Martínez, se permite observar que importa la obra del puente la suma de 141.136.6 la acción se suscriptores particulares sobre el capital, solo es de 51.500 $ y desde que la mayor parte existen la devolución de su capital, páresele que el temperamento mas conveniente para el arreglo de este asunto seria que el S.R. revolviese que todos los productos de peaje, con deducción de todos los gastos precisos de conservación se aplicara a la amortización de dichos 51.500 $ haciéndose cada seis meses o a fin de año, la distribución por partes iguales a cada accionista y luego la cubierta dicha suma podía quedarse el peaje como propiedad del municipio con la calidad de entrar a las arcas del estado seis decimos o bien la mitad de la recaudación anual hasta el completo reembolso de los 84.500 $ suplidos por el erario para la obra de dicho puente sin perjuicio de que en esta parte haga S.E. todas las concesiones que son de su superior atribución desde que refluirán en beneficio del publico. Por otra parte, la acertada resolución de la construcción del puente se halla bien justificada por los resultados que presenta la cuenta adjunta de productos de los meses de Mayo a Julio que equivalen a un interés de mas de 6 octavos por ciento mensuales, no obstante los gastos extraordinario que presentan la cuenta, siendo presumible que no bajara el producto del interés de uno por ciento anual. La contaduría ha creído conveniente entrar en los detalles manifestados a fin de facilitar la resolución que S.E. con sus superiores conocimientos estima mas arreglado sobre el presente asunto, no siendo inconvenientes en que dispense su aprobación a las cuentas pasadas por el presidente de la obra del Puente, no obstante la dispensable falta de algunos comprobantes pudiendo respecto al saldo reclamado, reclamar como fuere de su superior agrado, Septiembre 24 de 1857. Firmado Juan B. Aldama Bartolomé Delois. A pesar de las diversas observaciones que el lector ha visto en el informe de la Contaduría, este departamento las encuentra muy justificada en la terminación de la obra en si hecho material que lo induce a disculpar pequeñas omisiones o inversiones presuntamente no bien dispuestas. Considera, asimismo buen juicio que los 44.636.6 que ha invertido el señor Martínez deben abonárseles al mismo, por tratarse de un obra de bien publico, sin duda la unión de esta naturaleza y de la época suscribiéndose a 89 acciones mas, sin cortar las 80 suscriptas con anterioridad, Malgrado los buenos informes de la contaduría, la resolución adoptada por el Ministerio, no condice con el desinteresado espíritu que ha prevalecido en el animo de los componentes de la Comisión y las 113 acciones particulares que integran la importante contribución particular. A todo ello, el señor Ministro del ramo contesto lo siguiente. Buenos Aires, Septiembre 29 de 1857. Con lo expuesto por la Contaduría en su respuesta al Presidente la Comisión de la Obra del Puente de San A. de Areco.

Evidentemente, nuestras admisibles y maliciosas deducciones no constan en el animo epistelar del señor Martínez, quien firmando en nombre de la Comisión que preside, en la carta que reproducimos enseguida, contesta el Sr. Ministro, muy caballerescamente como si del ajuste de las cuentas, a Martínez la hubiese correspondido la mejor parte. “Excelentísimo señor Don José V. Martínez. Presidente de la Comisión de la empresa para la construcción del puente sobre el río de San Antonio de Areco, ante S.E. respetuosamente digo, que estando del todo punto concluido este asunto con la aprobación que S.E. se ha servido a las cuentas que se han presentado y necesitando tener en mi poder la competente constancia de cuento he practicado en nombre de la empresa que represento para poder satisfacer al mismo tiempo a los interesados, S.E. suplicándole se sirva mandar que desglosando del expediente original el testimonio que acompañe al presentar dichas cuentas se me entregue junto con otros testimonios de la resolución de S.E. aprobando las mencionadas cuentas y demás que contengan para el objeto que dejo expresado, por tanto a V.E. suplico se digne así resolverlo justicia José V. Martínez, Octubre 14, 1857. A la anterior de Martínez, contesta el gobierno de la Pcia. En todo y como se pide al efecto bajo escribanía haciéndose saber al interesado, Barros Pazos. En 10 del mismo mes notifique que del anterior decreto a Don José V. Martínez, quien firmo de que doy fe, Martínez Basabilbaso. Otra: Es conforme a las actuaciones originales de su contexto en los expedientes de su referencia que he archivado en la escribanía mayor del gobierno y al que en lo necesario me remito y para entregarlo al interesado lo autorizo, signo y firmo en Bs. As. A diez y siete de Octubre de mil ochocientos cincuenta y siete, Vicente Basabilbaso, Escribano Mayor de Gobierno. A pesar de lo que consta mas arriba consignado por el Sr. Escribano mayor de gobierno, cuando nos encontramos con estos materiales, preciosos con otros que hubiésemos podido obtener, escribimos a dicha secretaria sin obtener ninguna clase de contestación. Es lamentable la desatención, tal vez la podamos reparar si este trabajo merece alguna atención de los señores del jurado. Probablemente por su actual y relativa importancia, la aludida documentación ha desaparecido a quienes recibieron nuestro pedido, creyeron que el hecho no merecía la pequeña molestia de la breve búsqueda. En cuanto a la participación que le corresponde a la actual. Dirección de Vialidad, hemos sido mas afortunados, sin que nuestros empeños mereciera alguna aclaración. Al respecto nos contesto el Ing. Civil director del Departamento de Estudios y Proyectos. Don Luis A. Harispo, diciéndolo “y con respecto al asunto motivo de la misma cumple en manifestarle que ha tomado debida nota de su pedido y se ha ocupado, conjuntamente con uno de los Sres. miembros del H. Directorio Ing. Horacio Montes, que se interesa especialmente en los problemas históricos y de tradición vial infructuosamente, en la búsqueda de los antecedentes. Hecho este que lamenta sinceramente porque hubiera sido mi gusto complacer su desinteresado pedido, pero, no obstante ello y con el deseo de colaborar pongo en el conocimiento que esta a su disposición nuestro archivo de planos y de documentos convencido de que la búsqueda efectuada por una persona mas experimentada puede resultar exitosa. Asimismo, de la amabilidad de dicha Dirección de Vialidad, recibimos diversos planos relativos a puentes de Areco, mas ninguno de ellos responde al que levanto el Ing. Moller, ausencia documental que nos mantuvo unidos en la misma oscuridad, sobre el mismo particular, solicitamos antecedentes a nuestro distinguido amigo, el Ing. Civil y ex miembro de la Dirección de Geodesia de la Pcia. Don José Luis Burgueño, quien nos expreso: “Por el estado de mi salud me encuentro en cama, hable por teléfono buscándole los datos de Vialidad, donde debe a tener el archivo de la antigua Dirección de Puentes y Caminos, pero la mayor parte de la gente es nueva y lo desconoce casi todo. Hable también con el Ing. Donato Gerardi, el mas antigua sobreviviente de dicha Dirección y me sugirió dirigirme al Sr. Ing. Luis Harizpe de la Dirección de Vialidad, que es el único que podría suministrarle orientación. Cuando me encuentre restablecido, tratare de completar algunos datos pero dificulto que tenga algo”. Evidentemente, no ha faltado a nuestro pedido de pormenores buena voluntad por parte de los interrogados, advirtiéndose solo una falta absoluta de documentos o pormenores relativos a esta importante obra, como a otras igualmente antiguas, realizadas en el territorio de la Pcia. de Buenos Aires. En igual sentido, escribimos al Sr. Jefe del Archivo Publico General, Don José Maria Prado, quien entre otras cosas nos manifestó. En cuanto a la determinación de los puentes mas antiguos de la Pcia. la cuestión es un poco difícil. Evidentemente que ellos debieron ser los emplazados sobre el riachuelo (desaparecido por tres veces), en los pasos obligados de las ratas del interior los cuales ya Rivadavia proyecto ensanchar las calles que conducían a los mismos. El Puente de Márquez es otro de los mas antiguos, pues los del Salado eran vados y los puentes sobre ese curso de agua, tal vez no sea centenario todavía. Los puentes coloniales eran sobre el Riachuelo, Las Conchas, Arrecifes etc. En ningún caso, por todas las contestaciones recibidas de los directores y técnicos de la Pcia. de Bs. As. surge un solo antecedente sobre la existencia a 1961 de ninguno de los aludidos puentes, ni aun la documentación probatoria de la construcción de otros, como el del Arrecifes, proyectado y construido en el siglo XVIII, como los documentos en otra parte, al igual que la viva historia de otros puentes, cuya verdad y antecedentes permanecen casi ignorados. El del Riachuelo, el de Márquez, el de Lujan, el de Arrecifes y otros anteriores al de Areco, desaparecieron por completo, multituidos por nuevas construcciones, mayores, mas fuertes y de material. Creemos, salvo pruebas documentales en contra que, el de Areco, es la obra vial mas antigua en permanente funciones, existente en el territorio de la Pcia. de Bs. As. hecho material que importa un testimonio de reconocimiento y gratitud hacia los progresistas vecinos que dispusieron su construcción en beneficio del pueblo y exigentes necesidades del estado provincial. A su gestor sostenedor y principal actor de estas complicadas cuestiones del puente, Don José V. Martínez, debieron serle gratas las resoluciones dispuestas por la contaduría de la Pcia. No obstante las perdidas materiales que la obra le ocasiono su propósito inicial de construir un puente sobre el río Areco no había cumplido, quedando para la no siempre reconocida posterioridad a salvo, su incuestionada honestidad y su tesonero empeño.-

