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Historia argentina II

Kleberth Reyna AliagaApuntes30 de Noviembre de 2021

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TEORICO 6: ROQUISMO

PEÑA:

Juarez Celman presidio una época de prosperidad económica, enriquecimiento de clases propietarias y endeudamiento al capital financiero internacional. La crisis mundial del 90 se aproxima y se iluminan las consecuencias de la dependencia financiera a Londres. Esto se enlaza con la corrupción del grupo gobernante. El endeudamiento de la clase gobernante no beneficiaba a la clase gobernante en su conjunto sino particularmente a la suboligarquia gestora, intermediaria entre el estado y los banqueros internacionales. Ese grupo era el sostén de la política juarista. Esto no niega que mientras el endeudamiento estimulo su prosperidad, toda clase dominante lo toleró. (pag3)

Suboligarquía intermediaria: Victorino de la Plaza era representante argentino antes los banqueros europeos (pag3). En cuanto mayores sean las ganancias de los banqueros internacionales, mayores serían las comisiones de La Plaza. Su prosperidad estaba ligada al endeudamiento del país. También para sus empresas particulares De la Plaza acudia al capital internacional (pag4)

Banqueros europeos, intermediarios criollos y un país en remate: el capital financiero internacional no se preocupaba mucho por la seguridad de sus inversiones. Lo importante era endeudar al país ya que después se encontrar el modo de hacerle pagar con creces deuda e intereses. Después de la caída del juarismo, la prensa europea describió la corrupción del régimen pero se cuidó de señalar que el principal foco de corrupción había estado en Londres, sede central de la Casa Baring. Junto a los negociados con los grande banqueros internacionales, florecio un tipo de corrupción mas clásica y de menor cuantía, vinculadas a la subasta del país. Hubo denuncias de la prensa revolucionaria luego de la revolución del 90: Juarez dispuso de dinero publica para sus fines particulares (pag5).

Los banqueros europeos reclaman una intervención en la Argentina: la consecuencia del matrimonio entre los banqueros internacionales y la suboligarquia intermediaria argentina, fue el sobreendeudamiento del país. Europa pedia la intervención de las potencias sobre el estado argentino para controlar sus rentas y destinarlas a pagar los empréstitos como Turquia y Egipto. La experiencia y conocimiento financiero del gobierno de Pellegrini son inadecuados para la tarea pero no acepta la experiencia extranjera que le permitiría realizar los cambios necesarios debido a la agresiva presencia de Alemania (pag6). La corrupción del periodo juarista tuvo como causa principal al dinero europeo. La influencia europea tuvo gran parte de la responsabilidad de la situación argentina. Ningun dinero puede tomarse de Europa, los argentinos tendrán que completar las obras que los capitalistas europeos comenzaron (pag7).

Se difunde entre productores nacionales la aspiración a una mayor independencia frente al capital extranjero: algunos nucleos de la clase dominante argentina veian con temor el progresivo endeudamiento. Sarmiento y Aristobulo del Valle se opusieron al roquismo y al juarismo. La oligarquía argentina advertia que el sector que tramitaba empréstitos y detentaba el estado la llevaba a perder el control sobre el propio país. La política de Juarez Celman provoco descontentos en todos los sectores dominante. Incluso la burguesía porteña se vio afectada porque el endeudamiento proporcionaba divisas frescas que se trasuntaban en grandes importaciones de las cuales era introductora ganaciosa. El juarismo arruinaba al país y a las clases propietarias en beneficio del capital extranjero y de una suboligarquia intermediaria (pag7). Los estancieros de la Sociedad Rural no estaban dispuestos a perder el control de su propio país, y si no podían prescindir del mercado y los capitales imperialistas, si podían deshacerse de una suboligarquia que a través de Juarez transformaba al capital internacional no ya en el socio mayor en la explotación del trabajo argentino, sino en amo único, en detrimento de los estancieros criollos. En estas condiciones surgió entre la burguesía terrateniente y estancieril una hostilidad hacia el capital financiero internacional y sus agentes locales una vaga aspiración a una mayor independencia en el manejo de la economía nacional. Aparte de los grandes propietarios de tierra y ganado, existía una burguesía predominantemente ovejera carente de vínculos sanguíneos con los conquistadores españoles, aspiraba a una política nacional, en el sentido de resistir el excesivo endeudamiento al imperialismo. Esta burguesía ganadera inmigrante había crecido junto a la cria de ovejas. Los ovejeros tenían contra Juarez tantos motivos de resentimiento como los grandes estancieros, pues ellos necesitaban del crédito oficial, siendo este absorbido por políticos y especuladores. En las provincias del interior, donde no existía una clase rica como los estancieros de Buenos Aires, la oposición al juarismo fue débil o nula. Las oligarquías provincianas, en general desligadas de la producción para el mercado mundial y alejadas del eje de la economía nacional, apenas si se veian afectadas por la política juarista de empréstitos y endeudamiento perpetuo. Además no tenían nada que sugerir en cambio, ya que su base de sustentación económica eran partidas del presupuesto nacional (pag8).

