Historia y Teoría II

Universidad Francisco Marroquín

Facultad de Arquitectura

Historia y Teoría II

03 de Noviembre del 2017

María Reneé Vásquez

Walter Benjamin

Benjamin fue un teórico y crítico literario Alemán, él fue la clave de la modernidad. Él estuvo por encima  de las teorías de la modernidad con la modernidad urbana como su fuerte. Durante su vida él se iba obsesionando de cierta manera con la forma de ver las cosas, dándole mayor enfoque e importancia a la ciudad. Siguiendo ciertas ciudades principalmente como Berlín, Moscow, Marsella y Nápoles de las cuales él se inspiraba. El hace énfasis entre el estudiar y aprender, en donde argumenta que cualquiera puede estudiar, pero aprender es algo que será hará solo mientras dure.

El estudiar una ciudad es poder tomarla como un objetivo en donde será analizada y contada de una manera distinta y muy única a la percepción propia de un individuo. Si se aprendiera por el contrario sería el poder transformarse por la experiencia, siendo más una forma de ser. El enfatiza dos motivos que el resto de lo que fue su carrera se llegaran a reunido con más intensidad. Los cuales seria la memoria cultural y el andar por las calles. Estos motivos son algo idealista. Se aprende su ciudad, camina por ella recorriendo sus calles y estando abierto a los estímulos aleatorios de la ciudad, pendiente de las asociaciones involuntarias que desencadenan. Un factor importante en esto es la memora del residente, que es quien lo combina todo los sentido, el cambio la transformación, de igual manera la permanencia e impermanencia de personas y lugares. Algunos permanecen mientras que otros se pierden con más frecuencia, ya sea por principio de renovación o decadencia. La temporalidad alternativa de la memora cultual, donde Benjamin sugiere la que informa la comprensión del habitante por parte del mismo habitante.

El compromiso de Benjamin con el urbanismo moderno en general, aprovecha puntos clave como, a memoria, historicidad, modernidad y el urbanismo. Todo esto crea los que ahora son los estudios más influyentes de la ciudad moderna a través de una lectura sostenida de la poesía lírica de Baudelaire. Por primera vez se le permite esbozar lo que el entiende como los que son las condiciones básicas para un compromiso más adecuado históricamente informado con la modernidad. El hecho de que el elija hacer esto a través de su propia y reconocida forma de crítica literaria es totalmente significativo. Porque en la poesía de  Baudelaire el sostiene que con ella fue posible por última vez y por lo tanto única, los eventos vividos de lo que es la vida urbana recibieron el peso de una experiencia.  Esta es la experiencia que se borró de la conciencia del habitante urbano, lo que constituye para Benjamin la memoria cultural de la vida urbana de finales del siglo XIX y principios del XX.  Para él es un encuentro más directo con el entorno urbano mismo. Hay buenas razones técnicas para ello, el las desarrolla a partir del estudio, aprendizaje y que involucran categoría mutuamente excluyente de conciencia y memoria. Cuando Benjamin desarrolla un análisis de la experiencia urbana habría evitado cualquier intento de poder captarlo directamente a través del intelecto. Su análisis se basa en lo que el llamo el método de materialismo histórico. La suposición no es simplemente que el texto escrito registra o esta impresionado por experiencias, funciona como un tipo  de memoria, mas allá o incluso en contra de la intención consciente de sus autores. Benjamin reconoce un privilegio histórico para determinadas obras, por lo que es su capacidad para poder registrar los sobresaltos o las ansiedades de su tiempo.

Por ejemplo en Baudelaire las crisis de la representación artística que se manifestó en el siglo XIX a través del surgimiento de la fotografía se registraron como un fenómeno urbano critico en el nivel de percepción y memoria. Esto se dio tanto en la imagen del pasado como la del presente que se transforman radicalmente de maneras que se ponen en crisis en la letra de Baudelaire. En cambio la filosofía de Henri Bergson, por su parte hace todo lo posible para evitar, por lo tanto revela de otra manera, las fuerzas históricas detrás de ella. Su método es al mismo tiempo histórico y estético, pero la historia y estética se transforman en el proceso. La medida de la experiencia urbana está determinada por las condiciones históricas bajo las condiciones del urbanismo moderno, las formas en que la historia determina la experiencia no se convierten asuntos de conciencia. Cuando se recurre a la filosofía para una explicación  de la estructura de la experiencia, se encuentra solo una solución. Sobrepasando la literatura de la obra monumental de Bergson, se conservan vínculos con la investigación emperica, orientado a la biología. Se considera la estructura de la memoria como decisiva para el patrón filosófico de la experiencia. La experiencia es realmente cuestión de tradición, tanto en la existencia colectiva como en lo que es la vida privada. Es menos cosas ancladas a la memoria que la memoria de datos acumulados y frecuentemente inconscientes. No es en lo absoluto intención de adjuntar una etiqueta histórica específica a la memoria. Rechaza cualquier determinación histórica a la memoria, de esta manera se las arregla para poder mantenerse alejado de esa experiencia de la que evoluciono su propia filosofía, más bien en reacción a la que surgió.

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