Su nombre debiera colocarse en una placa de piedra, en uno de los pilares del puente, como un humilde reconocimiento de quienes vimos en el a un abanderado de una de las mas progresistas, importantes y antiguas obras viales de nuestro partido de Areco. Como una paradoja, con las observaciones formuladas por la Contaduría a las inversiones de la Comisión del Puente, puede el lector advertir en la cuenta del mismo que, el informe de la resolución del Sr. Ministro, el escribano mayor de gobierno, percibe en concepto de escritura y testimonio y copia de la misma, la suma de 890 $. Esta cantidad, incidió sin duda en el déficit que hace notar la misma contaduría, suma que no explicamos como pudo habérsele imputado a la Comisión, siendo tan mermando el monto de sus recursos privados.

Sin duda, debieron ser practicadas de los tiempos, antecedentes que siempre es correcto tener en cuenta opinamos respecto a procedimientos del pasado...

(1) Las carretas de factura tucumana, cargaban hasta 200 arrobas. Las de construcción Mendocina mas, anchas, tenían capacidad 20 arrobas mas.-

(2) En su registro se verifique en la plaza (de la Villa) para evitar por este medio el perjuicio de alguna ocultación, que la puerta que facilita el paso del puente no se abra sino de sol a sol, a menos que sea en el caso de haber de pagar algún chasqui o correo ordinario o para cualquier otro asunto del servicio, y para evitar todo fraude y disputa del cabildo. Y al cabo de la guardia nos parece será un freno que se ponga dos llaves con distintas guardas en la expresada puerta del puente que, usando de una el citado Cabildo y otra el nominado cabo, no se abra sino con la asistencia de ambos o sus comisionados, con lo cual ninguno podrá formar queja. Acuerdos del extinguido Cabildo a Villa de Lujan, 3 de Febrero de 1775.

(3) En el año 1859, nuestra actual Plaza Arellano se denominaba de “La Constitución” por un proyecto de ordenanza del 4 de Enero de dicho año, se dispuso que todos los propietarios de las 8 manzanas linderas a la Plaza, “debían cerrar sus deslindes con las calles publicas con paredes de material cocido, debiendo ser a lo menos de dos varas de alto”. Los remisos sufrirían una multa de 500 $. Los aspectos mas destacados pueblo de Areco, pueden apreciarse, con otros que hemos suministrados con la simple ordenanza de época que damos enseguida. El articulo tercero, disponía que todos los propietarios de fincas y solares en las segundas y terceras manzanas, deberán cercar sus propiedades, bien de pared material cocido, de madera y alambre o de madera sola ... y los que tuvieren cercos de tunas y no los hiciesen desaparecer, pagaran 200 $ multa, debiendo ser compelidos a la ejecución de los dispuesto”.

Igualmente interesante, por lo desconocido, es lo que proyecta, sugiere y dispone el articulo quinto, que dice: Con el producto de las multas de la falta de cumplimiento a estas ordenanzas y otros recursos que la municipalidad buscara, se erigirpa una columna en el centro de la Plaza de “La Constitución” en memoria del Código del Estado, debiendo soportar en su cúspide un busto de mármol que represente al ilustre general Juan Lavalle, mártir de las libertades publicas” (Original de dicha ordenanza en el archivo del autor)

(4) Burgueño José T: Fue hijo y vecino de Areco, fue miembro de la Municipalidad, comandante Militar, Juez de Paz, comisionado Nacional, Comisionado de la Dirección General de Correos, Miembro de la Comisión de tierras para el establecimiento de la vía del ferrocarril del oeste, miembro de la Comisión consultiva del antiguo banco nacional, Primer Intendente Municipal, por razón de la ley de 1886. Fue padre Don José Burgueño, ilustre ex ministro de gobierno de la Pcia. de Bs. As.-

Caminos Ríos y Puentes

Con el animo de poner de relieve la importancia de la obra que en 1857, emprendieron los vecinos de Areco, bonquejaremos en ligera síntesis, la existencia de vados, caminos, ríos y puentes que desde Bs. As. se encontraban y encaminaban hacia el interior del país.- Cuando se establecía en forma regular el viaje, de posta en posta, se transitaba como mejor se pudiese y según las épocas del año; hasta la Cañada de Morón, Canadá de Escobar y Cañada de la Cruz, Areco, Chacras de Ayala, Arrecifes, Pontezuelas, Arroyos de Ramallo, Arroyo del Medio, Arroyo de Pavón y Manantiales.-

Como el establecimiento de postas debía situarse a cada cinco leguas de distancia entre si, surge de los parajes conocidos y oficialmente consignados en todas las guías que son muchas las postas que faltan en esta ruta o carrera. El camino que conducía al Paraguay, tomaba por el Río de las Conchas, Pilar, Cañada de la Cruz, Cañada Honda (Areco) Río del Arrecifes, San Pedro, Las Hermanas, Arroyo del Medio, Arroyo Seco. De ambas rutas, dice un frecuente autor (1) La una, que es la mas común esta al oeste que se dice de la Capilla de Merlo, y la otra a la banda del este que llaman de Las Conchas, por un riachuelo es este nombre que baña mucho territorio. Este camino delcitoso y fértil en mas de ocho leguas, con quintas y árboles frutales en que abunda mucho durazno. Para documentar algunos hechos, relativos al Río y futuro puente de Areco, que conceptuamos viralmente histórico, habamos postergado este trabajo por mas de un año, con el propósito de disponer y consultar algunos documentos que se encontraban en Archivo del Correo de la Nación. Su traslado y posterior falta de ordenamiento, al archivo Gral. de La Nación nos ha impedido su conocimiento.- Uno de estos autores, rico en pormenores documentales, nos dice al respecto “No hay nada artificial en caminos y ríos. Todo esta a lo natural. Ningún camino tiene puente, aunque hay muchos a nado. (2) Realmente es desolada la realidad vial que documenta el visitador de Areco, capaz de contener al mas atrevido de los viajeros o al audaz de los comerciantes. Estas no muy alentadoras referencias oficiales, dados a conocer en guías y relaciones para los viajeros que aventuraban una excursión Buenos Aires – Chile – Lima, no eran factores que amedrentasen a los que se atrae vían a su realización. A pesar de lo que consignamos para estos días mejor dicho, un año antes, desde la residencia del Rey de España, en Villa Visiosa, el 30 de Mayo de 1759, su Majestad remite una real Cedula a Don Pedro de Cevallos para saber si es conveniente asignar alguna contribución sobre el puente que intenta hacer en la Villa de Lujan, sobre dicho río o en su defecto sobre el paso mejor que ofrece corrientemente. De esta poca preocupación inusitada para la época, se dio vista al apoderado del Cabildo don Domingo Marcoleta. El pedido de informe del Rey, carecía de antecedentes. El 27 de Marzo de 1754, el alférez real perpetua de Lujan, Don Juan de Léxica y Terrezuri propone la construcción de un puente al santuario, idea que eleva al Cabildo para que se le otorgue licencia y se convenga cuales han de ser la pensión que se cobre a las carretas que transitaren. (Acuerdo del extinguido Cabildo – 27 de Marzo de 1754) Recién el 10 de Mayo, el cabildo acuerda remitir informes a Majestad, interiorizándolos del señor Léxica. La concesión a otorgarse seria por 10 años si el puente fuese construido en madera y por 12 años. Si este se hiciese de ladrillos y cal, se construyo de madera. Se establecieron para los derechos de peaje sobre el mismo, las siguientes tarifas “Cada carreta cargada vaya con 2 reales, sea vendida para esta ciudad, o para afuera. El que dejamos consignados es el primer puente que se construye en tierras de la Pcía. de Buenos Aires, obra que ha de servir frecuentemente como antecedente, guía y punto de partida para adoptar posteriores disposiciones respecto a la misma materia. Un singular marino y cronista de 1793 (3), tal vez basándose en las anotaciones dejadas por Concolorcovo, agrega a lo ya consignado: De los caminos que afines del siglo XVIII partían de Buenos Aires para encontrarse en la Villa del Lujan, el preferido era el que pasaba por la Capilla de Merlo pues si bien hacia un recorrido de 4 leguas mas que el que iba por Las Conchas, no ofrecía los inconvenientes de este ultimo, de terreno bajo y expuesto a las inundaciones del río, y de cualquier modo, con las lluvias, el camino era tan malo que solo con los buenos días se puede caminar. Por cierto, las noticias de Aguirre, suministradas 39 años mas tarde, no eran mas alentadoras que las producidas por Arce, el trafico de carretas se hacia por ambos caminos, pero las carretas preferentemente circulaban por el de la Capilla de Merlo que ofrecían menos inconvenientes y demorar. Amen de no existir una mayor preocupación en construir puentes, las autoridades hispánicas velaban por la seguridad y ruta de su comercio, estimando que este prosiguiese haciéndose por el Pacifico. Por esta misma falta de caminos y puentes, los traficantes y viajeros, se veían obligados a tomar las mas transitada en las guardias de cuya dilatada y abierta jurisdicción del Virrey se controlaban y reprimían los pasos clandestinos de personas y mercancías, constituidas en verdaderas aduanas anteriores.