Toma cuerpo una fuerte corriente de opinión antiimperialista: empobrecidos por la crisis económicas y amenazados con perder el control del país en beneficio de los prestamistas extranjeros, la burguesía terrateniente y los estancieros de Buenos Aires esbozaron algunos planteos nacionalistas. Aristobulo del Valle planteó los temas que inquietaban a los productores nacionales (pag9). Toda esa prensa que agitaba el problema de la penetración imperialista y de la independencia económica era antijuarista y antiroquista, se identificaba con los revolucionarios del 90 y se proclamaba partidaria de Alem (pag11).

Los productores nacionales gravan a las empresas británicas: mientras la prensa alzaba la voz contra el imperialismo, los productores nacionales gravaban indirectamente a las empresas inglesas mediante la desvalorización del peso, que reducia las ganancias de esas empresas cuando acudían a convertirlas de pesos en oro. Las empresas sabían donde estaba el culpable (pag11). La crisis trajo un sentimiento de fastidio contra los extranjeros que habían embarcado al país en proyectos y deudas, cortando sus provisiones al surgir dificultades, por reacción apareció en la prensa opositora un espíritu xenófobo, de exaltado chauvinismo. Preocupados ante todo por el crédito estaban Pellegrini y Roca. El sentimiento antiimperialista estuvo presente en algunos sectores de la Revolucion del 90 pertenecientes al ala Alem, del Valle (pag12).

Limitacion de los planteos estancieriles ante la penetración del capital internacional: hay una corriente de opinión anrtiimperialista que acompañó al levantamiento. Este antiimperialismo tiene limites. Se trata de las limitaciones de la clase mas poderosa de los productores nacionales, los estancieros bonaerenses. Su antiimperialismo consistía en impedir que el capital financiero internacional avanzara mas alla de cierto punto en su control sobre el país. UN antiimperialismo que aparecia solo cuando los ingresos agropecuarios se contraían en beneficio de los inversores extranjeros. Los estancieros eran incapaces de sacar adelante una política capaz de edificar al país (pag12) como nación moderna sin subordinarlo al imperialismo. Sus planteos fueron arrebatos literarios sin consecuencias reales. Las denuncias antiimperialistas no desaparecerían de la vida argentina (pag13).

Significación de la presencia mitrista y católica en el movimiento del 90:  los productores nacionales no fueron la única fuerza propulsora del levantamiento del 90. El movimiento contra Juarez fue un frente único, en el que actuaron sectores distintos y antagónicos, persiguiendo objetivos también distintos. Por eso es necesario precisar las tendencias antiimperialistas vigentes en una de esas fuerzas. Mitre y su partido estuvieron en el movimiento del 90. Toda participaicon del ala mitrista se caracterizo por la búsqueda de un acuerdo con el juarismo y/o el roquismo, tanto como por la ausencia de denuncias antiimperialistas comolas que agitaba el ala (pag14) Alem-Del Valle. Esta política acuerdista correspondia al carácter de la burguesía comercial porteña y de la burguesía céntrica que la seguía. En épocas de prosperidad se encontraba mas cerca de la suboligarquia gestora de los capitales exttanjeros que de los productores nacionales, y en un momento de crisis aguda se acercaba a estos provisoriamente buscando un acuerdo con ellos a expensas de los planteos tímidamente nacionales de los productores. Los comerciantes no aspiraban a mas. Seria falso atribuirle al 90 un caracter exclusivamente de resistencia al imperialismo, ignorando la participación del mitrismo, como desconocer los planteos nacionales de la corriente Alem-Del Valle.

El “partido” católico también participo en el movimiento del 90. Habia una motivación confesión que reclamaba revancha contra la política anticlerical y lacia de Roca y Juarez. Pero no solo se trataba de religión. Los prohombres católicos estaban vinculados a los productores nacionales por intereses comerciales. Manuel Gorostiaga, Pedro Goyena, Angel Estara se hallaban agrupados en poderosas instituciones capitalistas como el Banco de Consignacion de Frutos del Pais. Estrada formulaba a veces planteos en pro de la independencia económica (pag15)

La Unión Cívica: Un partido de los productores nacionales en tiempo de crisis: En 1890 Alem destaca la demanda de protección a las industrias útiles y no especulación aventurera, pues este era el unánime lamento de los productores nacionales, desfavorablemente afectados por la orientación que daba Juarez al crédito oficial. Alem rechazaba todo acuerdo con el roquismo, acuerdo que era la base de la política mitrista. La candidatura de Alem a la presidencia fue levantada como una candidatura de confusa resistencia al capital financiero internacional. Alem gozaba de prestigio entre las masas pobres, lo que le valió el desprecio de la suboligarquía juarista. Alem no era un caudillo de la multitud descamisada en la lucha frontal contra la oligarquía. Las fuerzas reales que se movieron tras Alem durante y después del 90 fueron los productores nacionales que aspiraban a una política de contención frente al imperialismo. Asi, en la reunión de los delegados de comités de la capital de la Union Civica, se aclamó a Alem, fue felicitado por un importante nucleo de socios de la Bolsa de Comercio. Los intereses imperialista guardaba una actitud reticente y hostil ante Alem (pag16)

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