Historia del Ejido Ucareo

HISTORIA DEL EJIDO UCAREO

1. INTRODUCCIÓN

Las principales discordias entre los pueblos e individuos, generalmente han estado ligadas a  la tenencia de la tierra, las grandes guerras han sido por la ambición de algunos dirigentes y líderes mundiales por tener más, por poseer grandes extensiones territoriales y por supuesto por amasar grandes fortunas con el afán de engrandecerse y ser más que los demás. Esto ha generado la división de clases sociales, la principal: los ricos y los pobres, lo cual genera un descontento individual y social ya que la distribución de la riqueza es inequitativa generando pobreza y hambre entre los individuos.

Decía Juan Jacobo Rousseau que la raíz de la desigualdad que afecta a los hombres, era a causa de la “constitución del derecho de propiedad”.

Decía también que: “El primero al que, tras haber cercado un terreno, se le ocurrió decir "esto es mío" y encontró personas lo bastantes simples para creerle fue el verdadero fundador de la sociedad civil. ¡Cuántos crímenes, guerras, asesinatos, miserias y horrores habría ahorrado al género humano quien, arrancando las estacas o rellenando la zanja, hubiera gritado a sus semejantes: Guardaos de escuchar a este farsante! Estáis perdidos si olvidáis que los frutos son de todos y que la tierra no es de nadie”. (J.-J. Rousseau, Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres)

En nuestro país, el panorama en mención no es tan diferente como el del resto del  mundo. Recordemos que los pueblos originales de nuestro México querido, siempre vivieron entre disputas y batallas por el derecho a la tierra; los mayas, tlaxcaltecas, mexicas (aztecas) e incluso los tarascos, vivieron peleando por el honor y el derecho a la propiedad, el derecho a la Tierra, el derecho a la identidad como pueblos individuales. Algo muy similar sucedió con la conquista de México por los españoles, así como con la batalla de independencia de 1810, pero eso es tema aparte, por ahora nos enfocaremos en el origen de los Ejidos en México después de la guerra civil de 1910: La Revolución Mexicana, la cual dio las bases político-sociales para la instauración de los Ejidos.

Igualmente importante es tomar como antecedente el periodo del Porfiriato entre los siglos XIX y principios del XX, ya que en esa época, el campo mexicano estaba conformado por un sistema de repartición de la tierra que tenía como base Las Haciendas. Estas eran propiedades muy extensas en las que se criaba ganado, aves de corral, se sembraban productos agrícolas alimenticios, se producían maderas, textiles, minería, canteras, y todo aquello que permitiera el abasto de sus dueños y sus trabajadores. Además, se producían algunos excedentes que se vendían en los mercados o en las grandes ciudades. Es importante hacer notar que en 1880, México contaba con una población total de 9 millones de habitantes (de acuerdo al censo de población de ese año), de los cuales el 70% se sostenía de la producción del campo, es decir, prácticamente producían lo que consumían.

Justo en ese año, el general Porfirio Díaz iniciaba su segundo periodo presidencial y era de esperarse que continuara con la forma productiva de la hacienda, la cual en este periodo alcanzó su mayor auge, aunque a costa de la explotación de los peones que trabajaban en ellas. Este sistema de producción de pequeñas unidades económicas que funcionaban de manera autárquica al producir bienes para el autoconsumo, le permitió al General Díaz tener el control militar, económico, político y social del país por más de 30 años, mas no así a la clase pudiente y política de la época, la cual se reveló contra Díaz obligándolo a dejar  el poder mediante una lucha armada civil,  que dejó más de un millón de muertos. Los revolucionarios pelearon básicamente por dos razones: a) La lucha por el poder; y b) La lucha por la tenencia de la tierra.

La Revolución Mexicana de 1910 trajo consigo muchos cambios en el ambiente político y social de México: Porfirio Díaz fue derrocado y expulsado de México; Francisco I Madero ocupó la silla presidencial por un breve periodo hasta que fue asesinado;  esta lucha vio nacer a los caudillos, los cuales lucharon por causas más justas y nobles que la “lucha del poder por el poder”. Ellos lucharon por la “Justicia y Equidad” y, por supuesto, por la repartición equitativa de la tierra. Dichos caudillos, Emiliano Zapata y Francisco Villa -uno oriundo del sur y el otro del norte del país- le dieron un sentido social al movimiento revolucionario lo cual contribuyó a la creación de un nuevo sistema de repartición de la Tierra, el Ejido. El 6 de enero de 1915, se promulgó La Ley Agraria cuyo objetivo fue la restitución y dotación de la tierra a los pueblos y comunidades indígenas de México. Finalmente, el 5 de febrero de 1917, se promulgó una nueva Constitución Política de México, la cual incluyó derechos primordiales para las clases más desprotegidas: la Reforma Agraria para los campesinos, Derechos Laborales, Beneficios Sociales para los Trabajadores y una Educación Estatal Laica y Gratuita para toda la Población.

La Reforma Agraria fue un gran logro para los trabajadores del campo, ya que con esta, se aseguró el reparto de la tierra a los más desprotegidos mediante una nueva forma de tenencia de la tierra: el Ejido. "El Ejido ha sido uno de los grandes logros de La Revolución".

1. EL NACIMIENTO DE UN EJIDO

Dadas las necesidades de la tenencia de la tierra, aprovechando la coyuntura política del país y por supuesto, de la promulgación de la nueva Ley Agraria del 6 de enero de 1915. El 28 de septiembre de 1915, un grupo de vecinos del pueblo de Ucareo, liderados por Daniel O., Rafael Farfán, Rito Eurioles, Gabriel Soto, Luis Flores, Salvador Ayala, José Barrera, Pioquinto Coss, y J. Jesús Pérez entre otros que sabían firmar. Así como de los que no sabían firmar y que fueron representados por el señor Wenceslao Coss (jefe de tenencia de Ucareo en ese tiempo), a quienes cito:  Francisco Maya, Gonzalo Atilano, Trinidad Ayala, Jesús Gracián, Isidro Parrales, José Parrales, Refugio Parrales, Salvador Parrales, Ramón Parrales, Manuel Morales, Arcadio Moreno, José María Pérez, Buenaventura Ayala, Epigmenio Maya, Antonio Diego, Jesús Ayala, Herón López, Jesús López, Victorino López, José Morquecho, José María Ontiveros, Bartolo Ontiveros, Felipe Soto, Rafael Caballero, Salvador Caballero, Máximo Morales, Guadalupe Rubio, Agustín Coss, refugio Reyes, Donaciano Farfán, Pedro Farfán, Juan Segura, Ignacio Ayala, David Parrales, Felipe López, Alberto flores, David Flores y Pedro Mendoza; solicitaron al C. Gobernador del Estado, General José Alfredo Elizondo González (oriundo de Texcaltitlán, Estado de México), la restitución de tierras que habían sido usurpadas por los propietarios de las haciendas de Jaripeo, Andocutìn y San Antonio; y de la población de Acámbaro, unas tierras de un terreno donde brotaba un manantial de agua.

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