Las guardias no solo cumplían una función de seguridad o policía militar. Eran distribuidas estratégicamente para vigilar y hacer cumplir las disposiciones del viejo régimen español.

Las carretas con sus especies debían detenerse en un lugar, resguardo o puesto determinado para que los guardas controlasen su existencia y percibiesen los impuestos establecidos.

Nada mas indicado para ello que determinarlas frente al cruce de los ríos, Lujan, río de Las Conchas, Ensenada de Barragán y desembocadura del Riachuelo. Pretender hacerlo cinco leguas mas arriba o mas debajo de un lugar regularmente transitado, era comprometer a cabiendas, la vida de los viajeros, la seguridad de la carga y la alteración del tiempo que aun contado por jornadas siempre tenia su importancia. Estas disposiciones se lograban hacer cumplir, recomendando y obligando a que todas las carretas transitasen por un mismo camino, según consta en las instrucciones dadas con anterioridad por el Gobernador Don José Martínez de Salazar (1667). Todo estaba previsto en aquel incipiente trafico en aquel rudimentario comercio y medios de transporte comercial. Como hemos insinuado mas arriba, las mercaderías provenientes del interior, debían hacerse visar o anotar de conformidad a lo que declaraban las guías, en las guardias o aduanas establecidas al entrar al territorio de Bs. As. (1776). En medio de aquella inmensa soledad y ausencia de manifiestos móviles comerciales, los ciudadanos de los pequeños pueblos de las distintas Villas Pampeanas, tenían sus preocupaciones necesidad de mejoramiento urbano, inquietud por lograr mayores comodidades. Quien debía experimentar una de estas inquietudes, tal vez para acelerar el ritmo o facilidad de sus actividades, en lo que respecta a puentes y caminos, fue Don Domingo de Hablaos. Con fecha 18 de Mayo de 1776, presenta un memorial al extinguido Cabildo de Bs. As. solicitada licencia para hacer un puente en el río de los Arrecifes bajo las condiciones y circunstancias que en dicho memorial establece. La inusitada propuesta de Hablaos, como era norma en los procedimientos y resoluciones de los señores cabildantes de Bs. As. no merece una acogida inmediata y la construcción del puente sobre el Arrecifes, parece diluirse en vanas consultas y cabildos interminables. El 3 de Julio de 1776, el Cabildo solicita al alcalde de primer voto que produzca información sobre el pedido, para que en si vista dar las providencias que corresponda en justicia (Acuerdos del Cabildo-Serie III-t.p.714).

El 27 de Noviembre del mismo año, el procurador general ha producido los informes requeridos por el Cabildo, ordenando que este tome las correspondientes providencias. Recién ocho meses después, el 16 de Enero de 1777, el Cabildo resuelve sobre el pedimento de un puente en el río de los Arrecifes y entrados los menores del contenido de dicho pedimento acordaron se haya como pide dicho procurador. De lo antedicho podría presumirse que el puente de Hablaos, es una realidad en funciones, nada menos cierto. El 17 de Agosto de 1782, el Cabildo pone de manifiesto el expediente de Hablaos, cuya instancia entablo el año pasado de 1778 ... y habiendo hecho la información de utilidad y necesidad se concluyo a principios de 1777 la ultima visita de dicho Sr. Procurador, la parte pretendiente. Su terminación material, no es razón para que de inmediato entrase a prestar servicios a los vecinos. El Cabildo, no acuerda licencia a dicho Hablaos, por cuanto se ha extraviado el expediente que corresponde al del Río de Luján, con cuyos antecedentes se habría determinado los costos de los derechos que se habría señalado a este. La presentación paciente y constante de Hablaos, parecería motivo de bromas talvez por ello, el 26 de Agosto de dicho año propone someterlo al servicio publico proponiendo que cobrara la mitad del que cobra sobre el río de Lujan (Acuerdos del Cabildo-Serie III-t.7,p.83 y 84).

Los vecinos de Areco por entonces debieron sentirse estimulados o envidiosos del progreso que el puente de Hablaos, significaba para Arrecifes. Por esta u otra causa el 17 de Diciembre de 1782 se dirigen al Cabildo por intermedio del Alcalde de primer voto en el cual manifiestan que los vecinos del Pago de Areco, han instado al señor Virrey para que les permita construir un puente en el río nombrado de Areco, a fin de exigir cierta pensión de los transitantes, para que construyan con ciertas cuotas por el pontazgo y que este emolumento deba servir para la construcción y adornos a la Iglesia de aquel curato, pues la que tiene además de su estreches, amenaza ruinas y en vista de ello se ha dignado dirigirlo a este ilustre Cabildo para que le informe de que impuestos los señores acordaron se de vista al menor índice procurador general para que exponiendo lo que contemplo oportuno lo pueda después hacer a su E. cabildo este ilustre cuerpo.

Por la total falta de documentos, debemos creer que esta iniciativa de los vecinos de Areco, no paso los términos de los buenos deseos, calculando por otra parte como estaba en el animo de los señores Cabildantes que, con el de Arrecifes, bien servido y solucionado estaba la carrera hacia el Perú. La semilla de aquel prematura anhelo popular, como veremos mas adelante no había caído en tierra cateril y su poder de maduración podría producirse a largo plazo. Otro de los puentes que enumeran los acuerdos del Cabildo, es el del Río de Las Conchas al que en acuerdo derechos de explotación con los antecedentes que obran para el de Arrecifes y Lujan, el 7 de Julio de 1787. Con respecto al mismo no existen mayores antecedentes documentales. Una circunstancia desconocida y poco frecuente en las disposiciones reales, sobre puentes y caminos en la Real Cedula, cuyo contenido transcribimos enseguida. Se leyó en este acuerdo (17 de Diciembre de 1769) un pliego del señor Virrey en que contenía la copia de una Real Cedula, fechada en Madrid el 7 de Abril del presente año por la cual ordena S.M. que se tenga orden en abrir caminos y hacer puentes donde fueren menester. Acuerdos del E. Cabildo serie III, t,9,p,216) probablemente, esta desusada cedula real debió originar entre los concienzudos cabildantes, cristianos por los cuatro costados, un duradero acto de constricción, por el silencio que habían guardado, respecto al pedido de los vecinos de Areco. No obstante estas dificultades, la iniciativa privada siempre tan oportuna y fecunda, cumple altas funciones en el campo vial de la actual provincia de Bs. As.

Con la misma indiferencia con que podrían haber recibido una noticia sin importancia, el Cabildo anota en sus notas una progresiva novedad arribada del interior del país. Consta sin comentario alguno, Marzo 24 de 1789, se dan noticias de un puente que se ha construido en el Pago de la Magdalena, por donde se facilita todo el transporte de alimentos que necesita esta ciudad. La anotación debió haberse asentado por lo que respecta a los alimentos en si y no por el puente. No obran otros antecedentes. Otro como el puente de Goyo Rivera, construido con los aportes de los vecinos el 11 de Febrero de 1789, parece encontrarse en deficiente estado, por lo cual, para su compostura estos avisan al Cabildo y que buscaran un alarife para su compostura. Tanta constancia y desinterés de parte de Abalos parece haber conmovido y convenido a los imperturbables cabildantes a adoptar su aprobación y funcionamiento. Afortunadamente esto ocurre el 11 de Octubre de 1782, es decir seis meses mas tarde de iniciado el pedido de Abalos. De acuerdo a las tarifas de peaje del de Lujan, se acuerda su explotación por diez años. A renglón seguido de este acuerdo, consta una larga y curiosa reglamentación capaz por si sola, después de su engorrosa lectura, el mismo Abalos decidiese no resolverse por la explotación de su puente, del puente de su exclusiva propiedad. Por los años de concesión que se acuerdan a Abalos, lo sabemos que este fue construido de madera. Al tratarse de otro puente, del que nos ocuparemos enseguida, los señores Cabildantes dijeron (20 de Noviembre de 1786) que respecto a puentes había de darse la mejor ubicación, como se ha dispuesto que los prácticos y peritos lo harían y que con respecto a otros puentes, se auxilia bastante al publico proporcionado el transporte de todos los efectos a el Perú y su carreta por el Puente de los arrecifes. Sobre el mismo se dice que se construyo en el lugar mas cómodo del camino real, en un paraje de barrancas y cercano a la Iglesia Parroquial de aquel pago. Sin duda los señores Cabildantes creyeron que el Río Arrecifes era el único paso e inconveniente existente, hasta llegar al Perú. Como este trabajo es parte de una historia de los ríos, puentes y caminos situados en la zona norte de la provincia de Bs. As. cronológicamente, antes de pasar a otros pormenores proseguiremos con ellos. Los puentes en las fechas que nos venimos ocupando, como ciertas obras de arte, mantenían la partenidad de sus dueños o constructoras, tiempos aquellos en que no se estilaban mas bautismo que los del propio esfuerzo e iniciativa del individuo. Este es el caso del de Don Pablo Márquez, carpintero experto en la construcción de puentes de madera a quien el Cabildo en su acuerdo del 28 de Enero de 1777, le requiere que haga constar el derecho que cobra por el paso del puente que ha construido en el Río de Las Conchas, para proveer respecto a estos vuelven a solicitarse los que obran para el de la Villa de Lujan. Sin duda por ausencia de otros documentos Don Pablo Márquez exploto esta construcción hasta el año 1781, fecha en que dispone escriturar a favor del Cabildo quedando a beneficio de los propios de la cuidad. Se resuelve pasar noticia a E.M. No obstante su destrucción por los elementos que no emplearon en su factura, la obra de Márquez, prosiguió llamándose con su nombre, como uno de esos populares e inopinadoshomejas (sic) que el pueblo brinda a quien bien le sirve. Como las necesidades del transito parecen ser cada año mayores, el 18 de Febrero de 1779 vecinos del Riachuelo, proponen construir un puente en el paraje conocido como paso de la canoas. En el año 1791 otro puente de nombre muy recordado surge al servicio del país, es el que ha dispuesto construir para su explotación particular, el Sr. Juan Gutiérrez Gálvez, sobre las aguas del Riachuelo. Contrariamente a lo que ocurrió al Sr. de Abalos del Arrecifes, Gálvez procede con suma urgencia, hecho que sorprende a los mesurados Cabildantes que con fecha 14 de Marzo de 1791 acuerdan lo siguiente: Se trato sobre el hecho notorio de estar cobrando pontazgo Don Juan Gutiérrez Gálvez del que ha construido en el Riachuelo de esta ciudad, con permiso de este Cabildo sin haber dado noticia de estar concluido para saberse desde cuando correría el termino de la concesión en vista del remate que se hizo y conociendo el exceso se acordó por los señores se le haga saber por mi el actuario que luego in continenti, comparezca a dar razón del día que empezó a cobrar derecho de dicho pontazgo y hacer ver si tiene solidez y firmeza que corresponde para evitar las desgracias que pueden suceder y asimismo que se le otorgue la correspondiente escritura, (acuerdos del E. Cabildo de Bs. As.- serie III-t.9-p.558) Mientras el puente de Gálvez se encontraba en servicios con fecha 3 de Octubre de 1799, el Cabildo de vistas al expediente elevado sobre la construcción del Puente de Barracas y interesados los señores de su estado, mandaron se pasase a la junta Municipal de propios para que por ella se practiquen las diligencias que corresponden sobre esta obra en la documentación consultada, no surgen otros testimonios. Por los términos de la documentación que veremos enseguida, el puente de Gálvez no resistió por muchos años la acción de las aguas, del tiempo y de los transportes. En este estado se dio cuenta por los señores de la Junta Municipal de propios que precedidos los pregones dispuestos por derecho y fizacion (sic) públicos para el remate del puente del Riachuelo el 28 pasado Noviembre que fuera tercera Almoneda, se remato según consta del expediente que también se tiene presente por cinco años a 600 $ cada una y pagados por tercios partes a Don Juan Gutiérrez Gálvez que lo construyo por contrato que ha concluido el, primero del Cte. exponiendo al mismo tiempo que no hubo postor que quisiera ofrecer cosa alguna si no se admitía por 5 años o se levantaba la condición de ser el puente del rematador todas las composturas, refacciones y ruinas de dicho puente y obligación de entregarlo a la conclusión de su remate bien reparado y acondicionado a satisfacción servible, que no tuvo por preferible atender a la conservación de dicho puente de cualquier modo en su situación. Expuestos y enterados los señores teniendo por fundada razón de la junta, como medio conducente a la conservación de dicho puente para el servicio del publico y utilidad de los propios. Se informa: al Sr. Virrey para su inteligencia. Sin duda Gálvez, dueño y conocedor del puente, explotador del mismo desde hacia muchos años, cuidado tuvo de que ningún postor le quitase de sus privilegios, de el mayor usufructo del mismo. Los presuntos postores considerando su mal estado, pretendían obtenerlo en propiedad alejando a este todo derecho y reclamo posterior.

Esta obra una de las mas duraderas, prosigue en manos de Gálvez, hasta el año 1804. El 25 de Abril de 1603, como si el Cabildo fuese el culpable del mal estado del puente, eleva a este una airada protesta, marcando con su abandono. Sin duda sus derechos no debieron estar mas firmes y su reclamo debió ser a los efectos de consolidarse en la propiedad del mismo. Por cuanto el 13 de Abril de 1804, solicita al Cabildo se le permita continuar en el manejo del puente durante otro quinquenio, sin que se le saque a remate. Esta actitud habla bien a las claras de las ocultas intenciones de Gálvez que prosigue en propiedad del mismo hasta el 23 de Diciembre de 1806, fecha en que quiere derechos sobre el, el Sr. Juan José Horiega. A principios del pasado siglo un animoso espíritu de progreso parecería haberse apoderado del entusiasmo de muchos vecinos de la Pcia. de Bs. As. empeñados en la construcción de pequeños o grandes puentes. El transito por uno o mas de estos medios de comunicación su ejemplo comodidad o envidia, debió estimular la iniciativa privada, alguno con amplio y manifiesto sentido comercial, como lo vendrían a demostrar dos empresarios de 1800. El 14 de Septiembre de 1802, don Agustín Urith propone al Cabildo de Bs. As. construir tres puentes de madera sobre el camino que conduce a la Ensenada. Asimismo solicita la habilitación del puente existente en dicho lago, petición que importa la presencia de un desconocido puente, que, como otros muchos debieron construirse en aquellos tiempos, cumpliendo funciones vecinales utilizadas pagando o no derechos de peaje. Sospechamos que el de la construcción de puentes constituía un buen negocio o su explotación, al margen, ofrecía ventajas que desconocemos. Esto también lo hace suponer Don Juan A. de Zelaya, quien el 30 de Diciembre de 1807, propone hacer construir por su cuenta, tres puentes, uno sobre el arroyo del Maldonado, el segundo sobre la Calera de San Francisco y el tercero en el lugar conocido como Chacra de Medrano. Algunos de estos puentes, han sido pequeños humildes, hechos a la medida y necesidad de sus vecinos, como el de Palacios, levantado el 12 de Diciembre de 1808, en la proximidad de la Capilla de “C. Valente” o paraje llamado horno de Palacios, por cuyos costo de construcción, pide el regidor del Cabildo se le otorgue un recibo por 1101 $, importe que ha pagado por su hechura a un carpintero. Muchos otros mas debieron haber existido, la documentación oficial de los días de la Colonia, no siempre se conservo correctamente y menos aun en su totalidad. Es verdad que la mayoría de ellos, el bien son bastante anchos, no son profundos, salvo en la estación de las lluvias, pero hay asimismo algunos de curso rápido y muy profundos durante todo el año, de manera que ofrecen vados para pasarlos. De la peligrosidad de estos ríos no obstante enunciar que pocos son los que tienen importancia, dice enseguida: “Casi todos los años se oye hablar de viajeros y caballos ahogados y de noche hundidos en los ríos de Santiago, Las piedras y Pasaje de Tucumán y Jujuy. Y con todo esto, no se ha pensado en hacer algunos arreglos para impedir tales inconvenientes, cuando seria fácil utilizar balsas flotantes en diversos lugares”. Estos últimos medios ya estaban en funciones mucho antes que pasase por nuestras llanuras el agente Granner. La documentación respectiva puede consultarse en el interesante trabajo de la investigadora, Guillermina Sord de Tricerri (9).

El ya mencionado Concolocorvo, cumpliendo con pintoresco acierto y propiedad sus funciones de veedor y visitador del Rey de España es quien primero habría de aconsejar la construcción de un puente sobre el río Areco. “Lujan tiene titulo de Villa con poco mas de sesenta vecinos, entre los cuales hay apenas dos capaces de administrar justicia, y así regularmente echan mano de alcaldes, de los residentes en el Pago de Areco. Esta situación que parecería restarle importancia a la Villa, no obedece a la mejor situación de Areco. A fuerza de investigadores honestos cabe señalar que Areco formaba parte de la jurisdicción del Cabildo y Villa de Lujan, debiendo entenderse esta medida, como un recurso regular. Su jurisdicción es de 18 leguas que se cuenta desde el río de las Conchas, hasta el de Areco. Prosigue el citado autor: El Pago de Areco tiene muchos hacendados, con un río de cierto caudal y de este nombre, con espaciosas campañas en donde se cría todo genero de ganado, pero el que mas se aplica es al mular, que venden tierno en las invernadas de Córdoba. Los caballos se usan con todo cargamento y cajones y hay sujeto que tiene cincuenta para su silla y la correspondencia toda su familia, que tienen tropillas de a trece y catorce, con una yegua que llaman madrina de la que jamás se apartan. Esto propio sucede con corta diferencia en toda la campaña de Bs. As. El Riachuelo tiene buenos vados y no podría fácilmente construir puente, por caminar por un estrecho barranco. Aquí se nombro maestro de posta a Don José Florencio Moyano, que pueda afrontar en todo tiempo, doscientos caballos”. Con los informes referencias y concejos del expresado veedor queda, de modo mas o menos preciso, señalando el servicio de postas y correos en estas tierras del río de La Plata. La mayoría de los viajeros que pasaron por Areco, al principio del siglo pasado, formularon históricas pintorescas o caprichosas relaciones cuando no demostraron ignorarlo o inopinadamente silenciaron su existencia. Por su valor documental estrictamente reservado a los ámbitos del pueblo de Areco por el colorido que fluye de sus pinturas y por el gozo que nos ofrecen, damos las mas significativas de ellas. Después a abandonar Lujan vi dos miserables adeas, Areco y Arrecifes, vi tres pueblos San Pedro, San Nicolás y Rosario (10). Sin duda estos hermanos, tan generosos en otra clase de pormenores sobre los hombres y las cosas del país, apenas debieron alcanzar a distinguir nuestra miserable aldea, por las circunstancias probables de haberse alejado de su ruta, pasando por el río, por algún buen vado de las inmediaciones de la Cañada Honda, camino para quienes se dirigen al Paraguay, donde ellos los residieron durante mucho tiempo. El que pocos años mas tarde ha de ser un medio de reputación, mundial, se muestra igualmente parco en sus apreciaciones. Cruzamos el puente de Lujan, donde hay un puente de madera sobre el río, tenemos asimismo Areco. Las llanuras parecían chatas, pero no lo eran así. En varias partes, el horizonte estaba distante (11). Por lo menos servían con habla de la desusada comodidad que le ofreció el puente sobre el río Lujan, encajo largo peregrinaje científico por nuestro país y el Uruguay, solo lo cito sin importarle las ventajas que podía haberle brindado la presencia de una de las obras viales. Geógrafos de esta época y del siglo anterior, ni siquiera den al Río de Areco, como distante punto de referencia. Muchos de ellos, de Lujan saltan al Arrecifes al Carcaraña y otros cauces de no mayor importancia. Según los meses del año, un río y un puente, eran o no inconvenientes. Las gentes (sic) se acomodaban y vivían según las costumbres y hábitos de sus antepasados o de los tiempos, nuestras opiniones corresponden a 1961. Con mayor detenimiento o por las circunstancias de la brevedad del viaje, otro ingles (12) observa nuestro pueblo y anota en su libreta de viaje, costumbres de la época y nos suministra dos criollos toponímicos, gratos a nuestra condición de arequeros.

“Seguimos viaje con el fresco del atardecer y pasamos por el pueblo de San Antonio de Areco, que tiene unas cuarenta y cinco casa de ladrillos, dispuestas en manzanas como el las ciudades grandes y alhajadas con ventanas de hierro. Las inmediaciones del pueblo con bastantes pantanos y muy cerca cruzan un arroyo que lleva el mismo nombre, Areco. Desde Areco seguimos diecisiete leguas mas, en dirección norte, hasta Arrecifes, cambiando caballos en dos postas del camino, cada una situada de dos arroyos, Cañada Honda y la Bellaca.

Estas postas eran ranchos solitarios y las únicas viviendas que encontramos en el camino. Como era tiempo de sequía, pudimos cruzar el Río Arrecifes.

La asistencia de un bote (13) que de ordinario andaría por ahí para llevar pasajeros de una orilla a otra. El río tenia entonces unas doce yardas de ancho y lo pasamos a caballo. Por los párrafos transcriptos puede deducirse la poca importancia que Beaumont concedió el paso por nuestro río. Sucedía aquello en una época de sequía y su cruce podía hacerse sin mayor inconveniente, por alguno de los frecuentes vados que ofrecía, sobre un lecho de tosca firme. La Cañada Honda y la Belleca, ya citadas con anterioridad por otros autores, en un censo general de la Pcia. del año 1774, levantando por el propio José Ruiz de Arellano, se le asignaba una población de 115 vecinos capaces de tomar las armas mas treinta conchabados mulatos, libres e indios. Este paso de la Cañada Honda es el que con mayor preferencia tomaban los viajeros que se encaminaban por la carrera del Paraguay. Un episodio común, en los acontecimientos que nuestras luchas intensivas, vino asignar la vida de nuestro río con el suceso del difícil y peligroso transito de uno de sus hombres de armas mas representativos, el del Gral. José Maria Paz. En el año 1853, desde su prisión en la Aduana Vieja de Santa Fe, el prisionero unitario en el carruaje que lo, conduce a su nueva cárcel del Cabildo de Lujan pasa por el rió en un día de creciente, cuando el Areco, violento y correntoso, exigía a quienes intentaban cruzarlos, probadas condiciones de coraje y capacidad. Esorbo Paz en sus “Memorias” Ramírez cruzo el Río Areco (14) en una pelota de cuero y con mil preocupaciones y rodeados de nadadores hizo aquel peligroso transito. Este paso puede ubicarse en las proximidades del actual puente Norberto de la Riestra, conocido de muy antiguo como “Paso de las Tunas”. Paz que no las tenia todas consigo, manifiesta en su escrito, la evidente ojeriza que le dispensaba a Ramírez, anotando lo que sigue: Llegamos el 22 de Septiembre al Río Areco, que encontramos crecido extraordinariamente. La prudencia aconsejaba esperar a que bajase un poco lo que sucedió pero la impaciencia de Coronel Ramírez, no lo permitía, ordenando que se pasase a nado el río, e inmediatamente desensillo la tropa y se aprestaron para la operación que no era difícil, porque el río es angosto”. Ramírez se hizo preparar una pelota de cuero... “Después de dos horas de espera se me dijo que yo debía pasar dentro de mi coche, que tirarían caballos atados por la cola como se acostumbraba en tales casos. Era patente el peligro de que el coche se volcase y entonces adiós preso”. Cuando el coche se movía prosigue Paz declararon terminantemente los nadadores que andaban auxiliando la operación el coche debía volcarse arrebatado por la corriente y entonces les dije que no expusiesen al muchacho, ni criado, que iba también dentro; últimamente les dije resueltamente que lo sacasen y no lo hicieran parecer conmigo” si bien es cierto que Paz declara que la operación no era difícil no peligrosa (para Ramírez) por ser angosto, cuando a el concierne, aun con las probables ventajas de hacerlo en coche, pone de manifiesto todos sus temores de perecer caro arrebatado por la impetuosidad de la corriente, admisible contradicción que no logra disminuir la peligrosidad que existió para ambos. Entonces continua Paz, volvieron a entrar en cuenta y después de un nuevo examen resolvieron que tres de los mismos nadadores se pusiesen de pie en la vara que quedaba del lado opuesto al de la corriente, para que el coche no pudiese volcarse por ella” (15). “Así se hizo y paso felizmente el coche, medio nadando medio arrastrando pero entrando el agua en raudal por una puerta y saliendo por la otra, para cuyo efecto se conservaron abiertas”. Esto que Paz anota con particularidad a su paso por el Río Areco, justifica la necesaria y vital importancia que el puente tenia en el transito por todos los cauces del territorio de la Pcia. donde no solo importaban una sensible demora en los viajes sin que los viajeros acostumbrados a esta clase de aventuras arriesgaban su propia vida. Las autoridades locales debieran señalar, con breve pormenores de personas y tiempo, el hecho histórico que consignamos. Con mayor proximidad cronológica, a las costumbres y estado de cosas que venimos consignando, anotamos enseguida las observaciones que apunta en su libro de viajes y en su estada en Areco, el viajero ingles Guillermo Mac Cann (16). Después que salimos del pueblo de Areco (23 de Noviembre de 1845) cruzamos el río que es vadeable en esta época del año. En otras estaciones los viajeros deben pasarlo sobre una balsa, haciendo nadar a los caballos. Es decir la canoa siempre a disposición de los viajeros que pagasen sus servicios, era arrastrada de una a otra banda, por los medios que hemos señalados. Aunque el de nuestra Pcia. era una inhóspita y dilatada pampa, limitado numero de Ríos, entre el de Las Conchas y el Carcaraña, cuando era indispensable vadearlos se imponía hacerlo bien y con cuidado, valiéndose de los peligrosos y primitivos medios en funciones peligrosos y muy pocos cómodos, para nuestra sensibilidad y mentalidad de ciudadanos de este siglo de constantes progresos viales. Un hecho frecuente, en el cruce del Río Areco, abundancia de detalles ha sido descripto en 1752, por el sacerdote e ilustre viajero, Fray Pedro José de Parras (17). Aunque el caso corresponda al Río de los Arrecifes y en una fecha anterior, por su inmediación al de Areco y por ser ambos ríos de idénticos características, los pormenores son exactos. El hecho de cruzar nuestro río en dirección de la Cañada Honda, el viajero omitió la cita sobre el Areco. Llegue a esta estancia del señor San Martín, (14 de Febrero) y era tanto que este río Arrecifes había crecido que tenia muy cerca de una legua de ancho. No había embarcación alguna con que fue preciso valernos de una pelota, que es lo que para pasar un río han discurrido los naturales”. Hacenla de un cuero de vaca o de toro, cogiendo las puntas por las cuatro esquinas, y en el poco plano que queda en el medio, se pone todo el recado de montar, y luego sobre el se sienta el pobre navegante sobre sus mismos pies, casi arrodillado. De una de las esquinas de la pelota, prenden una cuerda, echase un mozo a nadar con toda suavidad y sin mover oleaje alguno con el movimiento de pies y manos va nadando y tirando aquella bellísima embarcación de aquella cuerda, que prendió con los dientes. Quien se embarco en ella ha de pasar sin hacer el mas mínimo movimiento, porque a cualquier vaivén se fue a pique. Al señalar en ancho del Arrecifes, sin duda, el padre Parras, alude a sus desbordadas aguas, no al ancho de su verdadero y regular cauce. El divertido transito, pasaje y gran susto que debió pasar en sucesivas ocasiones, el padre Parras contendrá hoy las andanzas del mas audaz de los viajeros. Otras veces, cuando los ríos eran estrechos era costumbre arrojar un lazo desde la costa opuesta a la que se quería llegar y se procedía a deslizar la pelota, recogida por la persona que había cruzado hasta ella. Frecuentemente se ataba una cuerda a la cola de un caballo, para facilitar los movimientos de este, al arrastrar la pelota, canoa u otros elementos de transporte. Las constancias de este capitulo, constituyen los precedentes documentales que en su hora debieron ser utilizados para demandar la construcción del puente de Areco, antecedentes que han sido, comunes a la vida y transito de los ríos que hemos señalado.

(1)- Concolorcorvo: “El lazarillo de ciegos caminantes” C.III,p, 46-47- Año 1773.

(2)- Arce:”Breve relación geográfica y política de la Gobernación del Río de la Plata, hecha a pedido del Rey de España, en el año 1760” (Archivo del Museo Mitre. Arm.B.caj.18-18, pieza 2,Nº de orden 31).

(3)- Aguirre Juan Francisco: “Diario del Capitán de fragata, etc. Año 1793. Edición de la Biblioteca Nacional, año 1950.Bs. As.

(4)- Acuerdos del extinguido: Cabildo de Buenos Aires. T.VI, serie III,p. 27-275.

(5)- Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires. T.VII, serie III.pgs.347-48 y 490. Año 1782.

(6)- “La Gaceta Mercantil”: Numero del 26 de Julio de 1824. Bs. As.

(7)- Graaner, Jean Adán: Las provincias del río de La Plata en 1816 (Informe dirigido al príncipe Bernadotte) p.134.

(8)- Sord de Tricerri, Guillermina: La guardia y el puente del Río Lujan y el comercio colonial de Bs. As. pgs.158 a 164, en el II Congreso Internacional de historia de América”. TIII Año 1938.

(9)- Hobertaon J.P. y CP.: “La Argentina en la época de la Revolución p.80-Año 1823. La cultura Argentina.

(10)- Darwin, Carlos R: “Viaje de un naturalista alrededor del mundo en el navío de S. Majestad Británica, Beagle 28 de Setiembre de1833.

(11)- Beaumont J.A.B.: “Viaje por Buenos Aires, Entre Ríos y la Banda Oriental” (1826-1827) p.230- Colección “El pasado argentino” Hachete Bs. As.1957.

(12)- Habiéndose generalizado tanto esta necesidad de vadear los ríos, en tierras del Virreynato los encargados de las postas estaban provistos de canoas, cobrando un derecho d peaje. Recibía por tales servicios y funciones el titulo de “maestros caoneros” (Archivo de Correos- Libro de titulos.T.II p.321)

(13)- Paz, José Maria: “Memorias póstumas” –t.II.c.p.370-Edición 1829 Bs. As.

(14)- Ramírez, Francisco: Este coronel del ejercito Argentino, con anterioridad había sido compañero de armas de Paz. Después de cruzar el Río, el prisionero paso la noche, en calidad de tal, en la conocida y antigua posta de Don Isac Figueroa.

(15)- Mac-Cann, Guillermo: “Viaje a caballo por las provincias Argentinas,p.164-Año 1847-Traducción de José Luis Busaniche-Año 1939.

(16)- Parras de Pedro José Fray: “Diario y derrotero de sus viajes (1740-1753).

Como lo vimos

“En las afueras del pueblo, a unas diez cuadras de la plaza céntrica, el “Puente Viejo” tiende su arco sobre el río, uniendo las quintas al campo tranquilo”. Los precedentes párrafos del libro de Ricardo Güiraldes, Don Segundo Sombra, sírvenos para retrotraernos a los días de nuestra niñez, cuando principiábamos a frecuentar el río y el trato y amistad con la consistente presencia física del Puente Viejo, percibiendo un extraño influjo, pleno de sugerencias y misterios. Desde entonces aprendimos a quererlo sintiéndose a la vez, señor y vasallo de el. Solo nuestra emoción sentimental cabe en este capitulo a través de cuyos recuerdos, el hombre maduro no realiza esfuerzo alguno al evocar hechos y cosas que a casi todos los Arequeros nos pertenecen por igual. El río fue para nosotros un señuelo permanente, alo largo de cuyo curso cada cual elegía su pedacito de cielo, de agua y de sombra, para estar junto a el. Sin un sentido exacto de su presencia, obedeciendo a impulsos instintivos, entrábamos en contacto con su suave y torrentoso elemento, nadar por sus aguas, pescar, jugar en sus márgenes o apenas remojarnos los pies, era lago que adquiría indeleble permanencia en todos los que gozamos de su naturaleza. El río, era la frontera norte, el “ Puente Viejo”, el obligado paso para transponer los limites a un ámbito diverso, puerta abierta hacia la incursión campesina, cuyo anchuroso callejón nos dejaba ver los montes de las estancias menos distantes. El campo, en su inmensidad, nos sobrecogía de regocijo, íbamos sobre el con fresca, saltarina y sobresaltada emoción de niños. Un gran poeta de Areco, hondamente hermanado con lo que tanto amo, en los posteriores días de su temprana desaparición, nos dejo estos versos, versos para puentes, para ríos, para campo, para pueblo.

“De este lado el pueblo duerme;

del otro el campo despierta

la calle se hace camino

al cruzarlo, y a la vuelta

el camino se hace calle

y el campo en el pueblo entra

Cuando el río los separa

Salta el Puente y los acerca

Pedro González Gastellu, con su emotiva sensibilidad, descubrió los dos tiempos, las dos situaciones geográficas, el despertar del pueblo y del campo y el nexo de unión que el Puente sigue manteniendo entre ambos. Por el proseguimos entrando o saliendo del pueblo. El puente, obra de modo permanente, como un gran portón, como se hacia indispensable en las antiguas ciudades amuralladas, para entrar o salir de ellas. El nuestro es mas generoso se puede entrar o salir por sus numerosos vados, sin que el hombre pierda por entero sus derechos, ni sufra limitaciones su libertad de transito. Los hombres del pueblo pasaban al campo. Su vastedad no les permitía penetrar y aposentarse en el, como en una habitación o en una casa. Por el campo se anda, sin terminar de penetrar nunca en el. El campo entra en el pueblo, lo domina se posesiona de el, lo absorbe, lo invade con la constante y abundante fuerza de su dilatada grandeza. Lo sabemos porque tuvimos la fortuna de nacer en sus proximidades, de sentir sus reacciones periódicas y experimentar las alternativas que la naturaleza obra sobre el, como una bendición del cielo, como un auspicioso milagro o como una demanda arrolladora. Lo vimos después de persistentes lluvias, crecido, correntoso, potente, ruidoso, desbordándose de su encajonado cauce, anchoroso, imponente, como si quisiese transformarse en pequeño mar. En los días de nuestra niñez cuando las grandes crecientes, nos regocijábamos andando a caballo por las anegadas calles, en procura de aventuras, observando aquella vida extraña que entre las familias afectadas originaban sus aguas. Eran días de ansiedad, de novedad y curiosidad constantemente renovada, viendo lo que traían o llevaban las aguas revueltas, sucias, coronada con espesa espuma amarillenta.

Restos de viviendas, de maltrechos ranchos, árboles secos navegando como largas piraguas a la deriva, pájaros y animales muertos, deslizándose sobre sus aguas de tanto en tanto contenidos por postes y alambrados, como si quisiesen asirse a ellos en un secreto anhelo de dejarse estar en el Pago. El río entraba al pueblo, en soberbio y anchuroso desplante, como una advertencia periódica, a modo de un secreto mandato de la naturaleza. Invadiéndolo todo. Quintas y sembrados, sus aguas se enseñoreaban prepotentes a veces malogrando cultivos, otras, llevando y depositando la riqueza de su resaca vegetal o animal, como un dios generoso y bravío, arbitrario e inocente. Entonces era, al sentir de los guaranies, el río madre, el río fecundo, generador de semillas, distribuidor de dones y riquezas, dador de bienes. De todo lo que podía haber de malo en esto nosotros no sabíamos nada. En la inocencia de nuestra niñez, como un artista en ciernes, solo admirábamos el espectáculo de la naturaleza en su desembarazo, nueva los males aun no cabían en nuestros cálculos. Y crecían sus aguas, crecían a la par que aumentaba la angustia de los mayores, crecían hasta sobrepasar las barandas de hierro del Puente Viejo, otorgando a este una leve apariencia de arboladura de barco sumergido, inmóvil, apenas perceptible en medio de la deslizante y turbulenta masa liquida. En aquellos interminables días de agua y ansiedad, el campo no podía entrar en el pueblo, la soberbia del río lo había detenido frente al paso de su puente, del puente aliado de la pampa, vencido ahora por el agua y el río. Solo azorados pajaritos sobrevolaban, como aliados vigías la creciente del Areco, deslizándose raudo por entre los montes de sauce, cuyos ramajes habían muerto el parloteo y los cantos de los pájaros. Cuando intento vadearlo, montado en fuerte cabalgadura o en liviano vehículo, la correntada en los espacios de su mayor fuerza y profundidad, fue arrastrando mortalmente herido, sepultándolo en sus remolinos, en los escondidos vericuetos de sus remansos envolventes y profundos. Entonces, las aguas que siempre suelen ser alivio y bálsamo para el cuerpo y el espíritu, por su acción violenta se convertían en extremaunción, dolorosa silenciosa y definitiva. Todo parecía configurar un destino prefijado. Mas allá junto a las compuertas de madera, maltrechas, carcomidas y pintorescas, el “pozo del diablo” recogía los despojos de los inmolados, aprisionados en sus remansos, en garras, firmes, aunque invisible. Ni el negro lechuza, señor y duende de las aguas, ni el flaco Piantieri, se atrevían a desafiar al arrollador torrente. El Areco jugaba de nuevo con la vida de los hombres, las cosas, los sembrados y las cosas. Mas allá del núcleo poblado, por los campos abiertos sus aguas se convertían en beneficioso regadío, como si el cielo quisiese señalar al hombre, los lugares exactos que corresponden a cada cosa. Hasta las haciendas, vacas lecheras, caballos, novillos y ovejas aislados sobre alguna elevación del terreno, solían pasar días enteros, rumiando hambre y presintiendo una muerte lenta, pero segura. Cuando repetidamente vimos este espectáculo, aprendimos a valorar su categoría de río, de Río con mayúsculas, frente a las desdeñosas insinuaciones de los forasteros que pretendían rentarle su condición de tal. También lo vimos manso y placido casi adormilado entre sus dos altos paredones de tosca amarillantada, nido y juguetón en los remolinos de sus remansos, marcando de tanto en tanto por las suaves caricias de las hojas de los sauces a cuya sombra, el idilio amoroso acrecentó el romántico desborde de sus pasiones. Y la gente del pueblo y de otros pueblos vecinos, de la gente de los pueblos sin ríos , buscando su frescura los entretenimientos de la pesca, el baño refrescante o las bulliciosas horas del pic-nic, concurrieron en grupos, donde los pantagruélicos corderos, los costillares, las empanadas y el mate que alivia la sed y concita a la meditación, hicieron las delicias de varias generaciones. Y lo vimos serpenteando entre barrancos, aguas abajo, para desembocar en el anchuroso y freterno Paraná, hermano y padre de ríos pampéanos, con la indefinida certidumbre infantil que entraña parábola, una y otra vez, por años volvería a retomar su curso, surgiéndole un borbollante manantial, limpio y puro como nuestra imaginación. Sus peces las palpables y evidentes principios de nuestras culturas ictícola. En sus aguas cabrilleaban las pequeñas y cristalinas mojarritas, las escurridizas bogas, los oscuros y bigotudos bagres, los dorados sábalos, las impresionantes anguilas, los surubíes saltarines, los apetitosos dorados las esqueléticas “viejas y las tarariras robustas. Entre el “Puente Viejo” y el del medio la compuerta con su aparatoso “tajamar”, su peligrosa pasarela y la cascada de aguas cristalinas, cayendo ruidosa, obligándonos a hablar a gritos. Todas las tierras que hoy ocupa el Club Náutico, era un sorprendente y sucio bañado. Donde los abrojales, las cicutas, la biznaga y toda otra especie perniciosa de malezas proliferaban en medio de la constantemente renovada resaca que traían y dejaban las crecientes, propicio campo de cultivo para la procreación y subsistencia de mosquitos y batracios de distintos tamaños, colores y especies. En el lado posterior de los altos galpones del molino harinero del Sr. Zerboni, sobre el numero cero, de la calle Alsina, cruzando el canal que se había realizado para llevar “agua para su molino”, se tendía, pequeño y peligroso, un puentecito de juguetería, cuyas distanciadas y cimbrantes tablones, nos obligaban a tomarnos de las manos de los mayores. El desviado y sereno hilito de agua que corría hacia las turbinas del molino, era como un espectáculo del medioevo de cuyos paredones laterales, a modo de descargo, gruesos chorros de agua surgían sin cesar. Por la concluencia de este canal, con el curso del río a la altura de la calle Ruiz de Arellano, quedaba la islita, cuyo inmenso matorral, incitaba la misteriosa incursión infantil. Las misteriosas salidas de agua de la turbina del molino, vista desde arriba, desde los firmes y altos paredones de ladrillos que daban sobre la calle antes citada, nos sugerían la evocación de mazmorras tenebrosas, con diablos sujetos con gruesas y crujientes cadenas, por entre cuyas blancas y espumosas aguas brillaban en pequeños saltos ornamentales, plateadas y doradas mojarritas. Y nos quedábamos por largo tiempo, con los ojos y la mente penetrando los impenetrables, las oscuras oquedades de los arcos de mampostería, las palomas que andaban y sobrevolaban sus contrafuertes, oyendo el ronco rechinar de ruedas y engranajes, cuyo funcionamiento y mecanismo nos resultaba igualmente inconcebible. Cuando las sombras del atardecer se recogían en los crespones, en las reconditeces de aquel antro.-

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

“Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires”

Aguirre Juan Francisco. Diario del Capitán de Fragata Juan Francisco Aguirre 1793.

Arce-(Correo) “Breve relación geográfica y política de la gobernación del río de la Plata, hecha a pedido del Rey de España, en el año 1760 (Archivo del Museo Mitre Arm.B.Caj.18.18, pieza 2, Nº de orden 31.)

Archivo de Correos: Libro de títulos, t.II,p.321.

Deaumont, J.A.B.: “Viaje por Buenos Aires, Entre Ríos y la Banda Oriental (1826-1827) p, 230.Colección “El Pasado Argentino”. Hachete. Bs. As.1957)

Burgueño, José M.: “Contribución al estudio de la función y desarrollo del pueblo de San Antonio de Areco”. Talleres Gráficos J.F.Terrier – La Plata 1927)

Cárcano, Ramón J: “Historia de los medios de comunicación y transporte en la Republica Argentina” Félix Lajouane. Libero editor. 1893. Bs. As.

Castro Estévez, Ramón de: “Historia de correos y telégrafos de la Republica Argentina. Talleres Gráficos de Correos y Telégrafos. Bs. As. 1934.

Colecturía General: “Registro de establecimientos que se abren en la ciudad y campaña. 1836-37-38 a 41. Archivo Gral. de la Nación. Sala III-33-26 y 33-7-1”

Concolorcovo: “El Lazarillo de ciegos caminantes” Edic. de la Biblioteca de la junta de Hist. y Humanística. P.46-47-48-Año 1908. Bs. As.

Darwin Carlos: “Viaje de un naturalista alrededor del mundo, en el navío de S. Majestad Británica, Beagle. 28 de Setiembre de 1833.

Documentos correspondientes a construcción del “Puente Viejo”. 91.fojas en el archivo de la Municipalidad de San Antonio de Areco.-

Documentos para la historia Argentina: “Padrones de la ciudad y campaña de Bs. As. (1726-1810) t.x. Universidad de Bs. As. Facultad de Filosofía y Letras.1920-1925.

Fernández de Oviedo y Valdés, Gonzalo: “Historia General y Natural de la India”,t.v.p.119.

Graaner, Jean Adan: “La provincia del Río de la Plata en 1816” (Informe dirigido al príncipe Bernadorre) p.134

La Gaceta Mercantil: “Numero del 26 de Julio de 1825. Bs. As. Biblioteca Nacional.

Lehman, Honri: “Las culturas precolombinas” p.16 Editorial Universitarias de Bs. As. 1958.

Mac Cann, Guillermo: “Viaje a caballo por las provincias argentinas 1847,p.164. Traducción de José Luis Busaniche. Año 1939.

Merti, Carlos: En el periódico de San Antonio de Areco, “La Gaceta”. “El descubrimiento de los ríos Areco y Arrecifes” Octubre 29 de 1960.

Oberti, Federico: En el periódico de San Antonio de Areco, “La Gaceta”. “Los que pasaron por Areco” 12 de Julio de 1952.

Parras, Pedro José Fray de: “Diario y derrotero de sus viajes” (1740-1753)

Paz, José Maria: “Memorias Póstumas” t.II.c.xx.p.370-Edición 1892.

Robertson, J.P. y G.P: “ La argentina en la época de la Revolución” Año 1833-p.80. La Cultura Argentina.

Sord de Tricerri, Guillermina: “La guardia y el puente del río Lujan, y el comercio colonial de Bs. As. pgs.158 a 164, en el II “Congreso Internacional de Historia de América”, t.III. Año 1938.

Schidl, Ulrico: “Derrotero de viajes a España y Las Indias”p.38. Año 1534- Colección Austral. Bs. As. 1934.

Serrano, Antonio: “Los aborígenes argentinos”p.209.Editorial Nova. Bs. As. 1927.

Squillac, Saquiyer de: “Itinerario de Bs. As. a Córdoba Julio 1784.

Sousa, López de: “Diario de Navegado” 1530-1534 con comentarios de Eugenio de Castro-Río de Janeiro.1927.

Torres, Luis Maria: “Los habitantes del Delta del Paraná” Universidad de La Plata” 1911.

***************************************************************************

Transcripción rigurosa realizado por las agentes Sra. Graciela Stachino y Sra. Natalia Agostino para la Dirección de Turismo de San Antonio de Areco de un juego fotocopiado de un original tipeado en máquina de escribir manual tipo “Olivetti” probablemente hecho en la década de 1980 (?). El mismo se Encuentra en la Dirección de Turismo.

San Antonio de Areco, marzo de 2011.-

PSO

...

Descargar como  txt (202 Kb)  
Leer 138 páginas más »